Viajar en primavera: cinco destinos irresistibles

¿Os dais cuenta de lo poco que queda para tener aquí la primavera? Antes de darnos cuenta los jardines se habrán llenado de flores. Los árboles estarán de nuevo cubiertos de hojas. Y los días nos regalarán cada vez más horas de luz. Se acabo el hibernar. Todo son indicios de que vuelve el mejor clima del año. Y con él una de las mejores épocas para volver a hacer la maleta y escapar por unos días de la rutina. Estos son para mi algunos de los mejores destinos para viajar en primavera.

Destinos para viajar en primavera

Entre los meses de marzo y mayo hay un buen número de destinos que son perfectos para viajar en primavera. El clima es en ellos mejor que en otras épocas del año. Algunos ofrecen espectáculos naturales como la floración del cerezo. En otros tienen lugar impresionantes procesiones de Semana Santa. Y otros tientan al viajero con playas paradisíacas en la que olvidarse del oscuro invierno. Hay un destino para cada uno de nosotros. Ya prefiramos practicar actividades en plena naturaleza o busquemos descubrir alguna cultura que poco tenga que ver con la nuestras.

Por distintas razones estos que os cuento a continuación son para mi algunos de los mejores destinos para viajar en primavera. Son lugares que yo conozco y que me parecen perfectos para una escapada que nos haga olvidar el frío invierno o para un viaje más largo que nos adelante las ansiadas vacaciones.

Córdoba, la ciudad de los califas

Si alguien me pregunta por la ciudad que prefiero de España, sin duda diré que Córdoba. Me enamoré de ella la primera vez que la visité. Porque Córdoba, a pesar de ser una ciudad pequeña, encierra en sus calles muchas historia. En ella vivieron romanos, musulmanes, judíos y cristianos. Del paso de cada uno de ellos quedan testimonios en la ciudad. En sus suelos enchinados y en sus sencillos museos. En esos patios con fuentes y en las esculturas que decoran sus plazas.

Su judería de casas encaladas y ventanas enrejadas. Ese puente sobre el río Guadalquivir que ofrece preciosas vistas de la ciudad. La Mezquita, uno de los monumentos más bellos y singulares de la Península. Eso es solo parte de Córdoba. La otra parte es su gente amable. El aroma a azahar que se respira en sus calles. La deliciosa gastronomía pensada para disfrutar con amigos.

De Córdoba dicen que es una ciudad calurosa. Y ya os digo yo que es cierto. Pero no es así todo el año. En primavera aún se puede disfrutar de una temperatura agradable que invita a disfrutar de todo lo que hacer en Córdoba. Los jardines del Alcázar de Córdoba se llenan de flores. Los árboles de la calles empiezan a florecer. Y por si fuera poco, cada año en mayo se celebra el Festival de los Patios de Córdoba. Una oportunidad fantástica de conocer esos patios privados que el resto del año solamente podemos ver a través de las rejas.

Otro acontecimiento que tiene lugar en esta ciudad andaluza es el de las Cruces de Mayo. En este caso son las plazas de la ciudad las que se adornan con cruces decoradas con cientos de flores. Es entonces cuando Córdoba huele a primavera más que nunca.

Núremberg, la ciudad que renació de sus cenizas

Hace tan solo unos meses que pude viajar a Núremberg. Es sin duda una de las ciudades más bonitas de Alemania. Y si en otoño, que es cuando yo la conocí, estaba preciosa, me la imagino en primavera, con todos los jardines que la rodean cubiertos de flores. Estoy segura de que debe estar impresionante y que debe merecer la pena viajar en primavera a este rincón de Baviera.

Es importante saber que lo que hoy se visita en el casco antiguo de esta ciudad es relativamente nuevo. Núremberg quedó totalmente destruida el 2 de enero de 1945, día en el que las fuerzas aliadas la bombardearon por última vez. Una de las razones de este bombardeo fue que los nazis habían elegido Núremberg como su centro de operaciones. Eso le costó la vida a miles de personas en la ciudad, muchas de las cuales perecieron bajo los edificios derruidos.

Fue tras los famosos juicios de Núremberg cuando la ciudad comenzó a ser reconstruida. Muchos de sus edificios se levantaron con la piedra original. El resultado fue tan bueno que hoy nadie diría que no está paseando por una ciudad cuyas construcciones tienen siglos de historia.

Entre los lugares que ver en Núremberg están sus murallas, la casa del artista Alberto Durero o las iglesias de San Lorenzo, San Sebaldo y Santa María. Además, no hay que olvidar recorrer su Kaiserburg, el castillo que domina la ciudad. Y dejando atrás el casco antiguo merece la pena conocer el Jardín de las Hespérides, el cementerio de San Juan y la sala 600 de lo penal. En esta última fue donde tuvieron lugar los juicios de Núremberg.

Toulouse, la ciudad rosa francesa

Esta es otra ciudad que he conocido en otoño. Y a la que estoy pensando seriamente viajar en primavera. Son muchas las cosas que hay que ver en Toulouse. Una ciudad cuyos edificios tienen una suave tonalidad rosada que da el apodo a esté rincón de Occitania. Pero no es solo ese color el que domina en la ciudad. Si visitáis Toulouse también os llamará la atención el tono azul con el que están pintadas algunas puertas y ventanas. Este color proviene de una planta cultivada en la ciudad desde el siglo XV. Su nombre es isatis tinctoria. Pero coloquialmente se la conoce como pastel.

