En el norte de Rumanía, cerca de las fronteras con Ucrania y Moldavi,a se pueden visitar dos de las regiones más bellas del país. Son Bucovina y Maramures, la primera famosa por sus monasterios pintados. La segunda, por sus iglesias de madera. A mi me sorprendió mucho el norte del país. Con su montañas, sus riachuelos, sus pueblos pequeños escondidos entre colinas y un estilo de vida marcadamente rural. Creo que sin duda son lugares que ver en Rumanía.
En este artículo os voy a llevar hasta los lugares que ver en Maramures. Probablemente la región más tradicional de Rumanía. Allí se pueden encontrar mujeres vestidas con las típicas blusas bordadas y pañuelos cubriendo sus cabezas. Muchos hombres llevan la cabeza cubierta con el clop, un sombrero de uso habitual en Maramures. Y no es raro pasar una casa en cuya puerta un árbol aparece cubierto con cacerolas: indica que allí hay una muchacha en edad casadera.
Es Maramures tierra de leyendas, de cuentos con fantasmas, de campesinos que saludan amables a los pocos turistas que se animan a recorrer su tierra. Porque si algo no es sencillo es Rumanía es llegar hasta aquí. O tienes un coche o mejor vete olvidando de descubrir los tesoros que encierra esta región del noroeste de Rumanía.
Índice del artículo
Cómo llegar a Maramures en Rumanía
Ya os decía arriba que llegar a Maramures y poder recorrer su territorio salpicado de iglesias de madera, pueblos anclados en el pasado y paisajes de ensueño es complicado a no ser se alquile un coche. Realmente llegar no es tan difícil pues se puede volar (desde Bucarest) o llegar en tren y autobuses a Baia Mare, la capital de la región. Lo difícil es ir de un lugar a otro. Algunos se animan a hacer rutas en bicicleta (las carreteras no son malas y lo mejor es que hay poco tráfico), pero aunque las distancias no son muy largas serían necesarios varios días para ver todos los puntos de interés.
En nuestro caso, como hicimos el viaje en coche (lo alquilamos a través de Auto Europe), teníamos resuelto el problema del transporte. Nuestra ruta por Maramures la dividimos en dos jornadas. La primera, la de llegada desde Bucovina. Un camino largo y tortuoso pero tan bello que solamente daban ganas de parar para disfrutar de las vistas, de los pueblos y de los arroyos que íbamos encontrando en nuestro camino.
Nuestro itinerario por Rumanía nos llevó ese primer día hasta Sapanta. Desde allí seguimos conociendo Maramures en una ruta hasta Baia Mare, ciudad desde la que abandonamos la región para seguir viaje al sur, de regreso a Transilvania antes de finalizar nuestro viaje a Rumanía.
Os puedo decir que en general las carreteras para llegar a Maramures son buenas. Muchas se están arreglando. E incluso en la propia región norteña las carreteras son más que aceptables. El problema en general puede estar en la forma de conducir de los rumanos y en que hay tantas montañas que la curvas son una constante en el recorrido.
Qué ver en Maramures
Para mi, solamente por el ondulante paisaje y esos pueblos de madera en los que el humo flota hacia el cielo desde cada chimenea, merece la pena animarse a conocer la parte menos turística de Rumanía. Pero si además os digo que aquí las protagonistas son un puñado de iglesias de madera que forman parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO, un cementerio alegre y puertas de madera llenas de simbología entenderéis porque os quiero hablar de Maramures y animaros a llegar hasta allí si pensáis viajar a Rumanía.
Nosotros dedicamos prácticamente dos días a recorrer Maramures. Es tiempo suficiente para conocer su principales iglesias y cementerios. Pasear por algún pueblo e incluso por su capital. Pero yo os confieso que me hubiera quedado allí un día o dos más. Sin más planes que pasear por el campo o salir a buscar manzanas. Allí se duerme bien, la gente es más amable que en otras partes de Rumanía y uno siente que está en un lugar anclado en el pasado donde lo valores son los de antes. Aquellos en los que la tierra y la familia eran el epicentro de la vida.
