Cuando comencé a preparar nuestro viaje a Laos tenía claro que íbamos a conocer Vientiane y Luang Prabang. Pero tuve muchas dudas sobre incluir o no Vang Vieng, una ciudad en la ruta que une ambas ciudades. Leía comentarios buenos sobre ella y su atractivo entorno. Otros sin embargo decían de ella que estaba llena de gente joven cuyo uno objetivo en la ciudad era beber y beber para luego dejarse llevar por la corriente del río haciendo tubbing subidos en flotadores gigantes.
Al final decidí que si íbamos a quedarnos unos días en esta ciudad de Laos y me alegro infinito de haberlo hecho porque os aseguro que hay mucho que hacer en Vang Vieng.
Para que os hagáis una idea de lo que vais a encontrar en esta pequeña localidad hecha a la medida del turismo, deciros que Vang Vieng cómo pueblo no tiene ningún encanto. Un par de templos en su avenida principal rompen la monotonía de estar viendo uno tras otros locales de masajes (algunos de ellos con un aspecto bastante cuestionable), restaurantes o distintos negocios siempre orientados a los turistas.
Es un lugar polvoriento que a primera vista puede hacer que más de uno se cuestione que hace allí. Las calles están llenas de grupo de jóvenes que rara vez verás en la capital de Laos o en Luang Prabang y de coreanos que llegan en busca de los enclaves de Vang Vieng que se han hecho famosos en Corea del Sur tras aparecer en alguna serie popular en ese país.
Sin embargo, basta dejar atrás todo ese amasijo de hoteles y comercios para poder disfrutar de uno de los paisajes más bonitos del Sudeste Asiático. Colinas de piedra caliza rodeadas de arrozales, camino que atraviesan estos últimos y un río tan limpio que solo dan ganas de bañarse en sus aguas convierten a Vang Vieng en un lugar en el que disfrutar lejos del bullicio de la ciudad. Incluso uno se puede dar el lujo de perderse por caminos que raras veces frecuentan los turistas a pesar de ser una de las cosas más agradable que se pueden hacer en Vang Vieng.
Índice del artículo
Dónde está Vang Vieng
Si buscáis Vang Vieng en un mapa de Laos deberéis buscarlo al norte del país, más o menos a mitad de camino entre Vientiane y Luang Prabang. Rodeado de un de los paisajes más bonitos de Laos y con el río Nam Song atravesando la población, esta pequeña localidad laosiana es perfecta para disfrutar de la naturaleza y olvidarse por unos días de las visitas de carácter cultural que se pueden realizar en otras ciudades del país.
Cómo llegar a Vang Vieng
La única forma de llegar a Vang Vieng es por carretera. El viaje desde Luang Prabang dura unas cuatro, tiempo que es tarda en recorrer los 183 kilómetros que separan ambas ciudades. La distancia a Vientiane es algo menor, poco más de 150 kilómetros, y el viaje suele durar 3 horas y media.
Los trayectos se pueden hacer en autobús o en minivan. Nosotros fuimos desde Vientiane a Vang Vieng y luego desde esa ciudad a Luang Prabang en minivan. El tiempo del viaje es algo más corto, pero os aseguro que no es nada cómodo. Sobre todo si como a mi os toca ir sentados en el último asiento, encajados entre las maletas y otro pasajero. Así que si vais a viajar de ese modo os recomiendo sentaros en los asientos individuales, sin duda son los más cómodos.
En cuanto a los precios:
- Minivan de Vientiane a Vang Vieng: 55.000 kips.
- Minivan de Vang Vieng a Luang Prabang: 90.000 kips.
Qué ver y hacer en Vang Vieng
Si vais a viajar a Vang Vieng tened claro que lo que esta ciudad ofrece son sobre todo actividades en la naturaleza y de aventura. Aquí no hay elegantes templos ni museos o palacios. Lo que hay es naturaleza en estado puro, aldeas, cuevas, lagunas y arrozales. Para ir de un lugar a otro en muchos casos no quedará más remedio que alquilar una moto, una bici o un buggy.
