Quién me iba a decir a mí que en Burgos, en el corazón de la comarca de Arlanza, famosa por contar en su territorio con algunos de los pueblos más bonitos de España, con buenos vinos y con el llamado “monumento más grande del mundo” (Territorio Artlanza) me iba a encontrar con un cementerio de película: Sad Hill.
Rodeado de sabinas, en el Valle de Mirandilla, está el cementerio de Sad Hill, el lugar en el que Sergio Leone rodó la escena final del western “El bueno, el feo y el malo”. Con la música de Ennio Morricone como cuarto protagonista de ese desenlace, Clint Eastwood, Eli Wallach y Lee Van Cleef se baten en duelo en el centro de un cementerio del oeste americano. Bueno, más bien en una recreación de un cementerio, pues se montó un decorado para esa escena. Ese set de rodaje se montó en sólo 3 días con nada menos que 5.000 cruces de madera emulando tumbas.
La película se rodó en 1966, y en 2016, con motivo del 50 aniversario de su estreno, la Asociación Cultural Sad Hill lo restauró y convirtió en un lugar de visita para curiosos y cinéfilos. Volvieron a llenar el espacio que cinco décadas atrás ocupó aquel cementerio de película. La razón es que las originales, de madera, con el paso de los años se fueron pudriendo por el agua y el sol.
Cómo llegar al cementerio de Sad Hill
Nosotros llegamos a este cementerio de Sad Hill tras conocer los lugares que ver en Lerma y desplazarnos hasta el Monasterio de Silos. El camino que hay que tomar para llegar al cementerio de Sad Hill es el que une Silos con Contreras. Se trata de una pista de tierra en buen estado (al menos cuando no llueve). Desde el primero de estos pueblos burgaleses la distancia hasta Sad Hill es de algo menos de 5 kilómetros y poco más de 3 kilómetros si se hace el tramo desde Contreras.
Nosotros hicimos la ruta completa, llegamos desde Silos y abandonamos el lugar en dirección a Contreras. Os recomiendo ir pendientes del camino para no perderos las magníficas vistas que se tienen desde él. El mejor punto para ver el cementerio de Sad Hill es fácilmente reconocible pues veréis una cártel con información sobre aquel rodaje que convirtió las tierras de Burgos en un rincón del oeste americano. Cerca de la entrada al antiguo set de rodaje hay una esplanada en la que se puede aparcar.
Visitar el cementerio de Sad Hill
El recinto de Sad Hill está rodeado por una valla de madera que impide el acceso a los coches. Los visitantes pueden acceder de forma gratuita durante todo el día, aunque por la noche no tiene mucho sentido visitarlo pues no tienen iluminación. Ni muertos a los que invocar para pasar una noche de miedo. Así que olvidaros de hacer espiritismo en este cementerio y disfrutar de él a la luz del sol.
Desde la entrada al recinto vallado todo son recuerdos a “El bueno, el feo y el malo”. Carteles que hablan de la película y la silueta de Clint Eastwood reciben al visitante antes de llegar a ese gran círculo de 300 metros de diámetro formado por 5.000 cruces de madera. Puede que entre ellas os encontréis con alguna vaca pastando tranquilamente, y es que por mucho que sea un lugar de película, el campo siempre será campo.
Casi todas las cruces tienen nombre. Y las hay de muchas formas y tamaños. Pero, si no hay nadie enterrado ¿a quién corresponden esos nombre?. Pues muchos de ellos se deben a fans de la película o del proyecto de recuperación del cementerio de Sad Hill que han apadrinado una tumba. Fue tan bueno el recibimiento de esa idea que a fecha de hoy ya no se admiten más cruces ni padrinos.
Otras tumbas llevan nombres de personas ligadas a la película de un modo u otro. Como la de Ennio Morricone, muy cerca del círculo central al que rodean las cruces y que se puso cuando el compositor murió en 2020.
Otros escenarios de El bueno, el feo y el malo en Burgos
Además de la escena del cementerio de Sad Hill, en Burgos se eligieron otros tres enclaves como escenarios para “El bueno, el feo y el malo”. Uno de ellos fue el Monasterio de San Pedro de Arlanza que el equipo de Sergio Leone convirtió en la Misión de San Antonio. El río Arlanza pasó a ser Río Grande, y sobre el se construyó un puente de 150 metros que separaba a confederados de unionistas. Y por último, muy cerca de Cerezo, en un algo, estuvo el campamento unionista de Beterville.
¿Os gusta visitar lugares conocidos por el cine cuando estáis de viaje? A mi me encanta, porque si hay algo que me gusta tanto como viajar, eso es el cine.
4 comentarios
Exacta descripción. Pisar las piedras originales de la era central, es una experiencia casi “mística”, irte girando 360 grados y contemplar las tumbas y las cruces, que te van mirando (juzgando?), mas allá la Colina Triste, la Sad Hill, que lo mira todo impasible. Ahora toca ver de nuevo la película y fijarse en estos 20 minutos finales, y en la música de Ennio Morricone que en el duelo a tres hace surgir las risas de los muertos de sus tumbas, ………
Hola, Alfonso. Muchas gracias por leer el post y animarte a dejar tu comentario. Creo que es imposible resistirse a ver de nuevo la película tras visitar el Cementerio de Sad Hill 🙂
Este 15 de octubre de 2023 tengo pensado visitar el cementerio de Sad Hill , me ha encantado todo lo que has escrito y espero poder sentir todo lo bonito que se ve
Hola, Lucía. Espero que disfrutes de este singular lugar. Un saludo