El Castillo de Nantes es el último de los Castillos del Loira antes de que el río desemboque en el Atlántico. Puede que no tenga la elegancia o la bonita ubicación de otros castillos de esta bonita ruta por tierra, pero no hay duda de que la historia del este emblemático edificio hace de él uno de los lugares imprescindibles que ver en Nantes.
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Breve historia del Castillo de Nantes
Las obras del actual Castillo de Nantes comenzaron en el siglo XV. Fue el Francisco II, el último de los duques de Bretaña antes de que ésta pasara a formar parte del territorio francés, quien quiso convertir el antiguo castillo en una fortaleza medieval. A la muerte del duque, fue su hija, Ana de Bretaña, quien continúo con las obras.
Los nuevos edificios están marcados por las primera influencias del Renacimiento italiano que se mezclan con el estilo gótico flamígero presente en las construcciones anteriores. A ella se debe por ejemplo la construcción de varias galerías en la Torre de la Corona de Oro, el edificio más elegante del Castillo de Nantes.
Ana de Bretaña fue dos veces reina de Francia ya que contrajo matrimonio con Carlos VIII y Luis XII. El primero de estos matrimonios tuvo lugar cuando Ana contaba solo 14 años para intentar calmar las tensiones entre Bretaña y Francia. Carlos III murió de forma repentina y Ana se vio obligada a contraer matrimonio con Luis XII. Fue madre de 9 hijos de los que 7 fallecieron y murió en 1514 a la edad de 37 años. Hoy sigue siendo uno de los personajes más emblemáticos de Nantes, la ciudad que fue capital de Bretaña.
Finalmente en el año 1532 Bretaña fue anexionada a Francia, pasando el Castillo de Nantes a convertirse en la morada bretona de los reyes franceses. Pero no acaba en tranquila residencia palaciega la historia de este castillo. Con el tiempo se convirtió en prisión, cuartel y arsenal. Sufrió un incendio en 1670 y una explosión destruyó parte del castillo en 1800. Y durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes construyeron un búnker en el castillo.
Curiosamente, el Estado vendió el Castillo de los Duques de Bretaña a Nantes en 1915 (lo que es tuyo te lo quitan y luego hacen negocio cuando te lo venden para que sea tuyo de nuevo) pasando a convertirse en museo en 1924.
Cómo es el Castillo de los Duques de Bretaña
El Castillo de Nantes tiene todo los elementos que podemos imaginar al pensar en un castillo medieval. No faltan la muralla exterior ni el foto. Tampoco un puente que lleva al interior del edificio. Torres y el paseo de ronda rodean el patio de armas. Y allí, las distintas construcciones palaciegas hoy convertidas en salas de exposiciones, servicios turísticos y museo.
La mejor vista del conjunto del castillo se obtiene desde el exterior de la muralla que le rodea. Ya sea desde la Rue de États, desde la Rue Premion o desde la Place Marc Elder, la imagen del Castillo de Nantes con su foso y la verde pradera que lo rodea conquista a más de uno. Para descender a esa pradera hay una escalera de madera en la primera de las calles que os he mencionado, y una vez abajo, un agradable paseo por el Chemin de Langlais, junto al foso, que ofrece una perspectiva diferente de la fortaleza bretona.
El acceso al castillo se puede hacer desde ese paseo inferior por dos pequeñas puertas laterales. Pero sin duda merece la pena entrar al antiguo Castillo de los Duques de Bretaña por la entrada principal, un puente al que se llega desde la Place Marc Elder y que está protegido por la la Torre de la Panadería y de la Palanca.
Una vez dentro del antiguo patio de armas se puede contemplar la imagen más palaciega del Castillo de Nantes. En ese patio donde se encuentran distintos edificios de los siglos XV al XVIII. Entre ellos está el Palacio Residencial, y en él, la antes mencionada Torre de la Corona de Oro, un blanca y refinada construcción a la que Ana de Bretaña aportó feminidad. La reina mandó esculpir símbolos animales y vegetales, así como construir una doble logia, algo muy original en la época. El resultado es una edificio realmente elegante.
Visitar el Castillo de Nantes
Siendo uno de los lugares que ver en Nantes, seguro que nadie quiere perderse la visita a este histórico castillo. Al contrario que otros castillos, al estar éste en el centro de Nantes y rodeado por la ciudad medieval, ver su exterior está al alcance de todos. Pero no solo eso: entrar al Castillo de los Duques de Bretaña es gratuito.
Sí, habéis leído bien. No hay que pagar ni por pasar junto a su foso, ni por entrar a su patio de armas. Ni tan siquiera por recorrer los 500 metros de su camino de ronda, un paseo que ofrece bonitas vistas de la ciudad, del castillo y hasta de la Catedral entre los tejados de los edificios nanteses.