Todo se puede hacer por libre, pero si alguno tiene reparo en moverse por su cuenta por temor a perderse o sencillamente porque prefiere hacer las actividades de un modo más controlado, entonces lo mejor será acercarse a alguna de las muchas agencias repartidas por las calles de Vang Vieng. En todas ofrecen rutas de medio día o de jornada completa. Son sin duda la forma perfecta de disfrutar de lo que se puede hacer en Vang Vieng sin preocupaciones.
Muchas de las cosas que ver en Vang Vieng se encuentran en la orilla opuesta al pueblo. Durante la temporada seca se instala un puente de bambú, de acceso gratuito, sobre el Nam Song que une ambas orillas. El resto del año no queda más remedio que cruzar el río por el Nam Song Bridge. Hay que pagar por cruzar: 4.000 kip por cruzarlo caminando, 6.000 por hacerlo en bicicleta y 10.000 en moto. Todos los precios corresponden a ida y vuelta.
Pasear por los arrozales de Vang Vieng
La pequeña Vang Vieng está rodeada de grandes extensiones de cultivos. Muchas de ellas están dedicadas al arroz, lo que hace que el color de los campos alrededor de este pueblo de Laos cambie de una temporada a otra. Sin duda el momento en el que los campos de arroz se muestran más atractivos es durante la temporada de lluvias, entre mayo y octubre. Es en esos meses cuando el arroz crece y tiñe todo de verde. Pasado octubre, comienza la recolección y lo que eran verdes campos pasan a convertirse en extensiones de terreno teñidas de dorado.
A nosotros, que viajamos a Vang Vieng en noviembre, nos tocó ver todo dorado. Es cierto que resulta menos atractivo aunque con suerte aún se pueden encontrar grupos de campesinos terminando de recolectar la cosecha. Resulta inevitable pasear por esos campos de arroz, ya que los algunos de los caminos que los atraviesan llevan a cuevas y colinas que son algunos de los lugares que ver en Vang Vieng.
Uno de los arrozales de Vang Vieng se encuentra dentro del hotel Vieng Tara Villa y se está haciendo muy popular entre los instagramers que viajan a Laos. Nosotros llegamos hasta él y preguntamos si podíamos hacer alguna foto. Nos dijeron que el acceso a la pasarela que podéis ver en la foto era solamente para clientes, pero que podía entrar unos metros si no me entretenía demasiado.
Subir a las colinas de Vang Vieng
Son varios los miradores naturales en los alrededores de Vang Vieng. Nosotros subimos a dos de ellos. Y eso que tras la paliza del primero habíamos prometido no subir a ninguno más. Pero eso, que se nos va la fuerza por la boca y volvemos a tropezar en la misma piedra (o en otra parecida).
Pha Poak
Para llegar a este cerro hay que atravesar varios arrozales. El camino es sencillo y el cerro se ve desde Vang Vieng, no es muy alto y está coronado por una bandera roja. En temporada seca se puede cruzar el Nam Song por el puente de bambú (gratuito) y justo enfrente buscar el camino entre las cabañas de las guest houses allí instaladas.
El paseo es de unos 30 minutos, pero no habrá nada con lo que protegerse del sol, así que no olvidéis llevar una gorra y protector solar. Una vez a los pies del Pha Poak, tendréis que pagar 10.000 LAK para poder entrar en la cueva que hay en su base y subir a la cima.
La cueva no tiene nada especial, lo que merece aquí la pena son las vistas desde lo alto de este escarpado cerro. Desde ya os digo que si no estáis en buena forma os olvidéis del ascenso. Hay tramos en los que el camino es aceptable, incluso hay barandillas de bambú. En otros sencillamente hay que intentar adivinar cual es la mejor piedra en la que poner el pie para seguir subiendo. El camino es empinado, en muchas ocasiones hay que agarrarse a las piedras que hay delante para seguir subiendo. Y la bajada no es menos complicada, porque además de la falta de camino señalizado, algunas veces falta un apoyo adecuado para poder sujetarse.
