Moguer: qué ver en el pueblo de Platero

Uno de los pueblos más bonitos que ver en Huelva, es Moguer. Es una de esas localidades de casas blancas en las que el aire huele azahar y la brisa llega cargada del aroma del Atlántico. Fue en este pueblo, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1967, donde nació uno de los premios Nobel españoles: Juan Ramón Jiménez. También en Moguer vivió uno de los personajes más entrañables de la literatura universal, Platero, ese burrito pequeño, peludo y suave del que todos hemos oído hablar.

Qué ver en Moguer

Si uno visita Huelva, sus playas o su capital, no hay excusa para no dedicar unas horas a conocer este bonito pueblo y acercarse a la historia de sus personajes más ilustres mientras se recorren sus calles. Para mi es sin duda uno de los lugares que ver en Huelva cerca de la capital. Nosotros pasamos en ella todas una larga mañana y la verdad es que nos llevamos una muy buena impresión de Moguer, un pueblo que sin duda os recomiendo visitar.

Monasterio de Santa Clara de Moguer

En la Plaza de la Monjas, corazón de Moguer, se encuentra este monasterio, una de las joyas onubenses y muchas veces olvidado en favor de otro monasterio, el de la Rábida, en Palos de la Frontera, mucho más conocido por su relación con Colón y el descubrimiento de América.

Sin embargo, no hay que olvidar que la Abadesa del monasterio, Inés Enríquez, emparentada con Fernando el Católico, fue valedora de Colón ante la Corte. Fue en este monasterio de Moguer donde Cristóbal Colón pasó su primera noche tras regresar a España de su primer viaje a América, por lo que perfectamente podría formar parte de la llamada Ruta Colombina.

El Monasterio de Santa Clara de Moguer se cuenta entre los edificios más destacados del mudéjar andaluz, aunque en su interior conviven diferentes estilos arquitectónicos. Fue construido en el siglo XIV para las clarisas franciscanas. Más tarde lo habitaron los Capuchinos, quienes estuvieron en el monasterio hasta 1975. Actualmente el monasterio se puede visitar siempre con guía. Sus explicaciones nos ayudaron a acercarnos a la historia del edificio y a prestar atención a determinados detalles. Como al claustro cuyos lados sur y oeste tienen solamente una altura, una forma de aprovechar la luz del sol durante el invierno.

Entre los puntos a destacar durante el recorrido y que son verdaderos tesoros, se cuentan la sillería nazarita del coro bajo, única en el mundo. Entre el coro y la iglesia, el singular comulgatorio. Y dentro de la iglesia, los monumentos funerarios de los Portocarrero, señores de Moguer. Sus túmulos funerarios se pueden ver a ambos lados del altar y justo a los pies del mismo.

Horario de visita al Monasterio de Santa Clara

• Visitas guiadas de martes a sábado: 10.00, 11.00, 12.00, 13.00 y 14.00 horas.
• Tarifa general 3,50 €

Convento de San Francisco

A la espalda del Monasterio de Santa Clara se puede visitar lo que fue el convento de franciscanos de Moguer, convento que abandonaron a raíz de la desamortización de Mendizabal, en 1836. El edificio se construyó entre los siglos XVI y XVII, en estilos Renacentista y Barroco. Es otros de los lugares que ver en Moguer relacionados con el descubrimiento de América, y es que de sus celdas partieron un buen número de monjes para evangelizar el Nuevo Mundo.

Actualmente el edificio es la sede de la Biblioteca Iberoamericana y del Archivo Histórico Municipal. El acceso es gratuito y se permite recorrer el claustro manierista de dos alturas, en el que se conserva un aljibe. La iglesia, anexa a este patio pintado en color albero, fue reconstruida tras el terremoto de Lisboa de 1755 que asoló tantos lugares de la Península.

Casa natal de Juan Ramón Jiménez

Desde el anterior convento, solamente hay que continuar hacia el norte por la Calle Andalucía para llegar a la casa en la que nació Juan Ramón Jiménez en 1881. Está ubicada en el número 2 de la Ribera de Moguer, y en ella vivió el célebre escritor hasta los cuatro años de edad.

La casa, pintada de blanco, con grandes ventanales y un balcón de estilo neomudéjar, acerca en sus habitaciones convertidas en museo al modo de vida de una familia acomodada de finales del siglo XIX. Rejas en las ventanas, una elegante escalera y un singular timbre son algunos de los elementos que se conservan en esta vivienda que perteneció a la familia del escritor y desde cuya azotea, el pequeño Juan Ramón veía en el río Tinto los barcos que pertenecían a su padre, empresario cuyo principal negocio era la actividad vitivinícola.

Horario de apertura de la Casa Natal

El horario de esta casa que ver en Moguer varía a lo largo del año, por lo que es importante confirmar con ellos antes de desplazarse en vano. Si es cierto que durante todo el año cierra lunes, domingo y el resto de días a la hora de comer.

Teatro Felipe Godínez

En la Calle Andalucía, a pocos pasos del Monasterio de Santa Clara, se encuentra este teatro. En el solar que estuvo este edificio estuvo hace siglos parte del primer convento franciscano de Moguer, lugar que quedó abandonado por la orden cuando el gran número de vocaciones obligó a construir un convento de mayor tamaño. Quedó el lugar ocupado entonces por un hospital de beneficencia y la capilla del Corpus Christi.

