Uno de los lugares turísticos más populares en Alemania es sin duda el Castillo Neuschwanstein. Forma parte de la Ruta Romántica alemana, un recorrido por tierras bávaras que comienza al norte de la región, en Würzburg, y finaliza en Füssen, a poco kilómetros del castillo
El nombre del Castillo Neuschwanstein lo podemos traducir como “nuevo cisne de piedra”. Basta estar frente a él para entender que fuera bautizado de ese modo, pues sin duda es uno de los más bellos y estilizados castillos que podemos visitar en Alemania.
Fue mandado construir por el rey Luis II (¿sabías que era primo de la famosa emperatriz Sissi de Austria y que estuvo prometido con su hermana Sofía?). Este monarca gustaba de la soledad. Era excéntrico y amaba el arte y la historia.
Cuando se comenzaron las obras del Castillo Neuschwanstein (también conocido como Castillo del Rey Loco o Castillo del rey Luis II de Baviera), las construcciones defensivas eran ya historia. No eran necesarias, y las residencias de reyes pasaron a ser palaciegas, dotadas cada vez de más comodidades.
Luis II se encargó personalmente del diseño del que sería su castillo. Para ello se inspiró en dos castillos que había visitado unos años antes: Wartburg en Eisenach (estado de Turingia) y Pierrefonds, en territorio francés.
La idea original era que el castillo fuera un edificio neogótico, pero terminó siendo una construcción que perfectamente se podría catalogar de estilo románico. Ello se debe a los cambios que el rey fue pidiendo según avanzaban las obras de un castillo en cuyo interior también predomina el estilo románico, abandonado en favor del gótico en el dormitorio del rey y en su capilla.
Índice del artículo
Dónde está el Castillo del Rey Loco
Este magnífico y turístico castillo esta ubicado en las estribaciones de los Alpes, en el pequeño pueblo de Hohenschwangau. Una localidad que más parece un parque turístico en el que tiendas, restaurantes y hoteles son los dueños de las calles.
El pueblo se encuentra a tan solo 4 kilómetros de Füssen, por que esta ciudad alemana puede ser una magnífica base de operaciones para visitar el Castillo del Rey Loco y los demás lugares de interés de Hohenschwangau.
Munich es la ciudad a la que llegan el mayor número de visitantes que más tarde visitarán el Castillo Neuschwanstein. La distancia entre ambos lugares es de algo más de 130 kilómetros.
Cómo llegar al Castillo Neuschwanstein
Dependiendo de vuestro lugar de origen, las opciones para llegar a este famoso castillo alemán serán unas u otras.
Transporte público hasta Hohenschwangau
Desde Füssen se puede ir en los autobuses 73 y 78 que tienen la última parada junto a las taquillas en las que comprar las entradas para el Castillo Neuschwanstein.
Si estás en Munich y no tienes coche, la mejor forma para llegar a Hohenschwangau es en tren hasta Füssen. Desde la estación de destino puedes coger los autobuses puede coger también los autobuses 73 ó 78.
Coche hasta Hohenschwangau
Es imposible perderse si vas en coche dirección el Castillo del Rey Loco. Bastante antes de llegar empezarás a ver señales que indican el camino indicado. Además hay buena cobertura en la zona, por lo que puedes recurrir sin problema a Google Maps o cualquier otro navegador para alcanzar el destino venga desde donde vengas.
Lo que es importa es saber que el estacionamiento en Hohenschwangau está regulado y solamente se puede estacionar en alguno de los parking habilitados para ello. Yo os remiendo aparcar en el P4. Está cerca de las taquillas, el autobús y el resto de lugares de interés del pueblo. Eso sí, atentos a la tarifa: es de 12 € por 6 horas (imposible elegir menos tiempo). A partir de hay se va sumando 1 € por hora extra.
Excursiones organizadas al Castillo Neuschwanstein
Si te quieres quitar de problemas, de autobuses y de traslados, la mejor opción puede ser reservar unas de las siguientes excursiones organizadas:
- Desde Múnich excursión al Castillo Neuschwanstein y Linderhof en español. Lo mejor de esta excursión es que en un solo día podéis ver dos de los castillos más bonitos de Baviera. Lo malo, que no incluye las entradas.
