Era un domingo de invierno, de esos en los que el cielo tiene un azul especial y no hay rastro de nubes. Decidimos salir, pero no teníamos un destino pensado. De modo que entré en Google y busqué castillos cerca de nuestra casa. Vivimos al sur de Madrid y en el mapa aparecieron un buen puñado de ellos. Todos en la provincia de Toledo. Señalamos tres un poco al azar, cogimos el coche y salimos en busca de esos lugares. El primero fue el Castillo de San Silvestre, después nos dirigimos a Maqueda. Y por último pusimos rumbo a Escalona.
Lo vimos todo en una mañana, fría pero luminosa. Parece que pocos tuvieron la idea ese día de salir en busca de castillos porque pudimos disfrutar con mucha tranquilidad.
Hoy os voy a hablar de Escalona, del pueblo y de su castillo. De ese río Alberche que presume de playa y de la historia de esta localidad toledana que comparte nombre con otro pueblo a muchos kilómetros, nada menos que en Huesca.
Índice del artículo
Dónde está Escalona
Ya os decía que Escalona pertenece a la provincia de Toledo. Se encuentra a poco más de 50 kilómetros de la capital de la provincia, a 80 de Ávila y a 95 de la capital española. Cómo veréis, esta localidad puede ser una buena escapada desde Madrid. No tienes los palacios o jardines que ver en Aranjuez o El Escorial, pero tampoco recibe tantos turistas, por lo que la visita será muchos más tranquila
Talavera de la Reina, una de las más conocidas localidades toledanas está a sólo 56 kilómetros de Escalona, por lo que se puede aprovechar y visitar ambos lugares en un fin de semana por las tierras castellanas de Toledo.
Cómo llegar a Escalona (Toledo)
La forma más cómoda y sencilla de llegar a Escalona es el coche. Con él no se depende de horarios ni rutas que alargan el camino. El viaje hasta nuestra casa (recordad que antes de llegar a Escalona habíamos hecho otras dos paradas en castillos de Toledo) duró menos de una hora. Vivimos al sur de la provincia de Madrid y para llegar tuvimos que volver sobre nuestros pasos hasta Maqueda y desde allí, directos por la A5 a nuestro nido.
Si no contáis con transporte propio y queréis visitar Escalona podréis llegar hasta allí en autobús:
- Desde Madrid los Autobuses CEVESA salen de la Estación sur. Podéis consultar horarios en este teléfono: 900 901 789.
- Si estáis en Toledo podéis llegar a Escalona con loa Autocares Toletum desde la estación de autobuses de la ciudad.
- En Talavera de la Reina, los autobuses hacia Escalona son de la compañía SAMAR, os informarán de los horarios en el teléfono 902 257 025.
Oficina de Turismo de Escalona del Alberche
Merece la pena hacer una parada en la Oficina de Turismo de Escalona. Allí os entregarán información y planos para conocer un poco más de la ciudad. Os indicarán que lugares no podéis dejar de visitar y resolverán cualquier duda que podáis tener sobre la localidad.
Esta oficina se encuentra en la antigua Torre del Agua. Es una antigua muestra de arquitectura industrial de principios del siglo XX. El lugar fue utilizado, cómo su nombre indica, para abastecer de agua a Escalona. Tras años en desuso, se rehabilitó y desde 2017 es la Oficina de Turismo.
Se encuentra en la Plaza de Santa María, en la zona de los llamados Miradores del Alberche. Es sin duda lugar de paso obligado en Escalona. Apuntad que si llegáis a la localidad en coche es posible encontrar espacio para aparcar en ese plaza.
La Corte de los Prodigios
Os dije antes que nosotros llegamos a Escalona atraídos por su castillo. No teníamos ni idea de que más íbamos a encontrar allí. Por eso, cuando nos entregaron un “mapa del tiempo” que hablaba de La Corte de los Prodigios nos dimos cuenta que Escalona tenía mucha historia relacionada con la propia Villa y con el Castillo.
Esta corte medieval hizo que Escalona viviera un Edad de Oro durante 200 años. La historia comienza cuando Alfonso VI conquista en 1281 el reino árabe de Toledo y ordena construir una fortaleza sobre un cerro que domina el río Alberche.
El primer señor de Escalona fue el Infante don Manuel, hermano de Alfonso X el Sabio. Fallece en 1283 y su hijo, el Infante don Juan Manuel, con tan solo un año de edad, pasa a ser el segundo señor de Escalona y con el tiempo, uno de los hombres más importantes de la historia de Castilla. Guerrero y amante de la letras, defendió Escalona de asedio del rey Alfonso XI y escribió El Conde Lucanor.
