Una de las ciudades más singulares que ver en la Ruta Romántica alemana es Nördlingen. Una localidad construida en el interior del cráter que dejó un meteorito al impactar con la Tierra hace unos 15 millones de años y que llegó a ser Ciudad Imperial.
Además de contar con una ubicación única, Nördlingen presume también de tener la única muralla de Alemania completamente transitable y de contar con el distintivo cittaslow que concede una asociación a aquellas ciudades dignas de ser elegidas para vivir en ellas.
Índice del artículo
Dónde está y cómo llegar a Nördlingen
Esta ciudad amurallada se encuentra en el estado de Baviera, a 75 kilómetros al norte de los lugares que ver en Augsburgo y a otros tantos, pero al sur, de Rothenburg ob der Tauber. Dos de las ciudades más conocidas de la Ruta Romántica.
Los aeropuertos más cercanos a Nördlingen son los de Núremberg y Stuttgart, aunque si se tiene intención de hacer la citada Ruta Romántica, hay que tener también en cuenta los de Munich y Frankfurt. Más alejados de la ciudad pero cercanos al comienzo y final de la ruta.
En cuanto al mejor modo de llegar a la ciudad de la que hablamos, sin duda es el coche (podéis comprobar tarifas y reservar en Auto Europe). Aunque Nördlingen tiene estación de tren, no hay trenes directos a ninguna de las ciudades con aeropuerto. Y si se quiere hacer la Ruta Romántica de Alemania, dependen de los trenes o autobuses no tiene mucho sentido pues no llegan a todos los lugares de esa ruta o requieren de transbordos sin mucho sentido.
Si decidís llegar a esta ciudad alemana en coche, recordad que en el centro el estacionamiento está regulado y es de pago durante determinadas horas del día. Fuera de la muralla hay bastantes zonas en las que aparcar, más o menos lejos de alguna de sus puertas, de forma gratuita.
Qué ver en Nördlingen
Cómo os decía al comienzo de este post, Nördlingen está construida en el interior de un cráter. Hace unos 15 millones de año, un meteorito impacto en la Tierra, en lo que actualmente es Alemania. Ese cuerpo cósmico, de aproximadamente 1 kilómetro de diámetro, dejó tras el impacto una cráter de 4,5 kilómetros de profundidad y 25 de diámetro. Dentro de ese cráter es donde encontramos la ciudad amurallada de Nördlingen. Cuyo centro histórico, curiosamente, tiene también un diámetro de 1 kilómetro.
Otra curiosidad sobre esta ciudad alemana es el tipo de piedra con el que están construidos sus edificios y que hace que estos tengan un brillo especial. No solamente por su belleza. Ocurrió que cuando el meteorito impactó, el lecho rocoso fue sometido a tanta presión y tanto calor que las burbujas de carbón terminaron convertidas en diminutos diamantes. Casi arena, pero con las características, el brillo y la dureza de los diamantes.
Dicho esto y sabiendo también que todos los lugares que ver en Nördlingen están rodeados por la única muralla alemana completamente conservada, vamos a empezar a descubrir esta interesante ciudad alemana.
Muralla de Nördlingen
Uno de los grandes atractivos de esta ciudad de Baviera es la muralla, de 2,7 kilómetros de perímetro, con 5 puertas y 12 torres. Fue construida en el siglo XIV, cuando la ciudad gozaba de gran prosperidad gracias a su ubicación en un cruce de caminos. Algo que propició que en Nördlingen se celebraran importantes ferias y mercados. La ciudad crecía y se hizo necesario construir una segunda muralla que la protegiera por completo.
Esta segunda muralla es la que se conserva y se puede recorrer íntegramente a fecha de hoy. Basta subir por alguna de las escaleras que hay junto sus puertas y pasear por el camino de ronda hasta encontrar otra escalera por la que bajar o llegar de nuevo al punto en el que se comenzó el recorrido. El acceso es gratuito y desde lo alto se tienen unas vistas que van cambiando dependiendo de la luz y el punto de la muralla en el que nos encontremos.
Las torres y los tejados rojos a dos aguas son sin duda los protagonistas de las vistas desde esta muralla que recuerda a las de Rothenburg ob der Tauber, Dinkelsbühl o Schongau (las dos primeras completan el trío de las murallas que se conservan completas en Alemania, aunque no completamente transitables).
Torres y puertas de la muralla
Son varios los accesos que comunican el casco antiguo dentro de la muralla de Nördlingen con el exterior. De entre todos ellos destacan las antiguas puertas incrustadas en las murallas. Cinco accesos abiertos a todos los puntos cardinales.
- Reimlinger Tor. Es la más antigua de las puertas torre de la muralla de Nördlingen. Se levantan en el lugar que estuvo la antigua calzada romana que llevaba hacia Augsburgo, los Alpes e Italia.
