Navalcarnero es uno de esos pueblos bonitos cerca de Madrid. Una localidad con gran tradición vinícola y con una historia ligada a bodas reales y a la ciudad de Segovia. Este pueblo es un buen lugar para disfrutar de una escapada para alejarse de la capital y comer bien. Pero sin olvidarse de los lugares que ver en Navalcarnero y que acercan al visitante a la vida de ayer y de hoy en la localidad.
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Dónde está y cómo llegar a Navalcarnero
Esta villa es una de las once que ostentan ese título en la provincia de Madrid junto a Chinchón, Torrelaguna o Villarejo de Salvanés. Se encuentra al suroeste de la capital, muy cerca del límite provincial con Toledo.
Desde el centro de Madrid hay 35 kilómetros hasta Navalcarnero. Si el viaje se hace en coche, solamente hay que ir por la A-5 y tomar la salida 29 de dicha carretera. Es la más directa para llegar al centro. Eso sí, no queráis dejar el coche en la misma plaza, ni tan siquiera cerca.
El aparcamiento en el centro de este pueblo, tanto entre semana como los fines de semana, es realmente complicado. Haceros a la idea de que os tocara caminar y buscar un lugar para estacionar en los alrededores del casco histórico. La zona del Parque la Crispina y del Estadio Municipal puede ser un buen lugar para dejar el coche y estaréis a 10 minutos de la Plaza de Segovia, corazón de la villa.
Los que no cuenten con vehículo propio, pueden recurrir al autobús. Actualmente es el único medio de transporte público para llegar a Navalcarnero. Curiosamente, hasta 1970 hubo un tren de vía estrecha que unía la villa con la capital. El 1 de julio de ese año se paralizó ese recorrido, y aunque años después parecía que iban a hacer llegar los trenes de cercanías hasta Navalcarnero, a fecha de hoy no ha ocurrido ese hecho que tanto facilitaría la vida a los que viven allí y el transporte a los que lo visitan.
Pero volviendo al autobús que va a Navalcarnero, deciros que sale desde Príncipe Pío. El autobús es el 528 y el tiempo del viaje es de alrededor de 90 minutos. Depende sobre todo del tráfico.
Qué ver en Navalcarnero
Tengo que confesar que a pesar de haber ido muchas veces a esta villa madrileña, casi siempre ha sido para comer o tomar el aperitivo. Vivimos cerca y es un buen plan de domingo. Pero hasta ahora no he había animado a de turismo, cámara al cuello y un plano en la mano.
Y la verdad es que he descubierto que hay mucho más que ver en Navalcarnero de lo que yo había pensado. Se puede visitar todo sin problema en una mañana e ir de un lugar a otro caminando puesto todo está bastante cerca. Eso sí, os recomiendo que antes de comenzar el recorrido os paséis por la Oficina de Turismo. Allí os darán un plano con todos los puntos de interés señalados. Aunque parece que está algo abigarrado, la verdad es que todo viene perfectamente marcado y no da lugar a perderse.
Plaza de Segovia
Esta plaza es el corazón de la villa y un lugar imprescindible que ver en Navalcarnero. Su nombre recuerda que esta localidad hoy madrileña perteneció a la ciudad de Segovia.
El espacio de esta plaza típicamente castellana es irregular, dos de sus lados están porticados y ha sido rehabilitada con tanto acierto que en 2001 le concedieron el Premio Europa Nostra. Hoy la plaza es lugar de reunión, de domingos de aperitivos al sol, de mercado de artesanos. Algunas de las casas que rodean la plaza son ahora tiendas y restaurantes. Pero aquí sigue estando el Ayuntamiento con el escudo de Navalcarnero en la fachada.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
Desde la anterior plaza se tiene una bonita imagen de las casas porticadas con las iglesia al fondo. Este templo fue declarado Monumento Histórico Artístico en la década de los 80 del siglo pasado. En él se mezclan distintos arquitectónicos, desde el gótico al barroco. Sin olvidar la decoración mudéjar de su torre. En el interior se puede ver una amplia colección de retablos y la capilla de Nuestra Sra. de la Concepción, patrona de la villa.
Plaza de la Veracruz
Esta pequeña plaza se encuentra entre la Plaza de Segovia y la Iglesia antes citada. En ella está la ermita de la Veracruz, la cual da nombre al plazoleta. Yo no he conseguido ver nunca si interior, pero he leído que en su interior hay una colección de pinturas que narran la Pasión de Cristo y que se recuperaron durante la restauración llevaba a cabo en el templo hace algo más de una década.
También en esta plaza la Hostería de las Monjas, un restaurante que fue seminario jesuita, lagar y almacén. Casi delante de su fachada se puede ver una de las muchas esculturas que rinden homenaje a los vecinos de la villa. En este caso, a Jesús Casas Gómez, pintor costumbrista.
Ermitas que ver en Navalcarnero
Ya que hemos mencionado una de las ermitas, vamos a hacer un recorrido por otras que ver en Navalcarnero. La primera de ellas, y a la parecer la más antigua, es la ermita de San Cosme y San Damián. Rodeada por un muro y por una puñado de cipreses, se tiene constancia de su existencia desde 1582.
La ermita de San Juan Bautista es un templo reedificado a los largo de los siglos desde el XVIII. Actualmente es la capilla del cementerio, función para la que se ha adaptado en los últimos tiempos.
En el centro de la villa, a pocos metros de la Plaza de Segovia, está la ermita de Santa Águeda, patrona de las enfermeras y de las mujeres castellanas. La fachada de este templo es pequeña, tan estrecha cómo su interior cuyas paredes están completamente decoradas con momentos de la vida de la santa, obra de Alberto Pirrongelli.