Tras su muerte, sus descendientes fueron ostentando, hombre y mujeres, el título de señores de Escalona. Intrigas, matrimonios de conveniencia y posibles asesinatos para ostentar el poder se van sucediendo. Hasta que en 1424, el rey Juan II nombre señor de Escalona a Don Álvaro de Luna. Es entonces cuando comienza la Edad de Oro de esta villa toledana. Don Álvaro construye un palacio dentro de los muros del castillo. El rey frecuenta Escalona y las fiestas que se celebran en el Castillo cuentan que eran de las más lujosas.
Por aquel entonces, el tesoro de Escalona es famoso. Cofres llenos de joyas y oro se guardan en el Castillo. Un castillo que volvió a ser lugar de historias de ambición. De señores que prometían pleitesía a sus reyes y de reyes que no dudaban dar títulos a sus preferidos.
Entre los momentos destacados del Castillo está aquel en el que durante la guerra entre Isabel la Católica y Juana la Beltraneja, esta última estuvo refugiada en Escalona. Otro momento interesante en la historia de esta Corte de los Prodigios tuvo lugar cuando el Castillo fue lugar de reunión para una secta mística de iluministas, allá por 1516. Llegó la Inquisición y el resto os lo podéis imaginar.
La Edad de Oro de esta corte toledana terminó con el final de Edad Media. El Castillo quedó olvidado e intacto. Hasta que el ejército de Napoleón pasó por Escalona. Seguro que no tenían ninguna necesidad de ello, pero lo dejaron dañado. Hoy es la sombra de lo que fue, pero seguro que entre sus muros siguen vagando los fantasmas de todos aquellos señores y vasallos que participaron de las intrigas palaciegas de Escalona.
Qué ver en Escalona en Toledo
Una mañana es suficiente para descubrir los atractivos turísticos que ofrece Escalona, uno de esos pueblos bonitos cerca de Madrid. Pero si el tiempo acompaña, luce el sol y os habéis llevado la cesta con la comida, podéis alargar la estancia en este pueblo y disfrutar de un agradable día de campo sentados junto al Alberche disfrutando de las vistas del Castillo, el río, el puente y hasta de las antiguas murallas de Escalona.
Miradores del Alberche
Si comenzáis vuestra visita al pueblo tras haber hecho una visita a la Oficina de Turismo, entonces los Miradores del Alberche serán vuestra primera parada. Desde ese alto la vista abarca un paisaje que incluye al Alberche en primer plano. Tras él, el arenal en que varios reyes castellanos acamparon mientras asediaban el castillo. Al fondo, los mismos bosques que hace 1.000 años ya se podían ver desde este mirador.
Muralla de Escalona
Hay distintas rutas que hacer en Escalona. Se puede empezar recorriendo el pueblo, o bien, bajando hacia el río. Nosotros nos decantamos por esa opción. En nuestro paseo lo primero que nos llamó la atención fue la muralla que dejábamos a nuestra derecha. Se conserva aún una gran parte de esa muralla medieval que rodeó la villa. Es cuestión de pasear para encontrar distintos tramos. En este que os indico, bajando desde la Plaza de Santa María, hay dos tramos distintos. Uno de ellos resulta muy evocador, pues aún conserva almenas e incluso el camino de ronda.
Puente sobre el río Alberche
Si llegas a Escalona desde Madrid, Talavera o Toledo, cruzarás este puente de unos 300 metros sobre el río Alberche. Es un puente sobrio, sin ningún tipo de adorno o escultura que parece ser fue finalizado a principios del siglo XIX. Si habéis llegado a él siguiendo los pasos que os he indicado, tendréis que continuar bajando hacia el río para pasar bajo uno de sus once ojo y comenzar el paseo junto al río que os llevará a rodear el Castillo y regresar al pueblo por otra entrada.
Paseo junto al río
El paseo junto al Alberche se puede dar por su margen derecha o izquierda. Nosotros elegimos la primera opción y caminos rodean el Castillo de Escalona, a los pies de las murallas. Desde ese camino se puede acceder al río,algo que nosotros no hicimos por no contar con demasiado tiempo.
La otra opción es recorrer el sendero de la orilla izquierda del río. Ese sendero comienza al otro lado del puente y se puede llegar a él con el coche por una desviación varios metros antes del río, en la propia carretera. Desde este camino se puede ver el pueblo y castillo en la distancia, así como pasar junto a ese arenal en el que Alfonso XI y Juan II estuvieron acampados mientras asediaban Escalona. Junto a ese arenal está la llamada Charca Oscura. Con las crecidas del río cada año, la charca se une a su cauce y renueva sus aguas, que el resto del año permanecen estancadas.
