Ni tan siquiera una hora hace falta para llegar desde Seúl a Suwon. Casi se podría decir que Suwon es uno de los lugares que ver en Seúl por la cercanía entre ambos lugares. Estando en la capital coreana hubiera sido una pena no dedicar un día de nuestro viaje a Corea del Sur para visitar esta atractiva ciudad con una buena lista de lugares que merecen ser visitados.
El monumento más importante de Suwon es su Fortaleza Hwaseong, reconstruida en 1975 y Patrimonio de la Humanidad desde 1997. Construida a finales del periodo de la dinastía Joseon, dentro de sus muros se pueden conocer palacios, templos y arroyos que formaron parte de la vida de quienes habitaron ese lugar.
Nosotros llegamos desde la capital de Corea del Sur a Suwon en metro.Tuvimos la suerte que la parada de metro que había en la puerta de nuestro hotel, el Best Western Premier Kukdo, estaba en la misma linea que sin hacer tan siquiera un trasbordo nos llevaría hasta nuestro destino. Viajamos bajo tierra, vimos el río Hahgang desde lo alto de un puente y dejamos atrás Seúl contemplando como altos edificios iban dejando paso a otros de menor altura y pequeñas casas. Un viaje entretenido en el que preguntamos varias veces a otros viajeros si realmente íbamos bien, y es que era tan sencillo que me parecía imposible no haberme confundido.
Una vez en Suwon nos entregaron un plano en la Oficina de Turismo que hay junto a las estaciones de metro y tren. Nos indicaron también que podíamos caminar hasta el comienzo de la fortaleza o bien esperar un autobús que nos llevará hasta allí. Pero como no teníamos muy claro cuando tardaría ese autobús y no nos apetecía mucho caminar con el calor que hacía, decidimos que lo mejor era coger un taxi y así ganar tiempo. Al fin y al cabo, el tiempo cuando se viaja es oro.
El taxi nos dejó en Paldalmun, una de las puertas de la Fortaleza Hwaseong de Suwon. Desde allí fuimos caminando para recorrer algunos de los lugares más interesantes de la ciudad.
Índice del artículo
Suwón: visita a la Fortaleza Hwaseong
Paldalmun
Es la puerta sur de la Fortaleza Hwaseong, conserva su aspecto original y la única que ya no forma parte de la muralla. Esto se debe a que antes de realizarse la reconstrucción que se llevó a cabo, la puerta ya estaba rodeada por la ciudad y se encontraba en el centro de una zona comercial.
Actualmente a su alrededor sigue habiendo un animado mercado tradicional en el que merece la pena detenerse unos minutos. En cuanto a Paldalmun hay que conformarse con verla en la distancia y rodeada de tráfico, pero no hay duda de que continúa siendo tan impresionante como cuando fue construida a finales del siglo XVIII.
A poca distancia de esta puerta la Oficina de Turismo de Paldalmun y a ella nos acercamos para comprar las entradas. Pero… sorpresa. El día de nuestra visita, como nos estaba pasando en muchos otros lugares de Corea del Sur, el acceso era gratuito. Ya no sabemos si era por el día del niño (5 de mayo) o por la inminente celebración del cumpleaños de Buda. El caso es que nos estábamos ahorrando unos miles de wones durante el viaje.
Torre de la campana de Suwon
Con nuestro plano en la mano nos adentramos en la Fortaleza Hwaseong y decidimos que dado el tamaño del lugar centraríamos nuestra visita en el lado oeste. La referencia a tener en cuenta sería el arroyo Suwoncheon que divide en dos el interior de la fortaleza. Avanzamos hacia el norte y llegamos a la Torre de la Campana.
En nuestros viajes a Japón y China habíamos visto en ciudades o templos distintas torres de este tipo. Tradicionalmente existe una torre de la campana y otra del tambor; la primera se utilizaba para anunciar el amanecer, la segunda al caer la noche.
La función de la Torre de la Campana de Suwon no la tenemos clara, pero suponemos que sería algo similar. Hoy en día el pabellón se encuentra en una tranquila plaza y parece ser el lugar elegido por los coreanos para sentarse a charlar con amigos y conocidos. Cerca de este lugar está la Chicken Street, una calle famosas por vender distintos platos de pollo a precios económicos. Nosotros nos acercamos a verla, pero era temprano y todo estaba aún cerrado.
Hwahongmun
Caminando junto al arroyo de Suwon llegamos a una de las puertas más pintorescas de la ciudad. Construida sobre el arroyo que atraviesa la Fortaleza Hwaseong, en la parte inferior tiene 7 compuertas de pequeño tamaño por las que pasa el agua, mientras que en la parte superior se eleva un bonita estructura pintada en los tradicionales colores rojo y negro. Este lugar está considerado uno de los 8 paisajes más espléndidos de la ciudad, y sin duda es uno de los puntos más singulares en el interior de la fortaleza. Además desde esta puerta se puede distinguir parte de la muralla que se eleva sobre una suave colina hacia el este.