Os voy a contar que ver en Maramures siguiendo nuestra ruta. Os hablaré de los lugares que visitamos. No de todos, porque hicimos alguna parada en alguno de esos pueblos pequeños que nos llamaron la atención por una puerta, una calle o una pequeña iglesia y no sé cuales eran sus nombres.
De modo que aunque viajéis a esta parte de Rumanía en busca de sus iglesias, pueblos y cementerios más famosos, daos el gusto de parar de vez en cuando en algún lugar “sin nombre”. Veréis como agradecéis alejaros de las rutas tradicionales paseando por un pueblo con señoras sonrientes que te hablan como si todo el mundo entendiera rumano.
Información general sobre las iglesias de Maramures
Las iglesias de madera de Maramures comenzaron a construirse en el siglo XIV. La razón fue que los rumanos ortodoxos tenían prohibido, por parte de los gobernantes húngaros, edificar iglesias de piedra. En todas ellas destacan sus altos campanarios, el tono oscuro que ha adquirido la madera y esos interiores alegres decorados con alfombras de colores, cuadros, iconos y hasta fotografías. Al contrario que otras iglesias, la decoración de éstas hace que resulten muy acogedoras.
Otra de las características generales en todas las iglesias de madera de Maramures es que siempre están rodeadas de un cementerio. Más o menos grande, pero siempre lleno de plantas, árboles, velas y flores.
El horario de apertura de las iglesias de Maramures varía. Incluso muchas las puedes encontrar cerradas. Pero tranquilos, siempre habrá un número de teléfono en la puerta que indique a quien llamar para que acudan a abrir la puerta. Si en algún caso tengo un horario concreto os lo pondré junto al resto de información de cada iglesia.
En cuanto al precio, todas las iglesias que forman parte del Patrimonio de la UNESCO cobran entrada, en general 5 lei, aproximadamente 1 euro. Intentad llevad billetes pequeños porque puede que no tengan cambio. Algunas permiten hacer fotografías en su interior previo pago de una tasa.
Iglesias que ver en Maramures
Nosotros dedicamos dos días a conocer algunas de las iglesias más importantes que ver en Maramures. Aquí podéis conocer cada una de ellas y a lo mejor, seguir nuestra ruta.
Iglesia de Ieud
Este fue el primer pueblo en el que paramos. Allí pudimos visitar una de las 8 iglesias Patrimonio Mundial de la UNESCO que hay en Maramures. En este pueblo hay que prestar atención, pues hay dos iglesias. Todas tienen puesto el nombre en la puerta. En Ieud tenéis que localizar la Biserica Nasterea Maicii Domnului. No es complicado encontrarla pues está en la calle principal del pueblo. Tiene una pequeña zona de aparcamiento justo en la puerta.
Ésta fue la primera iglesia que visitamos en Maramures y lo primero que nos llamó la atención es que estaba rodeada de un vistoso cementerio. Flores y cruces rodeaban la preciosa e imponente iglesia de madera de abeto. Bonita sobre todo por lo singular. Imponente por la alta torre que la corona. La iglesia data del siglo XVII y se cree que es una de las más antiguas de Maramures. En su interior se encontró el códice de Ieud. Está considerado el más antiguo manuscrito en rumano.
Nos sorprendió mucho su interior. Vistas tantas iglesias ortodoxas en Rumanía y también en un viaje a Bulgaria un par de años antes, parecía imposible que las iglesias de madera de Maramures lo hicieran. Pero pudieron. Su exterior ya es llamativo. Pero su interior sigue siendo reflejo del mundo rural en el que se levantaron estas iglesias. Iconos pintados sobre madera, alfombras cubriendo suelo y paredes forman parte de la decoración de esta iglesia en la que destaca en el nartex de la iglesia una pintura del juicio final en el que se puede ver como queman a los pecadores.
La iglesias de Ieud cierra los lunes. El resto de días abre de 10:00 a 13:00 horas y de 14:00 a 16 horas.
