Kek Lok Si, el templo budista más grande de Malasia

Dicen que Kek Lok Si es el templo budista más grande de Malasia. E incluso hay quien afirma que no hay otra mayor en todo el Sudeste asiático. Sea cierto o no, de lo que no hay duda es de que este templo en la Colina de las Grullas es uno de los mayores atractivos de la isla.

Su construcción se inicio en 1890 y se demoró 20 años. Yo diría que más, pues actualmente el templo sigue siendo objeto de obras, ampliaciones y distintas reformas. Las obras de Kek Lok Si fueron financiadas por la comunidad china-malaya, y es un punto de referencias para esa comunidad. Su nombre también quiere decir Templo de la Felicidad Suprema. Algo que no debe extrañar ya que tiene el feng shui perfecto para un templo. Algo que le convierte en un lugar perfecto en el que los monjes se retiran a meditar.

Este templo en sus orígenes también fue visitado por nobles, como el emperador manchú Guangxu. Y los emperadores Kuang Si y Cixi de China. Todos quedaron impresionados por el templo, tanto como ofrecer importantes regalos.

Visitar el templo Kek Lok Si

Nosotros dedicamos una mañana entera a conocer el Templo Kek Lok Si. Siempre digo que nosotros de viajar lento. Dedicamos siempre más tiempo del normal a cualquier lugar que visitamos. Pero no nos importa. Disfrutamos paseando, descubriendo rincones o haciendo fotos. Alguien que se de más prisa al recorrer un lugar es posible que en un par de horas pueda ver todo el templo. En nuestro caso tuvimos que decir basta en un momento y regresar a Penang. Esa noche nos íbamos a Singapur y aún nos quedaban cosas que ver en George Town.

Cómo llegar a Kek Lok Si

Este templo está en en Ayer Itam, una localidad a 8 kilómetros de George Town. La forma más sencilla y cómoda sin duda es un taxi. Si eliges este medio de transporte te quitaras la subida cuesta arriba hacia la entrada del templo. Puedes pedir que te deje junto a la entrada principal y luego bajar caminando de nuevo hasta la calle.

El autobús también es una buena idea. Y mucho más económica. Puedes ir en los autobuses 201, 203, 204, 206 y 306. Nosotros elegimos el 204 pues fue el primero que llego a la estación de autobuses. El precio del billete es de 2 MYR. Al comprarlo le preguntamos al conductor por la parada en Kek Lok Si y dijo que nos avisaría. El trayecto dura entre 20 y 30 minutos, depende del tráfico. Cuando te acercas al templo ya se le ve en la distancia. Nosotros nos bajamos en una curva, cuando el conductor nos dijo que era allí. Luego descubrimos que aquello no era una parada, solo el lugar más cercano para empezar la subida al templo.

Desde ese lugar en el que te deja el autobús hay que seguir las indicaciones. Y comenzar el ascenso hacia el templo siguiendo unas escaleras rodeadas de tiendas de recuerdos. La subida se hace pesada porque todo está cubierto y no corre el aire. Hace demasiado calor y solo piensas en llegar al final.

Para regresar a George Town no teníamos claro el lugar donde coger el autobús. Solamente sabíamos que debía ir en dirección contrario. Preguntamos en algunas tiendas y a alguna persona por la calle. Al final nos indicaron que había que caminar por la misma calle de la bajada del templo. Seguimos de frente y delante de un templo hindú encontramos la parada del autobús 203. Es cabecera de línea, solo hay que esperar a que el vehículo arranque para subir, pagar y emprender el viaje.

Horario de Kek Lok Si

El templo abre todos los días de 7 de la mañana a 9 de la tarde. El acceso a casi todos los edificios es gratuito. Excepto a la pagoda: entrar cuesta 2 MYR. Subir hasta la estatua de Kuan Yin, la Diosa de la Misericordia, se puede hacer a pie siguiendo la carrera. O bien en un funicular cuyo precio es de 5 MYR por trayecto.

Qué ver en Kek Lok Si

El templo se divide en tres zonas que se elevan por la montaña. Todas son accesibles a pie, pero para llegar a lo más alta se necesita algo de tiempo.