¿Merece la pena el esfuerzo? Yo creo que sí, y eso que el último tramo, una gran piedra sobre la que se encuentra la bandera que hace reconocible esta colina, no pude hacerlo. Arturo sí, pero yo no pude, no había forma de subir, no encontré apoyo y mis brazos eran incapaces de ayudarme a trepar. A pesar de ello creo que subir a la colina Pha Poak es una de las cosas que hacer en Vang Vieng.
Nam Xay Viewpoint
Este es otro de los lugares que probablemente hayáis visto en muchas fotos de Instagram. Un mirador en el que se has colocado una moto y una bandera de Laos. No quiero pensar en como ha llegado esa moto allí arriba, porque os aseguro que el camino es muy complicado, más largo que el de Pha Poak pero por suerte no tan complicado.
Eso no quiere decir que sea sencillo. Ni mucho menos. Hay zonas bien señalizadas, incluso con una especie de escaleras de bambú. Pero en general el camino es sobre piedras en las que hay que tener cuidado de no resbalar. Por si fuera poco el mal estado del camino, hay que añadir el calor que hace allí al estar entre vegetación. Nosotros vimos muchas mariposas mientras ascendíamos, pero también hay muchas avispas. Así que cuidado los que seáis alérgicos a la picadura de ese insecto.
La verdad es que la subida es dura, pero cuando llegas arriba sientes que el esfuerzo ha merecido y mucho la pena. Si vuestra forma física no está demasiado mal, no dudéis en hacer esta subida. Os aseguro que la vista desde arriba será una de esas cosas que no vais a olvidar.
En la parte baja de esta colina hay una parking y un puesto de comida. Allí mismo debéis pagar la entrada, que cómo todo lo demás en Vang Vieng, cuesta 10.000 LAK. Debe ser precio estandar.
Entrar en alguna cueva
Los alrededores de Vang Vieng, rodeados de colinas karsticas, son el lugar perfecto para visitar cuevas. Llegar a algunas de ellas es tarea sencilla y se pueden encontrar paseando desde el pueblo. Para llegar a otras será necesario contar con algún medio de transporte o unirse a alguna de las excursiones de aventura que organizan las agencias de Vang Vieng. Suelen ser paquetes con paseos en kayak, en buggy y casi siempre la visita a alguna de las cuevas de la zona.
Son muchas las cuevas que ver en Vang Vieng, no os puedo decir cuales son las mejores pero si cómo son las que yo visité.
Golden Flower Cave
Nosotros asomamos la nariz a varias de ellas, pero entrar tan solo entramos en dos. Muy diferentes una de la otra. La primera fue la Cueva de las Flores. Llegamos a ella tras subir a uno de los miradores más alucinantes de Vang Vieng: el Nam Xay Viewpoint. Para llegar a la cueva que os he mencionado hay que continuar por la misma carretera que lleva desde Vang Vieng a Nam Xay.
Se atraviesa un poblado y solo unos metros más allá hay una desviación a la derecha que dice Golden Flower Cave. El camino atraviesa plantaciones de frutales y plantas tropicales hasta llegar a un claro. Desde ahí toca intuir que hacer, pero os aseguro que es sencillo dar con la entrada. Eso sí, antes de poneros a subir, buscad a un señor muy mayor que por ahora es el encargado de abrir la entrada a las cuevas (son dos) y guiarte por el interior.
La entrada cuesta 10.000 LAK y este señor que os digo os dejará las imprescindibles linternas para recorrer el interior. Aunque le veáis caminar descalzo, no os fiéis. El interior es abrupto y resbaladizo, id con mucho cuidado. Y dejaros sorprender. Nosotros no habíamos leído nada de esta cueva y os aseguro que es alucinante. Cientos de metros llenos de estalactitas, estalagmitas y otras formaciones kársticas que pude reconocer tras nuestra visita a la Gruta de las Maravillas en Aracena.
