Cuando compramos a buscar vuelos para viajar a Uzbekistán encontramos que los vuelos más económicos eran con LOT, la compañía aérea polaca. El horario de la ida era perfecto. Pero al regresar a España, nuestro avión aterrizaría a las 13:00 horas en Varsovia y el que nos llevaría a Madrid no despegaría hasta las 10:00 horas del día siguiente. Podía haber sido una pega, pero a nosotros nos pareció perfecto. En primer lugar, porque incluso con los gastos de una noche en la ciudad, seguíamos ahorrando casi 200 € por persona en relación a los vuelos de otras compañías. Y segundo lugar, porque la escala nos iba a dar la oportunidad de volver a disfrutar de algunos de los lugares que ver en Varsovia.
Índice del artículo
Dinero en Polonia
Aunque Polonia es miembro desde 2004 de la Unión Europea, por ahora no tiene el euro como moneda. La moneda polaca sigue siendo (a fecha 2024) el zloty.
Por ello, al llegar a Varsovia, en principio, sería necesario cambiar moneda. A no ser que podáis pagar todo lo que vayáis a utilizar (transporte, alojamiento, comida) con tarjeta de crédito.
Nosotros, al estar solamente unas horas en capital polaca, decidimos no cambiar ni un solo euro. Los traslados los hicimos con UBER, lo que nos evitó encontrarnos con algún taxi que aceptara tarjeta. Comidas, hotel, helados y hasta unas postales las pagamos también con tarjeta.
Dónde alojarse en Varsovia
Las opciones para alojarse en Varsovia son muchas. Nosotros valoramos varias de ellas, pero finalmente decidimos quedarnos en un hotel cerca del aeropuerto. Nuestro vuelo de regreso a España era a las 10:00 horas, por lo que nos pareció innecesario buscar hotel en el centro de la ciudad. Mejor estar cerca del aeropuerto para evitar posibles atascos y poder desayunar con calma.
El hotel en el que nos hemos alojado ha sido el Vienna House by Wyndham Mokotow Warsaw. Un espectacular establecimiento a 5 minutos (en coche/taxi) del aeropuerto.
Si como nosotros vais a pasar solamente una noche en la capital, sin duda os recomiendo valorar este establecimiento de 4 estrellas. Tendréis la tranquilidad de estar cerca del aeropuerto, en un barrio residencial y a tan solo 20 minutos en coche del centro de la ciudad y de los mejores lugares que ver en Varsovia. Se puede ir en transporte público (autobús+metro) o en taxi. Nosotros elegimos UBER y pagamos 10 € a la ida desde el hotel al Castillo Real y 7 € al regresar desde el Palacio de la Cultura y la Ciencia.
Qué ver en Varsovia en unas horas
Nosotros visitamos varias ciudades de Polonia hace años. Antes del que país se convirtiera en un destino tan popular como es ahora. Después de varios lustros y varios intentos, por fin se cruzaba en nuestro camino la oportunidad de volver a pisar suelo polaco para pasar unas horas en la capital del país. No es mucho el tiempo que pudimos dedicar a recorrer la ciudad, pero esas horas fueron suficientes para volver a visitar los lugares que ver en Varsovia que más nos gustaron en nuestra anterior visita.
Notamos la ciudad cambiada. Más moderna. Y más cara. Pero igual de atractiva que años atrás. Dedicamos unas 5 horas a pasear por el centro histórico de Varsovia. Una ciudad que quedó destruida por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y que como el Ave Fénix, renació de sus cenizas recuperando la belleza de sus edificios y espacios más emblemáticos.
Si como nosotros tenéis solamente unas horas para visitar la capital de Polonia, tomad nota de estos lugares. Son de los más atractivos de la ciudad, esos que uno no debería perderse en Varsovia, cuyo centro histórico es Patrimonio Mundial de la UNESCO y que se pueden descubrir sumándose a alguno de los free tour en Varsovia en español.
Plaza Zamkowy, imprescindible que ver en Varsovia
Esta amplia plaza peatonal es la puerta de entrada al casco antiguo y uno de los lugares que ver en Varsovia por el que todos los turistas pasamos más de una vez.
El edificio más emblemático de esta plaza es el Castillo Real. Su colorida fachada, con la torre del reloj en el centro, no pasa desapercibida. Fue reconstruido después de la guerra. Se puede visitar el interior (entrada de pago) para conocer los apartamentos reales y las colecciones de pintura, escultura y artes decorativas europeas.
