Pensar en Andorra es pensar en nieve y en pistas de esquí. Pero este pequeño principado de los Pirineos existe también el resto del año y ofrece al visitante un montón de planes geniales en cualquier estación. Antes de la llegada de las nieves hay un montón de cosas que hacer en otoño en Andorra. ¿Te animas a descubrirlas?
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Qué hacer en otoño en Andorra
Olvídate de los esquís y mete en tu maleta un buen calzado para caminar, la cámara de fotos y ganas para descubrir y disfrutar de todo lo que se puede hacer en otoño en Andorra.
Contemplar Andorra desde el Mirador Solar de Tristaina
En Ordino-Arcalís se encuentra uno de los mejores miradores de Andorra: el Mirador Solar de Tristaina. Es una pasarela circular de 25 metros suspendida sobre el terreno y con vistas a los lagos de Tristaina y al valle de Ordino.
Para llegar a este miradores hay que coger el telecabina de Tristaina y después el telesilla de Creussans. Al final de ese recorrido queda caminar unos 20 minutos hasta el mirador. Aquellos con ganas de montaña pueden continuar recorriendo la zona por cualquier de la rutas de senderismo que parten del mirador.
Visitar el Museo Carmen Thyssen
Otra de las cosas que hacer en otoño en Andorra es visitar uno de los mejores museos del principado: el Museo Carmen Thyssen. Se trata de una colección privada centrada principalmente en los siglos XIX y XX. Entre las obras que se pueden ver en este museo destaca la representación del impresionismo, el postimpresionismo y el expresionismo. Además, aparte de la colección permanente centrada en la pintura española, norteamericana y europea, se celebran regularmente exposiciones temporales.
Buscar setas (y comerlas)
El otoño es temporada de setas. De níscalos, rovellons, neguillas. Y en Andorra todas ellas abundan. Tanto que hasta se celebran cada mes de octubre unas jornadas gastronómicas con estos hongos como protagonistas.
Si además de comerlas os apetece salir en su busca, podéis hacerlo en un ruta de 8 kilómetros: Tomb de les Neres. El camino pasa por Ordino, el Bosc de la Tosa y la Font del Mallol.
Hacer la ruta del hierro
Los meses de otoño son perfectos para hacer esta ruta histórica que en los siglos XVII y XIX hacían los carreteros cargados con el hierro que se extraía de las minas para llevarlo a las fraguas. El camino atraviesa el valle del río Valira y se tarda una dos horas en recorrerlo. Por el camino se pueden ver antiguas edificaciones que quedaron abandonadas cuando las minas de hierro cerraron ante la competencia de los cántabros.
Dejarse mimar en un spa
Cualquier época del año es perfecta para dejarse mimar. Y más si el lugar elegido para ello es uno de los spas más conocidos de la Península Ibérica y uno de los mejores y más grande centros termales de Europa: Caldea.
En los 36.000 m2 que ocupa Caldea hay camas de burbujas, baños islandeses, saunas. Y para completar la experiencia, la oferta de este spa se completa con todo tipo de masajes: ayurvédicos, tailandeses, exfoliantes, con flores de Bach. Son tantas las opciones que lo complicado es decidirse por una de ellas. ¿Qué tal probar más de una?
Así que ya sabes, si te decides a viajar a Andorra en otoño, no te vas a aburrir. Y si este destino no te convence, pásate por el post Ciudades de Europa para viajar en otoño porque seguro que en él encuentras el viaje perfecto para los meses otoñales.
