Hay una ciudad en Franconia, al sur de Alemania, que forma parte de la conocida como Ruta Romántica. Rodeada por viñedos, atravesada por el río Meno y con imponentes edificios barrocos, Würzburg fue una de las paradas más breves en nuestro viaje en busca de los mercados navideños de Alemania.
Apenas tuvimos horas para conocerla. Viajar en invierno tiene la pega de que anochece temprano y son pocas las horas de luz de las que se dispone para conocer un lugar. Eso fue precisamente lo que nos pasó a nosotros en esta bella ciudad barroca. Llegamos a primera hora de la tarde y nos marchamos por la mañana del día siguiente. Nos quedamos con ganas de más, pero ese poco tiempo fue el tuvimos para disfrutar de algunas de las mejores cosas que hacer en Würzburg.
Índice del artículo
Würzburg, 3.000 años de historia
Para poneros un poco en situación os voy a contar algunas cosas de la historia de esta ciudad alemana. Hoy convertida en sede universitaria, durante siglos fue ciudad episcopal. Desde sus orígenes la ciudad ha crecido y cambiado su fisonomía hasta convertirse en la moderna y animada ciudad que es hoy y que poco tiene que ver con las coquetas Dinkelsbühl o Rothenbur ob der Tauber que más bien parecen sacadas de un cuento.
- El origen de la ciudad se remonta a unos 1.000 años a.de C. Fue entonces cuando los celtas se establecieron en el lugar.
- Más tarde fueron los Duques de Franconia quienes se asentaron en la montaña que domina en el Meno, río junto al cual nació un pueblo que vivía de la pesca.
- En el siglo VII llegaron a la ciudad tres misioneros irlandeses. Quisieron persuadir al duque Gosbert para que se convirtiera al cristianismo, pero la mujer de éste descubrió lo que tramaban y mandó matarlos. Los tres misioneros, Kolonat, Kilian y Totnan, se convirtieron en santos mártires y Würzburg en ciudad de peregrinaje.
- Fue en el año 742 cuando la ciudad pasó a ser sede del obispado. Durante siglos los príncipes-obispos acapararon el poder y la ciudad creció en opulencia bajo su gobierno.
- En 1814 Würzburg pasó a ser parte de Baviera finalizando el gobierno de la iglesia en la ciudad.
- El 16 de marzo de 1945 la ciudad fue bombardeada por los aliados. Quedó prácticamente destruida en tan solo 17 minutos.
Que hacer en Würzburg
Esto que os cuento es lo que nosotros hicimos durante unas horas de un mes de diciembre. La parte mala del día que estuvimos allí fueron las pocas horas de luz. La buena, que pudimos ver la ciudad iluminada y decorada para Navidad. Y que pudimos disfrutar también de su bonito mercado navideño.
Visitar la Residenz
Creo que esta es sin duda una de las cosas imprescindibles que hacer en Würzburg. El palacio barroco que mandaron construir los principes-obispos de la ciudad es tan magnífico que ha pasado a formar parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO. A poca distancia del centro de la ciudad, la Residenz Würzburg se puede visitar en un par de horas. La vista del palacio de la Residezplatz que la precede es magnífica. Hoy esta plaza se ha convertido en un aparcamiento para visitantes. La verja que rodeaba el edificio desapareció cuando el palacio dejo de ser residencia episcopal. En su lugar se colocó la llamada Fuente de Franconia.
La Residenz resultó seriamente dañada durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Hoy está totalmente reconstruida, pero hay que saber que su parte central apenas quedó dañada gracias a las bien resueltas bóvedas de piedra que diseño el arquitecto alemán Balthasar Neumann en el siglo XVIII. Es precisamente en esa parte del edificio donde se puede ver la obra maestra de Tiepolo, el pintor veneciano que decoró con un gran fresco la gran escalinata que comunica los dos niveles del palacio.
Nosotros solo pudimos ver el interior del palacio. Cuando terminamos la visita ya estaba anocheciendo y no pudimos ver los jardines palaciegos.
