Schongau: la ciudad de las brujas en Alemania

por Cristina Monsalvo
Schongau Alemania

Recorrer la Ruta Romántica alemana es ir de sorpresa en sorpresa. Tan pronto estás visitando una ciudad que parece detenida en el tiempo como un castillo que parece sacado de un cuento. Montañas, ríos, lagos, edificios palaciegos y preciosas casas con los balcones llenos de flores. Nunca sabes que será lo siguiente que se te cruzará en el camino. Cómo cuando llegas a Schongau y terminas tomando vino en compañía de brujas.

Lo primero es situar Schongau en el mapa. Esta población de algo más de 12.000 habitantes está al suroeste de Baviera, en la región Pfaffenwinkel, a medio camino entre Augsburgo y el famoso Castillo Neuschwanstein.

La ciudad fue construida en una colina que domina el horizonte y bajo la que discurre el río Lech. Los Alpes ya se intuyen, y los paseos por las montañas o las rutas en bicicleta forman parte de la vida cotidiana de los vecinos de esta parte de Baviera.

A continuación os voy a contar que podéis ver en esta cuidada ciudad medieval y los alrededores, ya que la región en la que está Schongau es famosa por el gran número de iglesias y monasterios repartidos por la zona que merecen ser visitados. Algunos de ellos  desaparecieron, pero otros siguen siendo lugares de culto católico a la vez que sirven de escenario inigualable para conciertos de órgano.

Schongau, la ciudad de las brujas buenas

Antes de hablaros de los principales lugares que ver en Schongau, os voy a dejar algunos pequeños apuntes históricos para poneros en contexto.

Restos arqueológicos indican que en esta región hubo asentamientos humanos hacia finales de la Edad de Bronce. Los restos de una residencia son testimonio del paso de los romanos por la zona.

Ya en el siglo XI aparecen las primeras referencias sobre Schongau, por aquel entonces con el nombre de Schönach. Dos siglos más tarde se construyó la muralla que rodeaba la ciudad, y en esa misma época pasó a ser Ciudad Imperial y a tener el derecho de acuñar su propia moneda.

Desde comienzos del siglo XV, esta ciudad que ya había pasado a pertenecer a Baviera, ya era un importante punto comercial en la ruta que unía Venecia con Augsburgo. Fue a finales de ese mismo siglo cuando la ciudad quedó destruida por un gran incendio, y 100 años más tarde, el lugar en el que fueron ejecutadas 63 mujeres acusadas de ser brujas o hechiceras. Mujeres a las que hoy la ciudad rinde tributo de diferentes formas.

Parece que la ciudad había entrado en desgracia, pues en 1632 fue de nuevo arrasada durante la Guerra de los Treinta Años. Más tarde también las Guerras Napoleónicas oprimieron a la ciudad y sus habitantes.

A finales del siglo XIX el progreso llegó a la ciudad en forma de ferrocarril, y poco después, una gran empresa papelera (que continúa en funcionamiento) se instaló a las afueras de Schongau.

Tan solo hace cinco décadas se comenzó a restaurar la ciudad y a recuperar su patrimonio histórico, por lo que ahora, en el siglo XXI, es sin duda un lugar que visitar en la Ruta Romántica de Alemania.

Schongau

Qué ver en Schongau en Alemania

Es en el centro histórico de esta ciudad alemana el lugar en el que se aglutinan los lugares que ver en Schongau. La antigua muralla se conserva casi intacta, al igual que algunas de sus torres.

Para empezar el recorrido por las calles de esta localidad bávara, vamos a ir al centro, a Marienplatz. Desde allí habrá que callejear para descubrir los lugares más atractivos de la ciudad.

Marienplatz, corazón de Schongau

La Plaza de María es el centro de la vida de la ciudad. Rodeada por restaurantes y tiendas, en verano se vuelve un lugar especialmente animado, cuando se instalan en la calle las mesas de cafés y cervecerías.

