Bad Mergentheim es una ciudad balneario que forma parte de la Ruta Romántica de Alemania. Cuenta con lugares de interés turístico tanto en la propia ciudad como en los alrededores, y en ella se celebran a lo largo del año diversas actividades que la convierten en un fabuloso destino vacacional.
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Dónde está Bad Mergentheim
Esta pequeña ciudad de algo más de 22.000 habitantes se encuentra junto a al tío Tauber, en el estado federado de Baden-Württemberg. Como os decía, es una de las poblaciones de una de las rutas más bonitas de Alemania y se encuentra a poco más de 40 kilómetros de Rothenburg ob der Tauber y de Würzburg, ambas también parte de la Ruta Romántica.
Qué ver en Bad Mergentheim
El centro histórico de esta ciudad se puede recorrer en una mañana. Si se quiere visitar el Castillo de la Orden Teutónica, dar un paseo por la zona del balneario o conocer alguno de los lugares que ver en los alrededores, merece la pena sin duda hacer noche en Bad Mergentheim.
Durante el recorrido por el centro, aparecen casas con entramado de madera junto a otras barrocas y algunas más modernas que, a pesar de los esfuerzos, no han conseguido mantener el encanto de los edificios antiguos. En algunas fachadas aparecen vírgenes, algo muy típico en Europa, cuando se quería diferenciar la casa de los católicos de las de los protestantes. Una de esa vírgenes se levantó en 1740 para pedir protección divina ante futuras plagas. Igual deberían haber levantado esta columna antes, pues la peste asoló varias veces Bad Mergentheim, sobreviviendo a ella en 1554 solamente un niño.
Si llegáis a esta ciudad en coche, recordad que el centro histórico tiene aparcamiento restringido y que ciertas calles son solamente peatonales. Por la noche se puede estacionar sin problema, pero durante el día, lo mejor es dejar el vehículo en alguno de los parkings que rodean el centro histórico.
Hans-Heinrich-Ehrler-Platz
Un buen lugar para comenzar la visita en esta plaza. Rodeada de algunos edificios históricos (y otros de dudoso gusto), lo más destacado en ella es la Marienbrunnen. Se colocó en 1855 en el lugar que antaño ocupó un depósito de agua que se usaba para combatir los incendios. Algo muy habitual en cualquier ciudad con casas de madera.
Marienkirche
En un lateral de la anterior plaza se puede una de las principales iglesias de la ciudad. Dicen que cuando los días son soleados, el interior es una maravilla que se llena de luz y de los colores de las vidrieras. En nuestro caso nos tocó un día muy gris, por lo que la imagen de este templo que abrió sus puertas en 2016 tras una cuidad restauración no fue tan atractiva.
Lo más destacado de esta iglesia (entrada gratuita) son los frescos que se pueden ver en el coro, el claustro y la sacristía, además de altar mayor de estilo neogótico.
Antiguo Ayuntamiento de Bad Mergentheim
Entre las plazas Hans-Heinrich-Ehrler y la del mercado (Marktplatz) se puede ver uno de los edificios más bonitos de Bad Mergentheim. Es su antiguo Ayuntamiento. Un edificio renacentista en el que llaman especialmente la atención su frontón escalonado y el balcón del primer piso. Este último vino a sustituir a una escalera de piedra que había en el mismo lugar.
En este edificio tenían lugar reuniones de ciudadanos. Y también grandes fiestas. A mediados del siglo XIX, la ciudad compró el edificio que continuó siendo el ayuntamiento hasta 2007. Ahora en su planta baja está la Oficina de Turismo. Un lugar de visita obligada para conseguir mapas, reservas visitas guiadas y solicitar información sobre la ciudad y las rutas que se pueden realizar en los alrededores.
Marktplatz
Se puede entrar en la Oficina de Turismo por Hans-Heinrich-Ehrler y salir por la puerta contraria a la Marktplatz (plaza del mercado). Esta plaza es uno de los espacios públicos más bonitos de la ciudad. En ella se conservan varias casas con entramado de madera. Una de ellas aloja el Café-Restaurant Engel-Apotheke. El nombre de este local se debe a que aquí estuvo la antigua farmacia de Bad Mergentheim.
En esta plaza, tal y como indica su nombre, se ha celebrado siempre el mercado de la ciudad. Ahora también es un buen lugar para comprar verduras frescas, quesos y otros productos. Esos puestos pueden ocultar en parte a la fuente que es símbolo de la ciudad: Milchlingsbrunnen. Está decorada con una estatua del Gran Maestre de la Orden Teutónica.
