Uno de los países más cercanos a España y más diferentes es Marruecos. Un destino que atrae cada año a miles de visitantes de todo el mundo, entre ellos a muchos españoles. Unos buscan descubrir el desierto, otros las playas, algunos los lugares Patrimonio Mundial. Pero todos, en un momento u otro, quieren visitar las fascinantes medinas de Marruecos. ¿Quieres saber cuáles son las más atractivas e interesantes?
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Qué son las Medinas en Marruecos
Podemos decir que las medinas de Marruecos son el casco histórico de las ciudades, la parte más antigua de las mismas. Suele estar rodeada por una muralla que cuenta con varias puertas que comunican la ciudad nueva con la vieja.
Su interior está habitado y las calles pueden ser tan laberínticas como las de la Medina de Fez. O mucho más ordenadas, como ocurre en la medina de la capital, Rabat, siendo habitual en todas las medinas que existan calles principales de las que parten otras secundarias.
Dentro de las medinas se pueden encontrar mezquitas, plazas y fuentes. También es normal que estuvieran organizadas por religión (en casi todas hay un barrio judío, el mellah), jerarquía social o actividad comercial. Esta última división se mantiene en muchos casos. Lo normal es encontrar diferentes souk dedicados a la venta de distintos productos. Desde comida a ropa, artesanía, cuero o libros.
Algunas ciudades más turísticas de Marruecos han ido viendo como zonas de sus antiguas y emblemáticas medinas han perdido su carácter residencial y comercial tradicional para convertirse en barrios más turísticos en los que los riads, restaurantes y tiendas de recuerdos.
A pesar de ello, siempre habrá calles que sigan estando habitadas por gente de la ciudad y zonas más concentradas en las que encontrar los mercados orientados a los habitantes marroquíes.
Medinas de Marruecos Patrimonio Mundial
Son cuatro las medinas de Marruecos que forman parte de la lista de la UNESCO como Patrimonio Mundial desde 1985: Tetuán, Fez, Essaouira y Marrakech. No son las únicas medinas que merecen ser visitadas en el país pero sin duda son de las mejor conservadas y más singulares que ver en Marruecos.
Para visitar la mayoría de ellas puedes reservar alguno de los completos free tour en Marruecos. Son la mejor forma de descubrir las ciudades y sus medinas.
Las Medinas de Marruecos que no te puedes perder
Todas las ciudades importantes de Marruecos cuentan con una medina más o menos grande, más o menos atractiva. De entre todas ellas yo os voy a hablar de las que conozco y que me parecen una visita a tener en cuenta al visitar territorio marroquí.
Tetuán, una de las medinas más auténticas de Marruecos
La que fue capital del Protectorado Español en Marruecos es una de las ciudades más bonitas y auténticas del país. Por ahora no llegan a ella tantos visitantes como a otras ciudades marroquíes, lo que hace que su medina se conserve esa realidad que en otras ciudades va desapareciendo en favor de los negocios turísticos.
La medina es uno de los lugares destacados que ver en Tetuán. Desde la muralla que la rodea a sus puertas, plazas y calles con escales que suben hasta la kasbah, el corazón de esta ciudad no puede ser más atractivo. Sus calles principales están salpicadas de puestos de comida, de panaderías tradicionales, de fuentes, de elaboradas puertas y de pequeños arcos que comunican con estrechas calles que en algunos casos llevan hasta el exterior de la medina.
Son cinco los barrios de esta ciudad antigua. Entre ellos no falta el barrio judío, con sinagoga incluida. En ella, al igual que en otros edificios destacados de Tetuán, se han colocado carteles en árabe y español con datos sobre cada lugar. Desde escuelas coránicas a palacios e incluso algún hamman.
Si queréis alojaros en la Medina de Tetuán durante vuestra estancia en la ciudad, os recomiendo estos riads: Riad El Manantial (en una de las estrechas calles del barrio más elegante de la medina), Riad Dar Hanae (tiene una terraza con tumbonas perfectas para un rato de relax en el corazón histórico de la ciudad) o El Reducto (su patio es solamente el anuncio de las elegantes y cuidadas habitaciones a disposición de huéspedes).
Casablanca y sus dos medinas
La ciudad más grande de Marruecos tiene una peculiaridad: tiene dos medinas. Una de ellas, la más antigua, es uno de los lugares que ver en Casablanca si quieres acercarte a la vida de la gente sencilla de la ciudad, esos que cada día salen a la calle para vender en su puesto o tienda y la de esos otros que recorren las calles de la medina en busca de lo que necesitan, ya sean libros, comida o ropa.
La segunda de las medinas está en el Quartier Habous. La construyeron los franceses hace un siglo y es uno de los lugares más turísticos de Casablanca. Aquí se mezclan los edificios coloniales con las construcciones de estilo marroquí. En las calles principales están las tiendas de ropa, perfumes y recuerdos. Tras ellas, lugares tan pintorescos como el souk de las aceitunas o esas calles con arcos y grandes puertas en las que parece que el tiempo se hubiera detenido.
Si queréis conocer las medinas, la cultura y la historia de la ciudad, os recomiendo reservar el free tour Casablanca entre tradición y modernidad.
Medina de Marrakech, la más turística
Esta medina está rodeada de varias murallas y es sin duda la parte más visitada de Marrakech. En su interior se encuentra la Koutoubia, el minarete de la gran mezquita de la ciudad, rodeado de jardines y que fue modelo para la sevillana Giralda.
También rodeada por los muros de la muralla están el Palacio de la Bahía, la Madraza de Ben Youssef y las fascinante Plaza Djemma el Fna. Alrededores de esta plaza hay cafés y restaurantes con terraza desde lo que disfrutar de la mejor vista de la plaza y de lo que pasa en ella.
