Conocer pueblos como Mértola ha sido una de las mejores cosas de nuestra ruta por el Alentejo. Localidades pequeñas de esas que no suelen aparecer en las rutas típicas y que sin embargo son tan bonitas que no entiendes cómo no aparecen en cada listado de pueblos con encanto de Portugal.
Mértola se encuentra dentro del Parque Natural del Valle del Guadiana, a tan sólo 20 kilómetros de la frontera con España. Con una historia que se remonta a tiempos de fenicios, romanos, visigodos y musulmanes, este pueblo es conocido como la Villa Museo gracias a los numerosos museos que se pueden visitar en él.
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Qué ver en Mértola
Nosotros pasamos solamente unas horas en esta interesante y bonita localidad alentejana. Hubiéramos necesitado más tiempo para poder ver cada uno de sus museos, pero al viajar en otoño, los días terminan pronto y había que elegir entre conocer las calles y edificios de Mértola o invertir el tiempo que quedaba de luz dentro de sus museos. Conseguimos de todos modos visitar casi todo lo que hay que ver en Mértola en sólo unas horas. Os cuento nuestro recorrido a continuación.
Torre do Rio
Tras estacionar el coche a los pies de las murallas, en un aparcamiento gratuito junto al embarcadero, empezamos a caminar junto al río en busca de una buena perspectiva de Mértola. No la conseguimos (o al menos no conseguimos lo que yo quería), pero descubrimos lo que fue un puente sobre el Guadiana en este pueblo que ver en el Alentejo.
Lo que queda de esa construcción cuyo origen es incierto, pero que está claro fue levantada después del siglo II, es monumento nacional desde 1910. Son seis los pilares de ese puente que permanecen en pie y que se levantan sobre bases de pizarra. Debieron estar recubiertos de mármol y formar parte de una estructura defensiva que permitía el acceso al agua del río.
Torre del Reloj
De una torre, a otra. Volviendo sobre nuestros pasos comenzamos el ascenso hacia la fortaleza de Mértola. Rampas y escaleras nos llevaron a la parte alta del pueblo. Allí, lo primero que vimos fue la blanca torre del reloj. Una torre de la muralla que debió pasar a ser campanario en el siglo XVI. Desde el mirador que hay junto a ella se tienen bonitas vistas del río Guadiana.
Praça Luís de Camões
A muy pocos metros de la anterior torre se encuentra esta plaza, las más importante del recinto amurallado de Mértola. Es uno de los espacios públicos más agradables de pueblo, con su zona central llena de naranjos. Entre los edificios que rodean la plaza se encuentra la sede de la Cámara Municipal. Es sencillo reconocer el edificio por su banderas y su balcón de forja pintado de rojo, el mismo color de su puerta.
Casa Romana
Es uno de los museos que ver en Mértola. Se encuentra dentro del Ayuntamiento o Cámara Municipal, y el acceso es gratuito. Solamente hay que entrar en el edificio y preguntar por la Casa Romana. Basta bajar unas escaleras para encontrar la estructura de una casa romana que hubo en ese lugar.
También se exponen en ese pequeño e interesante museo diferentes objetos de la época del Imperio Romano encontrados en diferentes localizaciones de la villa. El primero de esos objetos es la elegante escultura que recibe a los visitantes a este yacimiento oculto bajo el suelo de la actual Casa Consistorial del pueblo.
Castillo de Mértola
Callejeando por las calles de este bonito pueblo, siempre con la sensación de subir y subir, llegamos al castillo que domina el pueblo y los alrededores. Se trata de una construcción de época cristiana levantada sobre una antigua alcazaba árabe que a su vez se construyó sobre la ciudad romana.
Durante mucho tiempo, este castillo estuvo considerado como uno de los más inexpugnables del occidente peninsular. Basta ver su ubicación para comprender la dificultad de hacerse con él. Conserva la Torre del Homenaje, de 30 metros de altura, cuyo interior se ha convertido en espacio museístico que constata la presencia visigoda en la zona. No hay que dejar de dar una vuelta por el paseo de ronda, pues las vistas sobre los tejados del pueblo con el Guadiana al fondo son una preciosidad.
Antes de entrar al castillo merece la pena recorrer la Rua da Igreja. Está llena de pintorescas casas y rincones. También hay en ella algunos puntos desde los que se tienen buenas vistas del propio castillo y del río desde una perspectiva diferente, en este caso con el Ponte de Mértola como protagonista.
Iglesia Matriz de Mértola
Uno de los edificios más interesantes que ver en Mértola es esta iglesia. En ella nos entregaron al entrar un plano y un folleto sobre el pueblo. Tuvimos la suerte de que la persona que estaba en la entrada nos explicó algunos detalles de este templo y también nos dio indicaciones sobre los yacimientos arqueológicos que hay a pocos pasos. Si vais a visitar este lugar, vosotros preguntad que si es el mismo señor que nos atendió a nosotros, seguro que os da un montón de información.
Volviendo a la iglesia, contaros que se encuentra construida sobre la antigua mezquita, una de las pocas que sobrevivió a la Reconquista. Se levantó en el lugar que ocuparon un templo romano y una iglesia cristiana. Quedan muchos vestigios de aquel edificio musulmán en la actual iglesia. Desde el mihrab a los arcos de herradura en varias puertas. También, como testigos del pasado romano, varias columnas. Sin duda una iglesia que es un compendio de arte e historia en pocos metros cuadrados.
