Son muchos los palacios y castillos que se pueden ver en Alemania. Algunos tan conocidos como el Castillo de Neuschwanstein o el Palacio de Charlottenburg de Berlín. Pero también hay otros tan impresionantes como la Residencia de Würzburg del que seguramente muchos no habéis oído hablar. Nosotros la visitamos en diciembre, durante nuestro viaje en busca de los mercados navideños de Alemania. A pesar del frío que hace en sus majestuosas salas no tenemos ninguna duda de que es uno de los lugares que hay que ver en Wurzburg en cualquier época del año.
La Residencia de Würzburg es el palacio barroco más bello del sur de Alemania. Desde 1981 forma parte de la lista de lugares Patrimonio Mundial de la UNESCO gracias a ser considerada “una de las cortes reales más brillantes de Europa, única por sus originalidad y ambicioso programa de construcción”. Con estas referencias, ¿quién se resiste a visitar este palacio al viajar a Baviera?.
Historia (breve) de la Residencia de Würzburg
Este palacio barroco fue residencia de los príncipes-obispos de Wurzburg. Fue uno de ellos, Johann Philipp Franz von Schönborn, quien colocó la primera primera piedra en 1720 iniciando así las obras del ala norte. Balthasar Neumann, un destacado arquitecto alemán (su imagen aparecía en los antiguos billetes de 50 marcos), fue el encargado del diseño del palacio. Gracias a él este palacio no solo es de estilo barroco, pues supo añadir con mucho acierto elementos del estilo clásico francés y del imperio vienés.
Las obras de la Residencia finalizaron en 1780. Se convirtió en aquel momento en uno de los más destacados palacios barrocos de Europa.
En cuanto a la decoración del interior, trabajaron en ella tres generaciones de artistas y artesanos de toda Europa. Uno de los elementos más destacados, los frescos que decoran escalera y el Salón Imperial, son obra del veneciano Giovanni Battista Tiepolo.
La secularización del estado acabó con el gobierno de aquellos príncipes-obispos que levantaron este magnífico palacio. Pasó entonces al estado de Baviera y en 1821 se quitó la valla de hierro que había separado la Residencia de la ciudad.
Poco antes del final de la Segunda Guerra Mundial, el 16 de marzo de 1945, los aliados bombardearon Wurzburg destruyendo el 90 por ciento de la ciudad antigua. La Residencia no se libró de aquellos bombardeos y sucumbió casi por completo a la llamas. Solamente se salvó en gran parte la zona central gracias a las resistentes bóvedas diseñadas por Balthasar Neumann. Esa en al que se encuentran el Salón Imperial y la gran escalera con los frescos de Tiepolo.
La reconstrucción comenzó ese mismo año, finalizando en 1987.
Que ver en la Residencia de Würzburg
La visita a la Residencia de Würzburg comienza sin duda en su exterior. Desde la Residenzplatz (ocupada ahora por el parking de para visitantes) se tiene una primera imagen del conjunto palaciego. Allí donde estaba aquella verja que desapareció en 1821 se puede ver ahora la Fuente de Franconia, justo delante del patio que lleva hasta la entrada principal al complejo.
Tras cruzar la puerta de acceso, con las entradas en la mano y sin bolsos ni nada voluminoso con nosotros, comenzamos la visita a este palacio barroco que estuvo a punto de desaparecer para siempre hace tan solo unas décadas.
Portal
La primera sala que se ve al entrar en la Residenz es este amplio portal. Rodeada de columnas, puertas y ventanas, lo más significativo de esta sala, además de ser el lugar del que parte la escalera de Tiepolo, es su bóveda plana de gran tamaño, sin duda un importante logro arquitectónico teniendo en cuanta las dimensiones del techo.
Sala del Jardín
Esta sala comunica el Portal con los jardines de Residencia de Würzburg. El techo, pintado con frescos barrocos, no lo sujeta la pared. Está sustentado por columnas de mármol creando el efecto de un toldo sobre la habitación. Buscad entre las pinturas la de un ángel que sujeta un manto de terciopelo.
Escalera de Tiepolo
Esta escalera es tan bella e impresionante que ya ninguna sala durante el resto de la visita consigue hacerla sombra. Poco tiene que ver esta escalinata con aquellas escaleras de caracol de los castillos medievales o las limitadas por el espacio en los edificados en el Renacimiento. En el barroco las escaleras se diseñaban como si fueran una sala de recepción y buena prueba de ello es la de la Residencia de Würzburg.
