Playas, cayos, manglares y palmeras forman parte del atractivo paisaje del archipiélago de Bocas del Toro. Es uno de los lugares más turísticos de Panamá y son muchos los viajeros que llegan hasta aquí en una extensión desde un viaje por la vecina Costa Rica. Clima tropical, buen ambiente y un entorno paradisíaco convierten a Bocas del Toro en una visita obligada en cualquier viaje a Panamá.
Hay que llegar a Bocas del Toro preparado para subir en barca. Y no una ni dos veces. Aquí este trasporte es imprescindible para moverse entre las distintas islas, no hay otra forma de llegar a esos rincones lejanos del archipiélago. Si el mar está en calma las travesías serán tranquilas. Pero puede que llueva o que el mar no esté tan cómodas como uno quisiera. Sea como sea merecerá la pena cuando uno llegue a ese punto perdido en medio del Caribe panameño.
Antes de contaros que hicimos nosotros en Bocas del Toro los días que duró nuestra estancia en esta parte de Panamá os voy a dejar unos pequeños apuntes sobre la historia del lugar. Una historia ligada a los conquistadores españoles, a Cristobal Colón y las plantaciones banareras:
- En 1502 Colón llegó a esta parte del Caribe y quedó tan fascinado que hizo algo que casi siempre hacían otros por él: bautizar algunas de las islas que tenía ante él.
- Dicen que Cayos Zapatilla se debe a que cuando el descubridor las vio en la distancia dijo que parecían un par de zapatillas. Dicho y bautizado. Hoy se llaman Cayo Zapatilla 1 y 2. Con un poco de imaginación uno puede ver dichas zapatillas en la distancia. (A mí la imaginación me sobra pero de verdad que más me parecieron dos filetes que otra cosa).
- Carenero y Bastimento también deben su nombre a Colón. La primera porque en ella echó el ancla la flota española; la segunda porque fue la isla en la que se abastecieron para proseguir viaje.
- Sobre el nombre de Isla Colón poco que decir. Hoy es la isla en la que se encuentra la capital de la región y también de la isla. ¿Su nombre? Bocas del Toro.
- En el siglo XIX la aristocracia panameña se asentó en este lugar, trayendo consigo esclavos de EEUU y África. Con el fin de la esclavitud estos esclavos se quedaron en la zona para dedicarse a la agricultura y la pesca. A día de hoy, los habitantes de Bocas son descendientes de todas estas personas. Su población es sin duda la de aspecto menos homogéneo de Panamá.
- Fue en el año 1899 cuando la United Fruit Company se apropió de una plantación bananera estadounidense. Desde entonces no ha dejado de creer y a día de hoy es uno de los motores económicos de Bocas del Toro. Cada año exporta la friolera de 750.000 toneladas de bananas. El nombre actual de la empresa en Chiquita Brands.
Índice del artículo
Dos días en Bocas del Toro (Panamá)
Al organizar el recorrido para nuestro viaje a Panamá barajamos varias opciones, una de ellas era pasar solo una noche en Bocas del Toro. Finalmente decidimos que ya que íbamos a este rincón apartado del país mejor aprovechar e invertir dos días en descubrir las islas y cayos. Menos mal que lo hicimos así. El primer día se pasó casi toda la mañana lloviendo y de habernos quedado solamente esa jornada no hubiéramos podido disfrutar nada de los encantos del archipiélago en cuyas islas se encuentran algunas de las playas más bonitas del mundo.
Día 1 – Cayo Coral y Cayo Zapatilla en Bocas del Toro
Salimos muy temprano de Ciudad de Panamá y no eran ni las ocho de la mañana cuando aterrizábamos en Bocas del Toro. El cielo estaba cubierto y el pronóstico no anunciaba que fuera mejorar. Pero daba igual, no íbamos a quedarnos metidos en el hotel por “cuatro gotas”, así que después de un buen desayuno nos subimos a la barca de los Gabrieles. Abuelo y nieto fueron nuestros guías por las islas durante nuestra estancia. Gracias a ellos conseguimos sacar buen partido a nuestro tiempo en Bocas del Toro a pesar de que el clima no fue tan favorable como nos hubiera gustado.
