Veliko Tarnovo fue la capital de los zares de Bulgaria. Hoy es una la ciudades más turísticas del país y no podíamos dejar de incluirla en nuestro viaje a Bulgaria. Nosotros pasamos allí una noche. Llegamos la tarde anterior y nuestra idea era visitar no solamente la histórica y animada ciudad, también queríamos conocer dos lugares en los alrededores: Arbanasi y Preobrazhenski, uno de los más destacados monasterios de Bulgaria.
Llegamos a Veliko Tarnovo al atardecer, dejamos las cosas en el hotel y pusimos rumbo directamente a Arbanasi, un pueblo famoso por sus iglesias, sus hoteles de categoría y la variedad de actividades que ofrece a quien decide pasar por allí.
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Arbanasi
Cuando llegamos a esta localidad situada a tan solo 4 kilómetros de Veliko Tarnovo el sol ya estaba bajando y la población se mostraba ante nosotros con ese tono dorado del atardecer. No teníamos un plano de la ciudad ni encontramos ninguna indicación que mostrara cual podría ser el camino correcto para ver los lugares más importantes de Arbanasi, de modo que aparcamos el coche casi a la entrada del pueblo y comenzamos a caminar sin un rumbo fijo. No os puedo decir la calle que tomamos, pero si que sus dos lados los formaban los altos muros que rodean antiguas casas, monasterios e iglesias, y es que en Arbanasi hay casi un centenar de monumentos nacionales.
Durante el Segundo Reino Búlgaro (1185 – 1393) la nobleza de la capital (Veliko Tarnovo) lo utilizó como residencia de verano y en el s.XVIII Arbanasi era una importante ciudad en la que los comerciantes hacían negocios por todo el Imperio Otomano.
Qué ver en Arbanasi
Teníamos anotado que debíamos visitar tres lugares en esta población:
- la iglesia de la Natividad, la más antigua de Arbanasi con frescos que cubre cinco salas.
- la iglesia de los Santos Arcángeles Miguel y Gabriel en la que destacan los iconostasios de madera tallados por maestros de Tryavna.
- la casa Konstantzalieva convertida en un museo que contiene muebles de época y muestra el modo de vida durante el Renacimiento Nacional.
Pero no tuvimos suerte, cuando conseguimos encontrarlos ya estaban cerrados, de modo que tuvimos que limitarnos a pasear por una ciudad en la que no encontramos a nadie hasta que no llegamos a un cruce de carreteras en las que estaba también la parada del autobús y una par de tabernas. Justo en ese momento comenzó a llover, así que aprovechamos para hacer una parada y tomar una cerveza.
Cuando amainó salimos de nuevo y encontramos un plano que no nos ayudó mucho pero si me hizo ver que justo a nuestro lado, bajando unas escaleras, había una iglesia, así que en vista de que todo lo demás estaba cerrado decidí bajar a ver aquel lugar solitario rodeado de hiedra y lápidas.
Un poco desilusionados regresamos a Veliko Tarnovo, nos habíamos quedado con las ganas de ver los tesoros de Arbanasi, pero no siempre las cosas salen como uno quiere durante un viaje, y esta vez sin duda tocó asumir el despiste de la hora.
Tomad nota por si vais a este pueblo que los horarios de apertura de sus principales museos e iglesias es entre abril y octubre todos los días de 9:00 a 18:00 horas, y de noviembre a marzo todos los días de 9:00 a 17:00.
Veliko Tarnovo
La que fue capital de los zares búlgaros se encuentra ubicada en un lugar imponente. Rodeada de bosques y colinas. Dividida por el río Tantra. Su paisaje y su historia la hacen merecedora de ser visitada. En sus calles se mezcla la tradición y la modernidad. Basta caminar desde Asenova hasta la ciudad nueva para ver la evolución de Veliko Tarnovo. Actualmente en esta ciudad se encuentra la universidad más prestigiosa de Bulgaria y cuenta con un buen número de restaurantes y una animada vida nocturna.
