Fue a finales del año pasado cuando decidimos viajar a Guatemala en 2018. Antes de comprar los vuelos yo tenía una idea general de los lugares que formarían parte de nuestro viaje, pero no fue hasta entrado enero cuando me puse en serio a recopilar información y organizar la ruta que nos llevaría a recorrer parte de Guatemala con una pequeña incursión en Honduras.
El lago Atitlán, Antigua y Tikal eran los lugares imprescindibles que ver en Guatemala. Los lugares por los que había decidido viajar a Guatemala. Con ellos como imprescindibles fui añadiendo otros lugares de Guatemala que me pareció harían de nuestro periplo algo especial. Mercados, volcanes y ruinas mayas se fueron sumando a nuestra lista. Encajar todo me resultó más complicado de lo que esperaba. Y es que en muchos casos, si queríamos utilizar en nuestros desplazamientos los transportes colectivos, no quedaba más remedio que adaptar la estancia en las ciudades a los horarios de salida y llegada de cada uno de esos transportes.
Mi idea inicial al viajar a Guatemala incluía pasar unos días en las playas caribeñas de Honduras o Belize. Pero según iba armando el recorrido veía que la cosa se iba complicando. O sacrificaba alguno de esos lugares que ya formaban parte de nuestro futuro viaje a Guatemala o no podríamos pisar las arenas blancas de las playas del Caribe. Fue una decisión complicada, pero al final ganó la opción de conocer más a fondo Guatemala sobre la de pasar unos días de relax junto al mar.
Después de viajar a Guatemala confieso que sabiendo lo que ahora sé, hubiera dejado de lado algunos de lugares que hemos visitado o al menos hubiera pasado menos días en ellos. Recortando de acá y de allá habría podido juntar 3 ó 4 días para relajarnos en el Caribe. Pero no hay vuelta atrás y creo que el viaje que hemos hecho ha sido intenso e interesante. Hemos tenido tiempo para el relax y para recorrer cada lugar como a nosotros nos gusta: sin prisas.
Índice del artículo
Itinerario para viajar a Guatemala y Honduras
Nosotros elegimos para viajar a Guatemala y Honduras el mes de marzo. Lo que más nos animó a decidirnos por esa fecha fue que el clima en ese momento del año es más propicio para recorrer tanto al Altiplano de Guatemala como la zona de El Petén. Las temperaturas en esa fecha son más suaves y aún faltan meses para la época de lluvias. Y puedo deciros que acertamos de pleno con la elección de ese mes.
Disfrutamos de preciosos cielos azules en Antigua, Quezaltenango o Panajachel. En El Petén el clima fue algo más inestable, pero las temperaturas fueron agradables y la lluvia no hizo acto de presencia. Tan solo pasamos calor de verdad en Río Dulce. Allí, además de temperaturas más altas, la humedad hizo que durante el día no fuera muy apetecible estar haciendo turismo bajo el sol.
2 de Marzo – De Madrid a Antigua
Fue un día largo. De esos que parecen no terminar nunca. Salimos de Madrid a las 7 de la mañana. Y antes de llegar a Ciudad de Guatemala hicimos escala en Amsterdam y en Ciudad de Panamá. Los vuelos fueron con Air Europa, KLM y COPA Airlines. La compañía holandesa sigue estando sin duda entre mis compañías aéreas preferidas. Me gusta la atención de la tripulación, sus asientos en turista me parecen cómodos y con suficiente espacio, las comidas no están mal para ser de avión y el entretenimiento a bordo es variado.
Tan solo habíamos factura una maleta para nuestro viaje. Y la maleta no llegó con nosotros a Ciudad de Guatemala. Nos comunicaron en el aeropuerto que se había quedado en la capital holandesa y que viajaría a Guatemala al día siguiente. El problema era que no nos garantizaban su entrega de ellas hasta el martes. Es decir, cuatro días más tarde. Entre unas cosas y otras, habíamos aterrizado a las 20:00 horas y eran más de la nueve cuando por fin abandonamos el aeropuerto.