Esa primera mañana estaba muy cubierto y en cuanto dejó de llover todos subimos a la barca motora para empezar la ruta del día. Fuimos pasando juntos a varios manglares. Ese día aprendimos que los manglares pueden ser rojos, negros o blancos. Y vimos que distinguir unos de otros es algo sencillo, basta fijarse en los colores de las ramas de los distintos árboles que crecen sobre el mar para apreciar que siempre son de uno de esos colores. También muy cerca de los manglares pudimos ver algunas de esas estrellas de mar de gran tamaño que buscan lugares tranquilos, algo cada vez más complicado en un destino tan turístico como este.
Nuestra primera parada fue en Cayo Coral. La idea era parar un rato para contemplar lo trasparentes que son las aguas del Caribe en este punto. Vimos todo tipo de peces nadando bajo los pilotes que sustentan el sencillo restaurante del Cayo. Se trata de un terreno de manglares por lo que las construcciones están sobre el agua: el restaurante, una pequeña tienda, un par de viviendas y unas cabañas para turistas. Además alquilan gafas para bucear y tablas de surf.
Allí estábamos tan tranquilos pensando en salir hacia el siguiente punto de la ruta… cuando empezó a llover. Era una lluvia abundante pero de esa que no molesta, no hacia viento y estando bajo techo no te mojabas. El horizonte estaba cada vez más oscuro y salir con la barca en esa situación no tenía sentido. Cruzamos los dedos pidiendo que mejorara… y lo hizo, pero tres horas más tarde. Así que aprovechamos para comer y tomar una cerveza. No podíamos hacer ninguna otra cosa.
Todos otra vez a la barca. Rumbo: Cayo Zapatilla. En la distancia se supone que los dos cayos que teníamos frente a nosotros debían parecer dos zapatillas, pero nada. A mí me parecían dos islotes y fin. Llegando a ellos vimos que el que lleva el número 1 tenía una gran playa, pero nuestro destino era el Cayo Zapatilla 2. Había algunas personas en la playa y yo no pude resistirme a quedarme en bikini para darme un buen baño. A pesar del cielo gris hacía calor y el agua me pedía a gritos que me diera un baño. Este lugar de Bocas del Toro es realmente paradisíaco, y con sol ya debe ser espectacular.
Más tarde recorrimos el interior de la isla por unas pasarelas de madera que conduce a otra playa menos atractiva que aquella en la que habíamos desembarcado. Sin embargo el paseo mereció la pena sobre todo por tres cosas:
- Encontramos una pequeña tortuga en el camino y la pusimos a salvo en la charca que hay en el centro de la isla.
- Íbamos expectantes por si veíamos alguno de los cocodrilos que habitan el Cayo. Fue divertido aunque no encontramos ninguno de estos animales.
- Vimos el árbol más peculiar que podáis imaginar: se trata de un árbol que se cayó, y en lugar de darse por vencido y morir se aferró a la tierra y esta le ayudo a seguir creciendo. Algunas de sus ramas se convirtieron en raíces, pero otras se han trasformado en verdaderos árboles que crecen varios metros desde el tronco en el que nacieron.
De camino hacia Isla Colón hicimos una parada junto a un manglar. Nos dijeron que allí era relativamente fácil ver algún mono perezoso… y llevaban razón. Tuvimos suerte y distinguimos a un par de ellos colgados de unas ramas sobre nuestra cabezas. Antes de bajar de la barca en Bocas ciudad los Gabrieles nos llevaron frente a Cadenero, una de las islas más grandes del archipiélago.