El señor que nos acompañaba sabía tres frases en inglés que no paraba de repetir pero que eran suficientes para ayudarnos a descubrir distintas formaciones o colores en el interior de esta impresionante cueva.
Tham Nam, la cueva con un río
La visita a esta cueva puede ser una de las cosas más divertidas que hacer en Vang Vieng. Sobre todo si como nosotros no llevas puesta ropa de baño. ¿La razón? Muy sencilla. Para visitar esta cueva hay que subirse a una de esas enormes cámaras de neumático, agarrase a un cuerda y poner rumbo al interior de la cueva flotando sobre las aguas de un afluente del Nam Song. Cuando nosotros llegamos a la cueva era ya tarde, no había más visitantes y no íbamos a volver al día siguiente hasta allí. Así que o nos subíamos a ese flotador gigante o nos quedábamos con las ganas.
Yo, muy confiada, pensé que sería capaz de sentarme sin que el agua me mojara. Bastó apoyarme para terminar con todo el pantalón y parte de la camiseta empapados. Así que entre risas, con un casco en la cabeza y sobre él una linterna pusimos rumbo a interior de esta cueva que en la que en algunos puntos puede ser tan bajo el nivel del río que te quedas sentado sobre la arena.
El interior de esta cueva no es nada impresionante, pero la hace especial el modo en el que se visita. Además, si llegas con tiempo, puedes hacer otras actividades en el recinto de la cueva. Eso sí, recordad llevar bañador. Ellos os facilitaran el resto del material que vais a necesitar para entrar a Tham Nam y vuestras cosas las podéis dejar en unas taquillas a disposición de los clientes.
El precio de la entrada a esta cueva es de 10.000 LAK y yo diría que está abierta mientras haya luz en el exterior.
Surcar el Nam Song
Una de las actividades más populares años atrás en Vang Vieng era beber y beber para luego dejarse llevar por las aguas del Nam Song subido en una cámara de neumático. Desde hace unos años esta actividad está muy controlada tras varios accidentes que costaron la vida a jóvenes ebrios. Hoy se puede seguir haciendo tubing aunque otras actividades como el kayak van cogiendo fuerza.
Esas dos actividades se pueden hacer por libre, pero como los puntos desde los que se parte están alejados de Vang Vieng, gran parte de los viajeros se suman a alguna actividad grupal.
Nosotros también decidimos surcar el Nam Song, pero de una forma mucho más cómoda: en lancha a motor. Es la forma perfecta de poder recorrer una gran tramo del río disfrutando del impresionante paisaje que rodea Vang Vieng. Las lanchas se encuentran en el río muy cerca del hotel Villa Nam Song. También se pueden coger al otro lado del río. El precio por un paseo de unos 45 minutos es del 80.000 LAK.
Volar en globo
Puede que uno de los pocos lugares del mundo en los que no te quiten un ojo de la cara por subir en globo sea Vang Vieng. No es un lugar en el que cada amanecer el cielo se llene de globos aerostáticos como ocurre en la Capadocia o en Bagan. Pero os aseguro que la belleza de este lugar de Laos no tiene nada que envidiar a esos otros.
Son varias las empresas que organizan estos vuelos. Si tenéis tiempo merece la pena recorrer Vang Vieng para preguntar que ruta hacen, pues algunos sobrevuelan el río y la población, mientras que otros vuelan entre las montañas que rodean el pueblo. El problema que os podéis encontrar es que no haya disponibilidad, y es que en temporada alta, al ser pocos los globos disponibles, enseguida se llenan.
Nosotros lo reservamos directamente en el hotel el día de nuestra llegada. El tiempo parecía que iba a ser favorable para esta actividad y no queríamos correr el riesgo de quedarnos sin plaza. Pagamos lo mismo que hubiéramos pagado en cualquier agencia: 90 $ por persona. Ese precio incluye el transporte desde el hotel hasta el punto de salida y después el regreso hasta el alojamiento. El vuelo es corto, apenas 20 minutos. Pero suficiente para disfrutar de la experiencia.
