Si hay un monumento indio conocido en el mundo entero, ese es el Taj Mahal, la tumba rodeada de jardines que el emperador mogol Sha Jahan construyó en Agra para su esposa Mumtaz Mahal cuando esta falleció en el parto de su decimocuarto hijo. Pero en esta turística ciudad hay otra muchas cosas que merece la ver y que muchos de los visitantes que llegan a ella ni tan siquiera saben de su existencia. ¿Os apetece descubrirlas?
Primero unos consejos:
- Pasar dos noches en la ciudad dan la oportunidad de conocer muchos lugares que la mayor parte de los viajeros pasan por alto.
- En el Taj siempre hay gente, pero por las mañanas está mucho más concurrido que por la tarde.
- El fuerte rojo se puede ver casi sin gente si se visita por la tarde, cuando todos los grupos organizados que solamente hacen una noche en la ciudad se han marchado.
- Las distancias son largas entre monumentos y el tráfico caótico; contar con que el tiempo entre monumentos y monumento puede ser mayor del estimado.
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Qué ver en Agra
Aunque no hay duda de que todos los viajeros llegamos a Agra en busca del Taj Mahal, no hay que olvidar que la ciudad tiene otro puñado de tesoros que merece la pena conocer.
Fuerte Rojo
Probablemente uno de los conjuntos palaciegos más bellos del norte de India. Sus muros se construyeron junto al río Yamuna y encierran palacios de arenisca roja, otros de mármol y algunos con incrustaciones de piedras semipreciosas. Desde el harén a la mezquita, pasando por las salas de audiencias, todo está en un perfecto estado de conservación y muestra como era la vida en tiempo de los emperadores mogoles.
Fue en este fuerte donde Sha Yahan estuvo recluido hasta su muerte tras arrebatarle el trono su hijo Aurangzeb. Cuenta una bella historia que el padre del nuevo emperador pasó sus últimos años encerrado en un palacio del fuerte desde cuya torre podía ver la tumba de su amada mientras languidecía encerrado… aunque parece ser que la realidad era mucho más mundana y pasó el tiempo de confinamiento dedicado a los placeres terrenales.
Itimad Al-Daulah
Una pequeña tumba, precursora del Taj y construida también junto al río Yamuna. En ella está enterrado el abuelo de Mumtaz Mahal, un noble persa que abandonó su país para seguir al emperador Yahangir con el que finalmente su hija contrajo matrimonio. Fue ella la que ordenó la construcción de esta tumba para su padre, y en la que destacan su simetría, el trabajo de pietra dura y la armonía y delicadeza del conjunto.
No lo visita mucha gente, y es buen idea acercarse hasta allí por la tarde ya que cerca está el lugar perfecto para ver el Taj mientras se pone el sol.
Mauselo de Akbar
Se trata de otra tumba, en este caso la del más importante emperador mogol, Akbar. Está a unos 10 kilómetros del centro de Agra. Es sencillo y barato llegar hasta ese lugar en un taxi. Lo primero que sorprende es el gran tamaño de la puerta de piedra rojiza con incrustaciones de mármol blanco que forman motivos geométricos. Una vez atravesada, se encuentra uno en un gran espacio con jardines donde los ciervos pasean a sus anchas y en cuyo centro está la tumba propiamente dicha.
Jama Masjid y barrio musulmán
A un corto paseo desde el fuerte se llega al populoso barrio musulmán y el bazar Kinari. El lugar es un ir y venir de gente haciendo compras en los muchos puestos y tiendas que se abren en cada calle de barrio. En el centro de esta zona está la mezquita del viernes, construida por la hija de Sha Yahan, y que no tienen minaretes. La verdad es que está bastante abandonada y no resulta especialmente atractiva, pero teniendo tiempo en la ciudad es una cosas más que se puede conocer.
Atardecer frente al Taj Mahal
Es algo que recomiendo hacer a todo el que viaja a Agra. Hay dos opciones para disfrutar de ese momento: una gratis y la otra pagando. La ubicación es prácticamente la misma, con la diferencia que en la gratuita puedes llegar a la orilla del río y en la que te cobran te quedan a unos metros.
¿Cómo llegar? Buscar un vehículo y decir que te lleve a Mentab Bagh, unos jardines frente al Taj, no hay pérdida. Si quieres entrar, pagas, ves el jardín y contemplas el Taj. Si no quieres pagar basta con recorrer el camino que va hacia el río junto a la valla de los jardines y llegar a la orilla. A mi gusto esta opción es mejor pues se puede disfrutar de la puesta del sol justo en la orilla del Yamuna mientras se contempla el reflejo del Taj Mahal en uno de los ríos sagrados de India.
Fatehpur Sikri
Aunque no está en Agra, la distancia es suficientemente corta como para que merezca la pena contratar un taxi y llegar hasta la ciudad que construyó Akbar. Esta ciudad estuvo habitada solamente catorce años, tras los cuales y debido a la escasez de agua fue abandonada.
Los palacios están muy bien conservados y la mezquita, cuya puerta es la más alta de Asia, sigue en uso. Entrar a esta última es gratuito, pero hay que hacerlo descalzo, mientras que la visita a la ciudad fortificada es de pago. En el interior de la muralla se encuentran los edificios más importantes, aunque a las afueras también hay algunas ruinas hasta las que se puede pasear.
¿Te has animado a permanecer más tiempo en Agra del necesario para visitar el Taj Mahal? Espero haberte convencido, porque de verdad, merece la pena dedicar al menos un día a la ciudad en la que se encuentra la tumba más hermosa del mundo.
2 comentarios
me encanta tu blog.es muy interesante todo lo que cuentas.
Gracias Paulina, espero leerle más en los comentarios de los post! Un abrazo.