Campo de Criptana: los molinos de Don Quijote

Un fin de semana por tierras de la Mancha no está completo sin una parada para visitar los molinos de viento que adornan algunas de las colinas que se elevan cerca de poblaciones como, Campo de Criptana, Consuegra o Tembleque, uno de esos pueblos bonitos cerca de Madrid. Lo que antaño daba trabajo a familias enteras hoy se ha convertido sobre todo en un reclamo turístico muy atractivo, hasta el punto de que alguno de estos molinos se han convertido en oficinas de turismo o pequeños museos.

En nuestra ruta hacia los lugares que ver en Almagro, paramos en Campo de Criptana, lugar en el que nació la artista Sara Montiel, a la cual la población le ha dedicado un pequeño homenaje montando un museo en el molino Culebro.

Dicho molino junto a otros nueve se pueden visitar en la llamada Sierra de los Molinos, lugar en el que en el siglo XVI llego a haber hasta 40 de estas construcciones. Es por este número de molinos por lo que la ciudad presume de ser el escenario de la famosa batalla de Don Quijote, cuando confundió con gigantes lo que en realidad eran blancas estructuras con aspas que giraban con la fuerza del viento.

“—¿Qué gigantes? —dijo Sancho Panza.
—Aquellos que allí ves —respondió su amo—, de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.
—Mire vuestra merced —respondió Sancho— que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.
—Bien parece —respondió don Quijote— que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla….”
(Fragmento del capítulo Vlll del libro “El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”)

Si uno se fija en los molinos que encontrará a su paso, se dará cuanta de una importante diferencia: su tejado. Algunos lo tienen de chapa, en tono gris; otros de madera oscura. Pues bien, estos últimos son los que aún funcionan al modo tradicional, (los tres únicos molinos de la Península Ibérica que conservan la estructura y maquinaria original del siglo XVI están en Campo de Criptana),es decir, exclusivamente con la fuerza del viento.

Si alguno quiere descubrir el interior de uno de ellos puede hacerlo a través de la visita guiada al interior del Molino Infante. Es ahí donde uno descubre que los tejados de madera no están pegados al edificio, si no que un espacio les permite girar 360º ayudados desde el exterior por el palo guía para buscar el mejor viento en cada momento.

No solo el Molino Infante puede ser visitado en su interior. Otros acogen ahora pequeños y distintos museos, como por el ejemplo el dedicado a Sara Montiel en el Culebro o el del Vino en el Molino Pilón. Las aspas habitualmente están paradas, pero cada primer domingo de mes se ponen en funcionamiento (si el viento lo permite) de 10:00 a 14:00 horas, y ello suman en cada ocasión alguna otra actividad como por ejemplo vuelo de rapaces. Además durante el verano hay varios domingos donde se es al anochecer cuando los molinos se ponen en funcionamiento.

Información Campo de Criptana

Teléfono Oficina de Turismo : 926 56 39 31
Turismo Molino Poyatos : 926 56 22 31
Mail : [email protected]

Visitas guiadas y venta de tickets

Horario de invierno: de 10 a 14 y de 16 a 18:30 horas.
Horario de verano: de 10 a 14 y de 16:30 a 19 horas.
Precios: grupos de 25 personas 60€ por hora; menos de 25 personas 40€ hora.
Precio entrada a los molinos: 2€ por persona y molino.
Entrada reducida: desempleados, jubilados, pensionistas, discapacitados, niños entre 6/12 años.