Viena, la capital de Austria, es una ciudad que presume de ser una de las más verdes de Europa. En sus calles hay frondosos árboles y cualquier sitio parece bueno para colocar una jardinera con flores. Son muchos los huertos urbanos en la ciudad, pero no hay duda de lo que más verde hace a la capital austriaca son los bosques, jardines y parques que hay en Viena y que se convierten en muchos casos en visitas imprescindibles en la ciudad. Son lugares tranquilos, pequeños oasis dentro del ajetreo de la ciudad perfectos para hacer una parada, sentarse en sus praderas para disfrutar de un picnic o sencillamente para dar paseos por el placer de caminar sintiéndose rodeados de naturaleza.
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Los mejores jardines y parques en Viena
En una ciudad con más del 50% de su terreno dedicado a espacios verdes es sencillo encontrar en su centro, en las afueras, juntos a los palacios o rodeando alguna plaza alguno de los parques en Viena perfectos para descansar a la sombra de un árbol o sencillamente sentarse en un banco para contemplar a los vieneses disfrutando de sus ratos de ocio. Además todos los parques que a continuación os menciono se cuentan entre los lugares que ver gratis en Viena.
Burggarten, uno de los parques imprescindibles en Viena
El nombre de este espacio verde significa jardín del castillo. Está situado justo a la espalda del Hofburg y a muy poca distancia de Maria Theresien Platz, amplia plaza en la que se encuentran dos de los museos en Viena: el Kunsthistorisches y el Naturhistorisches. Es sin duda uno de esos parques en Viena que ofrecen calma en medio de la actividad de la ciudad.
Merece la pena visitarlo para ver otra perspectiva del Hofburg. Pero no sólo por eso. En este jardín vienés se encuentra una de las esculturas más famosas de la ciudad, la de Mozart precedida por un parterre cuyas flores dibujan una clave de sol.
También en este jardín se puede una escultura del más famoso de los emperadores austriacos, Francisco José, muy cerca de uno de los edificios art nouveau más bellos que ver en Viena: el Schmetterlinghaus. O lo que es lo mismo, casa de la mariposas. Hoy el edificio es una bonita cafetería llamada Palmenhaus, un lugar precios para comer en Viena.
Horario de apertura del Burggarten
De 6:00 a 22:00 horas entre abril y octubre y de 7:30 a 17:30 el resto del año.
Volksgarten y la estatua de Sissi
Éste es uno de los más bonitos parques en Viena. Cuenta con varios accesos, uno de ellos abierto directamente a Ringstrasse. Su interior no podía ser más elegante ni más vienés. No faltan las fuentes, las esculturas ni los cuidados parterres. Además, la imagen de los jardines con las cúpulas de los museos de la plaza María Teresa merecen ser vista.
Pero si por algo destaca el Volksgarten (jardín de pueblo) es por sus rosales. Hay una gran variedad de ellos repartidos por los jardines. Nosotros no los vimos florecidos, pero sin duda cuando todas esas rosas se abran el color y el aroma en el jardín deben atraer a cientos de visitantes.
Uno de los lugares más singulares que ver en este jardín es el templo de Teseo. Fue Napoleón quien encargó su construcción copiando un templo ateniense. Y no hay que dejar de buscar en el Volksgarten, en una de sus esquinas, el monumento Sissi emperatriz en Viena. Rodeada de columnas y vegetación, sentada frente a un estanque, se puede ver la escultura más delicada de la conocida emperatriz, una mujer de carácter que poco tuvo que ver con la imagen edulcorada que tenemos de ella.
El Volksgarten abre todos los días de 6:00 a 22:00 horas de abril a octubre y de 6:00 a 19:00 horas de noviembre a marzo.
Jardines del Palacio Schönbrunn
Estos jardines de Viena son probablemente unos de los más bonitos de la ciudad. Rodean el Palacio Schönbrunn, y si bien para visitar el palacio se requiere del pago de una entrada, los jardines están abiertos al público de forma gratuita.