Habíamos contratado con anterioridad a través de una agencia de viajes algunos traslados. Entre ellos el que nos llevaría desde el aeropuerto de La Aurora hasta nuestro hotel en Antigua. Era noche cerrada cuando pusimos rumbo a la ciudad colonial más conocida de Guatemala. El viaje duró alrededor de una hora. Estábamos deseando llegar a nuestro hotel y acostarnos. Habían pasado casi 24 horas desde que salimos esa mañana de casa y ya era hora de dormir.
3 de Marzo – Antigua
El día empezó genial. Al abrir la ventana tenía ante mi el volcán Agua. Fue de esos momentos en los que piensas “las cosas van a empezar a mejorar, ha merecido la pena llegar hasta aquí”.
Disfrutamos de algunos de los lugares que hay que ver en Antigua con tranquilidad, sabiendo que si dejábamos cosas pendientes podríamos conocerlas al regresar a la ciudad unos días más tarde. Ese primer día visitamos los conventos de la Merced y de la Recolección, el Arco de Santa Catalina, el mercado, el cementerio, el colegio de San Jerónimo, la Catedral en el Parque Central, el antiguo colegio de la Compañía de Jesús y el mercado de artesanías junto a la Iglesia del Carmen.
Paseamos también sin rumbo fijo, una de las cosas que más me gustó hacer en Antigua. Sus calles empedradas, sus casas de colores y esos patios coloniales que se pueden descubrir tras cada portón hacen que recorrer esta ciudad sea un verdadero placer.
4 de Marzo – Salida de Antigua rumbo a Chichicastenando y Panajachel
A las 7 de la mañana teníamos acordada la hora de recogida con el shuttle bus que nos llevaría a Chichicastenango. El viaje a duró unas tres horas, con una parada para tomar café e ir al baño. Lo mejor del trayecto fueron las impresionantes vistas que tuvimos de los volcanes que horas antes habíamos visto en Antigua. Ya en nuestro destino tuvimos cuatro horas para recorrer el mercado de la ciudad, uno de los más famosos de Guatemala. A la venta todo tipo de artesanías, ropas y alimentos. También se puede beber una cerveza o comer algo en varios puestos. He incluso comprar animales como perros o gallinas.
Para mi lo mejor de Chichicastenango fue ver sus iglesias. Dos templos en los que se mezclan el culto católico con el maya. En la puerta se celebran rituales mayas y en su interior el humo de las velas ha ido cubriendo de negro todos los retablos y creado un estampa singular dentro de las iglesias. También vimos este tipo de ceremonias mayas en el cementerio de la ciudad. Un curioso lugar en el que las tumbas se pintas de intensos colores.
Abandonamos Chichicastenango a las dos de la tarde. Desde allí pusimos rumbo a Panajachel. El viaje fue de una hora y nos dejaron en al puerta de nuestro alojamiento para las dos noches siguientes: el Regis Spa Hotel. El primer acercamiento al lago Atitlán me dejó indiferente. Salimos a dar un paseo para aprovechar las horas de luz que quedaban y encontramos las aguas del lago revueltas por el Xocomil, el viento que cada tarde sopla en el lago. Además había una especie de neblina que nos permitía distinguir bien la supuesta belleza del lugar de la que tanto había oído hablar. Ya veríamos al día siguiente.
5 de Marzo – Recorriendo el lago Atitlán
El día anterior contratamos el barco para recorrer algunos de los pueblos del lago Atitlán. A las 8 estábamos junto al lago. En ese momento comprendí todo lo que había leído de él. No se si será el lago más bonito del mundo, pero os aseguro que es un lugar impresionante. A esa hora el cielo lucía de un azul intenso, sin una sola nube. El agua estaba calmada y tenía el mismo color azul del cielo. Y frente a nosotros, los volcanes. Me hubiera podido pasar allí horas. Sentada al sol disfrutando de ese paisaje. No me hacía falta más. Pero teníamos que salir a recorrer el lago y conocer otros lugares.