Iglesia de Poienile Izei
Desde Ieud pusimos rumbo a Poienile Izei. La distancia entre ambos pueblos es de 18 kilómetros. Pero la ubicación de uno y otro es muy diferente. Al igual que la de sus iglesias. Si la de Ieud la encontramos enseguida, para dar con la este segundo pueblo tuvimos que atravesar toda la población para dar con una colina sobre la que vimos la bella iglesia de madera Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Rodeada de un cementerio cubierto de hierba que nos llegaba por encima de los tobillos, la ubicación de esta iglesias es fabulosa. Desde allí se ve todo el pueblo y se respira paz. Enfrente se ve otra iglesia ortodoxa con las mismas torres que las famosas iglesias de madera de Maramures. Pero en este caso, con varias torres y pintada de blanco. Bonita, pero nada que ver con la singularidad que ha hecho famosas las iglesias de esta región de Rumanía.
En cuanto a a iglesia que habíamos ido a ver, su nombre es Biserica Cuvioasa Paraschiva. La encontramos cerrada y en su puerta un cartel con un número de teléfono. No quedaba otra que llamar. Sabiendo que me iban a hablar en rumano, solo se me ocurrió decir “biserica, va rog” (iglesia, por favor) y a los cinco minutos llegó una mujer con la gran llave que abría la iglesia. También del siglo XVII lo más destacado de su interior son las pinturas que ilustran como debe ser el infierno. Y no tiene muy buena pinta, la verdad.
El precio de entrada a esta iglesia es 4 lei. El horario de lunes a sábado de 9 a 13 horas y de 14 a 16 horas. Los domingos solo de 13 a 16 horas.
Monasterio de Barsana
Para llegar a nuestro siguiente destino elegimos la ruta más larga (25 kilómetros) pero que también era la más rápida. Íbamos a visitar el Monasterio de Barsana. En su interior hay una estilizada iglesia sobre la que encontré distintas informaciones. Unas dicen que fue construida en 1720 y que el monasterio al que perteneció inicialmente la iglesia cerró sus puertas en 1791. Pocos años después, en 1806, la gente de la localidad decidió trasladar la iglesia a su ubicación actual para formar parte del nuevo monasterio.
En otros lugares leí que esta iglesia de madera de Maramures se construyó en 1990. Pero como no estoy segura, os dejó ambos datos. Y si alguien averigua que es lo correcto agradezco que me lo diga.
Dicen de esta iglesia que es una de las más bonitas que ver en Maramures. Con una base de piedra y levantada con troncos de roble, su torre no es tan alta como la de otras iglesias de la región. Pero a pesar de ello resulta muy estilizada. Su interior se divide en dos niveles, uno a pie de calle y otro al que se accede por una doble escalera. En su interior grandes frescos de influencia barroca decoran paredes y techos.
Pero lo más bonito del monasterio es el conjunto. Esos jardines cuidados y cuajados de flores forman junto al resto de edificios, como la casa episcopal, un precioso conjunto.
Sapanta y el cementerio alegre de Rumanía
El final de nuestra ruta en ese primer día en busca de la iglesias de madera de Maramures fue Sapanta. Allí hay un monasterio y por supuesto una de esas estilizadas iglesias que han hecho famosa a esta región rumana. Pero nuestro objetivo no eran esos lugares. Lo que nosotros queríamos ver era el Cementerio Alegre de Sapanta. ¿Un cementerio alegre? ¿Seguro? Bueno, ese nombre recibe, y si no fuera porque al final hay gente que va allí a llorar a sus seres queridos, el cementerio sería alegre de verdad.
Aquí no hay lápidas de mármol. En su lugar, las tumbas están cubiertas por pequeños jardines llenos de flores. Y en vez de colocar Cristos crucificados en cada tumba, aquí se colocan cruces pintadas de alegres colores. En ellas se tallan escenas de la vida del finado. Y también se escriben textos en los que se relata algún acontecimiento especial o como falleció. Sin duda es un lugar curioso que merece la pena visitarse en esta población muy cercana a la frontera con Ucrania.
