El norte de la provincia de Cáceres, desde el Valle del Jerte hasta la Sierra de Gata, es un lugar en el que las montañas y los bosques son protagonistas. Con pequeños pueblos salpicando su geografía, esta parte de Extremadura es sin duda un gran destino para disfrutar en verano. Poca gente, atractivas localidades, buena gastronomía y las fabulosas piscinas naturales de la Sierra de Gata convierten a los pueblos de esta tierra extremeña en un verdadero paraíso veraniego.
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Piscinas naturales Sierra de Gata
Si os decidís a pasar uno días durante el verano en tierras extremeñas, no os vais a arrepentir. Solamente hay que elegir bien el lugar para escapar de las altas temperaturas y disfrutar así de noches frescas, de esas en las que muchas veces hace falta una sudadera cuando se sale tras la puesta de sol.
Os animo a leer mi post sobre los lugares que ver en la Sierra de Gata. Seguro que os ayuda a elegir que sitios visitar, en cuáles dormir y dónde comer. Con ello podéis organizar una ruta estupenda en la que no pueden faltar las piscinas naturales de la Sierra de Gata de que las que os hablo aquí.
No están todas las que hay en esta sierra cacereña. He elegido las 10 que más me gustan de entre todas las que hay repartidas por los pueblos y montañas de este rincón de nuestra geografía. Pero nunca está de más preguntar a la gente de la zona para que os recomienden alguna que puede no estar en esta lista y que en algún momento puede encontrarse cerca de vuestra ubicación.
Recordad que todas estas piscinas son de acceso de gratuito. Un plus que anima a pasar por ellas aunque sea solamente para darse un rápido chapuzón antes de continuar haciendo rutas por la montaña u otras actividades turísticas en la sierra.
Piscina natural de San Martín de Trevejo
La piscina natural de este pueblo es conocida como “El Chafaril”. Aunque realmente ese nombre hace referencia a uno de los lugares que ver en San Martín de Trevejo, la fuente/lavadero que hay en la entrada al casco antiguo del pueblo.
El agua que llena esta piscina procede del Arroyo de la Cachina, siendo una de las piscinas naturales de la Sierra de Gata más pequeñas y puede que menos atractivas. Pero su tranquilo entorno y su chiringuito abierto durante la temporada de verano atrae a mucha gente los días de calor. Junto a ella hay algunos árboles y una pequeña zona de estacionamiento.
Si buscáis alojamiento para pasar unos días en la Sierra de Gata, en el mismo San Martín de Trevejo o en Trevejo podéis reservar unos apartamentos muy recomendables: A Fala. Los hay de distintos tamaños y cualquiera de ellos tiene todas las comodidades para una estancia de diez.
Piscina natural de Hoyos
Es una de las piscinas naturales en la Sierra de Gata preferidas por los vecinos de la zona. A ello ayuda el bello entorno que rodea la piscina, en uno de los tramos más anchos de la Rivera de Acebo. El río en el que encontramos varias de las piscinas de la zona y al que llega, a lo largo de su curso, el agua de varios arroyos.
Esta piscina natural de Hoyos está a 3 kilómetro del pueblo. Tiene dos zonas de estacionamiento, una de ellas junto a la piscina. Su chiringuito (El Rio Terraza & Grill) es muy agradable, con una bonita decoración y actuaciones algunas tardes de los meses de estío.
Piscinas naturales de Acebo: Jevero y Carreciá
Este pueblo atravesado por el Arroyo de Lágina es otro pueblo que merece la pena ser visitado en Cáceres. Si vais en septiembre podréis presenciar el encuentro anual de encajeras que se celebra cada año.
En cualquier otro momento del verano, lo que no podéis dejar de hacer es daros un baño en las piscinas naturales de Acebo. Yo solamente he estado en la piscina natural Jevero, a 5 minutos en coche del pueblo. Tiene dos zonas de estacionamiento. Una de ellas muy cerca de las praderas que rodean la piscina.
A mí me parece una de las mejores piscinas naturales de la Sierra de Gata. Por su extensión (tiene dos zonas de baño separadas por una pequeña presa), por la limpieza de sus aguas y por la fantástica zona de césped con sombrillas. No falta tampoco un restaurante en el que comer o sencillamente tomar algo con vistas a las montañas.
La segunda de las piscinas naturales de Acebo es Carreciá. Ambas piscinas están muy cerca del nacimiento de río, por lo que la calidad de sus aguas es excelente.
Perales del Puerto, mi preferida entre las piscinas naturales Sierra de Gata
Es difícil elegir solamente una entre las muchas piscinas naturales de la Sierra de Gata. Sin embargo yo tengo una razón de peso para quedarme con esta: aquí el agua está bastante menos fría que en otras. En la piscina de Perales del Puerto da impresión meterse, porque el agua está fría. Pero pasados unos segundos empiezas a agradecer ese frescor. Algo que en otras no nos pasó. En Jevero o en Torre de Don Miguel el agua estaba tan fría que apenas podíamos aguantar dentro unos momentos antes de salir corriendo en busca de la toalla y el sol.