- Alquiler de bicicletas y Castillo de Neuschwanstein desde Füssen. Si te animas a pedalear hasta el famoso castillo alemán, esta opción puede ser genial ya que además de la bicicleta incluye la entrada al edificio.
- Excursión desde Munich a los castillos bávaros del Rey Luis y paseo en barco. Una forma diferente de conocer los castillos de Hohenschwangau. El paseo en barco solamente se realiza entre mayo y octubre.
Cómo llegar desde las taquillas/aparcamientos al castillo
Cuando llegues a Hohenschwangau aún tendrás que recorrer 1,5 kilómetros hasta la entrada del Castillo de Neuschwanstein. Ese trayecto se puede realizar de distintas formas.
- Caminando. Es la forma más económica pero también la más cansada ya que es siempre cuesta arriba. El tiempo que se invierte en recorrer el camino oscila entre los 30 y los 40 minutos. Yo os recomiendo subir en autobús y bajar caminando.
- Autobús. Es el modo perfecto para llegar hasta el castillo. La parada está junto al P4. Los billetes se comprar en el autobús. Os costará la subida 3 €, solamente bajar 2 €. Si compras subida y bajada, el precio del billete es de 3,5 €. La parada está cerca del Marienbrücke, desde allí hay que caminar 500 metros por un camino cuesta abajo.
- Coche de caballos. Se pueden coger frente al Hotel Müller. No tienen horario fijo, salen cuando se llenan. La parada al final del trayecto está a unos 400 metros del Castillo Neuschwanstein, por lo que hay que subir cuesta arriba un tramo del camino. El precio de la subida es 8 € y se paga en el propio carruaje, que en muchos casos, aunque esté tirado por caballos, tiene un motor eléctrico.
Entradas al Castillo Neuschwanstein
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de comprar la entradas es que éstas no se venden en el castillo. Hay que llegar hasta él con ellas adquiridas. Podéis hacerlo de diferentes formas.
Hay que recordar que el Castillo Neuschwanstein es uno de los lugares más visitas en Alemania. Por ello es mejor no correr el riesgo de llegar hasta allí sin entrada pues en determinados momentos del año es muy probable que no haya disponibilidad o que, de haberla, no sea para la hora que quieres.
Comprar entradas en las taquillas de Hohenschwangau
Puede ser una buena opción en determinados momentos del año. Pero en temporada alta y fines de semana es un riesgo esperar a estar allí para adquirir los tickets para el Castillo Neuschwanstein.
En el Ticket-Center Hohenschwangau, situado a pocos metros de los parking P3 y P4, solamente se ponen a la venta entradas para el mismo día y se venden por orden de llegada. Ellos mismos recomiendan llegar lo más temprano posible pues si las entradas están agotadas ya no se podrá visitar el castillo ese día y o existe la posibilidad de comprar los tickets para otro día.
El horario de las taquillas es el siguiente:
- Finales de marzo al 15 de octubre: de 8:00 a 16:00 horas.
- Del 16 de octubre a finales de marzo: de 8:00 a 15:30 horas.
Entradas sin colas: compra on-line
Es la única forma de garantizar la entrada en el día y hora deseados. Se pueden adquirir en el Shop Ticket Center con un recargo de 2,5 € por entrada (incluidas las gratuitas).
También se puede comprar la entrada en el siguiente enlace: Ticket de entrada sin colas al Castillo de Neuschwanstein. Es más caro pero suelen tener entradas disponibles casi hasta el último momento.
Tarifas y horarios del Castillo de Neuschwanstein 2024
Aquí te dejo los horarios y precios para visitar este famoso castillo alemán para este año.
Precios de la entrada al Castillo Neuschwanstein
- Entrada general 18 €
- Entrada reducida: 17 € *
- Entrada gratuita: menores de 17 años, guías turisticos, conductores de autobuses de viajes.
- Entrada combinada Castillos del rey Luis II (Neuschwanstein, Herrenchiemsee y Linderhof): 31 €
La entrada al Castillo Neuschwanstein está incluida en el Abono de 14 días de los Palacios de Baviera. El precio de este bono es de 35 € por persona.
*La entrada reducida se aplica a mayores de 65 años, estudiantes universitarios y grupos de más de 15 personas.