La parte norte de la plaza la cierran las conocidas como “casas gemelas”. Datan de 1780 y son un bello ejemplo de estilo clásico. El edificio de la derecha es ahora una farmacia, y el de la izquierda, un café. Entre ambos, asoma la torre de la Catedral de San Juan.
Catedral de San Juan (Johanneskirche)
La Catedral católica de Bad Mergentheim ha sufrido numerosos cambios de aspecto a lo largo de los siglos. Su tamaño se fue ampliando al ritmo que los vecinos de la ciudad se convertían al catolicismo. Se conservan de la construcción original las naves laterales y el coro. Sin embargo, la nave central pasó a finales del siglo XVI de tener un techo plano a la actual bóveda. Alrededor de la catedral estuvo, hasta 1541, el cementerio. Debido a la peste, se cambió entonces el lugar de enterramiento de los fallecidos en la ciudad.
El tesoro de la Catedral se puede ver los domingos de 15:00 a 17:00. Se encuentra en la capilla Eck, la más bonita del edificio y también organizan visitas guiadas para grupos si se solicitan con anterioridad.
Saliendo de la Catedral de San Juan por la puerta norte, se accede a una plaza en la que se encuentran el Hospital del Espíritu Santo y la capilla de San Martín. Parece que el hospital está en este lugar desde el siglo XIII, mientras que la capilla fue construida a mediados del siglo XVIII. A fecha de hoy, el Hospital del Espíritu Santo es una residencia de ancianos.
Beethovenhaus en Bad Mergentheim
Dejando la Plaza del Mercado por Burgstraße (la principal calle comercial de la ciudad), se llega a Deutschordenplatz. En esta plaza, a la izquierda, frente al castillo, está la conocida como Beethovenhaus. Realmente, el gran compositor alemán no residió nunca en esta casa. Pero es un recuerdo de su presencia en la ciudad cuando acudió en 1791 a tocar ante el canciller de la orden. Por aquel entonces, Beethoven era violinista en la orquesta del Gran Maestre Maximiliano Francisco de Austria.
Castillo de la Orden Teutónica
Este gran complejo fue la sede de la Orden Teutónica desde 1525 hasta 1809. Su construcción se realizó a lo largo de los siglos, haciendo que el inicial castillo rodeado por un foso pasara a ser un elegante palacio barroco. El acceso al recinto se realiza sobre un puente y una puerta decorada con hornacinas, esculturas y un escudo de armas (que no recuerdo a quien pertenece, no os voy a engañar).
Una vez atravesada esa entrada, el gran patio de armas se abre ante el visitante. Hoy es un lugar muy atractivo, con un café, esculturas y frondosos árboles. A la derecha está la entrada al palacio hoy museo. No pudimos visitarlo por tema de horarios, pero he leído que dentro no hay que perderse la escalera de caracol de Berwart (considerada escalera renacentista más importante al norte de los Alpes), la sala de los dioses es estilo rococó y la sala capitular.
Desde el patio del castillo se puede entrar también a la iglesia barroca. La entrada es gratuita, y no hay que perderse el interior, pues está considerada la joya del castillo. Sus torres, que se elevan por encima de las construcciones que rodean la iglesia, se han convertido en parte destacada del paisaje urbano de la ciudad.
Horarios de visita al Castillo
- Cierra todo el año los lunes y martes.
- Domingos y festivos todos el año de 10:30 a 17:00 horas.
- Abril a octubre: 10:00 a 17:00 horas.
- Noviembre a marzo: 14:00 a 17:00 horas.
La entrada al museo del castillo es de pago, la iglesia gratuita.
Parque del Balneario
Fue en 1826 cuando un pastor, de forma casual, dio con las fuentes termales de la ciudad. Esas que han convertido a esta ciudad alemana en un balneario de referencia en el país. Fue a partir de ese momento cuando la hasta entonces Mergentheim paso a tener su nombre actual. Porque BAD nos significa otra cosas que baños en el idioma teutón.
Para llegar al precioso y cuidado parque del balneario (Kurpark) se puede dejar el centro por la puerta posterior del castillo. Allí están en primer lugar los jardines de estilo inglés del propio castillo (Schloßgarten). Se cruza el río Tauber y enseguida uno se encuentra rodeado de árboles, elegantes mansiones, grandes hoteles y modernos spas.