La visita al interior de la Residencia se puede hacer por libre o uniéndose como hicimos nosotros a una visita guiada incluida en el precio de la entrada. Si queréis saber más de este palacio no dejéis de leer el artículo sobre la Residencia de Würzburg.
Tomar glühwein en el mercado de Navidad
Esto es algo que solo se puede hacer en diciembre. Pero si estáis en ese mes en la ciudad, os aseguro que una de las mejores cosas que hacer en Würzburg. El mercado de Navidad de esta ciudad es uno de los más pintorescos que vimos en nuestro viaje por Franconia. Aunque su corazón se ubica en la Marktplatz, los puestos de artesanía y de comida se pueden encontrar desde la peatonal Oberer Markt hasta el Ayuntamiento.
A la sombra de la bella Marienkapelle se instalan más de 120 puestos de madera que invitan a comprar artesanía y adornos para decorar nuestra casa para Navidad. Hay coros que entonan tradicionales canciones navideñas y mucha gente que se reúne para charlar mientras bebe una taza de glühwein.
Se trata de un vino caliente con especias. La primera vez que lo tomé no me gustó mucho. Pero os confieso que fue solo la primera vez. A cada nueva taza que tomaba me iba gustando más. Creo que sobre todo por el placer de tener ese recipiente caliente entre las manos y la agradable sensación de tomar algo que me hiciera entrar en calor.
Probar comida típica de Franconia
La verdad es que aunque los alemanes nos decían que no hacía mucho frío para ser diciembre nosotros necesitábamos ponernos bufanda, gorro, guantes y varias capas de ropa debajo del abrigo. De modo que cuando oscurece no hay duda de que una de las mejores cosas que hacer en Würzburg es buscar un buen local para tomar una cerveza, un vino de la ciudad o degustar una buena cena. Y si ésta tiene platos típicos, mucho mejor.
Nosotros nos decantamos por cenar la noche que pasamos en la ciudad en un restaurante enorme. Nos descubrimos su gran tamaño hasta que nos fuimos. Y es que tiene tantos salones que si estás en uno ni sospechas que pasando una puerta o bajando una escalera encontrarás otro. Cada uno tiene su propia decoración que va desde el románico al barroco y todos resultan muy acogedores.
El nombre de este restaurante en el que probar comida típica de Franconia es Würzburger Ratskeller. En su carta no faltan platos contundentes a base de carne de cerdo, salchichas, bolas de patatas y col, pero todo muy bien presentado y con una servicio muy atento. Es un buen lugar para disfrutar de una buena velada y entrar en calor antes de volver a las frías calles de la ciudad.
Pasear por la ciudad iluminada
No puedo resistirme a una ciudad iluminada. Y Würzburg no iba a ser menos. Dejando atrás el animado mercado de Navidad, encontramos muchas calles desiertas con alguna iglesia o palacio iluminados. Nosotros dimos un pequeño paseo (maldito frío) desde Marienkapelle para continuar hacia el Ayuntamiento y el Puente Viejo sobre el río Meno.
Desde éste se tiene una bonita perspectiva de la Fortaleza de Marienberg iluminada y dominando la colina sobre la que se ubica. Nosotros desde allí retrocedimos por la avenida que lleva hasta la Catedral, muy cerca de la cual está la iglesia en la que descansan los misioneros irlandeses de los que os hablé antes: Neumünster.
Recorrer el casco antiguo
Aunque tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial la ciudad ya no es lo que fue, si es cierto que algunos de sus edificios se han restaurado con acierto quedando como muestra de la que fue la gran ciudad barroca de Baviera. Nosotros dimos un pequeño paseo por esta parte antigua de la ciudad por la mañana antes de abandonar la ciudad. El recorrido fue muy parecido al de la noche anterior, pero ahora viendo todo iluminado por el sol y encontrando las puertas abiertas que nos permitieron entrar en algunos lugares.