Horarios Castillo Neuschwanstein
El Castillo del Rey Loco abre todos los días del año a excepción del 24,25 y 31 de diciembre y 1 de enero. Los horarios de apertura el resto del año son los siguientes:
- Finales de marzo al 15 de octubre: de 9:00 a 18:00 horas.
- Del 16 de octubre a finales de marzo: de 10:00 a 16:00 horas.
La última entrada al castillo es 45 minutos antes del cierre.
Hoteles cerca del Castillo del Rey Luis II de Baviera
Aunque son muchos los que visitan el famoso Castillo de Neuschwanstein con una excursión de un día, también son bastantes los que se deciden a pernoctar cerca de Hohenschwangau. Ya sea en la misma población o en otras localidades de los alrededores. A mí me parece una gran idea pasar alguna noche en esta parte de Baviera. Sus montañas, lagos, praderas y pueblos son perfectos para disfrutar de un entorno idílico. Al visitarlo queda clara la razón por la que Luis II eligió este lugar para edificar sus castillo.
Hoteles en Hohenschwangau
Se trata de un lugar tan idílico como turístico. Aunque es cierto que al llegar la tarde, en cuanto se cierran los castillos, sus calles recuperan la calma. Los alojamientos aquí son limitados pero si se quiere
- Hotel Müller. Aunque algunas de sus habitaciones están algo anticuadas, no hay duda de que su ubicación y encanto bávaro de sus zonas comunes le convierten en una gran opción para dormir en Hohenschwangau.
- AMERON. Probablemente el mejor hotel en Hohenschwangau. Lo forman varios edificios, cada uno de ellos con una decoración y estilos personalizados.
- Hotel Garni Schlossblick. Más sencillo (y también más económico) que los anteriores, ocupa un edificio de estilo alpino.
Hoteles en Schwangau
En esta localidad hay varios alojamientos más sencillos pero a tener en cuenta por su precio. También hay una gran Oficina de Turismo en la que dan toda la información sobre los castillos y otros atractivos de la zona.
- Gästehaus Apollo. Es una casa de estilo alpino, con largas terrazas de madera. Las habitaciones son funcionales y cómodas.
- Hotel Helmer. Este hotel rodeado de jardines no puede ser más idílico. La madera está muy presente en la decoración del edificio y su desayuno es la mejor forma de comenzar el día.
Hoteles en Füssen
Personalmente me parece la opción más acertada para alojarse cerca del Castillo de Neuschwanstein. La distancia es poca y Füssen cuenta con un gran número de hoteles y demás servicios turístico. Sin olvidar sus atractivos como ciudad.
- Hotel Schlosskrone. Justo en el límite del centro histórico hay un buen número de hoteles de 4 estrellas. Uno de los mejores (con un desayuno de diez) es este. Tiene parking y habitaciones cómodas con baños modernos.
- Villa Fantasia Budget Boutique Hotel. Si preferís un hotel con encanto en el barrio más pintoresco y tranquilo de Füssen, entonces puede que esta sea la opción perfecta para vosotros.
Visita al interior del Castillo de Neuschwanstein
La visita al interior del castillo solamente se puede hacer con visita guiada (inglés/alemán) o con audio-guía (siempre en grupo y acompañados de un guía del castillo).
El tiempo que se dedica a la visita guiada es de poco más de 30 minutos. En el caso de elegir recorrer el castillo con audio-guía, esta se recoge tras pasar el control de entradas.
Dicho control está en el patio interior del castillo. Una gran pantalla anuncia la hora del siguiente grupo que tiene acceso al recinto. En ese momento hay que acercarse a los tornos y pasar por ellos el código de la entrada. El tiempo para entrar termina justo en cuando se anuncia la hora del siguiente grupo. Si llegas tarde es más que probable que no te permitan el acceso.
El recorrido por el interior exige subir y bajar varios tramos de escaleras. No se puede acceder con mochilas de grandes dimensiones, maletas, bicicletas o cochecitos de bebé.
