Pensar en Nueva York es pensar en Central Park, en Broadway, en la Estatua de la Libertad y en rascacielos. Todo ello, sin duda, icono de la más deseada de las ciudades estadounidenses. Hoy os voy a hablar precisamente de uno de esos iconos: los rascacielos más emblemáticos de Nueva York.
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Rascacielos más emblemáticos de Nueva York
Hoy en día es imposible imaginar Nueva York sin todos esos altos edificios que hacen de su skyline uno de los más altos del mundo. Pero no siempre fue así. Esta ciudad en la costa este americana comenzó a ver como sus edificios ganaban en altura en el último cuarto del siglo XIX. Desde esa fecha, el acero y el ladrillo comenzaron a crecer a lo alto, en un empeño por arquitectos, empresarios y constructores por alzarse con el título de poseer o haber diseñado el rascacielos más alto de la ciudad. Y por aquel entonces, también del mundo.
Ya en el siglo XXI, Nueva York sigue teniendo en sus calles algunos de los edificios más altos y famosos del mundo. Los hay nuevos, llegados hace pocos años. Entre unos y otros se puede formar la lista de los que sin duda son los rascacielos más emblemáticos de Nueva York.
Woolworth Tower, un rascacielos neogótico
Este rascacielos, obra del arquitectos Cass Gilbert, se convirtió en el edificio más alto del mundo cuando se construyó en 1913. Mantuvo esa distinción hasta 1930, y a fecha de hoy sigue siendo sin dudo no solamente uno de los rascacielos más emblemáticos de Nueva York. También es uno de los más bellos, con su arquitectura de estilo neogótico y un interior de art decó. Para verlo hay que ir a City Hall Park.
Empire State Building, el gran icono neoyorkino
¿Quién no tiene en sus lista de lugares que ver en Nueva York el Empire State Building? El más famoso entre los edificios neoyorkinos. Alcanza los 102 plantas y está coronado por una aguja que hace fácil reconocerlo. Se terminó de construir en 1931 siendo el edificio más alto de Nueva York hasta 2012. Sus miradores están en tres niveles: los pisos 80, 86 y 102. Son sin duda una de las grandes atracciones de la ciudad. Muchos de los mejores free tour por Nueva York en español pasan junto a este imponente y famoso edificio.
Chrysler Building, uno de los rascacielos más emblemáticos de Nueva York
Es imposible no tener un favorito entre los rascacielos más emblemáticos de Nueva York. El mío es, sin ninguna duda, el Chrysler Building. Parece ser que cuando fue construido, entre 1928 y 1930, recibió muchas críticas por su parte superior decorativa y no funcional. Sea como sea, este edificio de estilo art decó es ya uno de los grandes iconos de Nueva York y uno de esos edificios que merece la pena admirar. Lo encontraréis en el 405 de Lexington Avenue.
Trump Building
Este rascacielos en 40 Wall Street pasó a llamarte Trump Building cuando el empresario que le da nombre lo adquirió en 1995. Su construcción terminó en 1930 con el objetivo de ser el más alto de la ciudad. Con sus 283 metros de altura no pudo superar a sus coetáneos Chrysler y Empire State, aunque no hay duda de su estilo neogótico y sus cubierta piramidal le siguen haciendo inconfundible en el skyline de Nueva York.
Rockefeller Center y el Top of the Rock
Nada menos que 19 edificios forman parte de este complejo de oficinas, cuya pieza central alcanza los 260 metros de altura. Se terminó en 1933 con una cubierta plana. Algo curioso en un momento en el que los rascacielos tendían a estar rematados por agujas o cornisas decorativas. Es uno de los lugares más típicos que ver en Nueva York en Navidad, pues a sus pies se instalan una cuidada decoración navideña y una pista de hielo. Si quieres organizar tu visita para no perderte este edificio (y su famoso mirador Top of the Rock) entre todos los que hay en la 5th Avenue, te sugiero consultar este itinerario por Nueva York en 5 días.
Flatiron Building, otro de los rascacielos más emblemáticos de Nueva York
Entre tanto gigante como podemos ver en las calles de Nueva York, el Flatiron Building a muchos les parecerá un enanito. Alcanza solamente los 86 metros de altura, algo que en otras ciudades le convertiría en un rascacielos en toda regla. En cualquier caso, de lo que no cabe duda es de que este edificio situado en el 175 Fifth Avenue es uno de los más emblemáticos de Manhattan con esa forma triangular inconfundible. Se construyó en 1902, algo que le convierte en el rascacielos más antiguo de Nueva York.
American Radiator Building, negro y dorado
Esta torre junto a Bryan Park fue construida en 1924 por la American Radiator Company. De estilo neogótico es imposible no fijarse en ella por el color de su exterior neogótico: ladrillos negros que simbolizan el carbón y ladrillos dorados que representan el fuego. Con sus 103 metros de altura es sin duda uno de los rascacielos más bonitos de Nueva York. Desde principios del siglo XXI aloja en su interior al Bryant Park Hotel. Lo que permite entrar y curiosear un poquito el interior del edificio.
The San Remo, un rascacielos de cine
Aunque no suele aparecer en las listas de los rascacielos más emblemáticos de Nueva York, creo que es sin ninguna duda uno de los edificios más icónicos de la ciudad. Se construyó entre 1929 y 1930 en Central Park West, entre las calles 74 y 75, para convertirse en un elegante edificio de apartamentos cuyas dos torres hacen que sea fácilmente reconocible cuando aparece en alguna película o fotografía con Central Park como protagonista. En sus apartamentos han vivido, entre otros ricos y famosos, Steven Spielberg, Donna Karan, Steve Jobs y Dustin Hoffman.
One World Trade Center
Entre los rascacielos más emblemáticos de Nueva York construidos en el siglo XXI no podemos dejar de mencionar el One World Trade Center. Se levanta en el lugar que ocuparon las torres gemelas, objetivo de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. Tiene una altura de 541 metros lo que le convierte, en el edificio más alto de la ciudad.
One Vanderbilt, el último de los rascacielos más emblemáticos de Nueva York
Otro de los rascacielos recién llegados a Manhattan es el One Vanderbilt. Construido al lado de Grand Central Terminal, tiene una altura de 427 metros, lo que de momento le convierte en el cuarto edificio más alto de Nueva York. En su interior se encuentra el Mirador Summit que ofrece unas vistas de 360º sobre la ciudad, lo que le ha convertido en una de las atracciones más deseadas por los turistas.