Hasta hace poco cuando pensaba en Huelva solo venían a mi cabeza imágenes de playas. Poco imaginaba que al norte de esta provincia y tan solo a una hora en coche de Sevilla se pueden visitar algunos de los pueblos más bonitos de Andalucía. Enclavados en Sierra de Aracena (que forma parte de Sierra Morena) hay un puñado de lugares, desde miradores a cuevas, que son dignos de una visita. Dormir en Aracena, la localidad más grande de la zona, permite tener una buena base para conocer otros pueblos de los alrededores y disfrutar de la fabulosa gastronomía de la zona.
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Dormir en Aracena, Huelva
No es complicado encontrar alojamiento para dormir en Aracena, pues se trata de la localidad más grande de la sierra a la que da nombre. Cuenta este pueblo onubense con un puñado de alojamientos. Para todos los gustos y bolsillos. Desde casas rurales a cabañas en un camping. Sin olvidar hoteles de categoría superior como el Hotel Convento de Aracena.
Ha sido en este establecimiento en el que nosotros nos hemos alojado en Aracena y dormir en él nos ha permitido disfrutar de una estancia muy especial. Porque este hotel tiene mucha historia tras sus muros, historia que descubrimos gracias a Elena, una de las encargadas de la recepción que nos puso al día sobre el pasado de este convento dominico que además es uno de los lugares que ver en Aracena.
El Convento de las dominicas de Aracena
El edificio que aloja actualmente el Hotel Convento de Aracena fue desde el siglo XVII un convento de monjas de clausura dominicas descalzas. Tras una aparición de la Virgen del Rosario, la edificación de este recinto conventual se debe al empeño de Sor María de la Trinidad. Y es que los carmelitas, que ya tenían en Aracena el convento de Santa Catalina, no querían un nuevo convento en la localidad. Pero Sor María de la Trinidad lucho contra todos hasta poder comenzar las obras del nuevo convento dominico.
El convento se fue ampliando con el paso de los años. Comenzó a edificarse por el sur, y poco a poco se fueron comprando propiedades adyacentes hasta convertirlo en el gran convento que podemos ver hoy convertido en hotel. Por ello el lugar cuenta con varios patios y pozos, elementos que se iban añadiendo según se ampliaba el convento para cubrir las necesidades de las hermanas que allí vivían.
Las monjas que llegaban a este convento, hacían dos votos al entrar en él: el de silencio y el de no salir nunca de los muros de aquel edificio. Ambos votos se guardaban de forma estricta. Porque las monjas mantenían silencio absoluto durante todo el día. Solo podían hablar entre ellas media hora al día en la habitación que se usaba como costurero y los días del Corpus y Navidad. Para comunicarse en otros momentos se utilizaba la campana que aún hoy se puede ver en el antiguo claustro del convento. Ésta anunciaba la hora del rezo, de la comida o de cualquier otra actividad que tuvieran que realizar. El otro voto también se cumplía, porque ni vivas ni muertas llegaban a abandonar aquel convento al que habían dedicado gran parte de su vida.
Hay muchas leyendas en torno a este convento de Aracena. Desde que puede ser que hubiera un túnel que lo uniera con el cercano convento de monjes de Santo Domingo a que puede que alguna monja diera a luz en el convento. Y es que solo había mujeres en el convento, pero dos hombres entraban a él: el que cuidaba el huerto y el matachín, el hombre que hacía la matanza para las monjas. ¿Son solamente leyendas o habrá algo de verdad es ellas?
La fábrica de Doña Mercedes
Ya en el siglo XX, el convento de las dominicas estaba casi vacío. En 1975 las pocas monjas que quedaban en él fueron trasladadas a otros conventos y Doña Mercedes Márquez, una vecina del pueblo, compró el convento. Es por ello que en Aracena, dormir en este antiguo convento es también hacerlo en una fábrica. Porque eso fue lo que instaló Doña Mercedes en las estancias del hogar de aquellas dominicas: un fábrica de cerámica.