- Deininger Tor. Su forma actual data de las primeras décadas del siglo XVI. Sufrió serios daños a consecuencia de una batalla cerca de la ciudad en el siglo XVII.
- Löpsinger Tor. En el interior de esta torre se encuentra actualmente el Museo de las Murallas. En el pasado, esta torre defendía la ruta que unía Nördlingen con Núremberg y Leipzig.
- Baldinger Tor. Durante el asedio que sufrió la ciudad en 1634, la torre de esta puerta fue destruida y no se reconstruyó. Está orientada hacia el norte, hacia tierras de Franconia.
- Berger Tor. Es la última de las torres de la muralla. Orientada hacia el oeste, fue fortificada a mediados del siglo XVI.
Además de estas cinco torres principales hay otras en la muralla por las que seguro vais a pasar si decidís hacer un recorrido completo por su perímetro.
Os recomiendo no perderos la Wasserturn (torre del agua). A su lado se encuentra uno de los rincones más pintorescos que ver en Nördlingen. Un puente de piedra sobre el canal del río Eger que atraviesa la ciudad junto a una antigua rueda hidráulica que ha sido renovada recientemente.
También os animo a buscar un coqueta calle: An d. Bergermauer. Está dentro de la muralla, entre las Feilturm y la Berger Tor. En ese punto, justo bajo el paseo de ronda, hay una hilera de pequeñas casas que parecen sacadas de un cuento. Sus puertas y ventanas de colores, sus chimeneas y hasta sus pequeños jardines crean un composición muy atractiva.
Iglesia de San Salvador
Cerca de la callecita que os acabo de mencionar se encuentra esta iglesia, construida como parte de un monasterio carmelita. Su sobrio exterior y su sencilla torre dan evidencia de este templo pertenecía a una orden mendicante. Fue construida en el siglo XV, siendo rediseñado su interior en el siglo XIX. Nosotros no pudimos verlo ya que encontramos la iglesia cerrada, y del exterior, realmente, solamente destaca la portada principal, en cuyo tímpano aparece representado el Juicio Final.
Para continuar la ruta en busca de otros lugares que ver en Nördlingen, merece la pena dejar atrás la iglesia y caminar por Bürggasse hasta llegar a Bräugasse para girar a la derecha. Son dos cuidadas y tranquilas calles con bonitas casas cubiertas por tejados a dos aguas.
Al final de la segunda de esas dos calles podréis ver una de las casas más bonitas de la ciudad, con entramado de madera y una preciosa puerta tallada: la Winter’sches Haus. Esta casa hace esquina con Neubaugasse, una de las calles que ocupan el espacio que antaño tuvo la primera muralla de Nördlingen. Si un plano enseguida se ve el trazado circular que dejó esa muralla, con algunos de los edificios destacados de la ciudad en su interior y otros que abren sus puertas a esas calles.
Por ejemplo, junto a B. den Kornschrannen está lo que fue antiguo almacén de grano. En la esquina de Weinmarkt con Neubaugasse, el Palacio de la Bolsa, edificio que era usado como depósito comunal del sal y vino. Muy cerca de Vordere Gerbergasse, se puede ver un antiguo monasterio franciscano reconvertido en hotel y restaurante.
Marktplatz de Nördlingen
Esta plaza es el corazón de la ciudad. Un espacio público que desde hace siglo ocupa el centro de Nördligen. Primero de la antigua muralla y más tarde de la nueva. Bancos y árboles animan a la gente de la ciudad a disfrutar de este espacio en cuanto el tiempo acompaña para ello. Además, esta plaza es especialmente atractiva ya que en ella se encuentran algunos de los edificios históricos más destacados de la población.
Kriegerbrunnen
Desde finales del siglo XV ha habido una fuente en este rincón de la Plaza del Mercado, siendo un elemento de gran importancia para el suministro de agua a los vecinos. La actual obra es conocida como la Fuente del Guerrero y fue inaugurada en 1902. De estilo Art Nouveau, fue diseñada por un escultor de Munich para rendir homenaje a los caídos en la guerra franco-prusiana de 1870.
Iglesia de San Jorge
Uno de los lugares que os recomiendo no dejar de visitar es sin duda esta gran iglesia de estilo gótico tardío. El edificio más grande de Nördlingen. Está en la Plaza del Mercado y fue finalizada a mediados del siglo XV, tres años antes de que se colocara la primera piedra de su campanario, la Torre Daniel.
El interior es muy luminoso (gracias a sus 24 ventanas) y muy estilizado ya que su cubierta se construyó sobre 22 esbeltas columnas. En origen fue una iglesia católica, pero durante la Reforma, en el siglo XVI, la Iglesia de San Jorge pasó a ser la principal iglesia protestante de la ciudad.