Esta piscina de la que os hablo tiene también otras cosas a su favor: un buen parking, un amplio chiringuito y varias praderas con sombrillas y árboles. Es también una de las más grandes y profundas. La parte mala es que es una de las piscinas más frecuentadas de la zona. Por ello por las tardes y los fines de semana puede ser complicado tanto estacionar como encontrar un sitio para poner la toalla.
Piscina natural Villasbuenas de Gata
En la misma zona que las anteriores, esta piscina ha ganado este año puntos entre la gente del pueblo gracias al bonito decorado con forma de barco que han montado en el chiringuito. Se encuentra algo elevado sobre la piscina, por lo que desde su terraza se tienen buenas vistas del río.
Aunque el enclave es un lujo, con robles y castaños dando algunas sombras, a mi personalmente me ha gustado menos esta piscina que otras de la comarca. La pradera la encontramos menos cuidado y el agua, aunque transparente, no estaba especialmente limpia en el fondo. Eso sí, el parking es bastante grande y el bar por si solo atrae a muchos visitantes.
Piscina natural Puente de la Huerta (Gata)
Cerca del pueblo que comparte nombre con la sierra encontramos esta piscina cuyo mayor atractivo es el puente de piedra bajo el que fluye el río de San Blas. La estampa del conjunto es muy fotogénica. Sin embargo, el agua la vimos bastante turbia. Por ello, y a pesar de contar con pradera de césped y sombrillas, no nos animamos a bañarnos aquí.
Piscina natural Los Molinos (Torre de Don Miguel)
Esta piscina, junto a la de Perales del Puerto y Javero, serían para mí el trío que subiría al podio de las mejores piscinas naturales de la Sierra de Gata.
La piscina natural Los Molinos está a algo más de un kilómetro del centro de Torre de Don Miguel. Tiene un parking con sombra y desde él hay que caminar solamente unos metros para llegar a la pradera que rodea el vaso de la piscina. Estar alejada esos metros del aparcamiento y lejos de la carretera da a esta piscina una tranquilidad de la que otras carecen.
El césped está muy cuidado, con muchas sombrillas repartidas por todo él. Al fondo hay unas casetas que sirven como vestuario. Algo genial si has estado de turismo y no te has llevado puesto el bañador. El agua está muy fría en esta piscina, y también muy limpia.
El chiringuito de esta piscina es uno de los mejores que podéis encontrar en la sierra, reconocido con un Solete Repsol.
Cadalso, una de las grandes piscinas naturales de Sierra de Gata
Si ponemos rumbo a Robledillo de Gata, uno de los pueblos más bonitos de esta parte de Extremadura, encontramos en Cadalso uno de las mejores piscinas naturales de la Sierra de Gata: Los Cachones.
Esta piscina tiene una amplia zona de estacionamiento, así como un gran espacio arbolado con mesas y bancos. No falta un buen chiringuito ni una zona con columpios, ideal si se va con niños.
En cuento a la pradera, está muy cuidada y tiene un buen número de sombrillas de paja. La piscina en sí es muy larga, y tras la presa que retiene el agua del río, hay una segunda zona más natural, con árboles y rocas, en la que también se puede disfrutar de las limpias aguas de los ríos de la sierra.
Descargamaría, la más famosa de las piscinas naturales Sierra de Gata
Ubicada en una curva de la carretera que cruza Descargamaría encontramos la que probablemente sea la más famosa de las piscinas naturales de la Sierra de Gata.
Realmente es muy pintoresca, con sus azulejos de colores decorando los escalones en la ladera que baja hasta una piscina no muy grande pero en la que no falta ni una pequeña cascada.
Creo que merece la pena verla, pero no es la mejor de las piscinas de la sierra. Ni por tamaño ni por ubicación. Además, la zona para tumbarse a tomar el sol o descansar tras el baño es pequeña, repartida en escalones que en algunos casos permite poco más que poner una toalla. Además es complicado acertar con la sombra, pues no hay espacio para ir moviendo la toalla.
Piscina natural Robledillo de Gata
Cierro mi serie personal de piscinas naturales en la Sierra de Gata en uno de esos pueblos en los que el tiempo parece haberse detenido. Aquí merece la pena cruzar a pie Robledillo de Gata para llegar a su refrescante piscina. Las plazas de estacionamiento cercanas son limitadas, siendo más sencillo encontrar un hueco a la entrada del pueblo.
El agua de esta piscina proviene del río Arrago, que cruza la localidad. Dicen que este lugar de baño tiene las aguas más frías de entre todas las piscinas de la sierra. Los que no se animen a bañarse pueden tumbarse en la pequeña pradera y aprovechar las sombrillas para protegerse del sol. Esta piscina no tiene chiringuito, por lo que no está de más llevar algo para beber.
Y sobre todo, al igual que en el resto de piscinas naturales, llevarse todo aquello que haya llegado contigo. Es responsabilidad de todos mantener limpios estos excepcionales lugares.