En esa factoría, la emprendedora vecina dio trabajo a 100 personas de Aracena. Una nueva razón para la que gente del pueblo siguiera teniendo especial cariño a este lugar. Ellos elaboraron unas casitas de cerámica que se pusieron de moda como recuerdos hace unas décadas. No había nadie que no comprara como recuerdo en algún lugar de España una de esas fachadas blancas de cerámica que copiaban en colores, balcones y rejas a las de tantos pueblos andaluces. Fue tan popular esa cerámica que hasta la firma Loewe llegó a encargar a la fábrica de Doña Mercedes una piezas exclusivas.
Hotel Convento de Aracena
Dormir en Aracena en este hotel es todo un lujo. Por sus servicios, su gastronomía y su ubicación, cerca de lugares tan emblemáticos como la Gruta de las Mavillas, el Museo del Jamón o el Castillo de Aracena. Es uno de esos hoteles en los que te reciben con una sonrisa y te despiden sabiendo que has disfrutado de una grata estancia.
Su actual dueño adquirió el lugar en 2008 después de años de abandono tras el cierre de la fábrica. El hotel abrió sus puertas en 2013, después de varios años de obras. Desde entonces se ha convertido en el mejor hotel para dormir en Aracena.
La iglesia y la sacristía
La transformación del convento en hotel se ha hecho manteniendo muchos de los elementos originales del hogar de la monjas. Todo se ha modernizado pero tras los muros que dan a las calle de Aracena se respira la misma calma de la que debieron gozar sus antiguas moradoras. La antigua iglesia es un salón multiusos. Allí están los púlpitos originales, y bajo la bóveda se han instalado muebles que se han llenado de libros y sofás perfectos para disfrutar de un rato de lectura. También en esta parte del hoy Hotel Convento de Aracena hay un pequeño espacio con dos ordenadores a disposición de los clientes.
Desde la iglesia de accede a la antigua sacristía, hoy un acogedor espacio llenos de sillones perfecto para pasar la tarde tomando un café con los amigos. Como recuerdo de su pasado como sacristía, en este pequeño salón se pueden ver un torno que servía para enviar cosas al interior del convento y dos cajones en los que se guardaba la ropa limpia.
La recepción divide el antiguo espacio de la iglesia, de modo que lo que era el coro bajo, lugar que en su momento utilizaron las monjas de clausura para escuchar misa y acudir a confesarse. Hoy este espacio es el bar de hotel. Aquí también los libros decoran los estantes, y como curiosidad, la pared de ladrillo al fondo del bar. Allí se puede distinguir aún la silueta del tejado y la chimenea de una antigua casa, recuerdo de que el convento se fue construyendo comprando distintas propiedades.
Los patios del Hotel Convento de Aracena
El hotel cuenta con tres zonas abiertas y separadas. La situada más al sur y hoy rodeada de habitaciones fue el patio para los animales. Recuerdo de ello es el pilón que hoy se ha decorado con plantas ornamentales. Al fondo se puede ver uno de los tres pozos que abastecían de agua al convento.
El segundo de los patios, el más bonito, es el antiguo claustro. Encalado y arcos por los que trepan las bungavillas, su centro los ocupa hoy un jardín ornamental. Otro de los antiguos pozos del hotel está en uno de sus rincones. En el otro, bajo la antigua campana del convento, una fuente. Y colgada en uno de los muros, la reja que separaba la zona de clausura del resto de la iglesia.
Una escalera lleva hasta el último patio, el lugar en el que hoy se ha instalado un huerto que recuerda al que en su momento tuvieron las monjas. Parece ser que es aquí donde estuvo el cementerio del convento. Pero tranquilos, ya no queda nada de los restos de aquellas monjas. Los huesos encontrados se trasladaron al cementerio del pueblo. Hoy, en esta amplia zona que ocupa el nivel más elevado del hotel, se encuentra el restaurante, el bar al aire libre y la piscina. Desde ésta última, de agua salada, se tienen preciosas vistas del castillo y la Iglesia de Nuestra Señora del Mayor Dolor.