Se quiera o no visitar el palacio, uno de los lugares imprescindibles que visitar en Viena, merece la pena llegar a este lugar que antes se encontraba fuera de la ciudad para pasear por los jardines barrocos y ver al menos el exterior de los edificios palaciegos. Hay quienes comparan este palacio, en el que vivió la emperatriz María Teresa con todos sus hijos, entre ellos María Antonieta, con el Palacio y los Jardines de Versalles, palacio en el que vivió ésta cuando la desposaron con Luis XVI. Yo creo que poco tienen que ver uno con el otro, y que el palacio y los Jardines de Shönbrunn, aunque más sencillos y pequeños, merecen ser reconocidos por si mismos sin ninguna comparación.
Los jardines, de estilo francés son muy grandes. Se pueden recorrer a pie o bien recurrir al tren (de pago) que realiza un circuito circular por lo jardines e ir subiendo y bajando según las apetencias de cada uno. Yo recomiendo subir en el tren al menos hasta la Gloriette que domina los jardines. Las vistas del palacio y los jardines desde ese punto son magníficas. Luego se puede bajar caminando hacia el palacio para ver la Fuente de Neptuno, las falsa ruinas romanas o los laberintos (éstos también son de pago).
El paseo entre parterres y árboles lleva a pequeñas plazas con fuentes y bancos, lugares ideales para hacer una parada en el camino antes de seguir disfrutando de estos bellos jardines imperiales.
Horario de los Jardines de Schönbrunn
Cada día de 6:30 hasta el atardecer.
Cómo llegar
Metro: Hietzing o Schönbrunn.
Tranvía: líneas 10, 52 y 60.
Autobuses: línea N60
Jardines del Palacio Belvedere
Éstos son otros de esos jardines que rodean un impresionante palacio, en este caso uno de los edificios barrocos más destacados de Europa. El motivo para muchos de llegar hasta el Palacio Belvedere es visitar el Unteres Belvedere, o Belvedere Superior. Convertido en museo, en sus salas se exponen magníficas obras de arte. Pero entre todas ellas destaca la presencia de El Beso, de Gustav Klimt.
Aunque no os interese visitar el palacio ni sus museos, dar un paseo por estos jardines de Viena realmente merece la pena. Desde ellos se obtiene una de las mejores vistas de la capital austriaca. Los jardines barrocos del Palacio Belvedere fueron diseñados para ocupar el espacio entre los dos edificios palaciegos siguiendo el estilo clásico de los jardines franceses. No faltan en ellos fuentes en cascada, esfinges aladas, ninfas y parterres ornamentales. Aunque la parte más atractiva de los jardines es esa entre ambos edificios, no hay que dejar de rodear el Belvedere Superior para ver los jardines que le preceden con una gran estanque en el centro.
La entrada a estos jardines es gratuita y el horario de apertura de 6:30 a 20:00 horas. (Comprobar horario en los meses de invierno, puede que los jardines cierren antes sus puertas).
Cómo llegar al Palacio Belvedere
Metro: Hauptbahnhof, Stadtpark o Karlsplatz.
Tranvía: líneas 1, 18, 71, D y O.
Jardín Botánico de la Universidad de Viena
Junto a los jardines del Palacio Belvedere se encuentra el Jardín Botánico. Lo fundó la emperatriz María Teresa en 1754 y desde entonces en su recinto se pueden ver hasta 11.000 especies vegetales de todos los continentes. Este jardín ocupa diez hectáreas de terreno y sirve como espacio de recuperación e investigación a la vez que es uno de los grandes espacios verde de Viena en los que pasear bajo árboles centenarios.
Los fines de semana se realizan visitas guiadas. A las 15:00 horas en inglés y a las 16:00 en alemán. El precio de estos tours es de 5 € para adultos y 3 € para estudiantes y jubilados. Los niños menores de 6 años no pagan.
El horario de apertura es de 10:00 a 18:00 todos los días.
