Ruta Castillos del Loira (con presupuesto y mapa)

Al organizar una ruta por los castillos del Loira hay que tener en cuenta que son más de 80 los que se pueden visitar. Dependiendo de la época, pueden ser más interesantes unos u otros. Sin duda uno de sus grandes atractivos de muchos de ellos son los magníficos jardines que los rodean. En otros, es la arquitectura lo más destacado. La decoración tiene gran importancia en algunos de ellos. Y hasta la Navidad cobra gran protagonismo cuando llega diciembre.

En nuestro caso, conocer los Castillos del Loira en Navidad era el hilo conductor del viaje. Y la mayoría de los que se decoran de forma especial durante el último mes del año se encuentran entre Blois y Tours. Además, casi todos ellos podrían formar parte de los diez castillos más bonitos e interesantes del Valle del Loira.

La ruta por los Castillos del Loira que vais a encontrar a continuación la hicimos en diciembre. Contamos con cuatro días enteros para conocer los castillos, pero dadas las pocas horas de luz de las que disfrutar en ese mes, nos quedamos con ganas de poder visitar algunas ciudades a la luz del día. Aún así, esta ruta es una de las mejores que podéis hacer por el Valle del Loira ya que pasa por bellas ciudades y varios castillos dignos de ser visitados en cualquier época del año.

Ruta Castillos del Loira

Podemos decir que nuestro viaje duró en total seis días. Pero el primero fue para llegar y el último para regresar a Madrid. Por tanto nuestra ruta por los castillos del Loira fue de cuatro días. En total visitamos 9 de los castillos. Todos nos sorprendieron con su magnífica decoración navideña. No nos ha quedado duda de que organizar este viaje en diciembre ha merecido la pena.

No hemos podido ver esos jardines impresionantes llenos de flores que animan a tantos viajeros a recorrer esta zona francesa cuando llega el buen tiempo. Pero hemos podido disfrutar de los castillos del Loira en Navidad y visitarlos decorados de una forma singular. Y lo mejor de todo: con muchos menos visitantes en ellos que en otras épocas de año.

Madrid – Blois (175 kms, 2 horas)

Nuestro vuelo salía de Madrid a las 20:00 con destino a París-Orly. Viajar a este aeropuerto es la mejor opción para comenzar una ruta por los castillos del Loira. Orly está al sur de París y uno se ahorra kilómetros y tiempo de viaje al no tener que rodear de norte a sur la capital francesa.

La compañía con la volamos fue Transavia. Nunca habíamos hecho un viaje con ellos y la verdad es que esta compañía de bajo coste francesa nos sorprendió gratamente. Por la facilidad para realizar el check-in, por la comodidad dentro del avión y por la amabilidad de la tripulación.

Una vez en París-Orly (aterrizamos pasadas las diez de la noche) acudimos al punto de encuentro en el que un vehículo nos iba a recoger para llevarnos a la oficina en la que nos entregarían el coche que habíamos alquilado a través de Auto Europe. Al final, entre recoger el equipaje, el pequeño trayecto para ir a por el coche y el papeleo del alquiler no abandonamos Orly hasta las once de la noche.

Aunque sabíamos que en la chambre d’hôtes en la que habíamos reservado habitación nos esperaban hasta tarde, tampoco queríamos retrasar demasiado nuestra llegada. Por ello hicimos el viaje por la autopista. Estas carreteras son caras, pero en determinados momentos merece la pena utilizarlas.

Era casi la una de la mañana cuando llegamos a La Perluette, nuestro alojamiento en Blois. Allí nos esperaba Dominique y una preciosa, cómoda y acogedora habitación en la que pasamos las dos primera noches de nuestra ruta por los castillos del Loira.

Blois – Chambord – Cheverny – Blois (65 kilómetros)

El desayuno que nos preparó Dominique era delicioso. Bien abrigados salimos a ver el Loira de cerca. Dimos un paseo por Blois, por los barrios más antiguos de la ciudad. Esos que los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial nos destruyeron. Vimos la Catedral y también la Iglesia de San Nicolás. Blois y sus estrechas calles de casas bajas me parecieron perfectas para pasear sin rumbo.