Después del desayuno nos dispusimos a visitar Veliko Tarnovo. Un problema en esta ciudad es donde dejar el coche. Todo el centro funciona con aparcamiento regulado. Nos resultaba complicado dejar el coche y marcharnos a ver la ciudad con el riesgo de que nos pusieran una multa. O de que se lo llevara una grúa.
No nos daba confianza dejar el coche en la zona de hotel. De modo que miramos el plano y decidimos ir con el coche hasta Asenova, un barrio a las afueras de Veliko Tarnovo. Cerca de lugares que queríamos visitar y tal y como nos dijeron en el hotel, sin restricciones para aparcar.
Tomad nota de este detalle si vais a Vekilo Tarnovo en coche. Pasado el puente que lleva a Arbanasi, hay un descampado en el que se puede aparcar sin riesgo de multa. Desde allí se puede caminar para ver las iglesia de la zona y subir hasta la fortaleza de la ciudad.
Qué ver en Veliko Tarnovo
La zona que nosotros visitamos primero en Vekilo Tarnovo fue Asenova. Es un barrio junto al río Yantra, alejado del bullicio de la ciudad y rodeado por las colinas sobre las que se encuentra la ciudad y también Arbanasi. Más tarde caminamos hasta la impresionante fortaleza de Veliko Tarnovo y recorrimos el casco antiguo de la ciudad.
Asenova
En este barrio a los pies de la fortaleza vivían la mayoría de artesanos y trabajadores que trabajaban en ella. En esta parte de Veliko Tarnovo vimos varias iglesias de pequeño tamaño. A su alrededor algunas casas típicas de la zona y el sonido del río. Nada más.
- Iglesia de la Asunción. Es una pequeña iglesia junto al descampado donde se aparca. Suele estar cerrada y cuesta distinguir el interior por las ventanas. La rodea un pequeño cementerio.
- Iglesia de los Cuarenta Mártires. Edificada en 1230 conmemora la victoria del zar Iván II sobre los bizantinos. Fue mausoleo real, y más tarde los turcos la usaron como mezquita. Está rodeada de jardines y en su alrededores hay algunas excavaciones. Está junto al puente que lleva a Arbanasi y se accede a su recinto por el lado contrario del puente.
- Iglesia de Sveti Petr y Pavel. En el mismo lado del río que las dos iglesias anteriores. La rodea un jardín y por las ventanas se pueden ver los fragmentos de murales de los siglos XIV y XVII.
- Iglesia de Sveti Dimitar. Para llegar a esta iglesia se puede cruzar el puente peatonal sobre el río. Es la más antigua de Veliko Tarnovo. Al igual que el resto de las iglesias de esta parte de Veliko Tarnovo, suelen estar cerradas. Encontrar alguna abierta es cuestión de suerte. O de dar con la persona que tiene la llave.
- Iglesia de Sveti Georgi. Cerca de la anterior iglesia, está rodeada por un muro. No hay forma de acercarse a su interior si no es con una visita concertada.
Fortaleza de Tsarevets
Se trata sin duda alguna de uno de los monumentos más impresionantes de Bulgaria. Es el símbolo de Veliko Tarnovo y el lugar más visitado de la ciudad. Su exterior es impresionante. Sus muros se recortan sobre la montaña en la que esta construida. Esa ubicación ya fue utilizada por tracios y romanos como puesto defensivo. Pero fueron los bizantinos quienes construyeron aquí la primera fortaleza entre los siglos V y VII. Más tardes, eslavos y búlgaros la fortificaron entre los siglos VIII y X. Y a principios del siglo XII, los bizantinos contribuyeron de nuevo a crear la fortaleza. Debió ser magnífica, pero los turcos la saquearon a finales del siglo XIV. Lo que vemos hoy se debe a la reconstrucción que llevaron a cabo los comunistas y que devolvió a la fortaleza de Veliko Tarnovo algo de su antiguo esplendor.
