Cuando me marcho de viaje, tras comprar los vuelos y organizar la ruta, el siguiente paso es buscar hoteles. Y en nuestro viaje de una semana por tierras croatas y bosnias no podía ser de otro modo. Recurrí a varios buscadores para encontrar el alojamiento perfecto y al final terminé reservando el alojamiento en Croacia y Bosnia en Booking, porque al ser cliente habitual tengo algunos descuentos que hacen que sus precios para mi sean lo mejores.
La oferta es muy amplia sobre todo en lugares como Dubrovnik o Split, y aunque en otras ciudades parecía más complicado al final conseguí lo que buscaba en cada ciudad en al que nos alojamos: buena ubicación, un poquito de encanto y un precio correcto.
Tanto en Croacia como en Bosnia uno puede elegir alojamiento no solo en hoteles, los apartamentos también son una opción bastante común, así como la casas particulares. Estas dos últimas opciones son las que ofrecen la mejor relación calidad/precio y es sencillo encontrar donde están ya que colocan en sus entradas carteles que dicen apartman, zimmer o sobe. Para reservar con antelación funcionan como hoteles y se las puede encontrar en muchos buscadores y agencias de viajes. Pero si uno quiere contratar sobre la marcha no tendrá que más que llamar al timbre de cualquier casa en la que vea esos carteles.
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Nuestro alojamiento en Croacia
Mostar
Elegir este hotel no me costó mucho. En cuanto comprobé su ubicación y leí los comentarios de otros huéspedes decidí que este sería el hotel para nuestra única noche en Mostar. Creo que fue un acierto. Apenas a cinco minutos del famoso puente de la ciudad, este pequeño hotel ocupa una elegante casa con un puñado de habitaciones de diferentes categorías.
Nosotros nos decantamos por la superior que estaba en la última planta. Era muy grande, con una zona de estar, escritorio, una cómoda cama y un paño con ducha, todo muy limpio y cuidado. Teníamos TV y WIFI en todo el establecimiento. El precio me pareció muy bueno para lo que estaba recibiendo y la pareja que lleva el hotel es encantadora, enseguida nos ayudaron a aparcar el coche en la zona que tienen para clientes (sin pago extra) y nos indicaron donde cenar bien y barato.
Desayunamos en el hotel y aunque había un poco de todo, el precio de ese servicio me pareció alto comparado con los precios de las habitaciones.
La única pega que el encontré es que solamente se puede pagar en efectivo, da igual euros, que marcos o kunas.
TROGIR
Al organizar la ruta del viaje decidimos pasar tres noches en Trogir para de ese modo evitar cambiar constantemente de hotel. Nos gustó hacerlo así y desde esta ciudad visitar Split o Sibenik. En este caso nos alojamos en un pequeño y acogedor apartamento situado a 100 metros de la plaza de la catedral. Pequeña cocina, comedor y estar eran una estancia, y en otra zona, separada por una librería, estaba la cama.
El baño era algo pequeño, pero en general podemos decir que estaba todo muy limpio y era cómodo. Nos recibieron con una copa de vino, queso y aceitunas, un detalle que nos encantó. Y tener cocina nos vino muy bien para los desayunos, pues tomar un café con un bollo en cualquier cafetería no era precisamente barato en Trogir. Y hablando de dinero, aquí también había que pagar en efectivo, ya fueran euros o kunas.
El apartamento tenía wifi, un par de juegos de toallas para cada uno y todo tipo de productos de limpieza, pero como nosotros no estábamos en todo el día la verdad es que apenas manchamos nada. Eso si, no es un hotel y cada mañana tocaba hacer la cama….
En cuanto al coche, Trogir es peatonal y cuenta con unos cuantos parkings alrededor. Hablando con la gente de los apartamentos puedes aparcar en unos de ellos por 2 euros al día. Lo peor era que a pesar de que todas las ventanas cerraban perfectamente y no entraba luz, en el techo abuhardillado había un tragaluz que no tenía nada que lo cubriera, y cada mañana me despertaba sin poder evitarlo la luz que por allí entraba (estaba tan alto que era imposible llegar hasta él para cubrirlo con algo)
KORCULA
A pocos pasos de la ciudad amurallada de Korcula se encuentra este alojamiento que de momento tiene dos habitaciones disponibles, la nuestra era amplia y decorada con sencillez (todo IKEA) pero con gusto. Mucho tono blanco, mucha limpieza y un servicio de té y café para los huéspedes. La cama era muy cómoda, teníamos WIFI y una tele que ni llegamos encender. El baño era funcional con una ducha en la que uno podría pasar horas. Teníamos una mesa con sillas para desayunar, pero esta vez no había zona de estar como en los alojamientos anteriores.
En Korcula no se puede aparcar si no eres residente, pero los dueños de estas habitaciones lo tienen todo pensando, y te entregan una tarjeta para el parking que hay en la parte alta de la ciudad, en un centro comercial. El importe corre de su cuenta.
Una vez más solamente se puede pagar en efectivo. Y la pega esta vez fue que la ventana daba a un callejón sin ningún encanto, pero al menos la calle era peatonal por lo que no había ningún ruido.
DUBROVNIK
Creo que cuando comencé a buscar alojamiento en Mostar se me había echado encima porque muchos de los lugares que encontraba y que me gustaban ya no tenían nada libre. Fui descartando hasta que encontré estos apartamentos. Yo sabía que no íbamos hacer uso de tanto espacio ni de la cocina excepto para el desayuno, pero los hoteles que encontraba a precios que no fueran muy elevados estaban todos lejos del centro. Así que como estos apartamentos salían más baratos que los hoteles y además contaban con zona de parking y la posibilidad de caminar hasta la ciudad, me decidí por ellos.
El que nosotros tuvimos era muy grande: baño completo, una estancia con la cocina, comedor y zona de estar y aparte la gran habitación con una cama enorme y una pequeña terraza en la que desayunar viendo el caso antiguo de Dubrovnik al fondo.
Cuando llegamos el padre de la dueña nos enseñó todo y nos dijo que teníamos un plato de jamón en la nevera y una par de botellas de vino para nosotros. Todo un detalle. Teníamos WIFI, aire acondicionado, TV… La verdad es que es un lugar muy cómodo aunque le faltaba el encanto de los otros lugares en los que nos habíamos alojado durante el viaje.
Como pega que a pesar de no estar a mucha distancia de los lugares de interés de la ciudad, la ida era sencilla, pero la vuelta con tantas cuestas y escaleras, se hacía bastante cuesta arriba. Y nunca mejor dicho. Eso sí, cuando uno estaba muy perezoso un autobús que salía desde la Puerta Pile nos llevaba hasta la calle del apartamento.
4 comentarios
Qué bonitas todas las habitaciones. No sabía lo de las casas particulares y lo tendré muy en cuenta porque creo que es una forma de conocer el país diferente. Tras las experiencias en las cubanas puede ser genial.
Yo estuve en Croacia unos días cuando vivía en Udine, pero era verano, era veinteañera y dormimos en la playa 🙂
Un abrazo guapa.
Jajajaja…que tiempos aquellos en los que podías dormir en la playa y no estar doblado al día siguiente 🙂
Nosotros cuando recorrimos la zona norte e Istria optamos por una Sobe en el área de Opatija. Fue increíble porque teníamos una planta baja de una casa con jardín y barbacoa y creo recordar que no llegaba a 50 euros por día y con el desayuno casero que nos ponía la dueña. Fue increíble 😉
Ay esos desayunos croatas… ¿No os parece que allí todo sabía como de verdad debe saber? 🙂