Hicimos cuatro paradas: San Marcos La Laguna, San Juan La Laguna, San Pedro La Laguna y Santiago Atitlán. El primero de ellos tiene las mejores vistas del lago Atitlán y una calle con murales y comercios orientados al turismo. En el segundo hay muchas cooperativas. San Pedro la Laguna fue de todos los pueblos el que me pareció menos atractivo. En Santiago Atitlán tuvimos tiempo de contratar los servicios de un tuk tuk cuyo conductor hizo las veces de guía y nos llevó a ver los lugares más destacados de la localidad.
Regresamos a Panajachel a las tres de la tarde. El viaje fue mucho más movido que cuando emprendimos nuestra ruta esa mañana. El Xocomil ya había comenzado a soplar y el lago tenía las aguas revueltas. Ya en nuestro destino el paisaje era el mismo de la tarde anterior. Los volcanes que por la mañana se veían con claridad apenas eran una tenue silueta tras las nubes. Aprovechamos la tarde para tomar unas cervezas en uno de los restaurantes junto al lago y recorrer la calle Santander.
6 de Marzo – Quetzaltenango
Abandonamos Panajachel a primera hora de la mañana. Habíamos contratado también para este trayecto un servicio compartido. Tras dos cambios de shuttle y hora y media, llegábamos a Quetzaltenango o Xela a las 10:30 de la mañana. Tras hacer el check in en el Latam Hotel decidimos ir a la estación Minerva para subir a uno de esos autobuses que recuerdan a los autobuses escolares estadounidenses. Se les conoce como “parrilleras” o “chicken bus”. Lo mejor es su precio y que llegan a todas partes. Lo peor, la velocidad a la que circulan y la falta de espacio en algunas ocasiones.
Pusimos rumbo a Zunil. Allí visitamos su iglesia colonial y disfrutamos de su mercado. Un lugar lleno de actividad en el que las frutas y verduras son las protagonistas. Nuestra idea era parar también en Almolonga para ver su mercado, pero nos dijeron que solamente estaba en pleno apogeo antes de las 12 del mediodía. En él se compran sacos de verduras cuyo destino es desde Ciudad de Guatemala hasta El Salvador.
Regresamos a Xela y le pedimos al conductor que nos dijera cual era la parada más cercana al Parque Centroamérica. Allí pudimos visitar la Catedral y ver algunos de los edificios más relevantes de la ciudad, como el Ayuntamiento o el Pasaje Enríquez. Paseamos por el centro de la ciudad hasta el Teatro Roma, curioseamos en alguna tienda de artesanía y antes de cenar tomamos una cerveza en el Hotel Modelo, un establecimiento familiar de aire colonial.
7 de Marzo – Laguna Chicabal y San Cristobal Totonicapán
Empezamos el día con la subida a la Laguna Chicabal. Llegamos hasta el volcán que aloja la laguna en todoterreno y desde allí descendimos hasta esta laguna que tiene algo de mágica. La niebla parece bailar sobre las aguas que ocupan el cráter del volcán Chicabal mientras los mayas que suben hasta allí hacen sus peticiones y dejan sus ofrendas.
Por la tarde volvimos a subir a un “chicken bus” para ir hasta San Cristobal Totonicapán, el pueblo con la iglesia colonial más grande de la zona. Nos pareció un lugar tranquilo y cuidado, con casas de colores y calles muy limpias. En la plaza de la iglesia hay un parque y también allí está el ayuntamiento. Quiso la casualidad que nos viera la secretaria del alcalde. Y terminamos tomando el té en el despacho de este último, quien amablemente nos enseñó algunas dependencias del edificio y nos contó un poco de la población.
De regreso a Xela yo estaba cansada y sin ganas de coger más transporte para ir al centro de la ciudad. Así que nos quedamos a cenar en el centro comercial frente al hotel.