Casa de la Cadena
Fue en la Casa de la Cadena donde en octubre de 1649 el Rey Felipe IV y Doña Mariana de Austria recibieron la bendición conyugal. También fue su residencia nupcial. Lo que hoy podemos ver en Navalcarnero es una reproducción del original hecha a partir de una grabado de la época. Se encuentra en una pequeña rotonda frente al nuevo Ayuntamiento.
Esculturas
Recorrer las calles de Navalcarnero da la oportunidad de ir encontrando aquí y allá esculturas y monumentos que rinden homenaje a las tradiciones de la localidad y a sus vecinos. Se puede hacer una ruta por todas ellas, empezando, por ejemplo, por la Plaza de Don Francisco Sandoval. En ella, frente al ayuntamiento, se puede ver la escultura homenaje al primer alcalde de la democracia en Navalcarnero, el mismo que da nombre a la plaza.
Siguiendo por la plazas que ver en Navalcarnero, en la Plaza del Teatro, presidida por el teatro edificado en los años veinte del siglo pasado, hay un par de esculturas. Una de ellas es La Musa. En el lado opuesto de la plaza, otra escultura muestra a una pareja ataviada con el traje típico bailando la jota.
Desde 1996, en la esquina de las calles Libertad y Real se puede ver el Monumento a los Encierros. Una obra del artista local Feliciano Hernández que es un tributo a una de las tradiciones más antiguas de Navalcarnero.
Por el resto de la villa se pueden bustos y esculturas que recuerdan a pintores, médicos, músicos, agricultores e incluso al sereno. A este último se le puede frente a la entrada al mercado municipal, y en la Plaza del V Centenario, una fuente está decorada con una escultura en la que están representados algunos de los oficios tradicionales de Navalcarnero.
CINC: Centro de Interpretación de Navalcarnero
Visitar este espacio es la mejor forma conocer la historia y la forma de vida de esta villa. Ocupa una antigua casa de labranza cuyos espacios se han aprovechado para exposiciones, ya sean fijas o temporales. Un recorrido por el edificio, lleva al visitante a descubrir cómo aquella población que se fundó hace 500 años y que formo parte de Segovia, terminó siendo una villa madrileña.
Hay salas dedicadas a las fiestas, a la agricultura, a los toros. Y por supuesto al vino. Porque la tradición vitivinícola está íntimamente ligada a Navalcarnero. No hay que dejar de bajar a las cuevas bajo la casa, una magnífica oportunidad de conocer esa arquitectura oculta bajo tierra. Un laberinto de pasadizos que suben y bajan con sus correspondientes capillas para acoger las tinajas.
No hay que perderse tampoco los audiovisuales. Uno de ellos se centra en el vino. El otro, narra los acontecimientos que tuvieron lugar en la villa con motivo de los esponsales de el Rey Felipe IV y Doña Mariana de Austria en 1649.
Murales y trampantojos que ver en Navalcarnero
Cada vez son más las localidades cuyos muros se convierten en lienzos en blanco para los artistas. Una de ellas ha sido esta villa madrileña que cuenta con una verdadera ruta para ver esos murales y trampantojos que decoran sus calles. Algunos se ven fácilmente. Para encontrar otros, hay que ir atento, mirar hacia lo alto o incluso entrar en algún edificio, pues es interior donde se esconde una de esas obras al aire libre que ver en Navalcarnero.
En el plano que entregan en la Oficina de Turismo vienen marcadas las 14 pinturas que hay ahora mismo en la localidad. Hay que diferencias entre los murales (obras sobre un muro o una pared) y los trampantojos. Estos últimos son obras pictóricas que buscan engañar al ojo, confundir a quien mira. Gracias a las sombras y a la perspectiva, el viandante puede pasar ante un muro y creer que es la fachada de un edificio, cuando realmente es una pintura.
Estas pinturas son obra también de Alberto Pirrongelli, pintor y cartelista nacido en Mérida. Una de las más llamativas es la que se encuentra en la entrada al Museo del Vino. Un museo que lleva muchos tiempo cerrado, pero cuya puerta, por suerte, permite admirar las pinturas del dios Baco en el techo y en la paredes, escenas del trabajo en el campo.
Otras obras que a mí me gustaron especialmente son las pinturas de la siega, de los bailes regionales y mural de la Plaza de San José (hay que entrar en el centro de la tercera edad, pues esta obra está en su patio.
En cuento a los trampantojos están repartidos por diferentes calles y plazas. La Plazuela del Calvario está decorada con comercios tradicionales que son pinturas, aunque en la distancia parezcan lo contrario. En la Calle de la Constitución, casi frente al Museo del Vino, un edificio de color rojo luce en su parte superior el llamado trampantojo Gloria Fuertes. Los laterales de dos edificios de la Plazuela Damián Casas tienen trampantojos precisamente de eso, de edificios.
Hay una obra muy especial, junto a la Plaza del V Centenario. La parte superior es un gran mural conmemorativo de la fundación de Navalcarnero, mientras que la parte inferior es un trampantojo en el que se ven personas observando la calle o la propia obra.
Hasta aquí mi recorrido por los lugares que ver en Navalcarnero. Solamente hacer una última recomendación: si tenéis tiempo, disfrutar de un vino de la villa sentados al sol en la Plaza de Segovia. O mejor aún, aprovechad para comer en alguno de los muchos y buenos restaurantes que hay en esta localidad madrileña.