Bonilla de la Sierra, uno de los pueblos más bonitos de Ávila

por Cristina Monsalvo
Bonilla de la Sierra

Olvidado por el turismo de masas o ese que busca la foto perfecta para subir a Instagram, Bonilla de la Sierra mantiene intacto ese encanto que le hace merecedor de estar en la lista de los pueblos más bonitos de España. Muy cerca de los lugares que ver en Piedrahita y de algunas bonitas rutas entre prados y arroyos, este pueblo es el lugar perfecto para respirar aire puro y disfrutar del silencio mientras se descubre su patrimonio.

Dónde está Bonilla de la Sierra

Para visitar este bonito pueblo abulense hay que ir al Valle del Corneja. Un río afluente del Tormes, ese que baña la localidad de El Barco de Ávila. En el corazón de ese valle, rodeado por las sierras del Santiago, Villanueva, Villafranca y El Mirón, se encuentra Bonilla de la Sierra.

No se trata de un pueblo de paso. No te lo vas a encontrar de casualidad. Para llegar a él hay que dejar la N-110 une Ávila con Piedrahita y tomar la AV-P-638. Una de esas carreteras estrechas en las que en primavera la vegetación llega hasta el borde y por las que parece que nunca pasa nadie.

Si se llega desde Ávila, habría que desviarse a la altura de Casas del Puerto. En el caso de venir desde El Barco de Ávila o Piedrahita, la desviación está en Rivera de Corneja. El tramo desde esta segunda desviación es muy más sencillo, más rápido y con menos curvas.

Antes de llegar al pueblo hay un mirador. Si el sol no lo tenéis de frente, podréis hacer una bonita foto. Más adelante, justo a la entrada de la localidad, hay una amplia esplanada. El lugar perfecto para dejar el coche estacionado mientras se visita Bonilla de la Sierra.

Qué ver en Bonilla de la Sierra

Yo diría que cómo en casi todos esos pueblos pequeños, con tanta historia como encanto, lo mejor que se puede hacer en Bonilla de la Sierra es callejear. Disfrutar el ese entorno de prados en el que el aire puro llega fresco hasta los pulmones. Ropa tendida, sillas al sol y gatos en las ventanas hacen ver que este pueblo está vivo.

Antes o después uno termina topando con todos los lugares de interés de este pueblo abulense, y mientras se pasea, se disfruta de esa sensación de libertad de la que tantas veces no privamos en esa vida organiza y con prisas a la que estamos acostumbrados.

Bonilla de la Sierra

En cualquier caso, y para que en ese vagar calle arriba, calle abajo, no os dejéis nada en el tintero, os voy a contar que lugares son los más interesantes que ver en Bonilla de la Sierra. No hace falta ir muy documentado, pues junto a cada construcción destacada hay un cartel hablando del lugar que tenemos antes nosotros.

Puerta de Piedrahita

Junto a la zona de estacionamiento que mencionaba antes, se encuentra el primero de los lugares que ver en Bonilla de la Sierra. Se trata de la Puerta de Piedrahita. Una de las cuatro entradas que tuvo la muralla que rodeaba la localidad. Dicha muralla tenía 1.100 metros de longitud, quedando en su interior las casi 8 hectáreas que tenía la villa.

Bonilla de la Sierra

Si bien no queda nada de las otras puertas, si hay un resto visible de la muralla unos metros a la derecha de esta puerta de la que os hablo. Es poco lo que se puede ver, pero gracias a lo que se cuenta en el panel explicativo junto a ella se puede entender el modo en el que estaba construida esta muralla que data de finales del siglo XIII.

Pozo de Santa Bárbara

A medio camino entre la Puerta de Piedrahita y los restos de las murallas hay un lugar que puede pasar desapercibido. Es el Pozo de Santa Bárbara. Desde la Calle Circunvalación, la que que rodea el pueblo siguiendo lo que debió ser el trazado de la muralla, se puede acceder a un jardín desde el que se puede ver el pozo desde arriba.