El interior de la fortaleza se puede visitar. Requiere del pago de una entrada. Para mi su interior dista mucho de tener ni la mitad de atractivo que su imponente exterior. El recorrido permite acercarse a los muros y en algunos puntos subir a ellos para contemplar el impresionante paisaje. El resto de los que esconde la fortaleza son muchas ruinas, restos del Palacio Real, viviendas que hay que adivinar entre la vegetación y poco más. Lo único que llama un poco más la atención es el reconstruido Complejo del Patriarca. Desde sus escaleras frontales hay buenas vistas de la ciudad. Y su interior esconde unos originales murales.
Personalmente creo que a no ser que uno este muy interesado en la arqueología, ver el interior de la fortaleza de Veliko Tarnovo no merece la pena. Si se quiere visitar hay que saber que en verano abre de 8:00 a 19:00 horas y en invierno de 9:00 a 17:00 horas.
Varosha
Es el tranquilo casco antiguo de Veliko Tarnovo. Sus calles empedradas, sus pequeñas tiendas de artesanía y sus pintorescas casas lo convierten en un lugar agradable para dar un paseo. Pero que nadie espere una ciudad tan atractiva como Plovdiv, llena de bonitas casas del Renacimiento Búlgaro y de encantadores rincones. El casco antiguo de Veliko Tarnovo es más pequeño, con lugares agradables y con algunas mansiones restauradas convertidas en museos.
A lo largo de Stefan Stambolov, la calle principal de Varosha, algunas casas son talleres de artesanía. Sus puertas están abiertas para que el turista pueda contemplar al artesano trabajar. Pero no son especialmente amables ni amigos de dejar hacer fotografías de sus productos.
A poca distancia de Varosha hay algunos lugares a los que merece la pena acercarse. Además, en su búsqueda se pasa por alguna de las calles con más encanto y menos transitadas del casco antiguo de Veliko Tarnovo.
- Museo Arqueológico. No lo visitamos, pero si vimos por fuera el bonito edificio que ocupa. Su elemento más destacado es la terraza con columnas.
- Museo del Renacimiento Nacional. Otro museo ubicado en una imponente mansión, en este caso la que fue el ayuntamiento turco edificado en 1872.
- Serafkina Kâshta. Una gran casa de estilo Renacimiento Nacional. La mandó construir un prestamista turco y hoy es también un museo. En su interior atractivas colecciones de joyas, tallas y trajes tradicionales.
- Sveta Bogoroditsa. Es la Catedral de Veliko Tarnovo y la iglesia más grande de la ciudad. Sus verdes cúpulas de estilo neobizantino se ven desde muchos puntos de la ciudad, pues sobresalen sobre los tejados de las casas que la rodean.
Monasterio de Preobrazhenski
Tras visitar Veliko Tarnovo nos fuimos a visitar este monasterio. Se encuentra en la carretera que lleva a Ruse y a la frontera con Rumanía. Visitarlo en coche es sencillo. Si no se dispone de vehículo se puede coger un autobús en Veliko Tarnovo que para en la desviación al monasterio. Desde allí hay que recorrer a pie los tres kilómetros montaña arriba que llevan hasta Preobrazhenski, uno de los más atractivos monasterios de Bulgaria. Nosotros, al tener coche, llegamos hasta la puerta. Habíamos leído que había que pagar entrada, pero no había nadie que pareciera interesado en cobrarnos. Así que sencillamente aparcamos y entramos al monasterio.
Este monasterio es el cuarto más grande Bulgaria y ofrece unas vistas preciosas de los alrededores. El edificio original se construyó en 1360, pero los turcos lo destruyeron. El que se puede visitar hoy es una reconstrucción a 500 metros de la ubicación original. Data de 1825, y está dañado por varios corrimientos de tierras que tuvieron lugar posteriormente. Se puede decir que la iglesia sobrevive de milagro. Basta rodearla para ver dos enormes piedras que cayeron de la montaña y quedaron a los lados del templo.
La iglesia es una de las más bonitas que vimos en Bulgaria. Su exterior está bellamente pintado con varios murales. Y en el interior se pueden ver los trabajos de restauración que están sacando a la luz los frescos que decoran la iglesia.