Además, en Vang Vieng se puede elegir entre un vuelo en globo al amanecer o al atardecer. Nosotros nos quedamos con la primera opción y fue una maravilla ver salir el sol flotando sobre ese precioso paisaje.
¿Bañarse en el Blue Lagoon?
Creo que el Blue Lagoon de Vang Vieng fue el único de los lugares que me decepcionó de todos los que visitamos en esta localidad. Es cierto que este lago tiene un precioso color turquesa, pero nada más. Demasiada gente y mucho ruido (aunque en la foto de abajo no haya nadie en el agua, bastaba darse la vuelta para ver un montón de gente en el agua). Nada que ver con el resto de lugares que habíamos conocido en Vang Vieng.
Aunque habíamos metido los bañadores en una mochila, las ganas de bañarnos en este lago de un intenso color azul se nos quitaron en cuanto lo vimos. Puede ser divertido balancearse en una soga o saltar desde una rama, pero cuando hay decenas de personas pendientes de ti y todo son gritos alrededor, creo que el lugar pierde enseguida su encanto.
En definitiva, habíamos pagado 10.000 kips por persona para nada, porque apenas pasamos allí 10 minutos. ¿Merece la pena ir hasta el Blue Lagoon? Pues yo creo que no, si tu hotel tiene piscina seguro que te bañas en ella mucho más a gusto y tranquilo que en este lugar, que además está bastante sucio pues mucha gente va de picnic y no recuerdan llevarse con ellos sus desperdicios.
Alquilar una moto en Vang Vieng
A no ser que se decida organizar todas las actividades y visitas con una agencia de Vang Vieng, si se quiere salir del pueblo para visitar cuevas, aldeas o colinas, no queda más remedio que alquilar una bicicleta, un buggy o una moto.
Nosotros nos decantamos por la segunda opción, y creo que acertamos de pleno. Algunos de los lugares que visitamos no estaban muy cerca de Vang Vieng y de haber alquilado bicicletas no hubiera sido posible llegar a todos ellos.
Antes de decidir que moto alquilar merece la pena dar una vuelta por las tiendas de alquiler y comprobar en que estado se encuentran las motos. Hay varias en Middle Street, nosotros la alquilamos en una de ellas, junto al Real Vang Vieng Backpacker Hostel. El precio por un día completo es de 40.000 kips y es imprescindible dejar el pasaporte. Te dejan cascos si lo necesitas y te recuerdan que si la policía te “pilla” sin él seguro que te multa.
No hay que olvidar repostar antes de salir a recorrer los alrededores de Vang Vieng. Más vale que sobre gasolina a quedarse tirado.
Tomar cervezas junto al río
Cuando el calor aprieta nada mejor que una buena sombra y una cerveza fresca. Y si puede ser cerca de un río como el Nam Song, de aguas limpias como pocas, mejor que mejor. En la orilla derecha del Nam Song los restaurantes instalan plataformas con mesas, algunas con toldos y otras sin cubrir. Según va subiendo el nivel del río, se van colocando más de esas plataformas de madera. Es un lugar muy popular por la noche, cuando muchos laosianos acuden allí a cenar.
Durante el día no suele haber mucha gente, por lo que resulta un lugar perfecto para sentarse junto al río, meter los pies en el río y disfrutar de una cerveza mientras contemplas a los turistas descender en kayak río abajo. Y todo por 15.000 kips (1,5 €).
Conocer los templos de Vang Vieng
Los templos de Vang Vieng no son los más bonitos de Laos, pero no dejan de ser lugares tranquilos en los que todo el mundo parece ser bien recibido. En la calle que atraviesa la población hay un par de templos budistas, Wat Kang y Wat That. En ambos una escultura de Buda recibe a los visitantes y en el interior no faltan en ninguno de ellos pabellones pintados de alegres colores y figuras de Buda en distintas posiciones.
