Aunque el 80% de la población lituana es católica romana, uno podría pensar que son más de un pequeño porcentaje los católicos ortodoxos del país al recorrer Vilnius y encontrarse con muchas iglesias ortodoxas que lucen esas cúpulas que las diferencian de otros templos. Este elemento arquitectónico se heredó del Imperio bizantino, adquiriendo un simbolismo particular: la cúpula coronada con la cruz simboliza la conexión entre la tierra y los cielos.
El número de cúpulas de una iglesia también tiene también un simbolismo especial. Una cúpula simboliza a Cristo; dos representan las dos naturalezas del Hijo de Dios; tres, la Santísima Trinidad; cinco, Cristo con los cuatro evangelistas; siete, los siete sacramentos; nueve, la jerarquía celestial; y trece, Cristo con los doce apóstoles. Como podréis ver, hay que ir contando cúpulas para interpretar el significado.
En cuanto al interior de las iglesias ortodoxas, estas se dividen en tres partes: anteiglesia, parte central y presbiterio. Las dos primeras partes que he nombrado actualmente no existen como tales y aparecen unidas en una espacio común dentro del templo. Si es cierto que antiguamente lo que era la anteiglesia estaba destinada a los que no habían sido bautizados, mientras que los que si lo estaban tenían su espacio en la parte central, más cerca del altar. Hoy en día esta zona central sigue siendo la más solemne, estando los puestos de velas, libros religiosos e iconos en lo que sería esa anteiglesia.
En las paredes hay muchos iconos, lo que hace a la iglesia ortodoxa tan distinta de la católica. Delante de cada icono está encendida una lamparilla, y muchas imágenes también tienen grandes candeleros en los que los fieles ponen las velas cuando rezan al santo que representa ese icono. En las iglesias ortodoxas no hay bancos porque durante el oficio se permanece en pie. Sin embargo, a lo largo de las paredes suele haber asientos para los ancianos y enfermos que no pueden permanecer levantados durante toda la ceremonia.
La parte más importante de la iglesia es el presbiterio, lugar en el que se sitúa el altar y siempre está en la parte este del templo. A él solo pueden acceder los clérigos, mientras los fieles varones entran allí solo durante el bautismo, y las mujeres, nunca.
El lugar situado tras el presbiterio se denomina “el lugar celestial” y es el sitio más sagrado de todo el templo. Ahí se coloca un gran candelabro de siete brazos y una cruz. El presbiterio está separado del resto del templo por el iconostasio, un tabique con filas de iconos que simbólicamente separa el cielo y la tierra. Sin embargo, una parte del presbiterio queda delante del iconostasio. Es una elevación en el centro de la cual está el púlpito.
En el iconostasio hay tres puertas siendo la central la más importante y a través de ella puede pasar solo el sacerdote durante el servicio. En la puerta están pintados los cuatro evangelistas y la Anunciación, y sobre la puerta se representa la Última Cena. Otras dos puertas, en las que están pintados los arcángeles, las usan diáconos y otros clérigos. El iconostasio completo tiene cinco filas de iconos, aunque las iglesia pequeñas pueden tener tres o incluso solo uno.
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Iglesias ortodoxas de Vilnius
Y ahora que tenemos un poco claro como son las iglesias ortodoxas, os invito a descubrir las que se cruzaron en mi camino mientras conocía Vilnius.
Iglesia ortodoxa del Espíritu Santo
Este templo está ubicado muy cerca de la Puerta del Alba, en el corazón del casco antiguo de VIlnius. Se la distingue por su estructura con cúpulas rosas y es la principal iglesia ortodoxa rusa de Lituania. Rodeada por un discreto jardín su entrada principal está alejada varios metros de la calle y su interior tiene todos los elementos que he mencionado antes, desde los iconos a las múltiples lámparas con velas. Es muy llamativa la urna a los pies del altar donde reposan los restos de tres mártires del s.XVl, con pequeños pies calzados en pequeñas zapatillas, así como los preciosos colores que iluminan paredes y techos.
Iglesia ortodoxa de San Nicolás
Si uno continúa caminando por la artería principal de casco antiguo de Vilnius y pasa la Plaza del Ayuntamiento se encontrará con otra de la iglesias ortodoxas de la ciudad. Se encuentra en el mismo lugar en el que desde hace siglos ha habido un templo dedicado a San Nicolás, pero lo que empezó siendo una pequeña iglesia de madera sufrió varias transformaciones, hasta que tras un incendio en 1740 se reconstruyó con el aspecto barroco que luce hoy en día. Estuvo desacralizada y cerrada temporalmente durante el control soviético de la ciudad, pero actualmente está abierta de nuevo para le culto ortodoxo.
Iglesia ortodoxa de Paraskeva
Siguiendo por la ruta de las calles Ausros Vartu, Didzioji y Pilies uno encuentra otra iglesia de culto ortodoxo. Es apenas una capilla ante la que cada día se instala un mercado de artesanía. Es otro de esos templos que estuvo cerrado durante el periodo soviético y a principios del s.XVIII, Pedro el Grande bautizó a un esclavo negro africano de nueve años de nombre Hannibal, que más tarde se convertiría en el General Mayor Abram Petrovich Hannibal, bisabuelo del poeta ruso Alexander Pushkin. Cosas curiosas…
Iglesia ortodoxa de la Madre de Dios
Para visitar esta iglesia hay que alejarse un poco del centro del casco antiguo de Vilnius y dirigirse hacia el barrio bohemio de Uzupis. Allí, antes de cruzar el río Vilnia, uno se encuentra con la gran mole blanca del templo, el cual en este caso no tiene las típicas cúpulas, si no que luce unas cubiertas puntiagudas. Su interior es una preciosidad con su magnífico iconostasio y paredes llenas de iconos por todas partes. Como curiosidad contar que uno de ellos, el de la Santa Madre de Dios, fue traído a Vilnius por el Zar Alejandro II, que también aportó fondos para su reconstrucción.
Iglesia ortodoxa de la Aparición de la Santísima Virgen
Si uno recorre toda la avenida Gedimino verá al otro lado del río Neris las altas cúpulas negras que anuncian la presencia de otra de las iglesias ortodoxas de la ciudad, la de la Aparición de la Santísima Virgen. Basta cruzar el puente sobre el río para estar junto al templo, pero como ocurre con tantas iglesias de Vilnius no siempre encontrará uno las puertas abiertas.
Estas son las iglesias ortodoxas que nosotros conocimos en nuestro viaje a Vilnius. ¿Has estado en la capital de Lituania y descubierto alguna otra de estas llamativas iglesias?