Vimos algunas de esas típicas construcciones caribeñas de colores juntos a la orilla: pequeños hoteles, restaurantes, alguna casa… nos pareció un lugar tranquilo para disfrutar de no hacer nada. Solo el mar, las palmeras y una cerveza fresca. ¿Para qué más? Poco a poco el cielo se fue aclarando y para cuando regresamos a Bocas del Toro el sol lucía radiante.
Aprovechamos lo que quedaba de sol y luz para pasear por Bocas del Toro ciudad. La verdad es que no es un lugar especialmente atractivo. Apenas un puñado de calles. Las más bonitas son las avenida principal y la calle que discurre paralela al mar. En ellas hay varios hoteles, restaurantes, tiendas, agencias de viajes…
Es un lugar turístico y se nota. Pasamos por algunos puestos de artesanía. Entre muchos artículos de dudoso gusto vimos algo que nos llamó la atención: unos llamativos lienzos con imágenes pintadas en intensos colores. Un verdadero tributo al Caribe. Para acabar nuestro día en Bocas nada mejor que unas cervezas frescas y un poco de charla.
Día 2 – Isla Pájaros, Boca del Drago, Playa de las Estrellas, Playa Bluff
Nuestro segundo día en Bocas del Toro tuvimos mejor suerte con el clima. Aunque el cielo no estaba completamente azul sí que lucía el sol. Podríamos pasar un buen día de playa en playa de nuevo en la barca de los Gabrieles. Lo primero que hicimos fue rodear toda Isla Colón.
Hicimos algunas fotos desde el mar de la colorida ciudad y seguimos dando la vuelta junto a los manglares, vimos por primera vez la Playa de las Estrellas y algunas preciosas construcciones sobre el agua, tanto casas privadas como un colorido hotel formado por un puñado de cabañas y que al parecer es el alojamiento más exclusivo de la isla.
Nuestro siguiente destino era Isla Pájaros. Para llegar a ella el viaje fue movido, ese día el Caribe no era esa balsa que todos imaginamos. Al final y tras muchos meneo llegamos a ese islote que parece el decorado perfecto para alguna de las películas de Piratas del Caribe.
Es una isla pequeña y rocosa, cubierta de vegetación. La han convertido en su hogar y rincón perfecto para anidar aves como la fragata, los pelícanos, golondrinas, algunas especies de palomas y la gaviota tropical de pico rojo que solo visita la isla para reproducirse. Algunas veces cuando el mar está en calma la gente se baña alrededor de la isla, pero nosotros tuvimos que conformarnos con verla desde el agua.
Navegando sobre las olas regresamos a Isla Colon, concretamente a Boca del Drago. Es aquí hasta donde se puede llegar en autobús o taxi desde Bocas. Si alguien quiere llegar a la Playa de las Estrellas tendrá que caminar unos 15 minutos siguiendo la costa. En Boca el Drago nos tomamos un delicioso batido de fresa y plátano, dimos una vuelta y descubrimos que por una vez Lonely Planet no llevaba razón al describir este lugar.
Nosotros no le encontramos el atractivo por ningún lugar y la playa que hay en este lugar es pequeña y sucia. Además hay varias zonas que se utilizan como basureros, incluso una barca de pescadores ha pasado a ser el cubo de basura del lugar. Para nosotros cero atractivo y una parada innecesaria a no ser que quieras continuar a la Playa de las Estrellas.
Y hasta esa playa seguimos nosotros en la barca de Gabriel. Nos dejó en una zona con una estrecha franja de arena, tumbonas y algunos sencillos restaurantes. Pero nosotros decidimos caminar hacia la pequeña bahía que forma la playa. Palmeras, arena blanca y aguas muy trasparentes fueron nuestras compañeras durante las horas que pasamos en la Playa de las Estrellas.
También lo fueron los bares, la música y un buen número de turistas que habían decidido pasar el día del mismo modo que nosotros. En cada baño intentamos localizar alguna de las estrellas de mar que dan nombre a esta playa de Bocas del Toro, pero nada.
