Millones de mujeres de India se visten cada día con una larga tela enrollada a su cuerpo. Se trata del sari, seguramente una de las vestimentas femeninas más conocidas en el mundo.
Los hay de seda de diferentes calidades, pero también de algodón, y es que esta prenda no se usa solamente en ocasiones especiales, si no también en la vida cotidiana, ya sea para ir a trabajar, arreglar la casa, ir al mercado o salir a cenar.
Vayas donde vayas en India encontrarás mujeres vestidas con un sari caminando descalzas por ciudades sucias y polvorientas. Y sin embargo lo hacen con una elegancia casi etérea que puede hacer creer que ir así vestida es la cosa más sencilla y cómoda que se pueda imaginar. Pero no es así….
Antes de empezar a enrollar el sari alrededor del cuerpo, hay que ponerse otras dos prendas: el choli (que sería algo así como un top con marga corta y que deja parte de la espalda y de la tripa al aire) y una enagua que dará volumen alrededor de las piernas evitando que el sari se vaya metiendo entre ellas al caminar.
Una vez puestas esas prendas, llega el momento de empezar a colocar el sari, sin nudos, sin alfileres, solamente la propia tela y la enagua o el choli como lugares donde sujetarlo. Lo primero que hacen las mujeres indias es colocar el pallu, la parte más vistosa del sari, sobre el hombro. Dependiendo de la altura de la mujer se necesita dejar más o menos tela y de ello dependerá como se coloca el resto de la prenda.Una vez tomada esa medida, llega el momento de empezar a enrollar la tela alrededor del cuerpo. Se coloca el extremo contrario al pallu sobre la cadera y se empiezan a hacer pliegues que se sujetan en la cinturilla de la enagua dando así volumen y libertad al caminar. A continuación se coloca el resto de la tela sobre las caderas y el pallu sobre el hombro. Casi seis metro de tela envolviendo el cuerpo y creando una de las prendas femeninas más elegantes que podamos imaginar.
Con esas instrucciones una noche en Jodhpur me atreví a vestirme con uno de algodón para ir a cenar en la terraza del hotel. No creo que me hubiera atrevido a salir así vestida a la calle, ni de lejos era capaz de llevar con elegancia esa maravillosa prenda.
En cualquiera de mis viajes a India me he cruzado siempre con infinidad de mujeres ataviadas con esta fantástica prenda. Estén donde estén la lucen con una elegancia natural, la de aquel que no es consciente de que lo que lleva es magnífico, y es que para ellas es tan cotidiano que solamente le prestan especial atención cuando se visten uno para su boda o para alguna fecha señalada. Pero siempre están bellas y ponen una nota de colores espectaculares allá donde van.
Luego por supuesto están las mujeres de clase alta y las actrices o medelos a las que se puede ver en películas y revistas luciendo espectaculares saris adornados con todo tipo de joyas.
En cuanto a donde comprar una de estas prendas solamente dependerá de la calidad que se quiera. En el mercado de cualquier ciudad se pueden compras saris de algodón por menos de cinco euros. Si se quiere algo más especial en todas las grandes ciudades del país hay establecimientos donde estas telas se apilan unas sobre otras ocupando todo el espacio de la tienda, y luego, por supuesto, tiendas de lujo donde adquirir las mejores sedas o saris para ocasiones especiales.