Abandonamos Blois rumbo al Castillo de Chambord. Uno de los más impresionantes de nuestra ruta por los castillos del Loira. Apenas había visitantes, por lo que pudimos disfrutar del lugar tranquilamente a pesar de que la preciosa escalera diseñada por Leonardo da Vinci en el interior del castillo tenía cerrado uno de sus tramos porque estaban grabando un documental.

En el interior de Chambord encontramos chimeneas encendidas, árboles de Navidad y mesas preparadas para un cena festiva. Un plus a sumar al ya de por si bello e interesante castillo renacentista. No dejamos de subir a la cubierta del castillo ni de dar un paseo por los jardines que están renovándose para recuperar su antiguo diseño.

Con el azul del cielo cubierto por un montón de nubes, llegamos al Castillo de Cheverny. Sus jardines fueron los que encontramos mejor decorados para la Navidad. Con un gran árbol, regalos repartidos sobre las praderas, el huerto lleno de adornos y hasta un enorme y original calendario de adviento.

Tras hacer algunas fotos y acercarnos a ver a los perros de caza del castillo entramos al edificio. Puedo resumir su interior y la decoración navideña en un palabra: impresionante. Desde la mesa lista para la cena de Navidad a los preciosos árboles en cada estancia, este es sin duda uno de los lugares que hay que incluir en una ruta en coche por los castillos del Loira en Navidad.

Al salir del castillo ya estaba oscureciendo. Tocaba regresar a Blois pero haciendo antes una parada en el castillo de Chambord para verlo iluminado. Una imagen de cuento.

En Blois nos acercamos a ver el pequeño mercado navideño instalado en la Place Louis XII. Sinceramente, no merecía la pena, así que seguimos paseando (bien abrigados, hacía mucho frío) hasta L’Hôte Antique, un bistró de precio medio en el que no cenamos mal. Con la tripa llena ya solo tocaba regresar a nuestra habitación para darnos una ducha caliente y dormir calentitos en nuestra preciosa habitación.

Blois – Chaumont-sur-Loire – Chanonceau – Loches – Amboise (112 kilómetros)

Nos habíamos acostado no muy tarde la noche anterior. Por eso no nos costó demasiado madrugar para disfrutar de nuevo del desayuno casero de Dominique. Tras hacer el check-out llevamos el equipaje al coche y nos dispusimos a subir hasta el Castillo de Blois. En invierno no abren hasta las 10 de la mañana. Y nosotros llegamos muy pronto.

Dimos un paseo por la Place du Château admirando sus edificios y disfrutando de las vistas sobre la ciudad. Pero decidimos que no podíamos pasar medio día visitando este castillo. Preferimos dejarlo para otra ocasión y continuar viaje.

De camino al coche fuimos paseando por la Rue Saint-Lubin. En ella tiene lugar el mercado de la ciudad los martes, jueves y sábados. Me encantan los mercados, así que en éste pasé un buen rato.

Ya en el coche continuamos nuestra ruta por los castillos del Loira en busca de la Navidad. El primero que visitamos ese día fue el Château de Chaumont-sur-Loire. Este castillo, sobre la orilla sur del río, está rodeado de unos cuidados jardines. Nosotros apenas les prestamos atención, pues en invierno son poco más que praderas y árboles. Sin embargo el castillo y las caballerizas bien merecen ser incluidos en un recorrido por esta parte del Loira.

Dejamos atrás el río Loira para ir hacia otro río, el Cher. Sobre él se edificó el Château de Chanonceau, uno de los más bellos del valle. No en vano, su silueta reflejándose en las aguas del río ilustra mucho folletos y libros sobre esta región francesa. La visita a su interior nos fascinó. Primero por las propias estancias y la historia del castillo. Y segundo, por la maravillosa decoración navideña en salones, habitaciones e incluso en las cocinas.