De nuevo regresamos a Marktplatz, la Plaza del Mercado. Allí volvimos a ver la llamativa Marienkapelle. Sin duda una de las iglesias más bellas de la ciudad que destaca por su exterior gótico rojo y blanco y por sus bonitos pórticos. Cerca de su ábside se puede un ver un edificio rococó. Se le conoce como Falkenhaus (Casa del Halcón) y no pasa desapercibido, ni por su color amarillo ni por su recargada decoración exterior con estucos blancos. Es aquí donde está la Oficina de Turismo de Würzburg, el lugar perfecto para hacerse con información y planos.
Desde allí nos dirigimos al Ayuntamiento. Su torre tiene dos relojes, uno de ellos de sol. En la planta baja del edificio hay una pequeña sala en la que hay una maqueta de la ciudad tras los bombardeos de aquel mes de marzo de 1945. Como curiosidad contaros que cada 16 de marzo, a la hora de aquel bombardeo que destruyó el 89% de la ciudad, suenan las campanas de todas las iglesias de la ciudad.
Muy cerca está la Catedral de St.Kilian. Es la cuarta iglesia más grande de Alemania. Durante los bombardeos de 1945 se incendió y al ser reconstruida se olvidó la decoración barroca para devolver al templo su sobriedad románica. El inmenso interior con altísimas bóvedas contiene una importante colección de tumbas episcopales góticas.
Cruzar el Puente Viejo de Würzburg
Cuando vi el Puente Viejo de Würzburg por primera vez no puede evitar pensar en Praga. Con sus esculturas mirando a los viandantes y su suelo empedrado hizo que por unos segundos me trasladada a la capital checa. Pero este puente no necesita comparación. Es por si solo merecedor de ser visitado y seguramente sea el lugar que más me gustó de esta ciudad alemana. Cruzarlo es una de las cosas que hacer en Würzburg a las que seguro nadie se resiste.
El casco antiguo de Würzburg queda al Este de puente. Y la colina con la fortaleza de Marienberg, al Oeste. Desde el centro del Puente Viejo (Alte Mainbrücke) se tienen unas vistas soberbias. Por una lado la imponente fortaleza cuya silueta se refleja en el Meno. Hacia el otro, las torres barrocas que sobresalen sobre los tejados de la ciudad. En las orillas del río, casas pintadas de suaves colores. Y sobre el puente 12 esculturas del siglo XVIII. Once de ellas representan a diferentes santos, y la doceava a Pipin, emperador de Würzburg.
Estando sobre el puente, el más antiguo de la ciudad, se puede ver también el sistema de esclusas. No pasa desapercibido el lugar en el que éstas se encuentran por el fuerte sonido del agua al pasar por ellas.
Pasear junto al río Meno
A pesar de frío que hacía la mañana que pasamos en Würzburg no pudimos dejar de dar un breve paseo junto al río Meno. El mismo que pasa por Frankfurt. Las vistas desde su orilla van cambiando según se camina. El Puente Viejo pasa a cobrar protagonismo y al fondo se pueden ver las laderas cubiertas de viñas. Es un paseo muy agradable que nos permitió descubrir un lugar del que no teníamos conocimiento: la Alter Kranen. Se trata de una grúa barroca con dos brazos que lleva en este lugar desde 1773.
Información práctica para visitar Würzburg
Oficina de Turismo
Ya os dije que está oficina está en el Falkenhaus. Pasar por ella es una de las cosas que hacer en Würzburg ya que os darán mucha información y podréis valorar la posibilidad de uniros a visitas guiadas, adquirir la Würzburg Welcome Card o adquirir entradas para algún evento.
Los horarios de la Oficina de Turismo de Würzburg varían a lo largo del año.
- Enero a Marzo: abierto de lunes a viernes de 10:00 a 17:00 y el sábado de 10:00 a 14:00.
- Abril, Noviembre y Diciembre: de lunes a viernes de 10:00 a 18:00, el sábado de 10:00 a 14:00.
- Mayo a Octubre: de lunes a viernes de 10:00 a 18:00, los sábados de 10:00 a 15:00 y los domingos y días festivos de 10:00 a 14:00.