También en esta plaza está la Columna de Segismundo, un monumento conmemorativo que rinde homenaje al rey Segismundo III y es un popular punto de encuentro.
Ulica Piwna
Esta calle que ver en Varsovia es una de las tres vías peatonales que llevan desde la anterior plaza hasta el corazón del centro histórico de la ciudad, la Plaza del Mercado, de la que os hablaré más adelante.
Esta calle destaca por las fachadas de sus edificios y las tiendas en las que adquirir diferentes recuerdos. Desde los típicos imanes y tazas hasta joyas de ámbar.
En el centro de la calle se puede visitar la Iglesia de San Martín. Uno de los tres templos que se pueden ver en la ciudad vieja. Es una iglesia de culto católico fundada junto a un monasterio en el siglo XIV. Ha sido reconstruida varias veces, la última tras la Segunda Guerra Mundial. Su fachada de estilo barroco esconde un moderno interior en el que nos llamó la atención especialmente el Vía Crucis pintado en las paredes. Desde hace varias décadas, el vecino monasterio es el hogar de una congregación de monjas franciscanas a las que se puede ver rezando en la iglesia.
Catedral de San Juan de Varsovia
Justo frente a la Iglesia de San Martín, un estrecha calle permite llegar a esta otra iglesia católica que ver en Varsovia. Es un edificio en el que el estilo gótico está presente en la fachada y gran parte del interior. Fue durante bombardeada durante en 1944, durante la Segunda Guerra Mundial, quedando destruidos y sepultados un buen número de esculturas, frescos y pinturas.
En el interior de esta iglesia se puede ver, en el altar mayor, a la Virgen de Czestochowa. Merece la pena fijarse en las vidrieras que decoran los vanos de las ventanas. En ellos se representan momentos históricos relacionados con la historia del país.
La capilla Boryczko guarda la Santa Cruz Milagrosa bajo una atractiva cúpula estrellada. Este objeto religioso llegó a la capital polaca desde Núremberg en el siglo XVI. El púlpito de madera y la pila bautismal son otro de los elementos destacados dentro de esta catedral.
Por último, mencionar que en este templo se encuentra el panteón en el que descansa entre otros relevantes personajes polacos Estanislao II, último rey de Polonia.
Ulica Świętojańska, otra calle que ver en Varsovia
La catedral se encuentra en otras de las pintorescas calles que ver en Varsovia: Ulica Świętojańska. De nuevo las tiendas de recuerdos han llenado los bajos de los edificios que jalonan la calle. Entre tanta tienda y restaurante es imposible no fijarse en una tienda de artículos de ámbar cuyo escaparate es una ventana de piedra con un parteluz decorado con la escultura de una mujer.
También en esta calle, justo al lado de la catedral, está la tercera de las iglesias del casco antiguo de Varsovia. Se trata de Iglesia de Nuestra Señora de Gracia, un templo jesuita fácilmente reconocible por el tono rosado de su fachada. Nosotros no pudimos ver su interior porque estaban celebrando un servicio religioso. Pero del exterior os puedo decir que merece la pena fijarse en las pesadas puertas que cierran el templo y que están decoradas con cuerpos fragmentados. Os recomiendo acercaros a la entrada para descubrir detalles que desde lejos no se aprecian.
Otro detalle en el que hay que reparar es el oso de piedra a la izquierda de la fachada y que está relacionado con una leyenda polaca. Dicha leyenda cuenta que el corazón del príncipe Gniewko dejó de latir al ver a su amada Jadwiga contraer matrimonio en la iglesia. Su hermana Milena, curandera y maga, pronuncio un conjuro que decía “no te morirás, en piedra te convertirás hasta que la que te muestre amor verdadero rompa el hechizo”. De momento al pobre príncipe convertido en oso de piedra no ha debido encontrar el amor verdadero.
Kanonia y la campana de los deseos
Para llegar a esta tercera calle que ver en el corazón de Varsovia, basta caminar por Ulica Dziekania, la calle que hay justo a la derecha de la catedral. De ese modo se llega al ábside de este templo, junto al cual hay una escultura de la Virgen.