Janganmun
Dejamos atrás el arroyo para caminar sobre la muralla hacia otra de la puertas de Suwon, Janganmun. Esta entrada a la fortaleza Hwaseong está en el norte de la misma y fue la que utilizaron los reyes cuando entraron en la ciudad en su viaje desde Hanyang. Es la mayor de la ciudad, y como referencia, contaros que es aún más grande que la puerta Namdaemun de Seúl.
Al llegar a la puerta por la parte alta pudimos ver el interior de la estructura del edificio con dos tejados y apreciar algunos detalles de la construcción o de la decoración de las pinturas. Pero no veíamos la puerta, así que bajamos las empinadas escaleras que nos llevaron al nivel del calle. De este modo vimos que hoy en día esta puerta sigue siendo un acceso abierto entre la ciudad moderna de Suwon y el interior de la fortaleza más importante de Corea del Sur.
Hwaseomun
Volvimos a lo alto de la muralla para llegar a la puerta oeste de la fortaleza. Mucho más sencilla y pequeña que la anterior, Hwaseomun está construida en piedra y tiene un pabellón cubierto en cuyo interior también se puede entrar.
A partir de este punto los muros de la Hwaseong empiezan a elevarse hacia la colina que hay en el oeste de la ciudad. Habíamos caminado solo por parte de los más de 5 kilómetros que forman los muros de la Fortaleza Hwaseong, por una parte nos apetecía continuar sobre ellos. Pero hacia calor, nosotros nos entretenemos muchos en cada lugar que visitamos, aún quedaba visitar el templo y el palacio… Decidimos que esa parte nos la íbamos a saltar para evitar tener que pasar el resto del día corriendo. Así que aquí dejamos atrás puertas y murallas para dirigirnos al interior de la fortaleza en busca de otros lugares que visitar.
Palacio Hwaseong Haenggung de Suwon
Caminando hacia el palacio de Suwon pasamos delante del santuario real de la fortaleza pero no encontramos modo de entrar en él (más adelante os cuento como finalmente accedimos a su interior). Llegamos a la amplia plaza, un extraño espacio abierto sin mucho encanto al fondo del cual se abrían las puertas del palacio de los Joseon. Basta pasar las puertas para dejar fuera el siglo XXI y retroceder en el tiempo más de 100 años. Los guardias de palacio visten los trajes tradicionales de la guardia real Joseon, los distintos pabellones del complejo se mantienen tal y como eran cuando se construyeron. Solo hay que coger un plano del lugar en las taquillas y tener ganas de caminar para no dejar ningún rincón sin explorar.
En el nombre del palacio encontramos la palabra Haenggung que significa “refugio en donde el rey descansaba”. Y eso era este palacio, el mayor de los lugares de retiro de los reyes de las dinastía Joseon. Este lugar también es conocido por haberse celebrado una espléndida fiesta con motivo del 60 cumpleaños de la madre del rey Jeongjo. Deambulando por el interior del palacio se puede ver el pabellón donde tuvo lugar ese banquete, el Nangnamheon; hay que acercarse hasta Bongsudang, el edificio principal del complejo palaciego; o entretenerse curioseando el interior de muchos edificios en los que se han hecho reconstrucciones de como era la vida cuando la corte estaba aquí.
Hay patios ocupados por esas típicas vasijas para conservar la comida y puertas que llevan de un espacio a otro, de las zonas de las mujeres a los edificios principales, a lo que eran las cocinas o las estancias de los soldados. Es un lugar que a nosotros nos encantó y que pudimos visitar prácticamente solos aunque como en otros lugares de Corea también nos encontramos a grupos de chicas vestidas con el hanbok, el traje tradicional coreano.
Santuario Hwaryeongjeon
Este es el santuario que os contaba que no habíamos podido visitar en nuestro paseo hacia el palacio de Suwon. Pero no nos quedamos con ganas de verlo ya que estando dentro del palacio, al llegar a los edificios construidos al norte del mismo, vimos ante nosotros un gran espacio diáfano, y al fondo, una puerta.
Mirando el plano todo parecía indicar que esa puerta debía llevar al santuario, así que anduvimos hacia allí y efectivamente, ahí estaba el santuario que utilizaron los reyes Joseon. Construido en madera y con el mismo estilo que los pabellones del palacio, este santuario sin embargo resulta sobrio, y es que aquí nada está pintado con esos brillantes colores que decoran palacios y templos coreanos.