Saliendo de la iglesia por la puerta al fondo a la izquierda, hay que caminar unos metros para llegar a la parte subterránea bajo la sacristía. En ese lugar se pueden ver los antiguos cimientos y una muestra de objetos de las distintas épocas por las que pasó la actual iglesia.
Alcazaba
A los pies del castillo se encuentra el yacimiento arqueológico de la antigua alcazaba. En este gran espacio en el que aún se está trabajando, se han sacado a la luz partes de lo que puedo ser el foro romano, un baptisterio del siglo V rodeado de mosaicos y un conjunto de casas islámicas.
Justo antes de entrar a esa zona de excavaciones, hay una casita blanca en cuyo interior se muestra como pudieron ser las casas musulmanas de la zona, y la utilidad de cada uno de los espacios que había en ellas.
Ya os adelanto que puede ser un poco complicado comprender lo que se tiene delante sin un poco de imaginación y de información. Por ello, si os interesa, recopilad información y leed todos los carteles que encontréis a vuestro paso. De ese modo la visita será mucho más productiva.
Basílica Paleocristina
El último de los lugares que visitamos en Mértola fue el Museo Paleocristiano. Se encuentra al norte de la fortaleza. Para llegar a él tuvimos que bajar todo lo que antes habíamos subido para caminar (de nuevo cuesta arriba) por la Rua 25 de Abril hasta el museo.
El edificio es moderno, y en su interior se aloja parte de lo que fue una gran basílica paleocristiana. Se conservan varias piedras funerarias con grabados de corazones, coronas y pájaros. Junto a al columnata romana que se ha podido reconstruir en parte, son sin duda lo más destacado del este lugar que fue también necrópolis desde el siglo V. Los musulmanes también lo utilizaron como cementerio. Cómo veréis, cultura tras cultura, daban uso similar a cada lugar.
Convento de San Francisco
Tras visitar la basílica, regresamos caminando al coche. Quedaba un ratito de luz y pusimos rumbo al último lugar que queríamos ver en Mértola: el convento de San Francisco. Hoy ya no hay monjes en ese edificio que se ha convertido en un centro de estudios sobre arte y biodiversidad. Es un lugar apartado en el que alojan artistas, diseñadores, músicos, cineastas, y científicos para trabajar o estudiar.
Según las instrucciones de Google Maps, teníamos que haber seguido una ruta imposible cruzando el Guadiana, no sabemos si nadando o en barca, y luego subiendo por una pendiente. Estaba claro que ese no era el camino, de modo que nos guiamos de mi intuición y nos dirigimos en coche hacia donde marcaba el navegador que estaba ubicado el convento.
Tomad buena nota si queréis ir, porque desde luego las indicaciones son pocas. Debéis dejar Mértola por la N122 en dirección Namorados. Tras pasar el puente sobre el río, id atentos, a muy pocos metros, a vuestra izquierda, veréis una puerta y mucha vegetación. Esa es la entrada a lo que fue convento y cuyo jardín botánico se puede visitar los domingos.
Al final del camino por el que se puede circular con el coche hay un mirador sobre el pueblo. Las vistas son muy bonitas, sobre todo al atardecer, cuando el sol tiñe de ese dorado tan especial, las murallas y el castillo.
Entradas a museos de Mértola
Habitualmente se cobra un entrada que incluye el acceso a todos los museos de la localidad, pero por el tema de la pandemia, y sin saber hasta cuando, no se cobra entrada a ningún museo público.
Tened en cuenta que son varios los lugares que cierran los lunes, por ejemplo la Iglesia Matriz. También recordad que la hora de la comida es sagrada en Portugal por lo que contad con una de cierre en casi todos los lugares al mediodía. En cuanto a los horarios, varían de verano a invierno, aunque en general abren a las 9:00 horas y cierras a las 17:00 horas (en verano algo más tarde).
6 comentarios
Muy completa esta entrada sobre Mértola. Simplemente añadir que creo que la perspectiva que buscabas es justo al otro lado del río, frente a la torre del reloj, hay una especie de aldea/barriada que fue donde yo me alojé y las vistas, sobre todo al atardecer son las típicas postales que se ven de Mértola en instagram. Ya solo me queda darte la enhorabuena por tu blog al que sigo desde hace años y el Café Guadiana, justo donde empiezan las cuestas al castillo, un lugar súper agradable donde comer comida portuguesa, una pizza, un café o una copa. Saludos
Muchas gracias por tu apunte, Jose. Yo buscaba una vista con el castillo como protagonista, pero no acerté.
Un cordial saludo
Hola Cristina, gran descripción! Algún restaurante que aconsejes para comer allí? Un saludo
Hola, Pablo. Siento no poder ayudarte, no comimos en Mértola pero conociendo la zona seguro que cualquier lugar es bueno para probar comida sencilla y sabrosa. Un saludo y a disfrutar de Portugal.
En el mismo pueblo cuando empieza la subida al castillo de Mértola, Café Guadiana, tiene comida muy variopinta, desde portuguesa a pizza, con una terraza muy agradable. En las afueras, Ya en las afueras, A Paragem, merecido número uno en TripAdvisor, comida 100% portuguesa, un pulpo espectacular y curiosamente también tienen pizzas.
Si te va la carne ESpaço Casa Amarela es tu sitio, en el otro margen del Guadiana, las vistas desde su terraza son de postal. Saludos.
HOla, José, y muchas gracias por tus recomendaciones. Seguro que le vendrán muy bien a quienes visiten Mértola.