8 de Marzo – San Andrés Xequl y regreso a Antigua
Después de desayunar tocaba coger el último autobús para ir a conocer otro de los pueblos cercanos a Quetzaltenango, San Andrés Xequl. El día de nuestra visita era día de mercado y tanto la plaza de la iglesia como la del ayuntamiento estaban ocupadas por puestos de verduras, ropa y otros productos típicos de cualquier mercado guatemalteco. El motivo para visitar esta localidad era su iglesia, la más sorprendente de todas las que hemos visto en Guatemala. Su fachada está pintada de alegres colores, e incluso su cúpula parece más la carpa de un circo que parte de un iglesia.
Ascendimos por las empinadas calles del pueblo hasta la capilla del Calvario. Un pequeño templo decorado del mismo modo que la iglesia principal de la localidad. A su lado hay un altar maya, y en él pudimos ver a un grupo de personas haciendo sus ofrendas.
A las dos de la tarde salimos en un shuttle bus rumbo a Antigua. El viaje duro tres horas y media. Fue entretenido pues disfrutamos de magníficas vistas del Altiplano y sus volcanes. También atravesamos alguna población de aspecto poco atractivo. En ellas la policía armada parecía controlar todo lo que pasaba en los comercios al borde de la carretera y en una zona con todo el aspecto de ser centro de prostitución.
Llegamos a nuestro hotel en Antigua, Casa Girasoles, cuando el sol empezaba a ponerse. Dejamos nuestras cosas y salimos a dar un paseo aprovechando los últimos rayos de sol antes de buscar un local para disfrutar de una de las cenas de las que tengo mejor recuerdo de este viaje.
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9 de Marzo – Antigua y Volcán Pacaya
La mañana en Antigua nos vino genial para visitar aquellos lugares que no habíamos podido ver unos días antes. Recorrimos durante unas horas la parte sureste de la ciudad, pasando por el Convento de la Capuchinas, el de Santo Domingo, la iglesia de San Francisco y el convento de Santa Clara. Dimos un paseo por plaza Tanque de la Unión y regresamos al Parque Central antes de volver a nuestro hotel, lugar en el que nos iban a recoger para salir rumbo al Volcán Pacaya.
Eran cerca de las cuatro de la tarde cuando llegamos al punto de recepción de visitantes del Parque Nacional del Volcán de Pacaya. Desde allí nos quedaba hora y media de ascenso hasta el mirador desde el que pudimos disfrutar de unas vistas fantásticas y un bonito atardecer con el Pacaya como fondo.
Ya era de noche cuando llegamos de nuevo a Antigua, nuestra última noche en esta ciudad. Había que cenar y acostarse pronto, al día siguiente había que madrugar para continuar viaje hacia tierras hondureñas.
10 de Marzo – Copán
A las cuatro de la mañana abandonamos Antigua. Por delante teníamos 7 horas de viaje antes de llegar a Copán, nuestro destino en Honduras. El viaje fue bastante incómodo, lo hicimos en un shuttel bus que iba con todas las plazas ocupadas. Hicimos una parada para desayunar y otra en la frontera para pasar los controles de pasaportes.
Eran más de las once de la mañana cuando dejamos nuestra maleta en la habitación del hotel. Hacía mucho calor y estábamos agotados tras tantas horas sentados sin poder mover las piernas. Aprovechamos para estar un rato estirados antes de salir hacia el objetivo de nuestro paso por Honduras: las ruinas mayas de Copán.
En un tuk tuk llegamos a la entrada de las ruinas. Paseamos por la plaza de las estelas, subimos a lo alto de algunas estructuras y contemplamos la imponente escalinata de los jeroglíficos. También entramos en los túneles bajo los templos, una opción que no existe en otras ciudades mayas y que permite ver como se edificaban estos templos y que escondían en su interior. Al final de la tarde y antes de abandonar las ruinas disfrutamos viendo volar a los coloridos guacamayos que viven en Copán.