Esta última aún se puede ver, a la izquierda de la fachada del teatro construido en 1992 con motivo del V Centenario del Descubrimiento de América. Se conserva la fachada de 1915 de lo que fue estación enológica. Los azulejos que la decoran se atribuyen a la escuela de Aníbal González, referente en la arquitectura regionalista andaluza a quien se deben obras como el Casino de Aracena o la Plaza de España de Sevilla.

Plaza del Cabildo de Moguer

En esta plaza el edificio más destacado que ver en Moguer es su Ayuntamiento. Una construcción de dos alturas cuya fachada está decorada con arcos de medio punto, con columnas de mármol. Aunque es un edificio gubernamental, se puede preguntar para acceder al menos al patio interior, en torno al cual giran las dependencias de la Casa Consistorial.

El centro de la plaza está presidida por una escultura de Juan Ramón Jiménez. Y justo frente a la entrada del Ayuntamiento, se puede ver una escultura de Platero. Es solo una de la decena con las que Moguer decoró sus calles con motivo del centenario de la publicación del libro del que este burrito es protagonista.

Iglesia de Nuestra Señora de Granada

Esta gran gran iglesia parroquial es uno de los grandes edificios que ver en Moguer. Nosotros nos quedamos con ganas de conocer su interior de planta basilical, pero cosa de los horarios de verano y de las restricciones del Covid-19, no conseguimos acceder a ella.

El exterior es impresionante, destacando en el conjunto arquitectónico la torre, elemento que se ha conservado de la iglesia que hubo en este mismo lugar y que databa del siglo XIV. Para algunos, esta torre se parece a la Giralda. A mi, en la distancia, me recordó a las que habíamos visto unos meses antes en Jerez de los Caballeros, en la provincia de Badajoz.

Casa Museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez

Otro de los lugares que el dichoso virus nos dejó con ganas de poder visitar fue este museo, probablemente el lugar de Moguer que más acerca a la figura de Juan Ramón Jiménez. Esta casa museo abrió sus puertas en 1958, poco después de la muerte del escritor.

La casa, de estilo andaluz, merece ser visitada por su propia arquitectura. Pero también por todos los objetos que el matrimonio donó a la Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez, desde muebles a enseres personales que decoraban su casa de Madrid antes de partir al exilio. Sin olvidar su biblioteca particular o la mitad del importe que el escritor ganó con el Premio Nobel. Sin duda, cuando regresemos por tierras onubenses, volveremos a Moguer para visitar este museo.

Museo al aire libre “Platero EScultura”

Ya os decía antes que con motivo del centenario de la publicación de “Platero y yo”, Moguer rindió homenaje al personaje más célebre de Juan Ramón Jiménez decorando las calles y plazas de la localidad con varias esculturas del famoso burrito y de otros personajes que aparecen en el libro.

Al pequeño Platero, solo y tranquilo,  se le puede ver en la Plaza de las Monjas o en la Plaza del Cabildo. Cerca de la Iglesia de Nuestra de Granada está la alegre escultura “Idilio de abril” que representa el momento en el que los niños van al arroyo con Platero. A Darbón, el veterinario de Platero, se le puede ver en la entrada del Convento de San Francisco. Y frente a la Casa Natal de Juan Ramón Jiménez, una delicada escultura de un niño dando agua a una pájaros.

Para completar esta ruta escultórica, la del escritor en la Plaza del Cabildo, y la de Zenobia, su esposa, en la Plaza del Marqués.

Ruta de los azulejos

Las calles de Moguer están decoradas con 42 azulejos que rinden homenaje al Premio Nobel. En ellos se pueden leer frases de “Platero y yo” y de otras obras del poeta. Una forma de recorrer esta bonita localidad andaluza acompañados de la palabras de un escritor universal.

Cementerio de Moguer

Aquellos que quieran rendir un último homenaje, se pueden acercar al cementerio de la localidad. Está formador por varios patios. En el centro del Patio de San Pedro se puede ver el sencillo panteón en el que descasa para siempre el matrimonio formado por Juan Ramón y Zenobia.

Hasta aquí los lugares que nosotros visitamos en Moguer en una mañana. Si hubiera estado abierta la Casa Museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez la visita se hubiera alargada y habríamos pasado más horas en el pueblo en lugar de irnos a la Playa Rompeculos, una de las mejores playas de Huelva.

Aparcar en Moguer

Si llegas a Moguer en coche, debes saber que en el centro de la localidad el aparcamiento es regulado, con zona azul y zona verde. Puede ahorrar unos euros si te desplazas solamente unas calles, seguirás estando cerca de los lugares que ver en Moguer y también evitarás estar pendiente del tiempo que lleva tu coche estacionado en esas plazas reguladas.

Nosotros aparcamos en la Calle Zenobia Camprubí, a poco más de 300 metros del Monasterio de Santa Clara. Solamente hay que prestar atención a las señales que indican a qué lado de la calle se puede aparcar dependiendo del día (unos días es a la izquierda, otros a la derecha).