Horario
El patio y las murallas están abiertas todos los días del año (excepto 1 de Enero, 1 de Mayo, 1 de Noviembre y 25 de Diciembre).
El horario del 1 de julio al 31 de Agosto es de 8:30 a 20:00 horas. El resto del año cierra a las 19:00 horas.
Museo de la Historia de Nantes
Este museo en el interior de Castillo de Nantes lleva a visitante en un recorrido por la historia de la ciudad. El recorrido de la visita asciende por el interior de Torre de la Corona de Oro para ir llegando a distintas estancias en la que se exponen objetos de distintas épocas. En total son 32 las salas que forman parte de la exposición. En ellas se va conociendo la función que tenía cada estancia mientras se avanza en la historia de Nantes.
Una escultura de Ana de Bretaña recibe a los visitantes al entrar al museo. Tras atravesar la tienda de recuerdos comienza la visita con una proyección de la vida de la querida reina bretona.
Más adelante maquetas de la ciudad, la relación de Nantes con el Loira, el puerto atlántico, la trata de esclavos, la revolución industrial, las dos Guerras Mundiales. A través de pinturas, tapices y esculturas los siglos van avanzando mientras la historia de Nantes se mezcla con la historia mundial.
Horario
Del 1 de Julio al 31 de Agosto el museo abre todo los días de la semana de 10:00 a 19:00 horas.
Resto del año cierra los lunes. El resto de la semana abre de 10:00 a 18:00 horas.
Precios
El precio de la entrada general es de 9 €.
La entrada reducida (aplicable a estudiantes, profesores y a todos los visitantes 1 hora antes del cierre): 5 €.
Los menores de 18 años, desempleados y discapacitados entre otros colectivos pueden entrar de forma gratuita.
Los poseedores del Nantes Pass tienen la entrada incluida, así como la audio guía (precio para el resto de visitantes 2 €).
Excepto en Julio y Agosto, cada primer domingo de mes la entrada al Museo es gratuita.
Cómo llegar al Castillo de Nantes
Es muy sencillo llegar al Castillo de Nantes caminando desde cualquier punto del centro histórico de la ciudad. Para que os hagáis una idea de las distancias:
- Commerce: 600 metros.
- Place Graslin: 1.100 metros.
- La Catedral: 400 metros.
También podéis recurrir al tranvía para llegar al Castillo de los Duques de Bretaña. Tendréis que subir en la línea 1 (la misma que lleva hasta las Maquinas de la Isla y el Gran Elefante de Nantes) y bajar en Duchesse Anne.
6 comentarios
Nos viene genial este post, tenemos prevista una visita a Nantes para el año que viene, ojala podamos porque llevamos unos años retrasandola. El castillo tiene muy buena pinta, y si dices que es una visita obligada te haremos caso. No deja de sorprender escuchar/leer este tipo de historias, casada con 14 años y 9 hijos en 37 años de vida. Que locura. ¿Vosotros utilizasteis la Nantes Pass? Hemos leido que esta muy bien. Un saludo 🙂
Una absoluta locura la de esta mujer. Solo pensarlo da vértigo. Nosotros si utilizamos la Nantes Pass, pero la verdad es que merece la pena hacer cuentas antes porque puede que no os salga rentable. No incluye determinadas cosas y de las que están incluidas puede que no todas os interesen. ¡Miradlo antes de comprar!
El verano pasado, la última parada de nuestro viaje por Bretaña era precisamente Nantes. Y decimos “era” porque la aerolínea repentinamente nos canceló el vuelo de vuelta a Málaga y tuvimos que adelantar el regreso, perdiéndonos la visita a Nantes.
Desde entonces tenemos Nantes en el punto de mira, tanto por su castillo como por “las máquinas de la isla”. Así que tu post nos lo guardamos en favoritos porque seguro que muy pronto lo vamos a necesitar. 😉
Saludos.
Menuda faena… Pero bueno, Francia siempre es un buen destino y Nantes la excusa perfecta para regresar al país vecino 🙂
¡Hola Kris!
Confieso que de Nantes solo me sonaban las máquinas de la isla y porque, precisamente, te las vi a ti en Twitter.
Además de que el castillo es precioso, que esté en el centro y que no sea muy caro creo que lo convierten automáticamente en uno de los sitios que no hay que perderse en Nantes!
Por cierto, pobre Ana. La casaron enseguida, se pasó la vida embarazada y pariendo y murió jovencísima. Qué suerte hemos tenido de no nacer en esa época.
¡Un abrazo!
La verdad es que esta mujer tuvo una vida de los más intensa: en tan pocos años reina dos veces, y mientras, sin parar de dar a luz. Si nos viera en el siglo XXI, ¿qué pensaría?