Uno de mis mejores viajes sin duda fue el que hicimos durante tres semanas a Nepal, ese pequeño gran país a los pies del Himalaya del que no debemos olvidarnos, pues a pesar del desastre que trajo consigo el terremoto de 2015 el país está renaciendo para mostrar a los visitantes la grandeza de su gente y el patrimonio cultural que posee y que asombra a todo aquel que se anima a tomar un vuelo que le lleve a Katmandú. Pero sobre todo, hay que recordar que hay un montón de cosas alucinantes que querrás hacer en Nepal, y que para hacer muchas de ellas deberás dejar la capital del país y animarte a descubrir otras poblaciones que ofrecen naturaleza, aventura y cultura.
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SUBIR EN PARAPENTE
La sensación de volar ha sido desde tiempos remotos algo que el hombre ha querido sentir. Hoy en día podemos sentirnos como pájaros haciendo ala delta o parapente. Esta último es una actividad bastante popular en Pokhara, una de las ciudades más animadas de Nepal ubicada a los pies del Annapurna. Es allí donde varias empresas ofrecen vuelos en parapente de media hora o de una hora. Es genial salir volando desde una colina teniendo como telón de fondo el Himalaya y bajo tus pies la ciudad y su precioso lago.
CONOCER EL LUGAR DONDE NACIÓ BUDA
Pues sí, parece ser que Siddhartha Gautama, más conocido como Buda, nació en Lumbini, en la región nepalí del Terai. No es un lugar muy frecuentado por turistas occidentales, pero allí todos somos recibidos como uno más. Lo mejor que se puede hacer en la ciudad es alquilar una bicicleta para recorrer todos los templos que han ido edificando los diferentes países budistas (Vietnam, Myanmar, Japón…) al norte de Maya Devi, el templo que indica el lugar exacto donde Buda vino al mundo. En esa zona por la que hay que caminar descalzo también hay una árbol de bodhi bajo el que siempre hay monjes budistas y fieles, recitando todos sus oraciones bajo un mar de banderas típicas de los templos budistas.
VER AMANECER FRENTE AL HIMALAYA
La verdad es que esto no es tan sencillo como parece. Las nubes parecen empeñadas en tapar estas inmensas montañas durante gran parte del año incluso en las épocas en las que debería estar completamente despejado. En cualquier caso no hay que dejar de probar suerte, poner alguna vela en algún templo, cruzar los dedos y esperar a que el día de vuestro amanecer nada tape esos picos tan inmensos que son el techo del mundo. Uno de los lugares más populares para disfrutar de esas vistas está cerca de Pokhara, en Sarangkot, un mirador desde el que la vista panorámica abarca desde el Dhaulagiri (8.167 metros) al oeste hasta la perfecta pirámide que es el Macchapuchhare (6.997 metros) y el pico redondeado del Annapurna ll (7.937 metros)
SALIR EN BUSCA DE TIGRES
Cuando te adentras caminando en el parque nacional de Chitwan es inevitable sentirse un poco nervioso. Allí viven 150 tigres de Bengala que suelen pasar el día tumbados (salen de caza al anochecer), y aunque uno sabe que será complicado encontrarse con uno (y casi rezará para no verlo, pues no sería la primera que atacan a los humanos) nunca se pierde del todo la esperanza de verles cerca del río donde la vegetación es más baja.
Nosotros hicimos una ruta de dos horas y cuando vimos huellas de un tigre bastante recientes no sabíamos si salir corriendo por si estaba muy cerca o sencillamente seguir a nuestro guía que con su escopeta prometía salvarnos de cualquier animal que nos pudiera atacar. Finalmente nos marchamos del parque sin encontrar al bello animal pero el subidón de adrenalina fue importante. Eso si, al día siguiente regresamos y lo que vimos fueron dos ejemplares de rinoceronte blanco, una madre y su cría.