La escalera cuenta con tres tramos decorados con esculturas bajo un techo que se eleva a 23 metros de altura. En en ese techo de 600 metros cuadrados fue donde Tiepolo pintó los exóticos continentes de América, Asia y África, personificados por figuras femeninas. El punto culminante de la composición es la alegoría de Europa con la corte de Würzburg.
Salón Blanco
Esta sala se encuentra justo sobre el portal y hace honor a su nombre. En contraste con los intensos colores de las pinturas de Tiepolo en la escalinata, las paredes blancas y grises de estuco en esta sala pueden resultar aburridas. Pero si uno se fija, enseguida empieza a distinguir detalles en la decoración, como escudos, dioses y armas.
Kaisersaal o Salón Imperial
Con sus paredes cubiertas de mármol rojizo y una gran cúpula ovalada, esta es otra de las salas destacadas en el recorrido por el palacio de príncipes-obispos. Los frescos que decoran esta sala son también obra de Tiepolo y reflejan la historia política de la diócesis de Würzburg en tiempos del emperador Frederick Barbarossa. Sobre la puertas se muestran escenas de la vida de los antiguos emperadores y en las paredes de los lados estrechos de la Kaisersaal hay cuatro figuras de tamaño natural que representan a dioses romanos (Flora, Juno, Apolo y Neptuno).
Habitaciones Imperiales
A ambos lados de la Kaisersaal se abren los pasillos que llevan a las habitaciones imperiales, un total de 160 metros de estancias con decoración barroca, elegantes chimeneas, mobiliario de época y obras de arte repartidas por los aposentos. Si te unes a la visita guiada podrás acceder a las Habitaciones Imperiales del Sur. Allí se puede ver la última de las estancias restauradas en la Residencia de Würzburg: el Salón de los Espejos.
Recorriendo las Habitaciones Imperiales del Norte se pasa por la Sala de Audiencias cubiertas de grandes tapices, un dormitorio y la preciosa Sala Verde. En todas ellas hay que fijarse en los estucos y dorados del techo, reconstruidos tras la Segunda Guerra Mundial. Pero también en los suelos de madera que crean atractivos dibujos geométricos. Seguro que también os llaman la atención las bonitas chimeneas que probablemente fueran más un adorno que un medio efectivo para calentar estas grandes salas.
Staatsgalerie
Al final del ala norte se gira para continuar por la zona del palacio convertida en pinacoteca. Este museo y sus obras forman parte de las Colecciones de Pintura del Estado de Baviera. En la Residencia de Würzburg se exponen obras de los grandes siglos de la pintura veneciana. Reabiertas las salas en diciembre de 2016 se han convertido en el hogar de obras de artistas venecianos como Tiepolo, Veronese o Tintoretto. La sala oval es el centro de la exposición y sorprende tanto por su arquitectura como por las obras que cuelgan de sus sobrias paredes.
Habitaciones Toscana y Memorial
Tras finalizar el recorrido por las salas del museo regresamos a la Sala Blanca. Desde allí pudimos acceder a la tienda de recuerdos y las Habitaciones Toscana. Esta parte de la Residencia quedó totalmente destruida con los bombardeos de aquel mes de marzo de 1945. Estas habitaciones estaban decoradas con muebles estilo Imperio. Muchos de esos muebles sobrevivieron pero la mayor parte en mal estado. Algunos de ellos se exponen en estas salas junto a otros que han sido restaurados. Se han creado conjuntos que se muestran delante de fotografías ampliadas que reproducen el interior de las estancias en las que estaban estos conjuntos de muebles.
Entre los objetos más curiosos que se muestran en esta parte de la exposición de la Residencia de Würzburg está el carrusel con accesorios para juegos de habilidad que el gran duque Fernando hizo para sus hijos hace más de 200 años.
Dejando atrás estas salas se llega a la sala en la que se muestran fotografías del estado en el que quedaron la Wurzburg, la ciudad barroca de Baviera, y la Residencia, así como otras imágenes sobre las labores de restauración.
Hofgarten
No pudimos visitar los jardines de la Residencia de Würzburg. Era ya muy tarde cuando dejábamos el interior del palacio y fuera llovía. Ni teníamos tiempo para recorrer esos jardines que completan el conjunto palaciego de Wurzburg ni el clima era el más propicio para pasear por ellos. También nos explicaron que durante el invierto las esculturas se tapan para protegerlas de las inclemencias del tiempo, las fuentes no funcionan y los jardines no tienen ni mucho el atractivo de la primavera. ¿Tendremos que volver para comprobarlo?.