A primera hora de la mañana apenas hay gente en ellos, y tampoco es que sean un lugar muy visitado por los turistas en ningún momento del día. Yo en el Wat Kang vi una cosa que me llamó la atención y me sorprendió ver allí. Al fondo del recinto, cerca de la puerta trasera, un grupo de hombres parecían estar poniendo a prueba a unos gallos. Todo pintaba a que esos animales estarían destinados a una pelea de gallos, por lo que es muy probable que ese tipo de espectáculos tengan lugar en algún momento en Vang Vieng. Yo estoy totalmente en contra de ellos, pero entiendo que forma parte de la cultura de muchos países (bueno, realmente no entiendo que alguien disfrute con algo así).
Ir de compras al mercado nocturno
Para terminar el día una buena idea puede ser acercarse al mercado nocturno de Vang Vieng. Es tan tranquilo como cualquier mercado nocturno de Laos, y en sus puestos venden casi lo mismo que en los de Vientiane o Luang Prabang. Es un lugar turístico en el que algunos buscan recuerdos para llevar a los amigos, otros una bolsa estanca para las aventuras acuáticas que quieren vivir en Vang Vieng y otros lo que buscan es un puesto de comida en el que degustar típica comida de Laos por poco dinero.
14 comentarios
Espectacular esta zona de Vang Vieng. La verdad es que no tuvimos tiempo de visitarla porque nuestro recorrido por Laos fue cortito, pero estos paisajes de arrozales, este ascenso al Nam Xay Viewpoint y la excursión en globo veo que hacen merecedor el esfuerzo de llegar hasta allí. Por ciero, el trayecyo en globo me parece muy barato, porque en Myanmar no baja de 300 USD, por ejemplo.
Creo que de momento el único lugar en el que no te sacan un ojo por subir en glogo es Vang Vieng 🙂
Qué recuerdos de Vang Vieng, me parece súper lejano ahora y eso que fue en septiembre… Lo de volar en globo me quedé con las ganas y me da una envidia tremenda, del resto de lugares sí que disfruté, sobre todo las vistas desde la colina con la moto y eso que sufrí de lo lindo al subir debido a que estaba todo cubierto de barro y resbaladizo de la lluvia, pero volvería a perderme por esos paisajes de arrozales y esa naturaleza tan virgen sin duda, ¡ganas de volver a Laos! Un abrazo
Vang Vieng para nosotros fue una muy grata sorpresa. De esos lugares en los que de repente piensas “podría vivir aquí”.
Un abrazo
Aprovechando los días de confinamiento, estamos leyendo sobre destinos que tenemos ganas de visitar cuando la pandemia termine. Para ser honestos, Laos no estaba entre nuestros destinos de viaje prioritarios, pero la imagen de portada nos ha llamado tanto la atención, que hemos querido saber más sobre Vang Vieng. 😍
Como dices, aunque no sea un pueblo con muchos atractivos culturales, sí parece el lugar ideal donde pasar unos días descansando, haciendo senderismo y otras actividades más especiales, como subir en globo. La foto del Nam Xay Viewpoint nos parece espectacular, la justa recompensa a un camino difícil. ¿No había posibilidad de acceder de otra manera?
Otra pregunta: ¿para alquiler los buggys hay que tener algún carnet especial? Porque nosotros nunca hemos conducido motos y nos da algo de reparo… 😓
Saludos.
Hola viajeros. El maravilloso Nam Xay es una recompensa que solamente se puede conseguir tras el esfuerzo de la subida a pie, sudando y dudando si vas por el camino correcto. Allí no hay camino B 🙂
En cuanto al buggy no debe ser complicado de llevar, si sabes conducir, seguro que sabes llevar uno de esos.