Antes de regresar a Copán Ruinas, nombre de la población en la que estaba nuestro hotel, visitamos el atractivo Museo de Copán. Más tarde dejamos la cámara y la guía en el hotel para salir a dar un paseo por plaza de Copán Ruinas y buscar un lugar para cenar. Apunte: Honduras es bastante más barato que Guatemala.
11 de Marzo – Quiriguá y Río Dulce
Para este trayecto habíamos contratado un servicio privado. Nuestro conductor, Otilio, vino a buscarnos desde Río Dulce para salir rumbo a las ruinas de Quiriguá, uno de los tres lugares Patrimonio de la Humanidad que tiene Guatemala. Volvimos a cruzar la frontera por El Florido y seguimos viaje viendo como el paisaje era cada vez más tropical. Igualmente la temperatura fue cambiando. Atrás quedaron los días agradables y las noches frescas del Altiplano. Cuando llegamos a Quiriguá sentimos la bofetada de calor húmedo en cuando abandonamos el coche.
Estuvimos en Quiriguá algo más de una hora. Nos parecieron fascinantes las estelas talladas en impresionantes monolitos. Todas se han cubierto con techos de palma para protegerlas de las lluvias y del intenso sol, pues alguna aún conserva parte de su pintura original.
Continuamos viaje a Río Dulce. Allí nos alojamos en el Hotel Nanajuana, un hotel con cabañas de distintos tamaños y categorías, así como una agradable piscina y un buen restaurante. Ese día salimos en barca para ver el atardecer desde el Lago Izabal y cenar luego en uno de los locales más populares de Río Dulce: el Sundog Café.
12 de Marzo – Livingston
El día anterior habíamos contratado con Otilio el viaje en barca por el Río Dulce hasta Livingston. Vinieron a recogernos al hotel para llevarnos al muelle de Río Dulce, lugar desde el que parten los barcos hasta el Caribe. En ruta pasamos por el Castillo de San Felipe, paramos para ver unas aguas termales, algo que me pareció totalmente prescindible. También navegamos con más lentitud alrededor de la Isla de los Pájaros y del Jardín Flotante lleno de nenúfares.
El trayecto me pareció fascinante. El lago, las aves, la flora… y esas altas paredes cubiertas de vegetación entre las que discurre el río antes de abrirse para llegar al mar Caribe.
Sin embargo Livingston me dejó bastante indiferente. Puede que el calor abrasador tuviera algo que ver en mi percepción, pero la verdad es que aparte de los coloridos murales que decoran un par de calles de la localidad y lo curioso de ver a los garífuna, el resto no me pareció en absoluto atractivo.
Esa tarde la piscina nos vino de lujo para refrescarnos y relajarnos un rato antes de la cena.
13 de Marzo – Viaje a la Isla de Flores
Este trayecto lo hicimos en un autobús de línea. La hora de salida eran las 3 de la tarde, así que la mañana fue de relax. Lo peor empezó cuando llegamos al punto de recogida en Río Dulce. Llegamos un poco antes por si el autobús de adelantaba… y no lo hizo. Llegó casi dos horas tarde, y nosotros allí sentados, en un local al que le daba el sol de pleno con solo un ventilador para intentar soportar la temperatura. Uno de esos momentos viajeros que mejor olvidar.
Llegamos a Santa Elena ya entrada la noche. Cogimos un taxi hasta nuestro hotel, el Isla de Flores, y en cuanto dejamos el equipaje salimos a buscar un sitio para cenar. La suerte estuvo de nuestro lado y puso en nuestro camino el restaurante Terrazzo, un local en el cenamos tan bien que no dudamos en repetir dos noches más tarde.