Tras pasar nuestra primera noche en Maramures salimos de nuestra pensión para comenzar la ruta de ese segundo día en busca de las más destacadas iglesias de madera de Maramures. Pero en ruta no pudimos dejar de desviarnos en alguna ocasión para acabar contemplando prados o recorriendo pueblos con iglesias nada famosas pero también llenas de encanto.
No podíamos demorarnos mucho porque aunque las distancias en esta región rumana no son largas y las carreteras en general no están en mal estado, lo cierto es que son tortuosas y atraviesan uno tras otro pequeños pueblos en los que no queda más remedio que circular a paso de tortuga.
Iglesia de Desesti
Este segundo día, la primera de las iglesias Patrimonio Mundial de la UNESCO que visitamos fue la de Desesti, a 40 kilómetros de Sapanta. Esta iglesia se levanto en 1770. Una de sus características es, como en los templos que visitamos el día anterior, el tejado doble.
Esta iglesia tiene una de las ubicaciones más agradables entre las iglesias de Maramures. En lo alto del pueblo, rodeado de casas tradicionales, una gran valla de madera rodea el recinto del cementerio y de la iglesia, que se encuentra en el centro del mismo.
Un bosque da sombra a las tumbas diseminadas por la ligera ladera que lleva hasta la entrada de la iglesia. En la puerta de ésta un cartel anuncia las horas de los servicios religiosos y el teléfono al que llamar para que acudan a abrir la puerta. Aunque parece casi imposible ver la silueta de la iglesia al completo con tantos árboles, hacia la parte de su ábside hay un pequeño claro que permite ver un poco mejor este templo.
Hay una historia sobre la iglesia de Desesti que cuenta que tras ser incendiada por los tártaros en 1717 la gente del pueblo buscó una nueva ubicación para levanta el templo. Fueron colocando la piedra del altar en diferentes lugares y siempre se caía. Hasta que la pusieron en el lugar que ocupa hoy y se mantuvo en pie.
Iglesia de Budesti
El pueblo es un lugar bucólico con muchas casas que lucen esas puertas talladas que también han dado fama a Maramures.
La iglesia de madera de Budesti (Sfantul Nicolae) no me pareció tan estilizada como las que había visto el día anterior. La razón es que la torre del campanario solo mide 26 metros de altura, la mitad que algunas otras de las iglesias de madera de Maramures. Sin embargo, el campanario tiene un elemento singular: alrededor de la torrecilla principal hay otras cuatro de menor tamaño.
El nombre de esta iglesia es Josani, no confundir con otra que hay en la misma población. En el interior de esta iglesia construida en el siglo XVII hay una pintura del siglo XVIII, la más apreciada del templo, que representa el Juicio Final.
Iglesia de Surdesti
La última de las iglesias de madera de Maramures que visitamos antes de poner rumbo a Baia Mare fue la de Surdesti. Bueno, en realidad fue la penúltima. Pero la última no la vamos a contar, porque fue la de Plopis y la encontramos en obras (cubierta de andamios y en restauración hasta marzo de 2021). Estas dos iglesias están muy cerca una de la otra, a solo cinco minutos en coche. Surdesti por su parte está a 25 kilómetros de Budesti.
Dicen que estas iglesias son muy parecidas. Nosotros solo pudimos sorprendernos con la de Surdesti, dedicada a los arcángeles Miguel y Gabriel. Su torre de 72 metros convierte a esta iglesia en una de las más espectaculares de que ver en Maramures y en uno de los templos de madera más altos del mundo.
Bajo ella hay un gran parking y una pequeña oficina de información. Cuando se llega al lugar hay que acercarse a ese punto para pagar la entrada y que te abran la puerta de la iglesia cuyo interior, desde las paredes al techo, está cubierto de pinturas. En el exterior cuenta con un pequeño y cuidado pórtico abierto, un elemento que no habíamos visto en ninguna de la otras iglesias de Maramures.