Justo enfrente esta Kanonia, un pintoresca placita triangular rodeada de edificios de colores. Entre ellos, justo en la esquina en la que se unen los dos lados con edificios de la plaza (en el tercero está la catedral) está la casa con la fachada más estrecha de la ciudad. Ya habréis oído aquello de que hace algunos siglos los impuestos de una vivienda se pagaban en base a los metros de fachada que tuviera. Pues parece ser que en Varsovia también debía pasar eso.
En el centro de la plaza hay una campana que data del siglo XVII. Dicen que fue un encargo del tesorero de la corona, y que la intención era que estuviera en el campanario de la cercana iglesia de los jesuitas. Pero por una razón que no he conseguido averiguar, la campana jamás fue colgada en ninguna iglesia, y ahora es un atractivo turístico que dice que aquel que de tres vueltas alrededor de la campana mientras se apoya en el centro de la misma verá realizado el deseo pida. Aunque las “malas lenguas” aseguran que hay que pedirlo en polaco porque la campana no sabe idiomas.
La Plaza del Mercado, otro lugar imprescindible que ver en Varsovia
Por cualquiera de las calles que os he mencionado se termina llegando al corazón de la ciudad vieja. A uno de los lugares más atractivos que ver en Varsovia. Su Plaza del Mercado. En polaco, Rynek Starego Miasta.
Sus orígenes se remontan a finales del siglo XIII. Era lugar de celebración de ferias, fiestas y también de ejecuciones públicas. Aquí estuvo el Ayuntamiento de la ciudad, edificio que fue demolido en el s.XIX.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la plaza y sus edificios fueron bombardeados y quemados por los nazis. Un lugar histórico que los polacos decidieron reconstruir con el aspecto que la plaza tenía cuando en ella vivían acaudaladas familias de comerciantes. Y lo consiguieron en pocos años, convirtiendo de nuevo la plaza en lugar de reunión y de visita obligada para quienes quieren conocer Varsovia.
Hay que dar un paseo por todo el perímetro de la plaza para contemplar los detalles de las fachadas. Relojes, esculturas y pinturas que decoran los edificios del mismo modo que debieron hacerlo en el pasado. Si quieres descubrir todos los secretos de esta plaza te animo a reservar un free tour por el casco antiguo de Varsovia.
En esta plaza está uno de los museos más recomendables para visitar en la capital polaca: el Museo de Historia de Varsovia. Un viaje en el tiempo para conocer como fue y es una de las ciudades más interesantes del país.
A lo largo del año la Plaza del Mercado de Varsovia es escenario de diferentes eventos. Si estás en verano en la ciudad, te recomiendo pasarte por la plaza para disfrutar de uno de los conciertos de jazz gratuitos que desde hace años se ofrecen en el marco del festival Jazz na Starówce. Yo estuve en unos hace años y me encantó.
Una sirena de leyenda
En el centro de la Plaza del Mercado está la escultura de la Sirena, símbolo de la ciudad. No es la única sirena que ver en Varsovia (aunque si las más famosa). Repartida por la ciudad se la puede ver adornando farolas, portales y carteles. Incluso en el blasón de la capital de Polonia.
Y es que la relación de la sirena con Varsovia, según cuenta una leyenda, viene de lejos. De un tiempo en el que la ciudad era apenas una aldea y en el mar vivían sirenas de cabellos dorados. Una de ellas dejó atrás el mar que era su hogar y nadó por el río Vístula hasta llegar a una playa de arena fina. Esa playa estaba a los pies de lo que hoy es la Ciudad Vieja. El lugar gustó tanto a la sirena que decidió quedarse ahí.
Pero la sirena era bromista y los pescadores no la toleraban. Por ello decidieron dale caza, idea que quedó en el olvido cuando la sirena los embelesó con su bella voz. A todos menos a un avaro comerciante que presintió que en la voz de la sirena había negocio. La capturó y la llevó de pueblo en pueblo, de fiesta en fiesta, para que cantará y el pudiera hacerse rico.
La sirena sin embargo no llegó a cantar. Solamente lloraba y lloraba ansiando su antigua libertad. Tuvo la suerte de que un joven escuchara su llanto y junto a unos pescadores, la liberó. En agradecimiento, prometió ser la guardiana para siempre de aquella aldea que hoy es Varsovia.
La Barbacana de Varsovia
Otro de los lugares históricos que ver en Varsovia es su barbacana. Aunque cerca del Castillo Real se pueden ver muros de las fortificaciones que rodeaban la ciudad, es al norte de la Plaza del Mercado donde se encuentra la parte más llamativa de las mismas.