14 de Marzo – Isla de Flores y Yaxhá
Después de un sabroso desayuno aprovechamos la mañana para recorrer la Isla de Flores. Es un lugar pequeño pero muy agradable. Con casas de colores, vistas sobre el lago que la rodea y numerosos servicios orientados al viajero. Entre ellos muchas agencias de viajes. Uno de nuestro objetivos esa mañana era contratar las excursiones que queríamos hacer esos días en El Petén. Y lo hicimos en una pequeña agencia en la que nos dieron buenos precios y horarios que nos venían bastante bien.
Ese mismo día hicimos la excursión a Yaxhá. Acudimos al punto de encuentro que era uno de los hostels de la isla y desde allí partimos hacia una de las ciudades mayas de El Petén. Recorrimos las ruinas bajo las copas de los árboles y subimos a lo alto de cada templo antes de acudir a la llamada estructura 16, de 30 metros de altura. Es el lugar de encuentro de todos los visitantes al atardecer, pues desde allí las vistas de la selva y de la laguna Yaxhá forman un preciosa estampa al ponerse el sol. Tomad nota, porque si pensáis viajar a Guatemala, merece la pena que vayáis a este lugar.
15 de Marzo – Ceibal
No es muy habitual que los viajeros se interesen por visitar los restos de la ciudad maya de Ceibal al viajar a Guatemala. Sin embargo a nosotros, al contar con un día extra en El Petén, nos pareció una buena opción. Más que los por los propios restos arqueológicos, por el camino para llegar a ellos. Contratamos la excursión para dos, pero al final una chica norteamericana nos preguntó si se podía unir y se vino con nosotros. Un taxi vino a buscarnos a nuestros respectivos hoteles de Flores y desde allí pusimos rumbo a Sayaxché. En se punto abandonamos el vehículo para subir a una barca y navegar durante una hora por el río Pasión viendo distintas aves y algún cocodrilo antes de llegar a Ceibal.
Dedicamos una par de horas a recorrer las tres colinas que abarcan la ciudad y en la que destacan las construcciones de la Plaza Sur.
Regresamos a Flores y nosotros pedimos al conductor que nos dejara al comienzo del puente que llega a la isla. Dimos un paseo y aprovechamos para hacer algunas compras en las tiendas de artesanías. Esa tarde pudimos disfrutar de una bonita puesta de sol antes de ir a cenar.
16 de Marzo – Tikal
Sin duda la estrella del viaje. No puedo negar que visitar esta antigua ciudad maya rodeada de vegetación fue el principal motivo que me animó a viajar a Guatemala. Teníamos toda la mañana para recorrer este recinto arqueológico. Un lugar mucho más impresionante de lo que yo imaginaba y en el que no pude evitar emocionarme cuando vi Tikal desde lo más alto del Templo IV. Una imagen vista mil veces en fotos o documentales y que por fin tenía ante mi.
Recorrimos la ciudad con calma, subiendo a cada uno de los templos a los que estaba permitido el acceso. En algún momento nos despistamos, y es que aunque sobre un plano parece sencillo orientarse en Tikal, lo cierto es que hay momentos en que los árboles cubre el horizonte y no sabes bien en que punto estás.
A las tres de la tarde, regresamos al punto de encuentro que nos habían indicado por la mañana en nuestro transporte. El regreso era a Flores, pero habíamos pedido que a nosotros nos dejaran en el aeropuerto, ya que era en avión como íbamos a viajar unas horas más tarde hasta Ciudad de Guatemala.
Llegamos a al capital del país a las siete de la tarde. Una vez en el hotel, una buena ducha, ropa limpia y a cenar. Acababa nuestro periplo por Guatemala en unas horas.
17 de Marzo – Regreso a Madrid
A las cinco de la mañana salíamos rumbo al aeropuerto de La Aurora. Volábamos con Delta Airlines, y al hacer escala en Estados Unidos teníamos que estar tres horas antes de la salida del vuelo en el aeropuerto. Tras una escala de cuatro horas en Atlanta continuamos rumbo a España, aterrizando en Madrid un poco antes de las siete de la mañana del 18 de marzo.