Aracena: dormir en el hotel convento
Llegamos a las habitaciones del hotel. Éstas se reparten en tres niveles y rodean el claustro, el antiguo patio de los animales y se reparten también sobre el coro o la sacristía. En total hay 57 habitaciones de tres categorías distintas: doble, doble especial y suites. Debido a la arquitectura del convento, no todas las habitaciones tienen ni el mismo tamaño ni la misma distribución, pero todas se han decorado para sacar el máximo provecho al espacio y se han dotado con todas las comodidades. En las suites se pueden alojar sin problema cuatro personas, y en las dobles hasta tres. Pero es algo a consultar ya que no todas tienen espacio para instalar una cama supletoria.
Algunas de las estancias de este hotel de Aracena permiten dormir en espacios que recuerdan de un modo u otro el pasado como convento del lugar. Por ejemplo, la habitación 57 es el antiguo costurero de las monjas y hoy la habitación más luminosa del hotel. Las habitaciones 41 y 42 mantienen en la decoración los antiguos tornos por los que las monjas recibían objetos del exterior. La 16 ocupa el refectorio y la 9 se encuentra en la parte alta de la sacristía.
Ésta última fue nuestra habitación durante las noches que pasamos en Aracena y dormir en ella fue sumamente confortable. De primeras nos chocó que no hubiera ventanas y que toda la luz entrara por una linterna en el techo. Pero enseguida nos acostumbramos y comprobamos que durante el día la habitación era luminosa. Además, y gracias al sistema del aire acondicionado, la habitación se mantenía ventilada y no notamos el aire cargado en ningún momento.
Lo mejor de la habitación 9:
- Cama grande, cómoda y carta de almohadas. Todo un detalle cuando no consigues dormir porque la almohada no se acomoda a tu gusto.
- La ropa de cama, blanca y suave. De esa que invita a arroparse hasta el cuello.
- Mucho espacio para guardar ropa y objetos personales. Un gran armario y mesitas de noche de cajones, algo cada vez más raro en hoteles nuevos.
- Mini nevera con agua y zumos de cortesía que se reponen cada día.
- El silencio, dormirse y no escuchar ni un ruido. Algo que cada vez echo más de menos.
- La amplitud del baño y el surtido de amenities. Éstas se presentan actualmente en envases de plástico, pero nos confirmaron que se están valorando opciones para cambiarlos por otro tipo de envase libre de plástico, así como sustituir la botellas de agua de la nevera por briks.
No me gustó tanto:
- El suelo de madera es una maravilla, pero las tablas se han empezado a separar y entre ellas se acumula suciedad. Un detalle al que prestar atención.
- En el baño hay un lavabo doble que no deja espacio en la encimera para depositar los objetos de aseo. Tampoco hay ninguna otra balda o mueble donde poder dejarlos, por lo que resulta algo incómodo.
Precios de las habitaciones para dormir en Aracena
En el Hotel Convendo de Aracena, dormir en una fecha u otra tiene un precio muy diferente. Los primeros seis meses del año, salvo Semana Santa, las habitaciones son más económicas que la segunda mitad del año. Y durante los puentes de estos meses los precios vuelven a subir. También depende de la habitación elegida y si se pasa en ella un día entre semana o de fin de semana. Como veréis, muchos factores a tener en cuenta. Para que os hagáis una idea, el precio más barato para una habitación doble en este hotel es de 99 €. Pero sin duda lo mejor es consultar las tarifas con fechas concretas y así saber cuanto os puede costar alojaros en este hotel.
Desayuno y restaurante
En Hotel Convento de Aracena, después de dormir nada mejor que comenzar el día con un buen desayuno. Se sirve en su restaurante y me encantó encontrar en sus mesas manteles y servilletas de tela desde primera hora de la mañana.