Basta caminar unos metros para encontrar el cuidado parque en cuyo interior están las fuentes termales. Esas que ofrecen efectos beneficiosos para la salud gracias al sodio y magnesio que contienen. Se pueden encontrar durante el paseo, además de la estatua que homenajea al pastor que encontró el manantial, tres pabellones con fuentes.
Se puede beber y embotellar este agua en horarios muy concretos:
- De abril a octubre de 7:00 a 9:00 y de 15:30 a 18:00 horas.
- De noviembre a marzo de 7:30 a 9:00 horas y de 15:00 a 17:30 horas.
Bad Mergentheim: visitas guiadas
Si os interesa conocer la historia de la ciudad y de sus edificios de mano de guías expertos. Se ofrecen recorridos por la ciudad todos los días en verano y fines de semana en invierno. Las visitas son de pago y comienzan siempre a las 14:00 horas.
Si queréis visitas privadas, ya sea en otros horarios o distintos idiomas, podéis contactar con anterioridad por correo electrónico con la Oficina de Turismo de Bad Mergentheim ([email protected]). O bien hacerlo en la propia oficina al llegar a la ciudad.
Qué ver en los alrededores de Bad Mergentheim
Desde Bad Mergentheim se pueden visitar algunas grandes ciudades de la región y otros lugares también muy atractivos y menos conocidos. Estos son para mi los lugares que más merece la pena ver cerca de la ciudad.
Wildpark Bad Mergentheim
A tan solo 4 kilómetros de la ciudad se encuentra este parque natural. Un lugar en el que contemplar animales salvajes que viven en semi libertad. Habitan Wildpark más de 50 especies en un área de 35 hectáreas. Los recintos, en su mayoría, están rodeados de unos límites apenas perceptibles al estar construidos con materiales que se encuentran en todo el parque.
Lobos, osos, linces y ciervos son solamente algunos de los animales que habitan este parque y a los que se puede ver como si vivieran en libertad. Interactuando entre ellos y realizando ejercicios que les hacen mantener su instinto de caza tal y como si tuvieran que conseguir comida por sus propios medios.
En muchos casos, como en el de los osos, los animales han sido rescatados y criados en el parque. Pero no pueden ser devueltos a la naturaleza por no haber recuperado totalmente su condición física o por no haber sido educados por sus progenitores para vivir en libertad.
El parque cuenta también con una simpática zona de animales de granja, un gran castillo que hace las delicias de los pequeños y un par de áreas de picnic en las que se puede consumir comida traída del exterior o adquirida en los bares del parque.
Markelsheim, pueblo de vinos
Tan solo 7 kilómetros separan Bad Mergentheim de este pueblo rodeado de viñedos. Se puede dar una vuelta por el pueblo, comer en el fabuloso restaurante Schurk-Markelsheim o realizar una cata de vinos en Weingartner Markelsheim. Un recorrido por una de la bodegas con mejores vinos de la zona. No hay que dejar de prestar atención a la máquina de vending que hay frente a la bodega. Nada de refrescos ni cerveza. Aquí el vino también se vende en ese tipo de máquinas.
Castillo de Weikersheim
Estando a tan solo 15 minutos en coche de Weikersheim, uno no se puede perder el castillo renacentista, uno de los mejores lugares que ver en Baviera. El propio pueblo es una delicia. Son sus pequeñas plazas, sus torres y sus casas de colores con entramado.
Pero sin duda, el protagonista de este pueblo es su fabuloso castillo, sede de la Casa de Hohenlohe desde el siglo XVII. Su magnífico exterior cuenta con unos jardines de estilo francés en los que no faltan esculturas, fuentes ni cuidados parterres. Y en su interior se pueden visitar una serie de refinadas estancias que se dividen en dos zonas principales: la privada y la pública.
La primera más sencilla y puede que hasta más elegante, da paso a otras estancias pensadas para sorprender a aquellos invitados que llegaban al castillo para disfrutar de las fabulosas fiestas que sin duda tenían lugar en el grandioso salón de baile decorado con animales de todo el mundo.
Horario del Castillo de Weikersheim
Hay que tener en cuenta que las visitas al castillo son siempre guiadas.
- Cerrado los lunes.
- Abril a octubre: 9:00 a 18:00 horas.
- Noviembre a marzo: 10:00 a 17:00 horas.
El precio de la entrada incluye la visita guiada. Además de la tarifa base, hay descuentos para grupos y determinados colectivos.