Zona inferior

Aquí estarían esas escaleras que antes nombré y sus innumerables puestos de recuerdos. También es ese nivel está el jardín y el estanque de las tortugas. Este estanque es conocido como el estanque de la liberación. Fue construido porque según la tradición china, las tortugas simbolizan longevidad y liberar una de ellas es un símbolo de la liberación espiritual. Cuando nosotros visitamos Kek Lok Si, toda esa zona esta en obras. Aún así pudimos acercarnos hasta el estanque que cruzan algunos puentes. Vimos multitud de tortugas que viven allí y que pasan el día tomando el sol, nadando y comiendo.

Zona media

La parte media del templo es en la que están la mayor parte de los edificios de Kek Lok Si y algunos jardines. El primero de los edificios que vimos es uno de los más grandes del complejo. Es el más cercano a la entrada y al que acuden los budistas a orar o realizar su peticiones.

Su amplio interior aloja tres imágenes de Buda de gran tamaño, mientras que las paredes están completamente cubiertas de pequeños budas dorados. En el exterior los omnipresentes cuencos para el incienso. Dentro suena una delicada música que te envuelve. Para acceder hay que dejar fuera los zapatos. Y nada mejor que sentir el frescor del suelo bajo los pies. Es un lugar de oración, de modo que hay que ser discreto, ver y oír sin ser visto ni escuchado.

Al dejar este pabellón continuamos hacia un jardín con una estrecha y alta pagoda. Lo cruzamos y llegamos a una bifurcación. Por un lado se llegaba a otra sala de oración y por el otro a un jardín. Nos fuimos hacia este último y accedimos a él por la típica puerta redonda de tantos templos chinos. Una vez dentro descubrimos que el jardín estaba muy cuidado y rodeado por un muro. Todo él estaba decorado con figuras de Buda y varias puertas se abrían a terrazas con vistas fabulosas.

En el centro de este jardín hay un edificio de tres plantas. La inferior no es más que una tienda. Pero subiendo por las escaleras laterales se llega a una sala con un gran Buda que fue donado por el rey Bhumibol de Tailandia. Las vistas desde la terraza que rodea esta planta son preciosas, con todos los tejados de los edificios del templo elevándose montaña arriba.

Dejando atrás este jardín entramos a otra sala de oración tras la cual había más tiendas de recuerdos llenas de Budas de todos los tamaños. Nos dirigimos a la izquierda y encontramos dentro de otra gran tienda el acceso al funicular que llevaba montaña arriba. Nos explicaron que lo mejor era subir con ese transporte y bajar caminando. Entonces nos dimos cuenta que nos faltaba por ver la pagoda de ocho pisos. Decidimos ir primero a la pagoda, y dependiendo del tiempo, subir o no a la montaña.

La Pagoda de los Diez Mil Budas

Es la construcción más destacada de Kek Lok Si y uno de los símbolos de Penang. Fue edificada entre entre 1915 y 1927, siendo su nombre oficial Pagoda de Rama VI. Este nombre es un homenaje al monarca tailandés, ya que fue él quien colocó la primera piedra de la pagoda. Esta construcción es singular ya que tiene una planta octogonal china. Un nivel medio de estilo tailandés. Y una corona birmana en lo más alto. En un solo edificio se han fusionando los símbolos del budismo Mahayana y del budismo Theravada.

La pagoda está rodeada de un amplio jardín decorado con estatuas de tortugas de distintos tamaños. Desde dicho jardín se accede al interior se la pagoda. Allí nos esperan decena de Budas, ya sean pintados, decorando azulejos en un bonitas esculturas en cada nivel de edificio. Se puede llegar por la escalera hasta el nivel más alto. Cuando llegas a una planta cuesta ver por donde continúa la escalera, pero siempre está allí, animando al visitante a subir a lo más alto para disfrutar de unas magníficas vistas.

Parte alta de Kek Lok Si

Finalmente y por una cuestión de tiempo decidimos no subir hasta lo más alto del templo. No vimos por tanto de cerca la estatua de Kuan Yin dominando el templo desde las alturas. Ni tampoco otros monasterios ni construcciones que hay cerca. Aún así, y aunque fuera en la distancia pudimos distinguir la gran escultura de la Diosa de la Misericordia. Mide algo más de 36 metros y actualmente se está terminando de decorar un pabellón construido para cubrir la estatua sin encerrarla en el interior.

Y esto es todo. O al menos todo lo que nosotros vimos en Kek Lok Si. Una visita más que recomendable si estás en Penang. No tendrás que invertir ni mucho tiempo ni dinero en hacerla y seguro que te llevas un buen recuerdo.