Con tanta gente debe ser que no están cómodas y buscan un lugar más tranquilo. De casualidad encontramos un pequeño grupo de cuatro estrellas. Hay que conformarse con verlas a través del agua, son muy delicadas y eso que las cojan o saquen del agua parece que no lo llevan nada bien. En cualquier caso, con o sin estrellas hay que reconocer que en esta playa se pueden hacer un montón de bonitas fotos de Panamá.
Nuestro periplo del día por Isla Colón terminó en Playa Bluff. Mucho menos turística que la Playa de las Estrellas, esta larga playa es el destino preferido de los surferos. Aquí el mar es más movido que en otros lugares de Bocas del Toro. La arena es más dorada, el mar más bravo. El paisaje en Playa Bluff sigue siendo tropical.
Pudimos disfrutar de un paseo por una playa solitaria, pero la marea estaba alta y en determinado punto era posible seguir caminando. Llegar allí mereció la pena a pesar de que el camino es realmente malo, lleno de baches que cada nueva temporada de lluvias empeoran. Teniendo tiempo se puede ir a pasar el día. Hay restaurantes y bares con piscina e incluso con tumbona perfectas para tumbarse a leer un buen libro teniendo como música de fondo el sonido del mar.
Información práctica para visitar Bocas del Toro
Cómo llegar
- Si viajas desde Ciudad de Panamá la forma más sencilla y rápida de llegar a Bocas del Toro es en avión. Los vuelos no son baratos, pero el tiempo compensa: menos de una hora en avión contra unas 8 horas por carretera. El aeropuerto de Bocas está en Isla Colón. Ojo al tema horarios: no es raro que estos vuelos salgan entre 10 y 15 minutos antes de la hora establecida.
- Una vez en tierra merece la pena prestar atención a la puerta por la que entregan el equipaje. Allí no hay cinta que valga, solamente un señor bien grande pasando las maletas por una puertecita de un metro de altura y entregando a cada pasajero la suya.
- Antes de abandonar el aeropuerto hay que pagar una tasa municipal que se cobra solamente a extranjeros. Actualmente es de 3 $.
- También se puede llegar de la vecina Costa Rica por carretera. Una vez en Bocas del Toro hay que dirigirse a Almirante, la ciudad en la parte continental de la región desde la que se pueden coger taxis marinos para ir hasta Isla Colón.
Desplazarse
Para salir de Isla Colón que es la isla en al que nosotros nos alojamos (y donde lo hace la mayor parte de los viajeros) no queda más remedio que hacerlo en barca. En Bocas hay un montón de agencias que ofrecen excursiones del tipo de las que hicimos nosotros. Hay más opciones así que basta mirar para elegir lo que más conviene y buscar el mejor precio.
En cuanto al modo de moverse dentro de la isla hay varias opciones:
- Autobús. Viene muy bien para llegar a Boca del Drago. El precio por viaje es de 2,5 $.
- Taxi. Un trayecto entre Bocas y nuestro hotel costaba 2 $ por persona y mientras queden plazas se sigue llenando. A otros puntos más cercanos al centro de la ciudad el precio es inferior, alrededor de 0,60 $. Para trayectos más largos el precio sube considerablemente: un viaje a Playa Bluff es de 15 $; a Boca del Drago, el precio para ir y volver es de 35 $.
- Bicicleta y quad. Cualquiera de estas opciones es buena para desplazamientos cortos. Incluso llegar a las playas que os he dicho se puede hacer en bicicleta. Sin embargo el camino a Playa Bluff está en tan mal estado que ahí será donde uno agradezca tener un quad que le lleve sin esfuerzo hasta su destino. No es raro ver a extranjeros en estos vehículos que resultan perfectos incluso para circular por la ciudad.
- Kayak. Se pueden alquilar estas embarcaciones, pero más que como medio de transporte como algo para hacer un poco de ejercicio o dar una vuelta hacia alguna isla cercana. En Cayo Coral preguntamos los precios y nos dijeron que cada 30 minutos costaba 5 $ el kayak individual y 8 $ el doble.