El centro de esta animada ciudad universitaria se recorrer caminando. Pasear por sus calles de aspecto medieval con casas cuyas fachadas presentan entramado de madera es para mi una de las mejores cosas que se pueden hacer en la ciudad. Deambular sin rumbo en Toulouse, en el sur de Francia, tiene además el encanto de que nunca sabes con que bonita y recoleta plaza te puedes encontrar.

Dejando atrás los paseos sin rumbo, hay algunos lugares que hay que incluir sin lugar a dudas en la lista de imprescindibles de la ciudad. Su Place du Capitole es el centro neurálgico de Toulouse. En ella tienen lugar todo tipo de celebraciones. Y es allí donde está el edificio del Ayuntamiento. Su interior se puede visitar para conocer la Sala de los Ilustres.

El Monasterio de los Jacobinos o el magnífico Musée des Augustins son algunas de las mejores visitas que se pueden hacer en la ciudad y razón por si mismos para viajar a Toulouse. Sin olvidar los paseos junto al río Garonne. O los preciosos jardines de la ciudad que en primavera deben estar realmente espectaculares.

Panamá, uniendo dos océanos

Hace un año, en marzo, viajé durante una semana a Panamá. Es cierto que fue un viaje breve, pero tuvimos tiempo de disfrutar de muchos de los atractivos de este país entre el Caribe y el Pacífico. Nuestro itinerario por Panamá nos dio la opción de conocer ciudades coloniales, algunas de las etnias que viven en su territorio y también de disfrutar de sus atractivas playas.

Uno de los lugares más singulares del país son las islas de San Blas. Allí habitan los Guna, la etnia que da nombre al archipiélago que hasta hace poco era conocido como San Blas. Es el lugar perfecto para disfrutar de playas solitarias de arena blanca y pasar las horas nadando en sus aguas turquesas. Aquellos a los que les guste la playa tampoco deben dejar de visitar Bocas del Toro. Igual que Guna Yala, este archipiélago está en el Caribe, al norte de Panamá. Una de sus playas más conocidas es la Playa de las Estrellas. Su nombre proviene de la cantidad de estrellas de mar que descansan bajo sus aguas, a pocos metros de la orilla.

También al norte de Panamá están el Fuerte de San Lorenzo y Portobelo. Dos lugares ligados a los conquistadores españoles y los piratas del Caribe. En estos lugares del Caribe se pueden visitar impresionantes fuertes que forman parte del Patrimonio de la Humanidad.

No hay que olvidar en este viaje por Panamá dedicar un par de días a su capital. Una ciudad moderna con infinidad de rascacielos. A poca distancia de ellos, el casco antiguo de Ciudad de Panamá. La bonita ciudad colonial que poco a poco está recuperando su antiguo encanto. Tampoco hay que dejar de visitar Panamá Viejo. Se trata del recinto arqueológico en el que pasear entre las primeras edificaciones coloniales de la ciudad. Y por supuesto, de visita obligada es el Canal de Panamá. Esa obra de ingeniería que costo la vida a cientos de personas pero que finalmente, el 15 de agosto de 1914, unió los océanos Atlántico y Pacífico.

Corea del Sur, el secreto del Lejano Oriente

Si ha habido un país que me ha sorprendido y muy gratamente en Asia, este ha sido Corea del Sur. No espera mucho de este pequeño país que parece vivir a la sombra de su frontera con Corea del Norte, de China y de Japón. Es casi como si no tuviera identidad por si solo. Pero yo os aseguro que la tiene, y que cuando se le visita uno enseguida se da cuenta de que aunque pueda tener similitudes con sus vecinos chinos y japoneses, Corea del Sur tiene un montón de particularidades que la convierten en el atractivo país que es hoy en día.

Viajar en primavera a este país da la oportunidad de ver un espectáculo que es muy conocido en Japón, pero que también tiene lugar en Corea: la floración de los cerezos, ciruelos y otros árboles frutales.  Esta es sin duda una razón para elegir Corea del Sur como destino primaveral. Pero son tantos los atractivos de este país que bien merece la pena pasar un par de semanas en él.

Nuestro itinerario por Corea del Sur nos llevo desde el sur del país hasta la capital. Conocimos Busan, la ciudad portuaria del país. En ella no hay que dejar de visitar sus templos ni el mercado de pescado más grande del país. Rumbo al norte hay una ciudad de parada obligada: Gyeongju, capital del reino de Silla. Allí se encuentran templos Patrimonio de la Humanidad e infinidad de tumbas de antiguos monarcas. Además esta ciudad es la base perfecta para conocer Yangdong, una aldea tradicional coreana.

El Templo Haeinsa y la Tripitaka coreana son otro de los lugares Patrimonio de la Humanidad de Corea. Una visita que se puede hacer antes de llegar a la capital. Hay mucho que hacer y que ver en Seúl. Desde sus magníficos palacios a sus templos y sus animados mercados. Una ciudad a la que dedicar un puñado de días.

Si estas sugerencias para viajar en primavera os han sabido a poco, os animo a curiosear en los destinos que mi colega Jordi nos propone: 5 destinos para visitar en primavera.