No hubiera imaginado jamás la cantidad de hoteles que hay en Seúl, así que cuando llegó el momento de ponernos a buscar alojamiento en la capital de Corea del Sur me llevé una gran sorpresa. La verdad es que no sabía ni por donde empezar ante las decenas de hoteles entre los que poder elegir. Dimos muchas vueltas, pero al final el elegido fue el Best Western Premier Hotel Kukdo.
Para llegar a él apunté que era lo fundamental para nosotros a la hora de elegir hotel en Seúl y filtramos con esos datos:
- Cercano a una estación de metro.
- Acceso sencillo a las estaciones de tren.
- Transporte cercano para ir al aeropuerto.
- Ubicado cerca de los lugares que ver en Seúl.
- Precio máximo 100 euros por noche.
Nos daba igual que incluyera o no desayuno, pero todo los demás era importante. La oferta seguía siendo amplia, pero finalmente elegimos el Best Western Premier Hotel Kukdo porque a igualdad de condiciones con otros alojamientos similares resultaba más económico (seis noches nos costaron 460 euros con una reserva hecha en Booking.com) y cumplía todos los requisitos que para nosotros eran importantes.
El día de nuestra llegada bajamos en la estación de metro de Eujiro-4-ga que se encuentra a unos 100 metros de la entrada al hotel. Una vez allí el check-in fue rápido y subimos a nuestra habitación, una gran estancia con un gran ventanal desde el que podíamos ver las montañas del norte de la ciudad así como el bosque que rodea el Santuario Jongmyo y el Palacio Changdeokgung. Sin duda el hotel cumplía con una de nuestras exigencias que era la ubicación.
La habitación contaba con dos camas, un par de sofás, escritorio, caja fuerte, y mucho espacio donde dejar las cosas, algo genial cuando vas a pasar muchas noches en el mismo hotel y te apetece poder sacar todo de la maleta para dejarlo ordenado y facilitar cada día la tarea de vestirse. Como curiosidad, nada más entrar en la habitación estaba el lavabo con una gran encimera, lo único que separaba ese espacio del dormitorio era una cortina.
A nosotros nos pareció algo peculiar pero no incómodo. Además en ese espacio había mucho cajones, algo poco habitual en los baños de los hoteles y que nos era también muy práctico para dejar recogidos todos los objetos de aseo. Y era en esa zona donde estaban el secador, el mini bar y el hervidor de agua, junto a las dos botellas de agua mineral de cortesía que nos dejaban cada día. Una puerta separaba el inodoro (estilo japonés, de esos llenos de botones y chorros de agua y aire) y la bañera del resto de la habitación.Las camas resultaron cómodas, no así las almohadas, algo que a mi me parece aún más importante para dormir que el propio colchón. Pero no hubo problema, lo comentamos en recepción y al día siguiente teníamos otras almohadas más acordes con nuestro gusto.
Para mi es muy importante la iluminación en las habitaciones de los hoteles, y el Best Western Premier Hotel Kukdo contaba con suficientes puntos de luz para cubrir la necesidad del huésped en cada momento, a la vez que el aislamiento lumínico de la estancia estaba muy logrado gracias a esas gruesas cortinas que no dejan entrar nada de la luz exterior.
Lo que no estaba conseguido del todo era el aislamiento acústico, a pesar de estar en un piso muy alto cada mañana el sonido de la ciudad llegaba a nosotros con los primeros rayos del sol. Seúl es una ciudad con mucha actividad, y conseguir que todo ese ruido se quede en la calle debe ser complicado. Aún así, no era nada demasiado molesto, pero es que yo tengo el sueño bastante ligero.
Sobre la limpieza, algo que a los viajeros nos suele importar mucho, decir que ninguna queja, todo estaba perfectamente limpio cada día.
El hotel cuenta con restaurantes y existe la posibilidad de contratar el desayuno con ellos, pero a mi sinceramente 16 euros por persona se me hacía demasiado caro, sobre todo cuando a unos 30 metros del Best Western Premier Hotel Kukdo había un Tom N Toms Coffee donde tomar deliciosas bebidas y diferentes bollería a un precio mucho más asequible que el del hotel. Cierto es que realmente cerca del hotel no hay muchos restaurantes, pero basta caminar un poco para llegar a la zona de Myeong-dong en la que hay muchas animación y cantidad de restaurantes.
Como dato para finalizar el post y algo que nos vino muy bien fue que justo en la puerta del hotel para el autobús que lleva al aeropuerto de Incheon. Algo realmente cómodo. En el mismo hotel te facilitan todos los horarios para tener claro cuando pasará por allí dicho autobús.
¿Recomiendo el hotel? Sin dudarlo, porque si volviera a Seúl no tendría duda en alojarme de nuevo en él.
6 comentarios
El hotel tiene una pinta estupenda y encima está bien comunicado. ¿Qué más se puede pedir? ¡Nos lo apuntamos!
¡Saludos! ?
Pues por pedir, que tengo un buen precio, y este hotel también lo tiene teniendo en cuenta todo lo que ofrece.
¿Cómo es eso de que os cambiaron las almohadas por otras de otro tipo? Qué curioso. No lo entiendo muy bien, ¿es porque eran más o menos gruesas? Me ha venido a la cabeza la casa de mis tíos de Francia, allí tenían almohadas circulares. No circulares, quiero decir como un tubo, y no había manera de dormir con aquello. Se incrustaba en el cuello y en la cabeza y una solo quería volver a España para dormir por las noches.
A mí los hoteles no me importan mucho, busco que estén cerca del tren o la estación de autobuses donde me vaya a dejar lo que me transporte desde el aeropuerto, y poco más. Depende de dónde esté, a veces busco casas particulares. Me suele gustar tener el baño en la habitación. Y que no me cobren mucho y ya.
Como en todo, para gustos lo colores. Yo busco buena ubicación y un precio aceptable teniendo en cuenta lo que ofrecen, y si tienen “carta de almohadas” genial, es de las pocas cosas que echo de menos cuando estoy de viaje. La historia en este caso es que la almohadas eran demasiado gruesas y duras para nosotros, y nos trajeron unas más blandas que nos dejaron dormir perfectamente el resto de las noches.
El hotel es perfecto. Buena ubicación, transporte público cerca…en cuanto a las almohadas, para mi gusto es un punto bastante importante. Saludos
A mi me pasa igual Belén, las almohadas es lo que más echo de menos cuando estoy de viaje.