Dónde dormir
Nosotros nos alojamos en un resort sin demasiadas pretensiones: Playa Tortuga. Para salir a cenar cada noche había que recurrir a algún trasporte pues la distancia hasta la ciudad era demasiada como para hacerla caminando. Después de conocer Bocas ciudad creo que hubiera sido mucho más acertado elegir un hotel en la propia ciudad. Allí están los restaurantes, bares y toda la actividad de la Isla. La oferta además es muy amplia y hay oferta para todos los gustos y bolsillos.
Dónde comer
Desde puesto de comida en la calle a románticos restaurantes, las opciones son de lo más variadas en Bocas ciudad. En todos ellos sirven cerveza y zumos naturales, así como algunos platos típicos. También es habitual encontrar la opción de hamburguesas pero siempre con un toque caribeño, ya sea una salsa o un poco de aguacate. En la Calle 3 de Bocas es donde se encuentran la mayoría de los negocios de restauración. Yo os recomiendo Buena Vista, ya sea para comer, cenar o sencillamente tomar una cerveza. Es un local bonito junto al mar en el que siempre suena música de fondo.
Tomad nota de que en Bocas se lleva aquello de la “Happy Hour”. Varía de uno local a otro pero te puedes tomar varias cervezas o cócteles 2×1 si te anotas el horario de cada bar y te diseñas una buena ruta.
Os dejo aquí algunos precios que encontramos en Bocas del Toro:
- Una cerveza nacional: 2 $
- Un pincho de carne en un puesto de la calle: 2 $
- Un batido natural en un puesto de la calle: 3 $
- Cerveza nacional o refresco en Playa de las Estrellas: 1,5 $
Así pasamos los dos días de nuestra estancia en Bocas del Toro. Echamos en falta mejor clima la primera jornada y si volvemos seguro que buscamos otro tipo de hotel. En cualquier caso solamente decir que nos supo a poco el tiempo que pasamos en este precioso archipiélago panameño, y que aunque nos gustaron más las islas de San Blas, está claro que Bocas está mucho más preparado para recibir viajeros que ese otro archipiélago también en el Caribe de Panamá.
21 comentarios
Madre mía, que maravilla de lugares y que colección más increible de fotos con tanta luz y color. Menos mal que cambiasteis de opinión y finalmente os quedasteis dos noches, porque si no, menuda faena, un lugar tan maravilloso y con lluvia.
Un abrazo
Carmen
Cierto Carmen, si nos hubiéramos quedado solo un día la imagen de Bocas con la que habríamos vuelto a casa sería totalmente distinta 😉
Que lugar más bonita y que pena que me dio tener que sacrificarlo…por 2 veces. Tanto cuando estuvimos en Panamá como en Costa rica barajamos la posibilidad de visitar Bocas, pero nos faltaban días. Como bien dices, si no tienes un segundo día quizá no merezca la pena. Espero poder regresar por aquella zona y disfrutar de Bocas y me apunto el consejo de que mejor dormir en el propio pueblo.
Dudé mucho si dedicar o no dos días a Bocas, pero teniendo en cuenta la inversión de tiempo y dinero está claro que merece la pena dedicarle al menos dos días. Un abrazo.
Buff, ¡espectacular! Había oído hablar sobre Bocas del Toro y sabía que estaba en Panamá, pero nunca había visto fotografías. La verdad que dan ganas de estirar la toalla un ratillo y descubrir sus fantásticos “escondites”. Además, te agradezco las pinceladas de historia con las que comienzas el post, pues son curiosidades de las que me gustan y seguro que ya no se me olvida la anécdota de las zapatillas y Colón.
Saludos,
Te aseguro que a mi lo de las zapatillas no se me olvidará jamás 😉
Me ha encantado este post y me han entrado unas ganas locas de visitar Bocas del Toro! Aunque hayan sido solo un par de días los habéis aprovechado muy bien!
