Triavna es una de las ciudades búlgaras más bonitas y turísticas. Pasear por su casco antiguo de calles empedradas es una delicia, sobre todo cuando llega la tarde y muchos de los visitantes abandonan la ciudad. Cuando comencé a preparar nuestro itinerario por el Bulgaria tenía claro que pasaríamos una noche en esta ciudad, pero después de ver distancias y recorrido decidí que bien merecía la pena ir más relajados y disfrutar con calma de Triavna y de lo que parecía ofrecer. Así que finalmente pasamos dos noches en ella, busqué opciones de alojamiento y finalmente me decidí por el Hotel Compliment. Me convencieron varias cosas para elegir este pequeño hotel, entre ellas los buenos comentarios de otros clientes, la ubicación y el buen aspecto de las instalaciones en cada foto que veía. Así que a través de Booking reserve esas dos noches que pasaríamos en el Hotel Compliment.
El día de nuestra llegada nos perdimos por esas carreteras de Bulgaria y llegamos de noche a Triavna. Lo bueno fue que una vez en la ciudad no tardamos nada en encontrar el hotel gracias a la señalización. Nos indicaron que toda la zona era de aparcamiento libre y que no tendríamos ningún problema con el coche a no ser que entráramos con él en la zona peatonal, la cual comenzaba a apenas 10 metros de la entrada del Hotel Compliment.
Nada más entrar la sensación fue buena, todo se veía moderno y lleno de color, en la planta baja encontramos la recepción, el bar y una zona de estar. Enseguida nos atendieron con amabilidad y nos explicaron que el desayuno (incluido en el precio) no se daba en el hotel, había que salir y caminar unos 50 metros hasta un restaurante en el que con unos bonos podríamos desayunar. Finalizado el check in subimos a nuestra habitación ubicada en un primer piso sin ascensor. Para nosotros no tuvo importancia ese detalle, pero siempre es algo a tener en cuenta.
Nuestra habitación en el Hotel Compliment nos encantó, es de esas que en las en cuanto entras te siente cómodo. Era amplia, con dos camas, escritorio, un armario de buen tamaño y un baño también grande con ducha ¡¡¡y mampara!!!. Esto último es un detalle que hay que tener en cuenta cuando se viaja por Bulgaria pues muchos hoteles no cuentan ni tan siquiera con una cortina que proteja el baño del agua cuando te estás duchando. La habitación también tenía una pequeña terraza perfecta para salir a disfrutar de la tranquilidad de Triavna al caer la noche. Lo cierto es que esa noche no encontramos un pero a la habitación, sin embargo al día siguiente, cuando regresamos al hotel a descansar un rato a las tres de la tarde aún no habían limpiado la habitación… Avisamos y por supuesto que la arreglaron aunque no tan minuciosamente como cabría esperar.
Equipamiento de la habitación
- Caja fuerte
- Aire acondicionado
- Nevera
- Amenities
- Agua mineral de cortesía
- Wi-fi gratuito
Lo mejor del Hotel Compliment
- Ubicación, a pocos metros de la plaza de Triavna y de los lugares de interés de la ciudad así como de restaurantes.
- Poder aparcar prácticamente en la puerta.
- Decoración, moderna y funcional.
- Camas muy cómodas y con ropa de cama de buena calidad.
- Limpieza (aunque el segundo día estuvo un poco feo lo de olvidarse de limpiarla)
- La amplitud, contar con espacio siempre en un extra que se agradece.
- La tranquilidad, se puede dormir con la ventana abierta sin escuchar un ruido en toda la noche.
- Iluminación, era genial. Tenía todos los puntos de luz que uno podía necesitar.
- Que la ducha tuviera mampara.
- El precio: dos noches con desayuno nos costaron 82 €. Y se puede pagar con tarjeta de crédito.
Lo que menos me gustó del Hotel Compliment
- No tienen aislamiento lumínico, en cuanto amanece la habitación se inunda de luz.
- Tener que salir del hotel para desayunar, sobre todo cuando en el restaurante eran bastante antipáticos.
HOTEL COMPLIMENT : 30A, P. R. Slaveykov Str., Triavna (Bulgaria)
hotelcompliment.com