En esta plaza se encuentran algunos de los edificio más importantes de Schongau. Y también una fuente con una escultura de la Virgen María. Esta escultura no es la original (se puede ver en el Museo de la Ciudad), si no una copia de 1949.

Schongau

Iglesia de la Asunción de María

Este templo católico es una de las joyas de la región Pfaffenwinkel. Originalmente era un templo gótico que fue reconstruido en el siglo XVIII. Destacan los magníficos estucos de Dominikus Zimmermann y los frescos obra de Matthäus Günther. Entre estos últimos no hay que perderse la representación rococó del Espíritu Santo situada en el coro. Todo el conjunto luce espectacular tras haber sido restaurado entre 1999 y 2001.

Schongau Alemania

Si os gustan las maquetas, no os perdáis la Schongau, en el exterior de este templo. También merece la pena acercarse al Ayuntamiento, en el lado opuesto de la iglesia. Es una construcción del primer tercio del siglo XX realizada en el estilo tradicional de la zona.

Schongau

Justo frente al Ayuntamiento, en el centro de Münzstrasse, se puede ver una escultura de gran tamaño de una águila, que recuerda que Schongau fue ciudad imperial.

Schongau

Ballenhaus, imprescindible que ver en Schongau

Regresando a Marienplatz hay que ver el edificio que fue antiguo depósito y sede del Consejo Municipal. Es una construcción de estilo gótico que fue ampliada en el siglo XVI aprovechando la reconstrucción tras el gran incendio del siglo anterior, aunque se conservaron las fachadas norte y sur de estilo neogótico.

En el interior del edificio, utilizado hoy para eventos de diferente índole, destaca la sala municipal de estilo gótico, con una cubierta de madera tallada.

Schongau

Alter Einlass (Puerta Antigua)

Dejando atrás el anterior edificio y caminando hacia el sur se llega a Lindenplatz. Rodeada de las típicas casas de colores con techos a dos aguas, la vista enseguida se siente atraída por una de las puertas que se conservan en la muralla. Esta torre medieval (conocida desde el s.XIX  como Polizeidienerturm) tiene cinco pisos y una estructura octogonal.

Basta cruzar la puerta para llegar al paseo peatonal exterior de la muralla, un magnífico mirador que ofrece una preciosa panorámica de las montañas.

Schongau Alemania

A pocos metros de esta torre, hacia el oeste, estaba la conocida como Torre de las Hechiceras. Aquí fueron encerradas las mujeres que fueron acusadas de brujería en espera del juicio que tuvo lugar entre 1589 y 1592. La torre fue destruida en 1704.

Kasselturn y la bruja de las hierbas

Al este de la anterior torre se puede visitar otra de las torres de Schongau. Una torre que sigue estando en activo aunque con una actividad muy diferente a la que pudo tener en la antigüedad.

Schongau

La Kasselturn es el dominio de Úrsula Engelwurz, una vecina de la ciudad que se hace llamar la bruja de las hierbas. Basta conocerla y visitar con ella la torre que la ha cedido el ayuntamiento para entender la razón de ese apelativo. Repartidos por los tres pisos de la torre hay objetos que sin duda todos relacionamos con las brujas: animales disecados, hierbas secas, recipientes para preparar pócimas, telarañas y hasta el esqueleto de un gato.

Pero tranquilos, porque Úrsula es una bruja de las buenas, con una pasión por la vida contagiosa. La sonrisa es su seña de identidad, y aunque en algún momento te sientas en una torre de Babel hablando con ella, te aseguro que pasar un rato a su lado es una de esas experiencias que no olvidarás.

La entrada a “su torre” es gratuita, pero no está de más dejar uno euros para ayudarla a mantenerla en el mejor estado posible, a la vez que ofrecer a quienes se acercan hasta allí una visita de lo más curiosa.