Como apunte decir que si puedo evitarlo, no volveré a volar con Delta Airlines. No recuerdo un viaje en el que me haya sentido tan incómoda. No teníamos espacio para las piernas, los asientos apenas se reclinaban e intentar dormir fue un imposible. Lo único bueno del vuelo fue la tripulación. La azafata que atención nuestra sección del avión era una señora mayor, pero simpática y amable como pocas.
Viajar a Guatemala ha sido un sueño hecho realidad. He podido visitar lugares únicos que sin duda pasan a estar entre esos rincones del mundo que forman parte de mi lista de imprescindibles. Como en todo viaje ha habido cosas buenas y otras no tanto. Pero en resumen creo que ha sido un gran viaje.
20 comentarios
Una ruta muy chula y que se parece mucho a la que hicimos nosotros. Yo me quedé con ganas de subir hasta Xela, pero luego tuvimos una tercera semana para visitar Belice. También merece la pena.
Nosotros era más Guatemala o Belize. Y decidimos quedarnos en Guate y conocer ese país un poquito mejor.
Hola Kris!
Enhorabuena por tu blog y tus maravilloso viajes. Me viene como anillo al dedo porque voy a viajar a Guatemala (3 semanas) en noviembre. Viajo solo y será mi primera vez en América Latina. Estoy un poco “asustado” por la cantidad de cosas que escucho sobre la (falta) de seguridad allí. Como te dije viajo solo y mis viajes son fotográficos (cámara en mano casi todo el tiempo) y me preocupa las condiciones que me pueda encontrar allí, porque escuché incluso que no se deben de coger los chicken bus por el alto riesgo de atraco.
Me gustaría saber tu opinión y consejos al respecto, así como cualquier otra cosa que me quieras/puedas sugerir sobre seguridad, rutas, experiencias…
Gracias mil y sigue así!
Hola Juan.
Cuando comencé a preparar nuestro viaje más de una persona me dijo lo peligroso que era Guatemala. Llegué al país preocupada y en alerta. Una vez pasado el viaje solo puedo decirte que en pocos países me he encontrado con gente tan amable como la de ese país. Nunca sentimos peligro, pero es cierto que evitamos la capital ya que ni nos parecía interesante ni queríamos invertir tiempo en ella cuanto había tanto que hacer. Y dicen que precisamente Ciudad de Guatemala puede ser el lugar más peligros del país.
Nosotros íbamos siempre con la cámara al cuello, no soy profesional pero mi equipo cuesta un pico. Además el móvil siempre a la vista… sin problema.
Lo único peligroso son los chicken bus. Y no por los robos. Lo son por la velocidad y la forma de circular de los conductores. Subimos a varios para ir a pueblos cerca de Xela y bueno, no estuvo del todo mal. Pero no los utilizaría para un viaje largo porque son muy incómodos y en carreteras de montaña hay muchos accidentes.
Si quieres saber algo más ya sabes donde encontrarme y espero que los post que he publicado hasta ahora sobre este destino te sean útiles.
Un abrazo
Un millón de gracias por tu respuesta Kris. La verdad es que me ha dejado más tranquilo. Mi idea también es evitar la capital porque no he oído nada bueno de ella y teniendo tan cerca Antigua es fácil ir directamente hacia allí. Lo de la velocidad de los chicken bus sé a qué te refieres después de muchos trayectos en Marshuktas (furgones) en países como Georgia, Rusia, Albania… Ten por seguro que volveré muchas veces a tu web y seguro que te daré la “paliza” en alguna ocasión más.
Por cierto, traté de usar el formulario de contacto de tu web pero me dio error.
Un abrazo.
Lo que necesites Juan, y quizás en estas semanas hasta tu viaje me de tiempo a publicar algo más. En cualquier caso, cualquier duda, silva 🙂
Miro lo del contacto. ¡¡Gracias por avisar!!