Aún teníamos algunas horas de luz. Así que decidimos aprovechar para ir hasta Loches. Allí nos esperaba su ciudadela, un imponente bastión medieval sobre una colina de la ciudad. Visitamos el pequeño castillo con las estancias reales y la fortaleza con sus torres, las salas de tortura y las mazmorras. También entramos en la Colegiata de St-Ours. En su interior está la tumba de Agnés de Sorel, amante de Carlos VIII. Antes de abandonar la tranquila ciudad aprovechamos para tomar un café con un gofre y entrar en calor antes de volver al coche.

Esa noche la hicimos en una original maison d’hôtes a las afueras de Amboise: Le Clos Leonard. Regentada por el presidente del club de fans de James Bond, cada habitación de este B&B está dedicada a uno de los actores que han dado vida al personaje creado por Ian Fleming. Dejamos nuestras cosas y nos fuimos a cenar a L’Ecluse, una fantástica recomendación de nuestros anfitriones.

Amboise – Langeais – Restigné (80 kilómetros)

Confieso que la noche que pasamos en Le Clos Leonard no fue la mejor del viaje. Y no por tener una cama incómoda o pasar frío. Fue porque a las cinco de la mañana comenzó a llover. Aquello era un diluvio. Cuando nos levantamos y subimos la persiana el cielo estaba totalmente cubierto y el agua caía con fuerza.

Bajamos a desayunar un poco desanimados pensando en que íbamos a tener un día no solo gris. También lluvioso. Tras el desayuno, Luc nos llevó a dar una vuelta en uno de sus coches amarillos. Fue divertido el paseo en ese 2 caballos, aunque el agua se colaba por la puerta y quedaba claro que esos coches ya son más de coleccionista que vehículos pensados para hacer un ruta por los castillos del Loira cuando hace frío o llueve como lo hacía ese día.

Más tarde hicimos el check-out y no fuimos a Amboise. Cuando aparcamos en la ciudad había dejado de llover. Pero el cielo seguía gris y hacía frío. Invertimos parte de la mañana en visitar Clos Lucé, el pequeño castillo en el que Leonardo da Vinci pasó los últimos tres años de su vida. A poca distancia está el château de Amboise. Uno de los más impresionantes del Valle del Loira.

Encamarado en un acantilado sobre el río, este castillo está rodeado de unos peculiares jardines. Además del propio castillo, en el recinto se puede ver una preciosa capilla gótica. En ella está enterrado Leonardo da Vinci. Y es que el pintor, escultor e inventor italiano dejó escrito que su deseo era descansar en esta ciudad cuando muriera.

El tercer castillo que visitamos ese día estaba en Langeais. Un pequeño y tranquilo pueblo con bonitas calles, pequeños cafés y preciosos rincones. En cuanto al castillo de Langeais la verdad es que es una verdadera fortaleza medieval. Las paredes de sus estancias están cubiertas de maderas oscuras y telas con la flor de lys y las iniciales de Ana de Bretaña y Carlos VIII, reyes que contrajeron matrimonio en este castillo.

En una de las salas se puede ver una recreación de este enlace. Recorrimos todo el castillo que estaba decorado para la Navidad. Una decoración mucho más sobria que en otros castillos pero si duda muy acorde con el aire medieval del edificio. Durante el recorrido se sale al paseo de ronda que ofrece preciosas vistas de la ciudad desde lo más alto de la fortaleza.

Ya era de noche cuando llegamos a Restigné, un pequeño pueblo rodeado de viñedos. Allí era donde íbamos a pasar las dos últimas noches de nuestra ruta por los castillos del Loira. En una preciosa maison d’hôtes: La Dixmeresse. En varios kilómetros a la redonda no había ese día ningún restaurante abierto.

De modo que nos sumamos a otra pareja alojada en este B&B francés y todos compartimos mesa con Bruno y Valerie, nuestros anfitriones, en una estupenda table d’hôtes. Una cena preparada por Bruno que fue el broche perfecto a nuestro día por el Valle del Loira.