Aparcamiento en Würzburg
La circulación por el centro de Würzburg está permitida. Pero el aparcamiento en el altstadt (casco antiguo) no es libre. Tenedlo en cuenta si visitáis la ciudad en coche. Si vais a hacer noche en ella puede ser interesante buscar un hotel con aparcamiento o elegir uno alejado de la zona de aparcamiento restringido.
Nosotros tuvimos que utilizar el aparcamiento de la Residenz (3 € la hora). También decidimos dejar el coche en un aparcamiento junto al río Meno. El estacionamiento en las calles a cercanas al casco antiguo es de pago y nos resultaba más cómodo y seguro estacionar en un lugar en el que pagar al volver a por el coche. El precio en ese lugar es de 2 € la hora.
Dormir en Würzburg
Nosotros pasamos la noche que estuvimos en la ciudad en el GHOTEL. Se trata de un hotel de 3 estrellas funcional y bien ubicado en el límite del altstadt. Nos vino muy bien contar con la posibilidad de utilizar el aparcamiento e ir caminando por la noche al centro de la ciudad, a tan solo 15 minutos a pie del hotel.
La habitación era amplia, con cama doble, escritorio y un gran ventanal que nos regaló bonitas vistas de la ciudad iluminado con la fortaleza de Marienberg al fondo. La decoración es sencilla pero resulta atractiva por la combinación de colores fríos y cálidos. El baño como la habitación estaban muy limpios y tanto el aislamiento lumínico como el acústico son perfectos. Hay WIFI en todo el hotel que además funciona perfectamente.
Desayunamos en el hotel y fue todo un acierto. Un gran salón ofrece mesas altas y bajas en las que disfrutar del sabroso y variado desayuno buffet que ofrecen por 12 €. No faltaba de nada, desde frutas frescas a una gran variedad de panes, embutidos, salmón o bollería.
Puede que muchos prefieran un hotel más céntrico, pero este ofrece todas las comodidades a un precio que nos parece más que correcto: desde 100 € la habitación doble con desayuno.
Esto es lo que dieron de si nuestras pocas horas en Würzburg, una bella ciudad que merece que se la dedique más tiempo del que nosotros pasamos en ella. Dejamos muchas cosas por ver. Pero quien sabe. Alemania no está tan lejos y puede que volvamos en un futuro no muy lejano.
8 comentarios
Apuntado, creo que será en navidad ya que me encantan los mercados navideños. Me encantará también visitar Residenz, menos mal que lo han restaurado porque es una joya, ya había visto fotos de este lugar y es precioso. El hotel tiene una pinta estupenda, quizás busque uno mas céntrico pero sino esta opción también está muy bien, todo dependerá del coche. Preciosas las vistas del rio Meno.
El hotel es sencillo pero cómodo y que tenga parking es un plus. Además el centro tampoco está lejos.
Hola guapa,
Nunca había oído hablar de Wurzburg hasta tu viaje. Me parece una ciudad con muchos atractivos, como Marienkapelle y ése exterior rojo…¡Me encanta!
Curiosa me he quedado con la duquesa Gosbert…creo que esa historia daría para un buen post 😉
¡Un abrazo!
Menuda arpía, mandar matar a los pobres hombres, todo como tantas veces por un tema de religión. Una historia de esas que tanto te gustan 🙂
La verdad es que desconocía esta ciudad, pero tal y cómo la describes, creo que merecerá la pena conocerla. Aunque solo estuvisteis una noche, creo que es el típico lugar en el que puedes pasar un par de días simplemente viviendo el momento, ¿no?
Un abrazo viajero!
Javi
Es una ciudad muy viva y con un montón de actividades para quienes residen allí y para los visitantes. No en vano es también una de las ciudades más grandes de la famosa Ruta Romántica.
Un saludo 🙂
Hola, ¿Sabéis si los domingos se paga la zona azul del casco histórico?
Un saludo.
Buenos días. No te puedo decir si los domingos se paga, lo siento.