Una vez dentro de este castillo de cuento se pasa por diferentes salas que nos llevan a la Edad Media, a una época de leyendas y caballeros. Paredes y muebles decorados con pinturas, telas y cisnes van apareciendo a lo largo del recorrido por un pequeño número de estancias de las muchas que hay dentro del Castillo Neuschwanstein: tan solo se pasa por 14 de las 200 que encierran los muros de esta residencia real. En varias de esas salas hay referencias a personajes protagonistas de leyendas germánicas y de óperas de Wagner, compositor al que Luis II admiraba y del que fue mecenas a lo largo de sus vida.
No se pueden tomar fotografías ni grabar hasta el final de la visita guiada.
Vestíbulo inferior
Tras cruzar un pasillo a cuya derecha se puede ver algunas de las antiguas estancias del servicio, se llega a esta sala decorada con pinturas murales que cuentan la historia de Sigfrido, protagonista de El Cantar de los Nibelungos.
Sala del Trono del Castillo Neuschwanstein
Es una de las estancias más espectaculares y ornamentadas del castillo. Recuerda a una iglesia bizantina por sus pinturas murales y la gran lámpara que cuelga de la bóveda decorada con el sol. En el ábside decorado con pinturas de Cristo y sus apóstoles, en lugar del altar que podemos encontrar en una iglesia, se iba a colocar el trono. Pero tras la prematura muerte de Luis II, nunca llegó a ocupar ese lugar.
Antesala y comedor
Una antesala recubierta de madera de roble da paso a las estancias privadas del que fuera rey de Baviera. En esa estancia se pueden ver una serie de timbres eléctricos que servían para llamar al servicio del Castillo Neuschwanstein. Se pueden también ver el sistema de calefacción y las ventanas de acero.
En cuanto al comedor, también está decorado con pinturas enmarcadas en roble tallado. En la mesa del comedor, de nuevo Sigfrido luchando con el dragón (al matarlo y bañarse con su sangre, una leyenda cuenta que se volvió inmortal) representado en un centro del mármol y bronce.
Dormitorio del rey Luis II
Es la única estancia del castillo decorada en estilo gótico. La cama con dosel, los revestimientos tallados y el resto de los muebles se tallaron teniendo como inspiración los motivos ornamentales de las sillerías de los presbiterios y los altares del gótico tardío. No hay que perder de vista el tocador, decorado con cisnes. Ni las pinturas murales, en este caso dedicadas a Tristán e Isolda.
Capilla del Castillo Neuschwanstein
Se accede a la capilla desde el dormitorio, cuyo altar está dedicado a San Luis. El estilo de esta estancia es también de estilo gótico.
Como curiosidad, contaros que fue en el dormitorio donde, en de julio de 1886, Luis II fue arrestado tras ser declarado no apto para gobernar. Al día siguiente falleció en extrañas circunstancias en el Lago de Starnberg, cerca de Munich.
Vestidor de Luis II, el Rey Loco
El revestimiento de madera y los murales con escenas de poetas alemanes está decorado con tejidos de seda en color violeta con bordados en oro con pavos reales. El mueble más destacado de esta estancia es el gran joyero del rey.
Salón del rey en el Castillo Neuschwanstein
Esta habitación privada es una de las más llamativas por su decoración. Las pinturas murales se inspiran en la saga de Lohengrin y Parsifal, personaje con el que Luis II se identificaba por el tema de los caballeros del Grial y al motivo del cisne, animal heráldico del monarca que aparece bordado en los textiles, en la madera, en las pinturas y en la gran figura de cerámica que servía de florero.
Gruta e invernadero
En un pasillo que une dos estancias del Castillo del Rey Loco se creó una gruta artificial que antiguamente tenía una cascada y que se podía iluminar con diferentes colores. Desde esta gruta se accedía a través de una puerta de cristal al invernadero con vistas a las montañas.
Despacho de Luis II en el Castillo Neuschwanstein
La última de las salas privadas de Luis II que se visitan durante el recorrido es el despacho del monarca. Su lugar de trabajo. El mueble principal es el escritorio, con todo lo necesario para leer y firmar documentos. Las paredes están cubiertas de madera y pinturas murales que representan el torneo de cantores asociado a Tannhäuser, personaje de leyenda que descubrió en una gruta el Monte de Venus.
Sala de los Ayudantes
Con una decoración mucho más sencilla que las anterior estancias, en esta sala destacan la madera de las paredes y los azulejos de las estufa.