Baia Mare, capital de Maramures
Al final de la tarde y después de haber desestimado la idea de visitar Rogoz, la última de las iglesias de las 8 iglesias de madera de Maramures que forman parte del Patrimonio de la UNESCO, llegamos a Baia Mare, capital de esta región del norte de Rumanía. No teníamos ninguna expectativa con esta ciudad. Solamente pensábamos encontrar una ciudad como tantas otras dominadas por los bloques socialistas levantados tras la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo para nuestra sorpresa descubrimos un cuidado y agradable centro histórico. Con la gran Piata Libertatii como centro neurálgico, las calles del centro son agradables para dar un paseo.
En la plaza, de uso peatonal, destacan los rehabilitados edificios de colores del siglo XVI, modernos bares y restaurantes, así como la gótica Torre de Esteban y la iglesias ortodoxa y católica, una a poca distancia de la otra y cada una con la fachada pintada de un delicado color pastel. Baia Mare también cuenta con varios museos y un mercado rodeado por lo que queda de las antiguas murallas de Baia Mare.
Dónde dormir en Maramures
Nosotros pasamos dos noches en Maramures. La primera en Sapanta. Allí nos alojamos en Plai cu Peri, una pensión desde cuyas ventanas se puede ver el Monasterio de Sapanta. Es un establecimiento nuevo, a las afueras del pueblo. Además de unas agradable y cómodas habitaciones de madera con baño privado, ofrecen el desayuno y tienen un buen restaurante con terraza al aire libre en el que comer o cenar. El precio por noche ronda los 40 euros con el desayuno incluido.
El personal no habla inglés, solo rumano, ruso, italiano y ucraniano. Pero son amables y hacen lo necesario para que la comunicación sea fluida.
La segunda noche la hicimos en Baia Mare. En un sencillo B&B regentado por Camelia, una joven rumana que habla perfectamente español y que regenta con mucho mimo su negocio. Es sencillo aparcar cerca de Camelia’s Cozy Place. La parte mala es que no hay ascensor hasta las habitaciones.
Pero eso se compensa en cuanto entras en las grandes y luminosas habitaciones de un blanco radiante con pequeños detalles de color. Todo está impoluto y el desayuno te lo lleva a la habitación a la hora que le digas, en una bandeja en la que no falta ni una rosa fresca. Por menos de 30 euros la habitación es un opción más que recomendable.
Espero que con toda esta información te animes a conocer Maramures. Una de las regiones más fascinantes y bellas de Rumanía, de esos lugares a los que aún no ha llegado el turismo de masas.
14 comentarios
¡Hola Kris! He disfrutado mucho de mi tarde libre leyendo este artículo y conociendo un poco más esta región de Rumanía. La verdad es que tenía oida la región de Maramures pero no sabía exactamente qué encontrar en ella. Me encantan las iglesias de madera, que precisamente me llevaron a mi viaje al sur de Polonia, similares en cierto modo. Está genial que el acceso sea fácil por carretera, aún siendo una zona tan rural, ya que hacer viajes con coche es lo que más nos gusta, para improvisar… En fin, que me ha encantado conocer esta región al norte de Rumanía, Maramures, y todos sus atractivos.
Hola Luz. Me alegra mucho haberte descubierto este singular rincón de Europa del que tampoco es sencillo encontrar mucha información. A ver si puedes ir en algún momento y mis datos te sirven de ayuda para conocer un poquito esta zona de Rumanía.
Buenas Cris,
Qué penilla me dio no conocer esta parte de Rumania. Por lo que cuentas moverse en transporte público sigue siendo complicado.
Nosotros llegamos a Baia Mare pero no conseguimos ir al cementerio de Sapanta ni siquiera en taxi…Nadie quería ir, una cosa de lo más curiosa.
Tarde o temprano volveremos a Rumania, así que me quedo con tu post para no perderme ninguna iglesia.
¡No sabía lo de los árboles con cacerolas! A mí muchas mujeres me recordaban a las abuelas gallegas 😉
Abrazo.
Supongo que poco a poco Maramures irá mejorando la comunicación entre pueblos, pero la verdad es que en el fondo puede que sean conscientes de lo que puede suponer que los turistas tomen sus pueblos, se les acabaría la paz en la que viven. ¿Igual es que prefieren mantenerse como están siendo una de las regiones más rurales de Europa?