Schongau alemania

Iglesia de Santa Ana de Schongau

Otra de las iglesias que ver en el centro histórico de Schongau es la de Santa Ana. Formó parte del antiguo Monasterio de los Carmelitas. Sigue estando activa, aunque ha cambiado su nombre por el de Iglesia del Santo Espíritu.

Saliendo por su puerta lateral se accede a uno de los patios del monasterio (habilitado como residencia de ancianos, por lo que no se puede acceder a determinadas zonas). En ese primer patio, colgada en uno de sus muros, hay una Crucifixión obra de Sepp Erhart. El artista la realizó como agradecimiento tras regresar vivo tras ser prisionero de los rusos durante la Segunda Guerra Mundial.

Schongau

También en este patio está el monumento que homenajea a los caídos en las dos guerras mundiales. Y una pequeña rosaleda que recuerda a las mujeres que fueron ejecutadas a finales del siglo XVII  por brujería. Entre los rosales hay pequeñas placas con el nombre de algunas de esas mujeres y como murieron.

Schongau Alemania

Si os interesa saber más sobre este oscuro capítulo de la historia de Schongau, os recomiendo leer “La hija del verdugo”, del autor alemán Oliver Pötzsch. En la oficina de turismo de la ciudad también podéis pedir el folleto que os llevará a recorrer la ciudad pasando por los puntos históricos de los que se habla en la novela.

Muralla de Schongau

Esta ciudad bávara presume y con razón de ser la única ciudad alemana al sur del Danubio que conserva casi intacta su muralla. Su parte más antigua data del siglo XIII y conserva cinco torres y dos de las tres puertas que tuvo en el pasado.

El perímetro de esta muralla, que nos recordó mucho a la de Rothenburg ob der Tauber, tiene una longitud de más de 1.600 metros. Se puede caminar sobre ella en un pequeño tramo que va desde el patio del Monasterio de los Carmelitas hasta un parque que hay unos 150 metros hacia el norte.

Qué ver cerca de Schongau

Una visita a la región de Pfaffenwinkel en el sur de Alemania no estaría completa sin conocer otros lugares cercanos a Schongau. Pequeñas localidades con una arquitectura popular que comienza a diferenciarse de las del resto de poblaciones de la Ruta Romántica de Alemania, un paisaje en la que la ondulantes colinas y los ríos son protagonistas. Sin olvidarnos de esas iglesias en las que el barroco y el rococó se muestran en todo su esplendor.

Peiting y sus casas pintadas

Es en este pequeño pueblo dedicado a la agricultura donde se hace evidente un cambio en el estilo de la casas típicas. En Peiting las fachadas de las mismas se decoran con pinturas, tanto en las paredes como alrededor de puertas y ventanas. Estas obras de arte al aire libre relatan escenas religiosas e históricas. Basta dar un paseo por esta tranquila localidad para ver buenos ejemplos de estas viviendas que suelen tener un granero y también un pequeño jardín.

Peiting

En el centro del pueblo esta la iglesia de San Miguel, junto a un canal que recorrer la localidad y que supone un agradable paseo entre cuidadas casas y pequeñas plazas.

Cerca de Peiting se puede visitar el recinto arqueológico de Villa Rustica con los restos de una gran casa romana del s.II situada en un cruce de caminos de la Via Claudia Augusta. Esta villa con atrio es de un diseño poco habitual en territorio alemán del que se han sacado a la luz los restos de los baños que se conservan bajo una cristalera. A su lado, en un pequeño jardín se muestran cuales eran las plantas que habría en la casa en tiempos del Imperio Romano.

Peiting tiene un alojamiento que aunque sencillo, está bastante bien, el Hotel-Gasthof Zum Dragoner. Las habitaciones han sido reformadas, son amplias, y algunas tienen unas agradables terrazas. Además cuenta con un restaurante bastante bueno en el que sirven comida típica de la región bien cocinada y en raciones tipo alemán, de esas que se salen de los platos.