Restigné – Chinon – d’Usse – Azay-le-Rideau – Tours – Restigné (121 kilómetros)

Esta fue otra de esas noches en las que nos costó dormir. Y es que la ciclogénesis explosiva que también llegó a España pasó ese día por el Valle del Loira. A las cuatro de la mañana el viento soplaba con tanta fuerza que parecía que los cristales de las ventanas iban a romperse en mil pedazos.

Con viento o sin él había que levantarse y disfrutar del desayuno preparado por Bruno con confituras hechas por Valerie. Con el estómago lleno continuamos nuestra ruta por los castillos del Loira hacia Chinon.

Esta ciudad está dominada por una impresionante fortaleza que fue lugar del primer encuentro entre Juana de Arco y Carlos VII. También fue la fortaleza preferida de Enrique II. Y viendo la ubicación de la ciudad es fácil entender porque le gustaba tanto. Cruzamos el río para ver la ciudad desde su orilla y luego subimos con el coche hasta el parking cercano a la fortaleza. Empezaba a llover cuando llegamos a su entrada… y sorpresa. El castillo estaba cerrado por el fuerte viento. Así que nos quedamos un poco decepcionados y nos fuimos paseando hacia la parte baja de Chinon.

Allí encontramos un laberíntico bario medieval con casas cuya fachada presentaba entramado de madera. Otras tenían portadas góticas. Algunas plazas de esta ciudad están rodeadas de bonitos edificios. Pero durante nuestro paseo nos cruzamos apenas con media docena de personas. Todas las tiendas estaban cerradas y tan solo vimos una cafetería abierta. Y es que hacía tanto frío y el aire era tan intenso que no apetecía nada estar en la calle.

Abandonamos Chinon rumbo a Azay-le-Rideau. Entre ambos lugares está el castillo d’Usse. Y aunque sabíamos que cierra en invierno no pudimos evitar parar para ver el castillo aunque fuera desde el exterior.

El castillo de Azay-le-Rideau fue el último de nuestra ruta por los castillos del Loira en busca de la Navidad. Aparcamos en una tranquila plaza en el centro del bonito pueblo. Lo encontramos tan tranquilo y solitario como tantos otros por los que habíamos pasado. Y para nuestra sorpresa, no solo estaba solitario el pueblo. Durante el tiempo que pasamos dentro del castillo fuimos los únicos visitantes.

Tuvimos salones, cocinas y habitaciones para nosotros solos. Lo pasamos genial disfrutando de la original decoración navideña del castillo. Dedicando todo el tiempo del mundo a descubrir cada detalle del mobiliario o arquitectura del castillo sin que nadie nos molestara. Fue un regalo poder ver así este fantástico castillo cuya silueta se refleja en el lago sobre el que fue edificado.

Nos despedimos del castillo y nos fuimos a Tours. Queríamos ver su mercado navideño, el mejor de la zona. Pero de nuevo el viento parecía poner en peligro a los visitantes, y el mercado estaba cerrado. En compensación pudimos ver la fantástica catedral de Tours iluminada por el único rayo de sol que lució ese día.

Recorrimos su interior y cuando ya había oscurecido nos fuimos a visitar el casco antiguo de la ciudad con sus calles peatonales y su preciosa Place Plumereau. Cenamos en Le Zinc, uno de esos típicos bistrós franceses, pequeños e iluminados con velas. Y cogimos de nuevo el coche para ir hasta Restigné y pasar la última de las noches en nuestra ruta por los castillos del Loira.

Restigné – Orly (270 kilómetros)

Un rico desayuno nos esperaba antes de recoger nuestra cosas y subir al coche para ir hasta Orly. No teníamos demasiado tiempo pues el trayecto iba a durar unas tres horas, había que devolver el coche en las oficinas de Autoclick, llegar al aeropuerto y facturar nuestra maleta. Así que a las nueve salíamos de Restigné rumbo al aeropuerto de Orly. Al contrario que los días anteriores, ese martes lucía el sol y el trayecto fue cómodo, sin mucho tráfico. Todo fue sobre ruedas y a las dos de la tarde nuestro vuelo despegaba rumbo a Madrid.