Este monasterio también es famoso por el licor de ciruela que elaboran los monjes. Ese olor que envuelve el lugar es el que desprende la fruta en los enormes toneles que se pueden ver a la entrada al monasterio.
Dónde dormir y comer en Veliko Tarnovo
Nosotros tan solo hicimos una noche en esta ciudad. No creo que haga falta más teniendo cerca ciudades más tranquilas para dormir como puede ser Triavna. Además, Veliko Tarnovo es más turística y resulta también algo más cara. Aún así y después de una larga búsqueda encontré un hotel pequeño bien ubicado, a muy buen precio y perfecto para una noches: Hotel Play.
En cuanto a comer o cenar, en Veliko Tarnovo no faltan restaurantes para degustar la gastronomía búlgara. Nosotros cenamos en el restaurante Lucky. Nos decidimos por él porque no estaba lejos del hotel, tenía clientela y un montón de espacios distintos para sentarse. Elegimos la terraza y os puedo decir que cenamos bien y la atención por parte de los camareros fue perfecta. Nos asesoraron en una carta que no entendíamos y probamos algún plato muy típico de Bulgaria.
13 comentarios
Nunca he pensado en viajar a BUlgaria así que da gusto leer sobre ello. Me encanta el monasterio con nombre impronunciable. Y lo que me gusta o por lo menos lo que parece en tus fotos que es todo muy autentico y poco turístico. Eso yo lo agradezco mucho, con todas las masas que siempre hay por todos los lados
Bulgaria de momento no es un país muy turístico, así que aún se puede visitar con cierta tranquilidad.
La verdad es que Bulgaria no está entre los países que queremos visitar próximamente, quizá porque hemos leído pocos post de otros viajeros… ? Así que conocer tu experiencia nos ha servido, como mínimo, para confirmar que es un destino aún sin masificar, algo que valoramos mucho, ya que siempre intentamos huir de las multitudes… ?
Un abrazo.
Nosotros pasamos por lugares super tranquilos en los que apenas encontramos turistas. Y en algunos de ellos, pasear por las noches era como hacerlo por una pueblo desierto! Merece mucho la pena conocer este país. Un abrazo.
Estamos aún de viaje por Bulgaria.Turistas muy pocos, tanto en el interior como en la costa. Los precios bastante bien para nosotros.Otra cosa será en cinco años, según creo.
¡Qué diferente y qué parecido a la vez! Me ha llamado muchísimo la atención cómo se parecen las construcciones de piedra y los pueblos (al menos la zona de Asenova), al oriente de Asturias y Cantabria. Me encanta ver estos “parecidos” para comprobar que al final tenemos más cosas en común de las que podamos pensar jeje Un abrazo!
Tienes razón, hay cierto “aire” entre las construcciones de ese pueblo de piedra y las de algunos lugares del norte de España. Además, en esta parte de Bulgaria todo es tan verde como en el norte de nuestro país. Un abrazo
La historia que tiene esta ciudad es enorme, pero me alegro especialmente de que hables de Arbanasi, porque sería un error no acercarse hasta allí. sus iglesias ortodoxas son bellísimas!
Nosotros también nos encontramos con alguna de las iglesias de Asenova cerradas. Una pena.
Nosotros lo que sentimos fue tener tan poco tiempo para ver Arbanasi…
Es curioso cómo se eligrn los destinos porque nunca se me habria ocurrido ir a Bulgaria, pero veo que son lugares con mucha historia (como a mi me gustan) y realmente merecen una visita. Creo que ahora es buen momento de visitarlos ya que no tienen mucho turismo y en unos años igual se ponen de moda…
Es un momento perfecto. Porque aún reciben poco turismo y porque es bastante económico, al menos de momento.
No habia oido hablar de ninguno de los pueblos de los que has escrito, hasta me parecen difíciles de recordar pero reconozco que Bulgaria no está dentro de mis destinos, aunque después de ver las fotos no me importaría nada nada visitarla. Parece un país precioso
Es un país muy bonito, y de momento, no demasiado turístico. Sobre todo la zona del interior a la que es algo más complicado acceder.