El acceso a la iglesia es gratuito y permite conocer algunas obras de arte que se guardan en su interior. Como por ejemplo, el púlpito barroco, la sillería del coro o la curiosa pila bautismal que tiene un hornito incorporado para mantener caliente el agua.
Torre Daniel, el campanario de San Jorge
Esta torre, con una altura de 90 metros, es sin duda el mejor mirador de Nördlingen. Su construcción comenzó a mediados del siglo XV y no estuvo terminada hasta cuatro décadas más tarde. La torre actual se levantó ya en el siglo XVI, después de que un rayo destruyera el tejado original.
En cuanto al nombre de la torre se cree que fue elegido haciendo referencia a un pasaje bíblico que dice “Y el rey exaltó a Daniel y le dio grandes y muchos dones y le hizo gobernante de todo el país”. Porque la altura de esta torre no solamente tenía una importancia defensiva. También era una muestra de poder ante otras ciudades.
Antiguamente la torre estaba día y noche custodiada por dos guardias que podían alertar de cualquier contingencia. Desde un incendio a la llegada de visitantes (deseados o no). Actualmente la torre sigue contando con un grupo de cinco vigilantes que se turnan para atender las necesidades de la torre y a los visitantes que suben a lo más alto de la misma en busca de las mejores vistas.
Tenéis que saber que hay que subir 350 escalones, que la entrada se paga en el penúltimo nivel y que el último tramo es el más complicado de subir. ¿Merece la pena? Sin duda. Desde la terraza de la Torre Daniel de Nördlingen las vistas de los tejados de la ciudad, de las murallas y las torre es excepcional. Además, en días claros, es posible reconocer el perímetro del cráter que queda claramente marcado por el cambio en la vegetación y en la altura del terreno.
Casa del Pan y la Danza
Probablemente uno de los edificios antiguos más bellos de Nördlingen es este de entramado de madera, también en la Plaza del Mercado. Tuvo diferentes funciones. La más importante era la de servir de edificio de ventas a los comerciantes de tejidos, que vendían sus telas en el primer piso. La planta baja tenía pequeñas tiendas que ocupaban los panaderos.
Cuando no había ferias en la ciudad, las familias nobles celebraban sus fiestas en este edificio que contaba con un amplio salón con ventanas que se abrían a la plaza.
En el exterior se puede una escultura. Si os preguntáis quien es, saber que se trata del emperador Federico II, gobernantes que concedió a Nördlingen el título de Ciudad Imperial.
Al perder su función original como espacio para comerciantes y para fiestas o bailes, el edificio pasó a ser escuela en el siglo XIX. Un siglo más tarde pasó a estar ocupado por dependencias del ayuntamiento, aunque la planta baja continúa ocupada por comercios de diferente índole.
Ayuntamiento de Nördlingen
La vivienda urbana de los condes de Oettingen pasó a ser el ayuntamiento de la ciudad a finales del siglo XIV. Su aspecto original fue cambiando con el paso del tiempo y los añadidos posteriores. El elemento más destacado es su escalera con elementos renacentistas. Si la puerta está abierta, merece la pena subir para ver una curiosa pintura en la que la justicia aparece con los ojos descubiertos (si os fijáis en pinturas y esculturas en las que se la representa, veréis que lo habitual es que aparezca con los ojos tapados).
Por debajo del nivel de la escalera y de la calle se encuentran las antiguas celdas de la prisión. En la planta baja hay una habitación, antiguamente con rejas (ahora cerrada con una piedra), en la que se encerraba a los que habían cometido delitos menores, quedando expuestos a la vista de los vecinos de Nördlingen.
Un relieve que representa a un bufón recuerda el lugar en el que estaba la antigua prisión. Bajo ese relieve una inscripción reza “ahora somos dos tontos”, frase por la que se conoce a este relieve como el espejo de los tontos. Y si se quiere ver un maqueta de la ciudad, solamente hay que ir hacia la izquierda de la puerta que da paso a la escalera.
Justo frente al Ayuntamiento está lo que fue antigua casa de empeños. En ese edificio está ahora la Oficina de Turismo de la ciudad. El lugar perfecto para conseguir mapas de Nördlingen y folletos con información sobre esta bella ciudad alemana.
Hafenmarkt
Esta plaza, cerca del Ayuntamiento, es otro de lugares que ver en la ciudad. Rodeando una zona ajardinada se conservan algunos edificios históricos con entramado de madera. Aquí era donde los alfareros locales y extranjeros vendían su cerámica, muy cerca del lugar en el que se encontraba el canal del Eger y el mercado de la sal.
Hospital del Espíritu Santo
Originalmente, este hospital que también fue horno de pan, se encontraba fuera del primer recinto amurallado. Al construir la actual muralla, el complejo hospitalario quedó intramuros. Se conservan varios edificios del antiguo hospital fundado en el siglo XIII para atender a enfermos y pobres. Uno de esos edificios es la iglesia, la más antigua de Nördligen.