Sala de los Cantores
Al entrar en esta excepcional sala, la última del recorrido guiado por el Castillo Neuschwanstein, es inevitable imaginar fiestas palaciegas, bailes o comidas. Pero no, en esta sala nunca ocurrió nada de eso. Luis II quiso crear en la estancia un monumento a la cultura caballeresca medieval y esos personajes de leyenda con los que se identificaba desde joven. La tribuna de los cantores está separada del resto de la sala por tres arcos y está decorada con una pintura que representa el bosque sagrado del Castillo del Grial.
Cocinas del Castillo del Rey Loco
Las últimas estancias que se visitan dentro del castillo son las antiguas cocinas. Se visitan por libre, sin guía, y en ellas se pueden hacer fotografías. Están equipada con los últimos avances de la época en que fue construida. Tienen un asador de pinchos grandes y otro pequeño. Horno, fogón, aparador y hasta una gran pecera para conservar vivos los peces hasta el último momento. En unas alacenas se pueden ver vajillas y diferentes utensilios de cocina. Frente a la cocina está el fregadero, y entre ambas estancias, el despacho del jefe de cocina con un escritorio y un diván.
Qué ver cerca del Castillo Neuschwanstein
Hay algunos lugares cerca de este famoso castillo que merece la pena tener en cuenta para un posible visita.
Marienbrücke o puente de María
Yo diría que en una visita imprescindible si tener la mejor vista del castillo. Se encuentra muy cerca de la parada del autobús (los que suben hasta el castillo con ese medio de transporte y piensan bajar caminando deberían visitar en primer lugar el puente y luego dirigirse al Castillo Neuschwanstein).
Está a unos 700 metros de la entrada al castillo, el acceso es gratuito y aquellos que tengan mucho vértigo deberán pensarse dos veces si lo cruzan o no. Y es que este puente se alza varias decenas de metros sobre el río Pöllat, cruzando un desfiladero de lado a lado.
Originalmente este puente lo mandó construir el rey Maximiliano II para que pudieran cruzar el acantilado los jinetes que patrullaban la zona. En aquel momento, la estructura era de madera. Mucho menos resistente que el puente actual que data de la época de Luis II. Ahora cuenta con una estructura de hierro, sin duda mucho más sólida que la anterior.
En cuanto al nombre del puente, Marienbrücke o Puente de María, es un homenaje a la reina María de Prusia, esposa y madre de los monarcas que lo construyeron y transformaron.
Castillo de Hohenschwangau
El rey Maximiliano II adquirió el antiguo castillo medieval en ruinas de Hohenschwangau en 1832 para reconstruirlo en estilo gótico. Años más tarde, el monarca se casó y esta residencia de verano de los reyes bávaros se convirtió en una de las preferidas de la reina María. Luis II pasó gran parte de su infancia en este castillo, ubicado a tan solo 2 kilómetros del Castillo Neuschwanstein.
La mejor forma de llegar al Castillo de Hohenschwangau es caminando. Desde la entrada del P4 hay dos rutas, la más corta supone un paseo de 20 minutos; la larga, el doble.
Las entradas se pueden comprar en el Ticket-Center Hohenschwangau y en la misma web que las entradas al Castillo del Rey Loco.
Museum der bayerischen Könige
El Museo de los Reyes Bávaros fue inaugurado en 2011 y sus 16 salas están dedicadas a la historia de la dinastía Wittelsbach. El rey Maximiliano II y su hijo Luis II son los grandes protagonistas de las exposiciones del museo. Se puede visitar por libre o sumarse a algún recorrido guiado. El museo es accesible para todos gracias a sus ascensores y la ventana panorámica de 21 metros es un atractivo añadido, con sus vistas del Castillo de Hohenschwangau, el Alpsee y las montañas.
Füssen
Esta ciudad a pocos kilómetros del Castillo Neuschwanstein es una base perfecta para visitar Hohenschwangau, hacer rutas por las cercanas montañas y disfrutar de los lagos que hay en esta zona de Baviera.
Además, por si sola, Füssen es digna de una visita. Se trata de una de las ciudades más bellas de la Ruta Romántica de Alemania. Sus antiguas murallas, sus monasterios, las calles peatonales y su castillo son algunas de las razones por las que no hay que perderse esta ciudad.