Rottenbuch

Esta pequeña localidad en la región de Pfaffenwinkel es sin duda uno de esos lugares poco conocidos que ver en Baviera. Aquí se encuentran la magnífica iglesia rococó de la Natividad de María, el lugar más destacado que ver en Rottenbuch.

El origen de esta iglesia se remonta 900 años atrás, momento en el que se fundó el mismo lugar el Monasterio de los Canónigos Agustinos y que convirtió a Rottenbuch en gobernante espiritual de la región. Aquí vivieron canónigos que determinaron la vida eclesiástica y secular hasta 1803, año en el que la iglesia fue despojada de sus bienes siguiendo los pasos de Napoleón en otros lugares de Europa.

Hasta ese momento, el monasterio de Rottenbuch fue un centro cultural de gran importancia. Al llegaban para estudiar un gran número de monjes que vivían en lo que llegó a ser un gran complejo monástico, con un buen número de dependencias y jardines. Gran parte de todo eso se ha perdido y hoy solamente se puede ver una pequeña parte de lo que fueron huertos y jardines y algunos edificios que han sido ocupados por el ayuntamiento, oficinas y una escuela.

En cuanto a la magnífica iglesia de Rottenbuch, hay que destacar su torre campanario exenta de 67 metros de altura y el diseño basilical que se ha conservado aunque modificado y redecorado, haciendo que románico, gótico y rococó se fusionen como pocas veces lo han hecho.

Actualmente este templo es una de las iglesias de estilo barroco y rococó más bellas que se pueden ver en Alemania. En su interior, Matthäus Günther llevó a cabo una de sus mejores obras. Estucos y frescos parecen apiñarse en paredes y bóvedas haciendo que el visitante se sienta algo abrumado ante tal despliegue de arte. Merece la pena hacer una visita guiada para ir descubriendo en las pinturas la historia de San Agustín y otras curiosidades.

Ronttenbuch

También hay que mencionar el órgano de esta iglesia, otra de las joyas del templo. Es uno de los grandes órganos barrocos de la región y de Baviera. Fue restaurado hace unos años y desde entonces, cada verano se celebran una serie de conciertos con grandes organistas internacionales entre los que no ha faltado el organista de Notre Dame, la iglesia  imprescindible que visitar en París.

Rottenbuch

Schönegger Käse-Alm, una quesería tradicional

Muy cerca del centro del Rottenbuch, en una colina con bonitas panorámicas, se encuentra Schönegger Käse-Alm. Un negocio familiar dedicado a la elaboración de quesos de vaca. Se fundó hace algunos años, y en poco tiempo ha conseguido, gracias a la calidad de sus productos, estar presente en los supermercados de muchos rincones del mundo.

Pero estoy segura de que aunque lo podamos comprar en una tienda cerca de cada, comer los quesos de Schönegger Käse-Alm en este lugar de Baviera hace que estén mucho más ricos.

La granja, en la que se pueden ver algunas de las vacas de las que procede la leche, está compuesta por varias construcciones de madera, de esas tan típicas del sur de Baviera, en la que los balcones y las ventanas con flores están siempre presentes.

Al llegar a este lugar a algo más de 2 kilómetros de Rottenbuch, hay que pasarse por la tienda. Allí eliges los quesos y embutidos que más te apetezcan y unas bebidas para acompañar. Luego buscas un lugar para sentarte a disfrutar de la comida y por supuesto, también de las fabulosas vistas. Sumando quesos y panorámicas, os aseguro que la comida se volverá inolvidable.

Wieskiche, Patrimonio Mundial

La más famosa de entre todas las iglesias de Pfaffenwinkel es la Wieskirche, Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1983. Se trata de una iglesia católica que cada año visitan cerca de 1 millón de personas, gran parte de ellos peregrinos. Y es que el origen de este templo se remonta a un hecho ocurrido en el siglo XVIII. Fue en 1738 cuando una campesina vio como se humedecían los ojos de una figura de Jesús atado a una columna.