Nunca había oído hablar de las iglesias de madera de Maramures, y me he enamorado. Así que hacer una ruta en coche, con lo que a mi me gusta comer kilómetros, está ahora en uno de mis futuros planes (en esa lista tan larga que tengo). Que diferentes son a lo que he visto hasta ahora y los cementerios también se diferencian bastante, sobre todo el “alegre” de Sapanta, que también me ha gustado mucho. Y aunque no deje de ser triste como bien dices, más vale ir a uno así que a uno todo gris, ¿verdad? ¡Muy buen recorrido Cris!
La verdad es que en Maramures está todo cerca, por lo que recorrer la región en coche es una maravilla. En cuanto al cementerio, bueno, creo que el que va allí tampoco va a ser muy consciente de lo que le rodea, ¿no te parece? 😉
En todos los viajes te dejas algo. Y en Rumanía, Maramures fue lo que debimos desechar por falta de tiempo. Otros lugares también, pero sobretodo Maramures me dolió en el alma. Esta arquitectura rural de madera me tiene enamorado! Espero poder regresar a este país para visitar tanto los monasterios e iglesias de Maramures como este curioso cementerio alegre de Sapanta.
A mi me costó cuadrar la ruta por Rumanía, pero al final conseguí encajar en ella el 95% de lo que quería ver en ese país.
¡Hola Kris!
¡Qué bonito post! Me encanta descubrir lugares nuevos y diferentes, y de verdad que Rumanía es una mina para ellos! Además, como comentas, con poco turismo. Para estas cosas es hasta positivo que no sea muy fácil llegar… Que los campesinos de la zona sean aún “vírgenes” y les siga dando curiosidad ver a turistas es un punto que hace aún más interesante la zona.
Fíjate, que un par de veces hemos echado un vistazo a Rumanía para ir, pero de todos los sitios que nos enseñas solo conocía el cementerio alegre de Sapanta… De las iglesias de madera ni había escuchado hablar, ¡y son una auténtica maravilla! Baia Mare parece también una ciudad muy cuca para pasar medio día.
El monasterio de Barsana me ha recordado un poco, más que nada por su estilo, al parque de Kolomenskoye en Moscú.
Pregunta: ¿Cuántos días recomendarías para hacer un buen road trip que cubriese tanto lo más turístico como sitios menos conocidos (como Maramures)?
¡Un beso!
Rumanía es un destino muy muy atractivo y yo diría que como mínimo hacen falta diez/doce días para recorrer no solo Transilvania. Con esos días bien organizados se puede conocer también Bucovina y Maramures, y así llevarse una idea un poco más amplia de este bonito país. ¡¡Un abrazo!!
Desde hace unos meses, la frecuencia de vuelos desde Málaga a Rumanía ha aumentado considerablemente. Y lo cierto es que los precios suelen ser baratos y en más de una ocasión hemos descartado comprarlos por falta de conocimiento sobre el país… 😅
Sin embargo, leyendo tu post sobre Maramures, nos damos cuenta de que éste puede ser un destino estupendo para el tipo de viajes en coche de alquiler que estamos haciendo últimamente, donde lo que buscamos principalmente son lugares tranquilos, con poco turismo y en los que lo primordial sea el descanso y las visitas pausadas. Maramures parece reunir estas características.
Por otro lado, nos ha llamado la atención que los árboles se cubran con cacerolas para indicar que hay una muchacha en edad casadera… Qué forma más curiosa de buscar pareja, jeje. 😂
Saludos.
Rumanía es un destino que merece la pena y mucho. Tienes tanto que ver y es tan complicado llegar a muchos sitios que recorrer el país en coche sin duda es una gran idea 🙂
Hola Cris, me acabo de leer los diarios de Rumanía y Bulgaria. Tenemos pensado el año que viene hacer 15 días pero los dos paises juntos. A ver qué quito para que me pueda cuadrar…
Muy buenos los dos relatos!!! Enhorabuena!!
Pues ya sabes, ¡¡¡a buscar lo mejor de cada país!!! 🙂