En pocos días regreso a una capital europea que he visitado en varias ocasiones, esta vez lo haré invitada por Turismo de Bélgica junto a otras bloggers de viaje ganadoras todas del concurso que la citada Oficina de turismo convocó hace unos meses. Como digo, no es la primera vez que viajo a esta ciudad y por ello me ha apetecido compartir los lugares que considero fundamentales y que forman parte de mi Bruselas imprescindible. Quizás al volver de este viaje tenga que incluir alguno nuevo que me descubran durante nuestro blogtrip por la capital belga.
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¿Qué no puedes dejar de visitar en el corazón de la ciudad?
Grand Place
Sin duda la estrella por derecho propio en Bruselas es la Grand Place, una maravilla arquitectónica que si tuviera techo podría ser salón de baile de un palacio o un museo tanta es la belleza y el arte que hay en cada uno de sus lados. La he visto en Navidad y está fantástica con su árbol decorado en el centro, pero es en verano cuando la luz la muestra en todo su esplendor iluminando las diferentes fachadas de la plaza según se desplaza por el cielo.
Manneken Pis
Hay un pequeño niño que se ha convertido en símbolo de la ciudad, el Manneken Pis. La verdad es que a mí me decepcionó la primera vez que lo vi. Es tan pequeño… pero claro, igual también sería ridículo tener una fuente con un niño de metro y medio haciendo pis, ¿no os parece?
Galería Saint Hubert
Las primeras galerías comerciales de Europa están en Bruselas y aún hoy en día dicen que son las más elegantes. Se trata de las Galerías Saint Hubert, conocidas también como Reales, miden 200 metros y se dividen en tres tramos: el del Rey, el de la Reina y el de los Príncipes. En ellas se pueden encontrar tiendas exclusivas de ropa, restaurantes y cafeterías.
Grand Sablon
Se trata de una elegante plaza rodeada de las mejores chocolaterías, algunos buenos restaurantes y tiendas cuyos precios son para mirar y no comprar. En ella se celebra un mercado de antigüedades justo a la sombra de la Iglesia de Nuestra Señora de Sablón en la que hay que entrar para disfrutar de la luz del sol cuando se filtra por sus vidrieras. Basta cruzar la calle para llegar a otra plaza que ocupa un jardín vallado, el Petit Sablon. Es divertido rodearlo intentando adivinar el oficio de cada de una de las esculturas que adornan la parte alta de su verja. Y si el tiempo acompaña es un lugar agradable para sentarse a leer junto a la fuente que hay que la parte alta del jardín.
Catedral de Bruselas
La Catedral de San Miguel y Santa Gúdula se puede llegar a ella dando un agradable paseo y descansar tranquilamente en su sombreado jardín delantero. Uno de los lugares que sin duda hay que ver en Bruselas.
Edificio Old England
Aunque uno no sea de los que adora visitar museos, merece la pena entrar en el de Instrumentos Musicales. Se encuentra en lo que fueron los antiguos almacenes Old England y desde el exterior uno ya puede apreciar el estilo Art Nouveau del edificio. Además las vistas desde su terraza sobre la ciudad son estupendas.
¿Podemos ver algo alejado del centro?
Atomium
Para empezar citar otro de los símbolos de la ciudad, el Atomium. Su estructura singular llama cuando menos la atención, y aunque no se visite su interior, ¿quién se resiste a hacerse alguna foto a su lado?
Museo Horta
Victor Horta fue uno de los padres del Modernismo y el Museo Horta da la oportunidad de conocer cómo era una casa Art Nouveau donde desde su arquitectura a su decoración rinden tributo a ese estilo. Importante comprobar horarios de apertura, pues son bastante “especiales”.
Parque del Cincuentenario
El Parque del Cincuentenario es un bonito jardín con distintos edificios en su interior (incluyendo uno del antes citado Victor Horta) y un arco en su entrada a cuya parte alta de puede subir de forma gratuita.
Basílica del Sagrado Corazón
Hay un edificio que no gusta a todos, pero si uno es amante del Art Decó , no debe saltarse la visita de la Basílica del Sagrado Corazón. Es un edificio bastante austero pero con elementos decorativos singulares y unas vidrieras bien diferentes a las de las otras iglesias de la ciudad.
¿Un lugar secreto?
En el pequeño Parc du Palais d’Egmont vive un personaje de cuento muy famoso: Peter Pan. Su escultura, igual a la de Hyde Park en Londres, está rodeada de árboles y praderas a las que los padres acuden el fin de semana a jugar con sus hijos. Además hay un coqueto restaurante perfecto para el Bruch del fin de semana o para tomar algo en este remando de paz.
¿Nos vamos de compras?
Hoy en día podemos encontrar en Bruselas tiendas de todas las grandes firmas de moda y por supuesto de aquellas de cadenas que están en cada rincón de Europa. Sin embargo lo que merece la pena es recorrer el barrio Les Marolles. Allí hay tiendas preciosas de decoración y moda, pero también es el lugar perfecto para buscar ropa o complementos vintage. La Rue Haute cuenta con un buen número de tiendas donde descubrir ese artículo perfecto.
Y también en este barrio es donde se celebra algo similar al Rastro madrileño. Tiene lugar en la Place du Jeu de Balle. y se pueden encontrar (rebuscando mucho) interesantes antigüedades. Tienen lugar todos los días del año.
¿Comemos?
En Bruselas no faltan los lugares donde comer, desde comida rápida a lujosos restaurantes lo que uno tendrá serán dudas por cual decidirse. Pero lo interesante sin duda es buscar algún lugar donde poder probar alguno de los platos típicos belgas como estos:
- Mejillones. Chez León es típico para degustarlos
- Croquetas de camarones.
- Carbonada flamenca (delicioso guiso con cerveza, se puede encontrar en cualquier local de comida belga, al igual que las croquetas)
- Gofres. Hay hasta pequeñas furgonetas ambulantes donde comprar uno de estos dulces con chocolate o nata
- Patatas fritas. Delicioso acompañamiento de cualquier plato.
- Chocolate. Neuhaus o Godiva son solamente algunas de las famosas chocolaterías belgas.
Por supuesto que en Bruselas hay un montón de cosas más que hacer y ver, pero dependerá del gusto de cada uno incluirlas en esa lista de imprescindibles. De momento yo regreso a esta ciudad con un blogtrip, y ya veremos cuando vuelva cuantas cosas nuevas os puedo contar. Espero que muchas….