Para entrar al interior del pozo, hay que girar por la Calle Pozo de Santa Bárbara. Enseguida veréis una puerta de hierro. Abridla y comenzad a bajar los escaleras para adentraros en esta construcción que garantizaba el abastecimiento de agua a la población en caso de asedio. Almacenaba el agua de la lluvia y se cree que data del los siglos XII-XIII.

Ojo, no se os olvide llevar una luz para acceder. Y sobre todo, no vayáis lanzados o podéis terminar metidos en el agua sin daros cuenta. Hay que bajar despacio mirando siempre el nivel del agua, hasta que escalón puede llegar. En los días de sol es un verdadero espectáculo el color que adquiere el agua en el fondo del pozo.

Plaza Mayor de Bonilla de la Sierra

Uno de los espacios más atractivos que ver en Bonilla de la Sierra es sin duda su Plaza Mayor. Una plaza porticada en la que convergen las calles de la villa. Las fachadas cuentan con ese característico entramado castellano. Y bajo ellas se pueden ver los soportales adintelados. Unas construcciones sin duda atractivas que llaman la atención de todo el que pasa junto a ellas.

También en esta plaza se encuentran la iglesia, la fuente, el rollo de justicia y el bar del pueblo. Un buen lugar para hacer una parada, comprar algo para beber y salir al sol a charlar con la gente del pueblo. Ah, y recordar que aquí se celebraban corridas de toros los días de San Juan y de San Toribio.

Bonilla de la Sierra

Iglesia Colegiata San Martín de Tours

Os puedo asegurar que no esperaba encontrar esta impresionante iglesia en un pueblo de las dimensiones de Bonilla de la Sierra. Coronada por pináculos y rodeada de gárgolas, este templo data del siglo XV. Su planta no es regular. La razón de ello es que se adaptó a la torre de una construcción previa que había en el lugar. Más tarde, ya en el siglo XVI, se finalizó la construcción de la torre.

Encontrar la iglesia abierta no parece cosa sencilla. Nosotros preguntamos a varias personas y nadie en ese momento nos supo decir a quien dirigirnos para poder entrar en el templo. A ver si en otra ocasión conseguimos conocer su interior.

Castillo de Bonilla de la Sierra

Rodeando la iglesia se llega al último de los edificios destacados en Bonilla de la Sierra. Se trata de su castillo. Sus orígenes datan del siglo XII, pero fue más tarde, cuando la villa pasó a ser Señorío de los Obispos de Ávila, cuando se realizaron reformas para convertir esta construcción en la residencia de verano de los prelados.

Aunque parte de sus muros han desaparecido y no se puede entrar al interior, la pequeña torre del homenaje sigue estando en pie, siendo la parte mejor conservada del castillo. Desde la distancia se pueden ver también algunas de las torres que rodeaban la fortaleza, en cuyo patio central se encontraban las caballerizas y algunas antiguas dependencias. Cuentan (no pude entrar para comprobarlo) que en algunas estancias, al igual que en el interior de la torre, se conservan antiguos frescos que representan torneos, motivos florales y escenas cotidianas de la vida palaciega.

¿Qué os ha parecido este pueblo de Ávila? Sin duda un lugar en el que bien merece la pena hacer una parada si uno se encuentra por la zona. Si queréis conocer más de esta zona, siempre os podéis plantear pasar al menos un fin de semana en esta parte de Castilla-León. Para pernoctar hay muchas casas rurales, pero yo os recomiendo el Hotel Ribera del Corneja, con sus bonitos bungalows rodeados por un bosque.

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2 comentarios

Armando 12/10/2023 - 4:42 PM

Cuando estoy allí, siempre encuentro paz en el alma.
La iglesia se supone que es el alguacil quien debe abrir. No obstante preguntaré al alcalde y te dejo aquí como se oye de visitar

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Cristina Monsalvo 13/10/2023 - 12:02 PM

Muchas gracias Armando, cualquier información siempre es bienvenida.

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