Solamente dos años después se construyó una pequeña capilla en el campo que se convirtió en el destino de multitud de peregrinos conocedores del milagro de las lágrimas. Pronto a iglesia se quedó pequeña y a mediados del mismo siglo se encargó a los hermanos Johann Baptist y Dominikus Zimmermann la construcción de una nueva iglesia.

wieskirche alemania

El resultado fue una iglesia de forma ovalada rodeada por capillas. La construcción supuso incorporar elementos innovadores como los arcos colgantes de madera entre las columnas redondas. Grandes artistas de la época trabajaron para cubrir el interior de la iglesia de frescos, estucos y figuras de santos. En el altar se puede ver la que dio origen a la peregrinación a este rincón de Baviera.

No hay que dejar de mirar a la cubierta aplanada que parece convertirse en una amplia bóveda gracias al fresco que la decora y que es un verdadero trampantojo.

wieskirche

Sobre la entrada a la Wieskirche está el órgano, utilizado en verano para conciertos y que representa el vínculo entre el cielo y la tierra.

Rodeando el altar mayor hay dos galerías en las que los fieles dejan fotografías y ofrendas en agradecimiento o como petición a esa imagen que hace casi tres siglos parecer ser que lloró frente a una campesina.

Horarios de la Wieskirche

Hay que recordar que esta iglesia no es un museo, sino un lugar de culto. Por ello, y aunque permanece abierta durante un buen número de horas cada día, no se puede visitar durante las misas.

Wieskirche abre sus puertas todos los días a las 8:00 horas. De noviembre a febrero cierra a las 17:00 horas; de mayo a agosto, a las 20:00 horas y el resto del año a las 19:00 horas. El acceso es gratuito.

  • Verde: la iglesia está abierta para grupos de visitantes.
  • Rojo: no se permite hacer visitas turísticas a la iglesia.
  • Amarillo: no se puede hacer turismo en la iglesia si se realizan visitas guiadas o durante las misas especiales de los grupos de peregrinos.

Steingaden y el jardín medieval

La última de nuestras paradas en esta región del sur de Baviera fue en Steingaden, otro de los lugares que ver cerca de Schongau. Se trata de un población muy apreciada por su patrimonio histórico, su cercanía a las montañas, su tranquilidad y el gran número de rutas para senderistas y ciclistas que hay en los alrededores.

steingaden

De entre todos esos atractivos, nosotros nos centramos en la visita al antiguo Monasterio de San Juan fundado en el siglo XII. Tras la secularización, el conjunto monástico fue abandona y gran parte de sus dependencias desaparecieron. Actualmente se puede ver parte del antiguo claustro en el que se funden los estilos románico y gótico.

Steingaden

Desde ahí, una puerta lleva al interior de la iglesia en la que los frescos y estucos del techo la convierten en otras de esas joyas que visitar cerca Schongau.

Para terminar la visita, no hay que dejar de dar un paseo por el pequeño y cuidado Jardín de Hierbas. Un recuerdo al espacio en el que antiguamente los monjes cultivaban esas plantas que les eran imprescindibles en la farmacia y en la cocina. Actualmente es un tranquilo espacio con bancos bajo los árboles y pequeñas figuras de monjes escondidas entre la vegetación.

Steingaden, Alemania

Una última cosa que hacer es pasarse por Bräuhaus-Passagen. Una tienda/café en la que los productos biológicos y de cercanía ocupan todas las estanterías. Todo ello en uno de los antiguos edificios góticos que fueron parte del monasterio.

Ellos elaboran su propio pan y hasta puedes comprar, si tienes suerte y es temporada, pequeñas fresas silvestres que recogen ellos mismo en los alrededores.

Hasta aquí mi lista de lugares que no os podéis perder en la región bávara de Pfaffenwinkel. Una lista de pequeñas y encantadoras poblaciones con iglesias barrocas y rococó que son unas joyas, todo con la interesante Schongau como ciudad principal de la ruta.

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