Le hemos intentado sacar todo el provecho posible. Y creo que lo conseguimos 😉
Me acaban de entrar unas ganas de traspasar la pantalla que no veas. El lugar es precioso, había oído hablar de Bocas del Toro y sus playas, y ya veo que merece la pena. Espero algún día conocerlo.
Creo que un lugar muy especial, muy caribeño pero lejos de esos resorts masificados de otros países cercanos.
Todavía sigo limpiandome las babas de envidia, XD! Qué fotazos y que lugar tan espléndido, y eso que encontraste hasta basuras!! Menuda descripción del paraíso, eso sí, ya veo que se necesita un par de días para disfrutarlo sino te empacha el recorrido. Una fascinante aventura entre islas, que como bien dices, paracen el escenaro perfecto de película!
Un saludo Viajero!
Eva y Carmelo
Pues ya me contarás cuando veas las fotos de Guna Yala… Dos lugares del Caribe con alguna similitud pero sobre todos muchas diferencias. Un abrazo
gracias por tan lindas fotografías, me gusta mucho Boca del toro, tiene ese encanto caribeño que inexplicable te roba el aliento.
Saludos
Ese ambiente caribeño la verdad es que es muy especial en Bocas.
Un saludo
Hola amigos! Estoy planeando un viaje junto con mi novio, y la verdad estamos muy interesados (más aún leyendo este artículo encantador) quisiera saber que me recomiendan ya que nos vamos a alojar en un eco loudge en Isla Solarte (una de las islas del archipiélago). Iremos una semana y no queremos quedarnos solamente allí… Gracias!
Hola Karen. Seguro que disfrutas mucho de ese rincón de Panamá. En el post tienes muchas ideas, lo mejor es que vayas a Bocas ciudad y contrates algunas excursiones con una agencia. Merece mucho la pena ir a Cayos Zapatillas y ver la isla de los pájaros. En cuanto a Bocas tiene muchos restaurantes y es un buen lugar para pasar la tarde tomando y disfrutando de una rica cena. Un saludo y buen viaje.
Hola buenos días!
Gracias por el Post, muy util para realizar un viaje a Bocas. Fotos maravillosas y recondaciones fantásticas tanto si el tiempo acompaña como si no.
Yo tengo pensado ir este Octubre y estamos buscando un barquero de confianza para que nos haga de “taxi” durante la estancia.
No se si, por casualidad, conservarás el contacto de: “barca de los Gabrieles”. Veo que hablas de ellos con cariño y confianza. Hemos leido en varios foros que, dos chicas solas, puede llegar a ser peligroso montarse con cualqueir barquero y no queremos a arriesgarnos a que nadie nos fastidie las vacaciones… Nos alojamos en Bastimentos además en la parte contraria a Red Frog, por lo que la barca nos va a ser indispensable si algún día queremos hacer alguna excursión mas por nuestra cuenta. Gracias! Un abrazo
Hola Andrea
Siento decirte que no tengo ningún contacto de “los Gabrieles”. Mi recomendación es que en el propio alojamiento comentéis el tema de conctactar con un barquero de confianza. O bien cuando vayáis a Bocas del Toro, que es muy pequeño, preguntéis en algún hotelito o en el Restaurante Buena Vista por ellos. Seguro que os dan alguna pista para localizarlos. Un abrazo y buen viaje.
Hola Cristina, espero estés bien. Yo vivo en Argentina en la Provincia de Mendoza. Estuve en Bocas de Toro en 2018 y entré desde Costa Rica. Muy lindo lugar y con una biodiversidad extraordinaria. Un saludos desde Argentina.
Un saludo Oscar y gracias por dejar tu comentario 🙂
Muy buena informacion, Cristina. Si regresamos a Panama, quizas visitemos Bocas del Toro. Gracias