Me viene de lujo porque este año queríamos haber hecho un tándem de Guatemala y Colombia, pero no pudo ser. Previsto de nuevo para el año próximo, aunque nos gustaría incluir unos días en Belice Enhorabuena y ya te pediré datos. Saludos
Lo que necesitéis 🙂
Espectacular ruta. Seguí cada paso que diste en este viaje ya que me llama mucho la atención. Saludos
Es un país muy interesante, merece la pena conocerlo.
Hemos leído el post porque nos ha llamado la atención ya que no conocemos a mucha gente que haya viajado a Guatemala y, la verdad, nosotros mismos, no sabíamos que el país tuviera tantos atractivos para el viajero. Ha sido ruta muy interesante y la tendremos en cuenta si algún día decidimos ir. 😉
Saludos.
Ha sido un viaje muy variado. Ha habido un poco de todo y eso es lo que hacer especial a Guatemala. Espero que algún día os animéis a conocer ese magnífico país en el que nos han tratado como en pocas partes del mundo.
Un viaje espectacular. Siempre que volvemos de un viaje asi, al que hemos dedicado muchas horas de preparación al final siempre nos pasa que si fueramos otra vez le dedicariamos menos dias a un sitio y se los pondría a otra zona. He leido otras publicaciones tuyas de Guatemala y me impresionado mucho.
Cuando se viaja por libre es imposible no cometer algún “error”, pero poco a poco se va aprendiendo de ellos 🙂
Hola Cris, precisamente lo que dices de que hubieras recortado de algunos sitios para ir a la playa es lo que estaba pensando en hacer. ¿Me podrias decir de donde recortarias? Yo tambien quiero ir dos semanas, con 3 o 4 de relax en la playa. Gracias!!
Hola Ainara.
El tema de la playa en Guatemala es complicado ¡¡porque apenas hay unos kilómetros en el Caribe y no es una playa como para pasar unos días!!!
Si tienes ganas de playa, valora cambiar ruta, eliminar la parte del sur que yo hice (Copán, Quiriguá y Río Dulce) y vete a Belize desde Tikal. Ese país es más caro en todos los aspectos que Guatemala, pero tiene unas playas fantásticas.
Eso puede ser una buena idea, pero claro, siempre hay que sacrificar unas cosas en favor de otras.
¡Buen viaje!
Muchas gracias! Estaba valorando la opcion de Belice como dices, o ir a la isla de Roatan en Honduras (que aunque lleva mas tiempo, he leido que es impresionante). Gracias por el tip de recortar del sur (siempre es dificil saber cual quitar antes de haberlo visto). Gracias por tus posts, me encanta leerte
Hola de nuevo Ainara.
Si decides ir a Roatan yo creo que te interesa mantener la ruta que yo hice por el sur (con Copán y Río Dulce) y eliminar entonces Xela y los pueblos cercanos. Puede que este último lugar no sea lo más atractivo de Guatemala, aunque nosotros disfrutamos muchos conociendo un lugar menos turístico que otras ciudades del país y que nos permitió ir a la Laguna Chicabal, un lugar muy especial. Si yo fuera tú, y decidiera Belize, eliminaría el sur. Si me quedase con Roatan, fuera Xela 🙂
he visto que cogiste un chicken bus para ir Zunil. Qué tal es la está la terminal minerva para coger el bus?. He leído que no es una zona segura y no sé si hacer la excursión (junto con Almolonga) con alguna agencia o por libre.
¡Hola!
Nosotros estábamos alojados cerca de la terminal Minerva y la verdad es que no dudados en movernos por nuestra cuenta en los chicken bus. Yo creo que cualquier estación de autobuses de estas características puede atraer a ladrones y delincuentes, pero si vais con cuidado y no lleváis nada de valor a la vista no tiene que pasar nada. Es más peligroso seguramente el modo en el que llevan los conductores estos vehículos que la estación. Por suerte la ruta a Zunil es llana y no parece peligros.
¡Buen viaje!