Empezaba un nuevo día en Sri Lanka, el de nuestra visita a Sigiriya. Este lugar era uno de los pocos que yo conocía de este país antes de comenzar a preparar el viaje, por ello sin duda era uno de los momentos más esperados. Aún a fecha de hoy no está claro si la famosa y peculiar roca fue un palacio o un monasterio, pero de un modo u otro es igual de bella e impactante. Jardines, estanques o ruinas son algunas de las cosas que el viajero puede ver durante el tiempo que pase conociendo el lugar. Pero de entre todo ello yo tenía especial interés en contemplar a las Damas de Sigiriya de cerca.
Las Damas de Sigiriya
Había visto a estas mujeres en documentales, postales y libros, pero tenía la sensación de que verlas de cerca sería especial, una de esas cosas que la cercanía mejora. Para llegar al lugar donde están pintadas hay que cruzar los jardines y subir escaleras, además de esperar pacientemente junto a las largas filas de turistas que esperan acercarse a las damas. Nosotros esperamos pero antes de darnos cuenta estábamos entregando nuestras entradas y subiendo por la estrecha escalera de caracol que te lleva a la parte de la roca donde ellas esperan pacientes ser admiradas por cientos de ojos cada día.
Llegamos arriba y allí estaban las damas de Sigiriya, una tras otra, llenas de color y de indiferencia. Rostros exóticos y torsos descubiertos, bandejas de frutas en sus manos, joyas en sus cuerpos… Son mucho más bellas de cerca de lo que nadie pueda pensar, da igual que fueran cortesanas o apsaras, por ellas no ha pasado el tiempo, siguen jóvenes y bellas, siguen ofreciendo a dioses y a hombres su presencia y elegancia.
No son muchos metros los que se recorren para poder ver las damas de Sigiriya, cierto que las primeras están mejor conservadas pero todas se merecen su momento de gloria, todas esperan que lleguemos a ellas y nos fijemos en los detalles de sus tocados y los colores de sus faldas. No hay que visitarlas con prisa, han esperado mucho tiempo para que cada uno de nosotros estemos frente a ellas intentado adivinar si se dirigían a una fiesta o a un templo…
Caminamos de un lado al otro por el estrecho pasillo, casi nadie llega al final, la mayoría de los que pasan por allí suben por una escalera hacen unas fotos rápidas y bajan por la otra escalera. No saben que se están perdiendo a alguna damas más vergonzosas que se esconden un poco más allá del lugar por el que ellos pasan. Unas damas que cuando estás frente a ellas te sonríen, puede que agradecidas de ser también motivo de admiración.
Sentía que no me quería marchar, no me cansaba de ir y venir, en ningún momento nadie me instó a abandonar el lugar y si lo llegaron a hacer yo estaba tan ajena a todo excepto a las Damas de Sigiriya que no me di cuenta. Volvía a pasar una y otra vez delante de ellas para descubrir un detalle nuevo, ya fuera el color de unos ojos claros o un precioso collar que me encantaría poder lucir.
Desde los graciosos y delicadas movimientos de sus manos hasta el modo en el que alguna entorna los ojos, estas damas destilan elegancia y saber estar. Pocas mujeres podrían estar desnudas cada día ante tantos desconocidos y no intentar tapar sus pechos en algún momento. Cierto que son pinturas, pero algunas parecen tan vivas y reales que dan la sensación de querer traspasar el espacio que les ofrece la pared sobre la que alguien les hizo permanecer eternamente.
Pero llega un momento en el que hay que marcharse, hay que seguir descubriendo lugares y aunque estas damas sean sin duda una de las cosas que más me han fascinado en la antigua Ceilán, no podía quedarme allí. Si alguno piensa visitarlas, espero que disfrute de ese momento, que les dedique a todas las Damas de Sigiriya el tiempo, el respeto y la admiración que merecen. Yo creo sin duda que son uno de los lugares que ver en Sri Lanka. Y por favor, dales recuerdos de mi parte.
4 comentarios
Uno de mis lugares favoritos en Sri Lanka. Una maravilla las damas y una preciosidad las vistas desde la cima. Bien vale la pena la subida!
Para mi también Sigiriya es de los lugares más singulares de Sri Lanka, y estas damas me parecieron de lo más especial y bello. Un abrazo.
¡Muy buenas!
Nos ha encantado tu entrada, hemos podido descubrir cosas nuevas sobre este lugar que desconocíamos. Muchas gracias por compartir esta información con nosotros.
Un abrazo 😉
Fue una visita muy especial para mi, no se si llego a transmitir lo que sentí estando allí, pero me alegra que os haya gustado. Un abrazo