Hofkirche
Otra de las partes que no pudimos ver de la Residencia fue su iglesia. Perfectamente integrada en la arquitectura del palacio, es imposible saber que allí hay una iglesia si no lo sabes. Desde la Residenzplatz solo hay que dirigirse hacia la derecha del palacio para encontrar la escalera y la puerta que llevan a la iglesia. Su interior barroco está considerado uno de los mejores ejemplos de la arquitectura alemana del siglo XVIII. Nosotros nos quedamos sin verlo porque el frío, la lluvia y la hora se interpusieron entre nosotros y el interior de este templo lleno de esculturas, angelotes regordetes y dorados de suelo a techo (lo he visto en fotos, no me lo invento).
Visitar la Residencia de Würzburg
Si queréis visitar la Residencia, tomad nota de estos datos.
Horarios
- Abril a Octubre: todos los días de 9:00 a 18:00.
- Noviembre a Marzo: todos los días 10-16.30.
Las taquillas cierran media hora antes. El 1 de enero y los días 24,25 y 31 de diciembre, el palacio permanece cerrado al público.
El Hofgarten está abierto todos los días hasta el anochecer. En verano hasta las 20:00 horas.
Precios
- Adultos 7,50 €.
- Niños y jóvenes hasta 18 años, entrada gratuita.
- La admisión a la Hofkirche y Hofgarten es gratuita.
Visitas guiadas
En el precio de la entrada se incluye una visita guiada.
- Visita en inglés: todos los días a las 11 a.m. y las 3 p.m. De Abril a Octubre también a las 13:30 y 16:30 de la tarde.
- Visitas en alemán : en temporada alta (de Abril a Octubre) cada 20 minutos. Resto del año cada media hora.
Fotografía
Está prohibido hacer fotos o grabar vídeos en el interior de la Residencia y de la Hofkirche. En los jardines y exterior de la Residencia de Würzburg se permiten las fotografías de uso no comercial. Si estáis interesados en tomar fotos en interior del palacio como hicimos nosotros tendréis que solicitar un permiso (de pago) a través de la Bayerische Schlösserverwaltung (Administración de los Palacios Bávaros).
Taquillas
Hay taquillas gratuitas en las que dejar las mochilas o abrigos. Si visitáis el palacio en invierno como fue nuestro caso, os recomiendo llevar puesto siempre el abrigo. En las salas del palacio hay mucho frío y se pueden echar de menos hasta unos guantes.
Aparcamiento
Nosotros fuimos en coche a la Residencia de Würzburg. Justo delante hay una gran aparcamiento de pago. El precio es de 3 € por hora. Si estás alojado en la ciudad es fácil llegar caminando hasta el palacio. Para que te hagas idea de la distancia, desde la Marktplatz hay un paseo de tan solo 10 minutos.
9 comentarios
Hola Cris!
No conocía Wurzburg y aunque no soy muy fan del barroco me ha parecido un lugar que merece la pena visitar. Cuando visito estancias así no puedo evitar imaginar cómo sería vivir en ellos y la de historias que habrán sucedido entre esas paredes.
¡La escalera es alucinante! ¡Gracias por toda la buena info.!
Un abrazo guapa.
Hay muchas historia tras la muros de este la palacio, un lugar impresionante y yo diría que imprescindible en una ruta por Baviera.
Un abrazo
Mucha historia y mucho dinero detrás de esos muros. Siempre que veo estos lugares pienso en el dinero que pudo costar y la cantidad de gente que debió ser explotada.
Preciosos salones y desde luego me lo apunto.
Saludos
GranPumuki
La sala del jardin me parece espectacular, acabo de flipar con lo bonita que es. Sin duda una visita obligada y además siendo uno de los más destacados palacios barrocos de Europa mucho más. Menos mal que lo han restaurado. Apuntado en mi lista alemana.
Es una joya barroca que por suerte ha recuperado el esplendor de antaño. No te pierdas este palacio si vas a visitar esta parte de Alemania. 🙂
Nos encanta visitar castillos, sobre todo si éstos mantienen parte de su decoración original, porque eso hace que nos resulte más fácil imaginar cómo podía ser la vida en este tipo de palacios…
Y muchas gracias por contar el “truco” para poder hacer fotos dentro de la Residencia de Würzburg, lo tendremos en cuenta para cuando vayamos. 😉
Saludos.
Esto es como truco o trato… me debéis unos caramelos 🙂
Gracias por tan util informacion. Alli estaremos en mayo.
¡Seguro que lo disfrutáis!