Las murallas se comenzaron a construir en el siglo XV para proteger Stare Miasto (Ciudad Vieja) de los ataques externos. Se levantó una torre de vigilancia, la barbacana, que sería también la principal puerta de acceso al centro de Varsovia. Durante la Segunda Guerra Mundial la barbacana fue destruida, pero al igual que el resto de la capital polaca, fue reconstruida utilizando todos aquellos ladrillos originales que se pudieron recuperar entre los escombros.
Ya en el siglo XXI, aquella puerta que antaño limitaba el paso estás siempre abierto, uniendo las ciudades vieja y nueva. El antiguo foso es lugar de paseo y todo el conjunto se ha convertido en uno de los lugares más fotografiados de la ciudad.
Al salir de la Barbacana, merece la pena dar un paseo por Ulica Freta. Es el lugar perfecto para caer en la tentación de comer uno de esos helados que tanto gustan a los polacos (no los sirven de forma tan generosa como en España, todo hay que decirlo) mientras se contemplan los edificios que en esta parte de la ciudad mantienen el estilo de los que se pueden ver en es casco histórico.
A lo largo de la calle queda también patente la importancia del catolicismo en Polonia. En apenas 300 metros se pueden ver tres iglesias: la barroca iglesia del Santo Espíritu, la de San Jacobo y la de San Casimiro. Esta última se encuentra al fondo de la Plaza de la Ciudad Nueva.
Camino Real, la gran avenida que ver en Varsovia
Hay que regresar a la Plaza Zamkowy y al Castillo Real, ya sea cruzando del nuevo Stare Miasto o bien por Międzymurze Biegańskiego, el paseo que lleva por al viandante sobre las murallas. Al llegar a la plaza, hay que dejar atrás la Columna de Segismundo para recorrer la Ruta o Camino Real de Varsovia.
Esta ruta unía el Ciudad Vieja con el sur de la ciudad a lo largo de unos 3 kilómetros. Son varias las calles que forman parte de este Camino Real que ver en Varsovia, pero sin duda es en Krakowskie Przedmieście donde se aglutinan la mayor parte de los puntos de interés del recorrido.
La calle es muy ancha. Cuenta con una gran acera al este, precisamente el lado al que se encuentran los puntos destacados de la ruta.
El primer edificio que llama la atención es la Iglesia de Santa Ana, con un gran campanario a su lado. A la sombra de este último se puede ver una maqueta de Varsovia.
Solamente hay que caminar unos metros para llegar a un jardín en el que destaca la escultura de Adam Mickiewicz, famoso poeta polaco, justo delante de la Iglesia de los Carmelitas.
Prácticamente al lado, custodiado por la policía, el Palacio Presidencial, en cuyo patio hay una escultura ecuestre homenaje a Józef Poniatowski. Un singular militar de origen austriaco que se nacionalizó polaco por elección propia. Fue Ministro de Guerra del Ducado de Varsovia a principios del siglo XIX.
Siguiendo hacia el sur se pasa por delante del elegante (y caro) Hotel Bristol, por la Iglesia de las Hermanas de la Visitación y el Pałacio Czetwertyńskich-Uruskich antes de llegar a la escultura a Copérnico, rodeada de palacios y teatros. En nuestro caso habíamos marcado es punto como fin del paseo por el Camino Real de Varsovia, aunque la ruta continúa más al sur.
Palacio de la Cultura y la Ciencia
Nosotros acabamos el paseo de unas horas por los lugares que ver en Varsovia en este mastodóntico edificio. Con una altura de 237 metros es uno de los edificios más altos de Europa. Tiene nada menos que 3.000 habitaciones y alberga teatros, museos, un cine y varias cafeterías.
En cuanto a la historia de este edificio, hay que saber que fue un obsequio de Stalin y del pueblo ruso a Polonia. Para su diseño, el mandatario envío a sus mejores arquitectos a ver los rascacielos más emblemáticos de Nueva York. Cuando regresaron, diseñaron este edificio terminado en 1955 que a pesar de todo no gustó nada a la gente de Varsovia. Lo veían como un símbolo del poder comunista en su país.
Por suerte los tiempos han cambiado y ahora el edificio es uno de los símbolos de la ciudad. Descubre más curiosidades sobre este edificio reservando el free tour por la Varsovia comunista.