Gongbang en Suwon
Llegados a este punto había llegado el momento de un merecido descanso. Poco más íbamos a hacer ya en Suwon, así que de camino hacia la puerta Paldamun paramos a tomar una cerveza y picar algo en una terracita de la atractiva Gongbang, una calle llena de pequeñas tiendas de artistas. En esta parte de la ciudad y unas calles más arriba las paredes lucen pintadas con atractivos motivos, todo está reluciente, han convertido esta parte de lo antaño formó parte de la Fortaleza Hwaseong en un moderno y atractivo entramado de calles donde parar a comer algo o buscar un peculiar recuerdo de Suwon.
Bastión Namchi
Ya cerca de la puerta Paldalmun vimos un acceso que llevaba hacia la parte alta de la muralla. Teníamos claro que no íbamos a subir mucho, pero estando allí pensamos que quizás subiendo un pequeño tramo de esas empinadas escaleras pudiéramos ver la ciudad desde las alturas. Y acertamos. Justo en el punto en el que se encuentra el bastión Namchi, uno de los muchos que hay a lo largo de los 5 kilómetros de muralla, las vistas de la ciudad son geniales e incluso se puede ver la puerta Paldalmun. Toda la parte nueva de Suwon parecía estar a nuestros pies.
Hasta aquí nuestra visita a Suwon. Volvimos a coger un taxi que en pocos minutos nos dejó en la estación de metro para volver a Seúl. Habíamos pasado un gran día y creemos que conocer esta ciudad con su fortaleza es algo que merece la pena hacer al viajar a Corea del Sur.
Información práctica sobre la Fortaleza Hwaseong y Suwon
- Para llegar de Seúl a Suwon la forma más sencilla y económica es hacerlo en metro. La línea 1 une ambas ciudades, pero hay que prestar atención al subirse al tren. Esta línea se bifurca en dos en la estación Guro, por lo que si se sube en la línea 1 antes de esa estación o se hace trasbordo en Guro hay que cerciorarse que el tren va hacia Sinchang, el final del tramo de la línea 1 que pasa por Suwon.
- Se puede caminar desde la estación hasta la Fortaleza Hwaseong o subir a un autobús. Nosotros elegimos sin embargo tomar un taxi hasta Paldalmun, la puerta sur de la fortaleza. El precio por trayecto fue de 4000 wones.
- El interior de la fortaleza está abierto 24 horas, sin embargo tanto la muralla como el palacio tienen horario de apertura:
- Abierto de 9 a 18 horas en verano (en invierno cierran una hora antes).
- Precio de la entrada: 1000 wones adultos, 700 wones jóvenes, 500 wones niños (no os puedo indicar nada sobre este tema porque el día de nuestra visita todo estaba abierto y el acceso era libre a todos los lugares de interés).
- Los domingos entre abril y octubre se celebra todos los días el cambio de guardia en la puerta principal del palacio a las 14:00 horas.
- Se puede contratar servicio de guía, pero solo en coreano, inglés o japonés.
- Para quienes quieran recorrer la fortaleza pero no tengan ganas de caminar existe la opción de subir a un tren con cabeza de dragón: el Hwaseong Train. Funciona entre las 10 de la mañana y las seis de la tarde (desde las 11 en invierno) y parte desde la Oficina de Turismo de Yeonmudae para llegar a Paldalsan, en la parte posterior del palacio. El recorrido se puede hacer en uno u otro sentido y el precio es de 1500 wones. No funciona ni los lunes ni los días de lluvia o nieve.
8 comentarios
Cuanto color en tus fotos, lo que debe ser visitar ese lugar! Una preciosidad.
Si lo es Andrea, un lugar que como os digo merece la pena.
Se ve un lugar muy hermoso aunque no parece para nada una fortaleza. No al menos al concepto de fortaleza al que estamos acostumbrados en Europa. Igual se debe a la transformación que habrá tenido con el paso de los años pero diríamos que es más un parque o un lugar de esparcimiento ¿no?
¡Saludos!
Cierto que nosotros por fortaleza igual nos imaginamos una especie de castillo con un foso y un puente levadizo… La de Suwon es una ciudad que estaba amurallada y dentro de la cual había palacios, templos y viviendas. Algo así como Ávila, que al fin y al cabo no dejaba de ser una ciudad fortificada 😉
Que bonito! y cuanta historia encierra este lugar. La visita me ha encantado. Saludos
Es un lugar muy interesante. Totalmente recomendable.
Se ve hermoso, me encanto tu explicacion. Estamos pensando en viajar en marzo, pedo quiero un consejo es mejor comprar paquetes de viaje incluido todo y los tours o por la misma cuenta de uno llegando alla ir a los lugares turistico, y quiero saves cuando es 1000 wons en dolares.
Hola Mariluz.
Cómo hacerlo depende un poco de tus gustos a la hora de viajar. Nosotros lo hicimos todo por libre, pero si te da más confianza contratar un paquete es sin duda también una buen opción.
Sobre el cambio ahora mismo no te puedo decir, yo suelo consultar cuando necesito alguna página de cambio de divisas.
Un saludo y cualquier duda ya sabes cómo localizarme.