Castillo de Escalona
Tras rodear el castillo por el paseo junto al río nada mejor que observar de cerca todo su exterior. Las mejores vistas se tienen desde los miradores, pero un paseo junto a sus muros no deja de ser atractivo. De ese modo se puede apreciar su sistema defensivo: muros robustos, torres, un puente levadizo y una puerta que no está donde debería. Todo ello hizo que esta fortaleza nunca fuera asaltada durante la Edad Media. Luego tuvieron que llegar las tropas de Napoleón y destrozar un castillo que había sobrevivido en pie durante siglos.
El castillo y el palacio estás cerrados a los visitantes. Se trata de una propiedad particular, por lo que es posible que en algún momento este lugar emblemático que ver en Escalona vuelva a abrir sus puertas para permitir que los turistas puedan descubrir un poco más de la historia de aquella Corte de los Prodigios.
La Plaza de Escalona
En el centro de la villa y de sus murallas se puede visitar la plaza, el lugar corazón de la localidad. Se trata de un lugar sencillo, una más de tantas plazas que podemos encontrar en los pueblos de Castilla. Este fue, y es, lugar de fiestas, de mercado y de reunión. No hay en la plaza edificios destacables. Solamente arquitectura sencilla entre la que destaca la Casa del Concejo.
Este edificio es desde el el siglo XV el Ayuntamiento de Escalona. Y cuenta con una peculiaridad: las columnas de su soportal. Estas columnas proceden del patio de honor del Castillo. Estuvieron allí hasta que las tropas napoleónicas destruyeron el lugar. En el siglo XIX se decidió rescatar estas columnas de 8 caras de entre las ruinas para llevarlas al lugar que ocupan hoy.
El centro de la plaza está ocupado por un kiosko de música. Se instaló en este lugar el siglo pasado y en su parte inferior, varias cuadros de azulejos narran la historia de la villa. Entre ellos hay uno muy especial: el dedicado al Lazarillo de Tormes. ¿La razón de ello? Qué los últimos capítulos del libro en el que se cuentan las aventuras y desventuras de este personaje trascurren aquí, en la plaza de Escalona.
Arte en la calle
Otra de las cosas que merece la pena ver en Escalona son sus pinturas en la calle. Grandes murales repartidos por toda la población en los que se pueden ver acontecimientos importantes relacionados con esta localidad de Toledo o sencillamente costumbres de toda la vida. El hortelano, las lavanderas o la vendimia están representados en las calles del pueblo, al igual que el famoso Lazarillo que abandonó a su amo en este lugar.
Es cuestión de callejear en busca de esta ruta de arte en la calle. Si no os queréis perder ninguno de esos murales, en la Oficina de Turismo os marcarán en el plano donde los podéis localizar.
Hasta aquí lo que nosotros vimos en Escalona, uno de esos pueblos bonitos cerca de Madrid. Se nos hacía la hora de comer y no encontramos abierto ningún lugar que nos invitara a entrar. De modo que decidimos regresar a casa, y quien sabe, puede que en breve volvamos a este lugar de Toledo, a disfrutar del sol junto al río y poder conocer alguna iglesia o convento que se nos quedó en pendientes.
6 comentarios
Qué pueblo tan cercano y bonito es Escalona, visité el castillo de Escalona hace muchos años, al igual que el Alberche, lo que no recordaba son los murales, supongo que serán recientes. Qué preciosidad! Una pena que siga sin poderse visitar el castillo . En cualquier caso Escalona una visita muy interesante. Un abrazo.
Es una localidad muy sencilla, pero su ubicación e historia bien hacen merecedora a Escalona de una visita. 🙂
No conocíamos Escalona pero se ve un pueblo con mucho encanto. Nos gustan mucho los lugares que combinan lo antiguo de la ciudad como el castillo y la muralla con lo modernos murales, le da un toque interesante.
Nos lo apuntamos para nuestra próxima escapada. Un saludo
Es una localidad sencilla, pero cuando llega la primavera debe estar todo precioso, con el campo y el Alberche rodeando Escalona 🙂
He de reconocer que antes de leer el artículo no sabía nada sobre Escalona del Alberche.
Lo que más me llama la atención es el arte urbano, porque el castillo parece que está un poco abandonado, aunque dices que es propiedad privada y no se puede visitar. Los miradores también suelen gustarnos bastante.
Prometo visitar el pueblo si viajamos por la zona o pasamos por allí.
Hubo un tiempo en el que se podía visitar el interior del Castillo (que aloja un palacio que sigue siendo residencia privada). Pero al parecer por cuestiones económicas se cerraron las puertas del Castillo de Escalona…hasta hoy. Igual en un futuro…