La de Marrakech es una de las medinas de Marruecos más turísticas por lo que en muchas de las calles de sus zocos los puestos y tiendas tradicionales han sido sustituidos por otras en las que los visitantes pueden comprar todo tipo de recuerdos, desde dulces a imanes, telas o preciosos objetos de madera. Merece la pena callejear un poco más allá de todos ellos en busca de esa parte de la medina en la que la vida sigue siendo la real, la de la gente de la ciudad.
Medina de Fez, la más laberíntica de Marruecos
El corazón histórico de esta ciudad es Fez El-Bali, una medina del siglo VIII que esconde un laberinto de 9.000 callejones salpicado de pequeñas plazas con fuentes adornadas con azulejos de colores, mercados que a más de uno le pueden causar cierto rechazo ante las cabezas de cabello colgadas en los puestos y magníficos ejemplos de arquitectura.
Al igual que en el resto del país, las mezquitas de Marruecos no se pueden visitar (salvo la Mezquita Hassan II en Casablanca). Pero si se puede curiosear desde las calles de Fez el interior de algunas. Lo que si puede visitar es la Madrasa de Bou Inania. Y por supuesto un lugar que atrae a los viajeros del mismo modo que los espanta con su olor: la curtiduría Chouara.
Para descubrir a fondo esta medina, lo mejor es reservar el free tour por Fez de 3 horas en español. Si queréis algo más completo os puede interesar hacer la visita guiada privada por Fez + tour panorámico de 6 horas.
Si tienes en mente pernoctar en Fez, te recomiendo elegir un riad cerca de la medina o en su interior. Yo me alojé en el Riad Dar Córdoba y me pareció por su decoración, ubicación, atención y limpieza una opción a tener en cuenta.
Meknes, la medina olvidada
Digo olvidada porque no son muchos los que se animan a conocer una de las ciudades y medinas más bonitas de Marruecos. Estando tan cerca de Fez (solamente 65 kilómetros separan ambas ciudades) pocos viajeros se animan a hacer una excursión para visitar Meknes, una ciudad que desde 1996 es también Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Meknes fue antigua lugar de poder y prueba de ello es el palacio de Moulay Ismaïl en el que destaca su monumental puerta. Rodeada por huertos y olivares, esta ciudad conserva una medina tradicional. Aquí el viajero no se siente agobiado por los insistentes vendedores ni por los “guías” voluntarios que abundan en Fez o Marrakech.
Si queréis conocer esta ciudad, podéis reservar la excursión de un día a Volubilis y Meknes desde Fez. Una estupenda opción que os permitirá visitar en un solo día la ciudad de Moulay Ismaïl y el yacimiento romano más importante de Marruecos.
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Rabat, la medina de la capital marroquí
A pesar de ser una de las ciudades más bonitas de Marruecos y formar parte de la lista de lugares Patrimonio Mundial de la UNESCO, Rabat sigue siendo otra de las grandes olvidadas por quienes visitan el país. Algo que juega a su favor a la hora de mantener esa esencia que otras ciudades han ido perdiendo, sobre todo en sus medinas.
La medina de la capital alauita es sin duda uno de los lugares más destacados que ver en Rabat. Su muralla la separa de la parte más moderna de la ciudad. Dentro de esos muros aún se pueden percibir lo que eran barrios residenciales de las clases acomodadas de otros como el barrio judío (mellah).
Son varias las calles que merece especialmente recorrer es la que es una de las medinas más bonitas de Marruecos. Una de ellas es la Rue Souika, la más comercial de la parte antigua de Rabat. Otra, la Rue Bouqroune, conocida por sus puestos de frutas y verduras. La última que os recomiendo es la Rue Consuls con sus tiendas de artesanía y recuerdos, más turísticas pero no menos atractiva.
Essaouira y su muralla junto al Atlántico
Es imposible no caer rendido a la belleza de Essaouira. Su medina es Patrimonio Mundial y sin ninguna duda, una de las más bellas del país. Rodeada por una muralla que termina al borde del océano, las calles de la ciudad antigua encierran barrios tranquilos y residenciales. Otros con calles especialmente comerciales. Tampoco falta el inconfundible barrio judío, con sus angostas calles y una sinagoga desde cuyas ventanas se ve el azul del Atlántico. Pocas medinas de Marruecos pueden presumir de una ubicación tan privilegiada.
La kasbah está integrada en la medina siendo uno de los lugares que ver en Essaouira que poco a poco va siendo tomado por comercios orientados al turista. Desde galerías de arte a tiendas de artesanía y restaurantes. Siendo una de las ciudades más bonitas de Marruecos, con playa, buen ambiente y mucho sol, los viajeros llegan a ella durante todo el año.
Chefchaouen, la más colorida de las medinas de Marruecos
Conocida como la perla azul, para muchos esta ciudad tiene una de las medinas más bonitas de Marruecos. Sus calles peatonales se han ido transformando en los últimos años gracias al esfuerzo de los vecinos. Animados por la llegada de turistas atraídos por los lugares pintados de azul que ver en Chefchaouen, la gente de la ciudad ha convertido las calles, escaleras y plazas en lugares especialmente fotogénicos.
Sombreros, cuadros, cestos de naranjas, cortinas y alfombras forman decorados listos para posar en ello. Eso sí, hacerlo no es gratuito. Aunque la calle es de todos, aquellos vecinos que cada día se encargan de decorarla piden a cambio de 5 dirhams (unos 0,5 €). Creo que se lo ganan, pero cada uno es libre de decidir si pagar o no por esas fotos. También hay otras calles preciosas sin artificios, sencillamente paredes y puertas azules creando un rincón especial.