IR A UNA CEREMONIA BUDISTA TIBETANA
Muchos refugiados tibetanos de los que hay en Nepal viven en asentamientos en los alrededores de Pokhara. Uno de ellos es Tashi Palkhel, en cuyo monasterio habitan un centenar de monjes que cada tarde se reúnen para la oración, la cual se desarrolla acompaña del sonido de trompas y otros instrumentos. Los visitantes son bienvenidos siempre que se acomoden discretamente en los bancos juntos a la pared y asistan en silencio a la ceremonia. De verdad que es algo impactante, por el marco en el que se celebra y por el sonido que te va envolviendo poco a poco hasta hacerte sentir realmente parte de lo que allí ocurre.
BAÑAR A UN ELEFANTE
Aunque esta parece ser una actividad bastante criticada por los defensores de los animales yo solamente puedo decir que no vi maltratar en ningún momento a estos animales. Cada uno tiene su cuidador que le alimenta, le lava y le atiende en su propio establo, gracias a lo cual además esa persona puede mantener a su familia y alimentar a esos pequeños que tiene a su cargo. Pero eso es parte de otra discusión… aquí solamente os puedo contar que bañar a un elefante es una de las cosas más divertidas que se pueden hacer, siempre y cuando uno no sea muy escrupuloso y no se quiera volver atrás cuando vea el color del río en el que se tiene que meter para darse un chapuzón con el paquidermo.
SUBIR EN FUNICULAR EN EL CORAZÓN DE NEPAL
Esto puede parecer una tontería, hasta que uno llega a la pequeña aldea de Cheres y se sube al teleférico de ingeniería austriaca que asciende por una escarpada ladera hasta el templo de Manakamana. El ascenso sin duda es impactante pues uno se va elevando y dejando atrás uno tras otro valles y picos de montañas mientras en el camino se cruza con hindúes que vuelven al origen después de haber sacrificado algún animal a la diosa Bhagwati (una de las encarnaciones de Parvati). Estos animales (pollos o cabras) suben hasta el templo en una cabina especial de este teléferico. Sin duda la suma del moderno método de ascenso con la antigüedad del templo y los ritos que allí se pueden observar hacen de esta un visita quizás no acta para todos.
ACUDIR A UNA CREMACION
Pashupatinath es el principal templo hindú de Nepal y se encuentra junto al sagrado río Bagmati. Es allí donde se celebran los ritos de la incineración y aunque no se puede acceder al templo si no profesas esa fe, no hay ningún problema en pasear por el exterior y por la zona de las cremaciones. Hay que ser respetuoso y entender que aquello no es un espectáculo, que hay una familia triste por la pérdida de un ser querido y que hay que mantenerse a distancia, mostrar respeto y no acercarse cámara en mano intentando conseguir una fotografía impactante.
ENCENDER LÁMPARAS DE MANTEQUILLA
Una de las cosas de las que yo personalmente tengo mejor recuerdo de nuestro viaje por Nepal fue de la tarde que pasamos en Boudhanath, la stupa blanca y enorme alrededor de la cual viven refugiados tibetanos. Si uno aguanta o llega allí a la atardecer, cuando la mayoría de los turistas de ha marchado, podrá compartir con los budistas el paseo alrededor de la stupa mientras se hacen girar las ruedas de oración, se recitan mantras, se encienden lámparas de mantequilla y de fondo suena una música que parece compuesta para acompañar ese momento tan especial. Y si además tenéis la suerte de estar allí una noche de luna llena podréis ver la stupa iluminada con miles de lamparillas.
2 comentarios
Hola Kris, de todos los blogs que he leído éste es el único donde encontre algo de info sobre las ceremonias budistas en los campos refugiados. Hace dos años estuve en Pokhara, visitamos uno de ellos pero no fuimos capaces de presenciar ninguna. En dos meses vuelvo a Nepal y Pokhara y no querría volverme sin presenciarlas. Visitaré el monasterio al que haces mención pero tengo una dida, ¿sabrías decirme las horas a las que hacen el ritual ? Un saludo y muchas gracias de antemano.
Hola Juan. En el monasterio del asentamiento al que nosotros fuimos la ceremonia tiene lugar a partir de las 15:30 y dura como mucho dos horas. Si llegas más tarde no hay problema para entrar. Espero que esta vez lo consigas.
Un saludo y buen viaje.
Kris