No conozco nada de la zona de Vang Vieng, pero tiene pintaza. Qué pena que la Blue Lagoon os decepcionase… El vuelo en globo me parece baratísimo, cuando en otros lugares suele ser prohibitivo. Volar en globo suele ser algo que descarto precisamente por el precio… Me pareció muy divertida la forma en la que se visita la cueva de Tham Nam. Y lo de alquilar una moto… es algo que suele darme mucho miedo, aunque supongo que en algún momento me lanzaré a la aventura. Los arrozales siempre me parecieron espectaculares, así que es algo que siempre visito cuando tengo oportunidad. La foto que sacasteis en el arrozal del hotel es preciosa. ¡Gracias por tus recomendaciones!
De nada Raquel. Espero que algún día vueles en globo y te atrevas a alquilar alguna moto, ya sea en Vang Vieng o en otro lugar del mundo 🙂
Hola Cris,
Ese viaje en minivan me ha recordado al nuestro en Camboya…Nueve horas para recorrer 300 kilómetros, con el mínimo espacio y pinchazo en medio de la nada incluido. Toda una aventura.
Me ha parecido interesante Vang Vieng aunque reconozco que no lo había oído nunca. Parece tranquilo y la idea de recorrerlo en bici es un atractivo más. De las cosas que hacer no me perdería el mercado nocturno, volar en globo (algo que no he hecho aún y está en la súper lista) y Nam Xay, ¡¡tu foto me encanta!!
Qué pena la decepción de Blue Lagoon porque tiene una pinta estupenda. A nivel suciedad, plásticos y desperdicios, ¿Cómo es Laos en general?
Un abrazo guapa.
¡Hola hola! Vang Vieng yo tampoco lo había oído antes de nuestro viaje a Laos. Es un lugar para disfrutar de la naturaleza y de buenos paseos. Y en cuanto a tu pregunta sobre la limpieza, esta localidad la vimos algo más sucia que otras de Laos. Pero nada reseñable. Vientiane por ejemplo nos pareció al igual que Luang Prabang una ciudad muy limpia. Cuando termina el mercado nocturno tardan poco en dejar todo listo para que la ciudad este limpia a la mañana siguiente. 🙂
Es cierto que hay lugares como Vang Vieng en todos los países. Lugares “de paso” en los que pocos se detienen a ver si hay algo que merezca la pena. En el caso de Vang Vieng está claro que la mayoría de personas se quedan con que es una ciudad de servicios turísticos con poco encanto. Una pena, porque sólo ver los arrozales ya dan ganas de ir. Eso sí, nos da un poco de pena que Nam Xay Viewpoint y Pha Poak sean coto de caza de instagramers. Muchas veces nos quedamos sólo con la foto, y nos olvidamos de disfrutar de la experiencia.
Me ha encantado lo de las “terrazas flotantes” sobre el río Nam Song. Tiene que ser una experiencia muy interesante, aunque por patoso seguro que acabo en el agua. Y lo que más me ha llamado la atención es la “tarifa plana” de todo, 10.000 LAK. Así no tienes ni que preguntar el precio 😂 .
Vang Vieng es un lugar muy atractivo para los amantes de la aventura, de los paseos en moto y de los lugares poco conocidos. Los de las terrazas, tranquilo, es agua está tan limpia que aunque te caigas, si hace calor, fijo que hasta lo agradeces.
Hola! Estamos ahora mismo en Vang Vieng, y hemos intentado ir a las pasarelas sobre los arrozales del hotel Tara Villa y no nos han dejado ni entrar, nos han dicho que es recinto privado. Es verdad que al preguntar si tomando algo en el restaurante podíamos, nos han dicho que con consumición mínima de 100000 kips por persona (5€) podíamos entrar pero muy poco… Total, que muy cerca, subiendo con el río a la derecha, hay una cafetería (The Mini restaurant) que también tiene una pasarela por la parte de atrás para los instagramers 😛 Para que lo tengáis en cuenta!
Cuando nosotros fuimos debimos dar con el amable y nos dejó pasar unos metros para hacer las fotos. Igual ahora han visto negocio y sacan partido. Seguro que vuestra sugerencia le viene bien a alguien.
Un saludo y buen viaje