Museo Ries Krater
En un antiguo granero medieval de madera se ha instalado el museo en el que se documenta el impacto del meteorito que originó el cráter en el que se asienta Nördlingen, así como sus efectos en la Tierra. La exposición se reparte en seis salas en las que se exponen fósiles, meteoritos y hasta un trozo de auténtica roca lunar. Gracias a diferentes panales informativos (en alemán) y mapas de distintos tipos se puede entender que ocurrió hace millones de años en este lugar de nuestro planeta.
Aquellos que quieran conocer más sobre el impacto del meteorito pueden realizar algunas de las rutas por los senderos naturales del Geoparque Ries y acercarse a los centros de información para conocer más sobre la geología y la historia del cráter.
Barrio de los curtidores de Nördlingen
Junto al canal Eger, al norte del recinto amurallado, se encuentra el antiguo barrio de los curtidores de Nördlingen. Es uno de los barrios más grandes de este tipo conservados en Alemania. Está ubicado junto al canal del Eger ya que el agua es imprescindible para el curtido de la piel.
Antes de la construcción de la segunda muralla, el barrio se encontraba extramuros para evitar el mal olor en las calles de la ciudad. Pero finalmente quedó dentro de la muralla y de lo que hoy es el centro histórico de Nördlingen.
Llegó a haber hasta 152 curtidores trabajando en este barrio a principios del siglo XVII. Tras la guerra de los Treinta años su número decreció. Hasta que en 1961 y debido a la industrialización, cerró la última curtiduría que seguía abierta en la ciudad. A pesar de ello, este barrio es merecedor de un tranquilo paseo en busca de rincones diferentes a los del resto de la ciudad.
Las que fueron casas de los curtidores, en la que también estaba el taller, siguen en pie. Aunque se han rehabilitado para convertirse totalmente en viviendas. Caminando junto al Eger se pueden ver las partes traseras de aquellas grandes casas, con sus accesos al canal y las galerías de secado con vigas de madera. Un recuerdo de un tiempo pasado que fue muy importante en la ciudad.
Cerditos de Nördlingen
Cuando se pasea por esta ciudad de la Ruta Romántica, aquí y allá aparecen figuras de cerditos. En las puertas de las tiendas, en los escaparates, en los jardines de la casas, sobre los muros.
La razón es que hay una leyenda que dice que una cerdita salvó a la ciudad, y por eso Nördlingen tiene una relación especial con esos animales.
La leyenda en cuestión nos lleva hasta el siglo XV. Fue entonces cuando una mujer, al caer la noche, quiso llevar a su marido una jarra de cerveza. Al llegar junto a Löpsinger Tor, vio a una cerdita que había escapado rascarse contra una de las alas de la puerta. La mujer se percató así de que la puerta estaba abierta, y dio la voz de alarma. Los vigilantes confesaron su delito, haber sido sobornados para dejar la puerta abierta y permitir de ese modo que el conde de Oettingen pudiera pasar y conquistar la ciudad. Pero gracias a aquel animal, la ciudad se salvó y los traidores fueron ajusticiados.
Comer en Nördlingen
Os dejo un par de recomendaciones para comer, tomar café o cenar en Nördlingen.
La primera es el café Samocca. Un local luminoso y confortable, perfecto para desayunar, comer algo ligero o tomar un café en cualquier momento del día. Su política aboga por incorporar a su grupo de trabajadores a personas con algún grado de discapacidad.
La segunda opción que os propongo es mucho más formal y estilosa. Se trata del Kleibls Restaurant. Un precioso local decorado con mucho gusto y atendido con mucha profesionalidad. En su carta, platos de temporada, con productos de calidad, perfectamente cocinados y presentados. No es un restaurante económico, pero os aseguro que merece la pena darse el capricho.
Dormir en Nördlingen
Al contrario que en otras ciudades más al norte de la Ruta Romántica, el alojamiento en esta ciudad es limitado. Por ello conviene reservar con antelación el establecimiento en el que vamos a pernoctar.
Nosotros nos alojamos en el Hey Lou Hotel Nördlingen. A su favor la cercanía para ir caminando al centro y tener un parking gratuito al lado gracias a la presencia de un supermercado. Las habitaciones son bastante justas de tamaño (no tienen espacio ni para un armario), aunque es cierto que están bien insonorizadas y bastante limpias. El desayuno es muy caro, si decidís dormir en este hotel, os aconsejo no contratar el desayuno (que además no es nada del otro mundo) e ir a realizar esa primera comida del día al café que hay justo al otro lado del parking.
Otra opción de alojamiento en esta ciudad puede ser Weinstube Sinas Brettl. Está en el corazón del centro histórico y tiene un estilo mucho más tradicional.