El desayuno es buffet y en él no falta el jamón, el buen pan y el tomate. Después de eso se puede seguir con deliciosa fruta fresca, embutidos de la tierra, huevos o bollería. No faltan tampoco yogures, cereales ni por supuesto café. Para los fan de Nespresso, decir que cuentan con una gran cafetera y cafés de esta popular marca. Para los que preferimos las infusiones tienen también una discreta variedad. Yo en ese apartado añadiría algún té más especial que los que se pueden encontrar en cualquier supermercado.
El restaurante también abre para comidas y cenas. Solo se sirve a la carta y os aconsejo que mínimo comáis una vez en él durante vuestra estancia en Aracena. Los platos que se elaboran en su cocina tienen como base algunos productos tradicionales de la tierra, pero cocinados y presentados con estilo. Os aconsejo que probéis la presa y el secreto. Ambos deliciosos y sin duda muy diferentes a como yo los había probado hasta se momento. Y entre los postres, el helado de queso de cabra y el coulant son realmente deliciosos. Todo para chuparse los dedos.
A tener en cuenta:
- Si se necesita una cama supletoria para dormir en Aracena, indicarlo al hacer la reserva. No todas las habitaciones tienen espacio para instalarla.
- El desayuno no se incluye en el precio de la habitación. En el momento de nuestra estancia su precio era de 12 € por persona y día si se reservaba con antelación y 14 € si se reservaba una vez en el hotel.
- Algunas habitaciones no tienen ventanas, pero si luz. Ese es el caso de la que nosotros ocupamos, la nº 9. Hay clientes a los que ese detalle puede no gustar, por ello es bueno indicar al hacer una reserva que se quiere una estancia con ventana.
- El hotel tiene parking gratuito. Se accede por la parte trasera del hotel, es mejor hacer antes el check in y luego, con la misma llave de las habitaciones, llevar el coche al parking.
- La ubicación del hotel es perfecta. Se puede ir caminando sin problema a cualquier lugar de Aracena, incluso al castillo.
- El hotel cuenta con Spa. Si se reserva un circuito, te entregan un albornoz y en el propio spa te facilitan gorro de baño. El circuito termal dura unos 80 minutos y como extra se pueden contratar servicios de masaje.
- El personal del hotel es sumamente amable. Desde la recepción hasta los camareros en el restaurante o las camareras de habitaciones, todo el mundo tiene siempre una sonrisa y están dispuestos a ayudar antes cualquier necesidad del cliente.
6 comentarios
Nosotros estuvimos un día en Aracena aprovechando las vacaciones de Semana Santa que pasamos hace unos años en Huelva. La verdad es que nos dio pena no poder disfrutar de este bonito pueblo por la noche, cuando los turistas de las excursiones se han ido… Así que nos apuntamos el hotel Convento Aracena, que tiene muy buena pinta, para la próxima vez que vayamos por allí.
Saludos.
Sin duda merece la pena alojarse en este hotel, no solo como el típico hotel para dormir. Éste es uno de esos establecimientos para disfrutar.
Vaya pasada de hotel, me encanta además porque no es un edificio cualquiera, es un lugar con sus propias historias tras sus muros (aunque mudas). ¿Te imaginas tener que hacer voto de silencio?Madre mía, no lo quiero ni pensar, sería incapaz.
No conozco Aracena, pero me lo has acercado tu estos días con tus fotos y me parece encantador. Si algún día lo visito (que seguro que si), desde luego tendré en cuenta este hotel que me ha parecido una maravilla. Un beso Kris.
Ay Carmen, ni a ti ni a mi nos imagino haciendo ese voto… 🙂
Un abrazo fuerte
Me lo apunto, aunque me pilla lejos, pero el lugar es increíble. La gastronomía de premio y el entorno ideal. Además, tiene el plus del lugar en el que estás. Dormir en sitios tan bien restaurados que conservan esa esencia y forman parte del patrimonio, pero con todas las comodidades, es un lujo.
Saludos!
Lejos está, pero es una zona muy bonita para pasar allí dos o tres días, así que compensa el viaje 🙂