Castillos del Loira: presupuesto

Francia no es país barato. Comparado con los precios de España todo es más caro en el país vecino. Desde comer a circular por una autopista.

Vuelos a los Castillos del Loira

Nosotros volamos de Madrid al aeropuerto parisino de Orly. Son bastantes la compañías que realizan ese trayecto. Entre todas ellas elegimos Transavia por los precios y sobre todo porque los horarios de sus vuelos se adaptaban completamente a nuestra necesidades.

Precio del vuelo por persona : 104 euros i/v.

Alquiler de un coche

Arriba os contaba que para nuestra ruta por los castillos del Loira alquilamos un coche. Lo hicimos con el buscador Auto Europe y el vehículo con el que viajamos fue un Fiat 500L. Elegimos política de combustible lleno/lleno, algo que a mi personalmente me gusta. También elegimos un seguro con cobertura completa. Al recoger el coche por la noche y dejarlo por la mañana en al misma oficina, nos contabilizaron cinco días de alquiler.

Alquiler de coche cinco días : 215 euros.

En cuanto al tema del combustible tomad nota de que en Francia el precio es mucho más elevado que en España. El coche que alquilamos era diesel y dependiendo de las gasolineras el precio de un libro de ese combustible oscilaba entre 1,40 y 1,55 euros.

Por último en el tema de hacer la ruta de los castillos del Loira en coche hay que tener en cuenta el precio de la autopistas. Nosotros solamente la utilizamos para ir de Orly a Blois el día de nuestra llegada y de Tours a Blois el día de regreso. Hay que calcular unos 16 euros por cada uno de esos recorridos.

Alojamiento

Nosotros hemos dormido en tres lugares diferentes durante nuestra ruta. La oferta hotelera era muy amplia. Así como el abanico de precios. Hay hoteles sencillos y muy económicos. Y otros de lujo a precios prohibitivos (al menos para nosotros). Por lo tanto donde dormir en el Valle del Loira dependerá en gran medida del presupuesto de cada viajero.

Nuestra elección fueron maison d’hôtes. No son otra cosa que B&B al estilo francés. Creo que fue un acierto pues todos tenían mucho encanto y estaban en una gama media en cuanto al precio.

Cinco noches de alojamiento : 530 euros en habitación doble con desayuno incluido.

Comidas

En el centro de Francia en diciembre hace frío. Y anochece pronto. Para nosotros lo mejor durante nuestra ruta por los castillos del Loira ha sido desayunar fuerte, tomar algo ligero a mediodía y cenar pronto. Por lo tanto el gasto mayor que hemos tenido en comidas han sido las cenas. Y tan solo pudimos cenar cuatro días. El primero tuvimos que comprar unos bocadillos y comerlos en el coche.

No hemos cenado en ningún lugar muy elegante. Todos han sido locales de precio medio en el que se ofrecían menús compuestos de una entrada, un plato principal y el postre. El precio de esos menús estaba entre 25 y 30 euros. Con la bebida aparte. Y ninguno era nada que en un restaurante español cueste más de unos 15 euros.

Entradas a los Castillos del Loira

Todos los castillos del Loira requieren del pago de una entrada para poder ser visitados. Los precios oscilan entre los 10 euros que cuesta la entrada al castillo de Loches y los 20 euros del castillo de Chaumont-sur-Loire. A esto hay que añadir que en el caso del castillo de Chambord, si se visita en coche como hicimos nosotros, hay que sumar a los 16 euros de la entrada por persona lo que cuesta dejar el coche en el parking.

También hay castillos, como Clos Lucé, que tienen diferente tarifa en invierno y verano.

Una forma de ahorrar unos euros es hacerse con el Pass’Châteaux. Ofrecen distintas combinaciones para visitar entre 2 y 4 castillos de Loira. Si alguna de esas combinaciones cuadra con vuestra ruta por los castillos del Loira, sin duda sale a cuanta hacerse con ese pase.

Mapa de la ruta por los Castillos del Loira