Stadpark y Strauss
El Stadpark es probablemente uno de los más famosos parques en Viena. Situado a menos de 700 metros de Stephansplatz, este parque rivaliza en belleza con cualquier otro de la capital vienesa. Abrió sus puertas en 1862, por lo que es uno de los jardines más antiguos de Viena.
Con cuidadas praderas y un bonito estanque, también atraviesa este parque vienés una ramificación del Canal del Danubio. Pero lo que ningún turista quiere perderse en el Stadpark es una de las esculturas más famosas de Viena: la de Strauss tocando el violín. Esta escultura dorada, que lleva en este lugar desde 1921, es uno de los lugares más fotografiados del parque.
Muy cerca se puede ver un reloj floral y tras él uno de los edificios más emblemáticos del Stadpark: el Kursalon. Aunque originalmente se abrió para realizar en él tratamiento hidroterapéuticos hoy en día este lugar es famoso por los conciertos y bailes que en su interior se celebran.
Cómo llegar al Stadpark
Metro: Stadtpark
Tranvía: línea 2.
Autobús: línea 1A.
Prater, uno de los grandes parques en Viena
A muchos de vosotros el Prater os sonará por su famosa noria, esa que aparece en la película de 1949 “El tercer hombre”. Pero el Prater es más que esa noria y el parque de atracciones que la rodea.
Este gran parque vienés ocupa 600 hectáreas y está considerado uno de los diez parques municipales más bonitos del mundo. Es un lugar perfecto para ir a montar en bicicleta, correr o sencillamente a disfrutar de una buena comida campestre. Pero su historia se remonta en el tiempo a los siglos en los que este parque de Viena fue coto de caza imperial. A mediados del siglo XVIII se convirtió en uno de los parques públicos en Viena y en 1895 se inauguró su famoso parque de atracciones. Tan solo dos años más tarde empezó a funcionar la noria gigante, y sin duda merece la pena subirse a ella para poder ver desde la alturas el magnífico parque y al fondo, la ciudad, con sus edificios, sus torres y sus cúpulas.
Cualquier época del año es buena para pasear por sus caminos. En verano es cuando más se puede disfrutar del Prater. Tanto por su parque de atracciones como por la posibilidades que da el buen tiempo. Pero es probable que la cara más atractiva del parque sea la que muestra en otoño, cuando sus castaños se tiñen de dorado antes de perder sus hojas. Y en invierno más de uno querrá ver este parque cubierto por el blanco manto de la nieve.
Cómo llegar al Prater
Metro: Praterstern
Tranvía: líneas 5 y O.
Autobús: línea 80A.
4 comentarios
Viena es una ciudad que no me gustó,quizás deba darle otra oportunidad porque con París, por ejemplo, me pasó lo mismo y la última vez volví enamorado.
De los jardines que mencionas estuvimos en el Burggarten porque recuerdo la estatua de Mozart; el Volksgarten, aunque sólo de pasada; los Jardines del Palacio Schönbrunn y el propio palacio, como dices, un imprescindible; Jardines del Palacio Belvedere y el museo, claro está; Stadpark, como no; y el Prater de Viena, aunque he de reconocer que nos quedamos en el parque de atracciones, el que no conocía es el Jardín Botánico de la Universidad de Viena.
Creo que sí tienes que dar una nueva oportunidad a la capital de Austria, es muy elegante y tiene mucho que ofrecer. Yo es la segunda vez que la visito y no me importaría en absoluto regresar 🙂
No sabía que Viena tiene tantos jardines, me encanta! No concibo una ciudad sin jardines ni zonas verdes, es que le dan la vida a la ciudad!
Los jardines Volksgarten me han encantado, y lo que cuentas sobre ellos.
La noria del Prater si que la conocía de verla en alguna imagen de insta o similar, debe ser genial subirse a ella.
Tomo nota de todo lo que cuentas porque en un futuro no muy lejanos nos dejaremos caer por Austria.
Y tú que viajas con niños llevarles a disfrutar de esos espacios verdes seguro que es un placer 🙂