Estoi y la Villa Romana de Milreu

Si visitas el Algarve y quieres conocer algo más de esta región que sus playas, te recomiendo que en tu ruta incluyas una excursión a Estoi, un precioso pueblo del interior. Es una escapada perfecta a incluir entre los lugares que ver en Faro, la capital del Algarve.

Estoi se encuentra a tan solo 12 kilómetros de Faro. Si se cuenta con vehículo propio se puede hacer una ruta por algunos pueblos de interior, incluyendo por supuesto este del que ahora hablamos y continuando hacia Loulé y terminando el recorrido, si se tienen tiempo, con una visita a Querença.

Aquellos que estén en Faro y quieran visitar Estoi en transporte público, también podrán hacerlo. Hay una autobús que une ambas localidades en un viaje que dura poco más de media hora y que comienza en la estación de autobuses de la capital algarviana.

Qué ver en Estoi

Sin ninguna duda, yo incluyo Estoi entre los lugares que ver en el Algarve. Es un lugar que a pesar de su cercanía a algunas de las mejores playas del Algarve, es bastante desconocido. Son pocos los que han oído hablar del lugar, y eso hace que en sus calles se respire cierta tranquilidad y sea posible pasear con ellas en determinados momentos sin encontrar más visitantes.

Nosotros conocimos esta localidad en el verano de 2020, ese verano en el que el Covid-19 cambió muchos planes viajeros. Es probable que por ello muchos de los lugares que conocimos en nuestro viaje al Algarve lo encontráramos casi vacíos. Algo genial por un lado, por ese que te hace sentir que estás descubriendo algo. Pero ver tantos comercios cerrados resulta bastante triste, principalmente por lo que ese cierre supone para la economía de tantas personas.

Estoi es pequeño, solamente hay que aparcar (en el caso de llegar a este pueblo en coche o moto) y recorrer la localidad a pie. Es un pueblo agradable, pintoresco. Los gatos dormitan en las puertas de las casas y si uno va un poco atento a lo que rodea encontrará singulares objetos decorando las calles, como un rincón en el que viejos urinarios se han convertido en maceteros.

Un paseo por esta localidad lleva a conocer su iglesia, tan blanca como todas las que vimos en el Algarve. O subir y bajar tranquilas calles empedradas. se puede vagar sin rumbo, aunque no hay que dejar de conocer los tres lugares de los que a continuación os voy a hablar.

Palacio de Estoi

El edificio más notable que ver en Estoi es su palacio. Se trata del único palacio rococó en el Algarve. A ello hay que sumarle los jardines de estilo francés. Un conjunto que hace de la visita a este lugar algo único en el sur portugués. El artífice de que este palacio esté de Estoi fue Francisco Carvalhal e Vasconcelos. Tras la muerte de su padre, heredó el terreno en el que quiso construir un palacio que se pareciera a otro bello palacio portugués, el de Queluz.

El palacio de Estoi se levantó a finales del siglo XVIII y en él se celebraron grandes fiestas durante la invasión napoleónica de la Península. Cuando los franceses marcharon, el palacio fue perdiendo su esplendor hasta que a finales del siglo XIX lo adquirió José Francisco da Silva, oriundo de Estoi. Este hombre empleó gran parte de su fortuna en recuperar el edificio, siendo de nuevo inaugurado en 1909.

Actualmente el palacio forma parte de la red Pousadas portuguesas, algo así como los Paradores en España. Ha sido restaurado manteniendo gran cantidad de elementos originales. Aunque como os digo, actualmente es un hotel, se permite el acceso a visitantes tanto a los jardines como a determinados espacios del interior. Nosotros nos quedamos con ganas de ver estos últimos, ya que por razones de protocolo sanitario debido a la pandemia, no se permitía el acceso a quien no estuviera alojado o tuviera una reserva para el restaurante. Por supuesto, en cualquier momento del año este establecimiento es perfecto para pasar un par de noches alojados del mundanal ruido. Si os animáis, en el siguiente enlace encontraréis toda la información y precios: Pousada Palacio de Estoi.

Jardines del Palacio

Aunque no se pueda entrar en el palacio, los jardines están abiertos. No fuimos capaces de saber el horario de apertura de estos últimos, pero en el caso de no poder entrar en ellos desde el hotel, hay que dar un paseo por el pueblo para llegar a las puertas de acceso directo al jardín. Para ello hay que caminar hacia la derecha del hotel y en la primera calle, Largo Ossonoba, continuar hacia la derecha. Merece la pena desviarse por Rua da Bica para ver los antiguos lavaderos de Estoi decorados con azulejos.

Una vez vistos los lavaderos, se retrocede unos pasos para girar a la derecha por Rua E. João M. P. Cabral y caminar por esa calle hasta encontrar, a la derecha, la peatonal y escalonada Rua Barroca. Al final de la misma está la primera de las puertas que dan acceso a los jardines.

Al entrar en los jardines uno se siente dentro de un laberinto en el que las palmeras y los naranjos  conviven con esculturas, balaustradas y típicos azulejos portugueses. Un conjunto tan ecléctico como atractivo.

Villa Romana de Milreu

A un kilómetro del centro de Estoi se encuentra la Villa Romana de Milreu. Se puede llegar a ella caminando por el arcén de la carretera (siempre con precaución) o bien en coche. Hay una zona de aparcamiento gratuito para los visitantes. La entrada a este recinto arqueológico es de pago (2 €) con algunos descuentos para visitantes discapacitados, mayores de 65 años o grupos.

La Villa Romana de Milreu es uno de los lugares que Turismo del Algarve marca como de visita imprescindible. Y no es para menos, pues este recinto arqueológico nos lleva hasta los tiempos en los que la Península Ibérica era parte de Imperio Romano. Aquí no vamos a encontrar esos grandes edificios públicos que se pueden ver en las algunas de las ciudades romanas en España. Milreu es una casa romana construida en una gran zona agrícola, una villa habitada por familias de alto estatus social y político.

Parece ser que este lugar comenzó a construirse en el siglo I, estando habitado de forma continuada hasta el siglo XI. A lo largo de ese tiempo se fueron levantando nuevas construcciones alrededor de lo que era la vivienda original. Fue en el siglo XIX cuando se descubrió este yacimiento que ver en Estoi. Desde entonces, los trabajos han ido sacando a la luz la estructura de la casa, en la que hoy se pueden distinguir las diferentes estancias: el atrio, las termas, el triclinium. En el peristilo aún se conservan 22 de las columnas que lo rodeaban, algo que permite hacerse idea del tamaño de esta gran villa romana.

A la derecha de la villa se puede ver el templo que se edificó en el siglo IV y que estaba dedicado al culto familiar privado. Con el paso de los siglos, el templo pasó a ser iglesia cristina, y más tarde, mezquita. Es en la base de este templo donde aún se puede ver uno de los elementos más atractivos de Milreu: sus mosaicos. Estos mosaicos, con motivos marinos, también se encuentran en los suelos del atrio y en una de las bañeras de las termas.

En todo este conjunto hay una construcción blanca, una típica casa algarviana, que fue levantada sobre las antiguas estancias de la villa. Se puede visitar su interior, como también se puede acceder, en el moderno edificio de la entrada al recinto arqueológico, al museo en el que paneles y escultural acercan a la historia de este rincón romano de Portugal.

Como veis, hay tres buenas razones para visitar Estoi, una de esas localidades pintorescas y con historia que hacen que el Algarve sea mucho más que playa.