Es más que probable si vas a viajar a Nápoles que entre tus planes se encuentre conocer los lugares que ver en Pompeya. Un lugar el que el tiempo se paró en el año 79 d.C. tras la erupción de Vesubio. Con este post te quiero descubrir que lugares que ver en Herculano, otra de las ciudades que, durante siglos, quedaron ocultas bajo metros de restos volcánicos aquel mismo día y que desde 1997 forma parte de la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Herculano hoy en día es un barrio napolitano y uno de los lugares que ver cerca de Nápoles. La ciudad moderna es muy parecida al centro histórico de la capital de Campania, con ajados edificios de colores y un ambiente mucho más distendido que el de las ciudades del norte de Italia.
Pero lo que hace especial a este lugar del sur de Italia es lo que hay bajo sus calles y antiguos palacios. Porque aunque se ha sacado a luz parte de la ciudad romana que fue Herculano, basta visitar el yacimiento arqueológico para darse cuenta de que tiene que haber mucho más bajo el asfalto de lo que fue un pueblo pesquero hace un par de milenios.
Merece la pena visitar esta antigua ciudad romana menos famosa que Pompeya por su estado de conservación, mejor que el de esta última. En Herculano se han conservado los segundos pisos de muchos edificios, pinturas, mosaicos, muebles, telas y distintos restos orgánicos.
Antes de entrar en materia para contaros que ver en Herculano, os animo a leer también el post Visitar Herculano. En él encontraréis todas la información práctica para organizar vuestra visita, desde el modo de llegar al yacimiento a precios y horarios actualizados.
Índice del artículo
Qué ver en Herculano: visitas guiadas
No hay duda de que recorrer los lugares que ver en Herculano de la mano de un buen guía hace que la experiencia en este recinto arqueológico sea aún mejor. Sin ser necesario sumarse a una visita guiada, si es cierto que gracias a los arqueólogos e historiadores que las organizan el viajero descubre muchas curiosidades y datos históricos que de otro modo se pasarían por alto.
Aquí os dejo una selección de visitas guiadas en Herculano. Las opciones son menos que las se pueden encontrar al visitar Pompeya, pero aún así, merece la pena tenerlas en cuenta. Para ver toda la información e incluso hacer la reserva, solamente tenéis que pinchar en el enlace en verde.
- Herculano sin colas con audioguía. Si quieres recorrer el recinto de esta antigua ciudad romana a tu aire, hacerlo con una audioguía puede ser la mejor opción. Incluye plano y entrada.
- Visitar Herculano sin colas con arqueólogo. Un tour de dos horas en español con un arqueólogo. Incluye la entrada sin colas.
- El Vesubio y Herculano desde Nápoles. El tour perfecto para conocer Herculano y el volcán que dejó a la ciudad sepultada bajo 20 metros de restos volcánicos. Incluye traslados, guía y entradas.
- Excursión de un día a Pompeya, Herculano y el Vesubio. Incluye el transporte desde Nápoles y entradas preferentes para visitar el Vesubio, Pompeya y Herculano con guía en español.
- Tour en grupo reducido de Pompeya y Herculano. Una de las visitas mejor valoradas por los visitantes. Incluye entradas, guía en español y billete de tren entre Herculano y Pompeya.
Qué ver en Herculano: orientarse en el yacimiento
El yacimiento arqueológico de Herculano es mucho más pequeño que el de Pompeya. Es muy sencillo orientarse en él. Solamente hay tres cardos (calles que cruza la ciudad de norte a sur) y dos decumanos (vías de este a oeste) pavimentadas con grandes bloques poligonales de piedra.
Esas cinco calles dividen el recinto en insulas, y dentro de cada una de ella hay casas, termas, fuentes, tabernas y tiendas. Basta con recorrer cada una de esas antiguas vías romanas de inicio a fin para no perderse ninguno de los lugares que ver en Herculano.
Además de esa parte del yacimiento perfectamente urbanizada, hay también una parte excavada justo a los pies de la actual ciudad de Herculano, la zona de la antigua playa y una pequeña calle que lleva a lo que fue la palestra.
En Herculano no dan planos gratuitos con la entrada, pero si hay uno bastante grande al entrar que ayuda a orientarse e ir encontrando cada lugar de interés en el sitio arqueológico. Basta con hacer una foto e ir comprobando en que lugar nos encontramos durante la visita.
Hay que tener en cuenta que no siempre estarán abiertos todos los lugares que ver en Herculano. Generalmente por labores de limpieza y restauración es más que probable que durante la visita encontréis alguna de las domus o termas cerradas al público.
Los mejores lugares que ver en Herculano
Tras la erupción de Vesubio en agosto del año 79 d.C., la ciudad quedó cubierta por casi 20 metros de lodo, todo quedó fosilizado. El tiempo se paró en Herculano. Hasta 1709, año en el que la antigua Herculano fue descubierta. Durante más de 150 años fueron arqueólogos aficionados los que excavaron en la ciudad. Los restos que iban encontrando pasaron a decorar museos y viviendas de familias pudientes.
No fue hasta 1927 cuando comenzaron las tareas de excavación realizadas por equipos profesionales. A fecha de hoy continúan, ya que gran parte de Herculano sigue oculto bajo metros de lodo, de restos volcánicos, de asfalto y edificios.
Una vez dicho esto, vamos a cruzar las puertas de uno de los sitios arqueológicos más fascinantes del mundo para viajar en el tiempo, caminar sobre antiguas calles romanas y curiosear en las casas de aquellas personas que perdieron su vida aquel fatídico mes de agosto del año 79.
Mirador sobre Herculano
Nada más cruzar los tornos que dan acceso al yacimiento, hay que girar a la izquierda. Un paseo desde el que se consigue una panorámica completa de los lugares que ver en Herculano con la ciudad moderna detrás. Es el lugar perfecto para comprender como era este antiguo pueblo de pescadores, el nivel al que se encontraba, la distancia al Vesubio y ver como la ciudad moderna se eleva varios metros por encima.
En la antigua Herculano vivían alrededor de 4.000 personas cuando el Vesubio la hizo desaparecer (afortunadamente no para siempre). Es fácil y a simple vista imaginar que ese número de personas no podían vivir en lo que hasta ahora se ha excavado. Debe haber casas, templo y otras muchas construcciones aún ocultos. Algo que probablemente no salga nunca a la luz mientras la moderna Herculano siga existiendo.
Museos de Herculano
Antes de entrar en la zona del yacimiento propiamente dicha merece la pena hacer una parada en dos pabellones que vamos a encontrar a la izquierda. Uno de ellos aloja una barca de 9 metros encontrada en 1982 durante la excavación realizada en el antiguo puerto. Esta embarcación está prácticamente carbonizada, ya que era de madera. Pero ha conservado su forma y tras varios estudios han descubierto que estaba hecha de maderas de haya, roble, pino, abeto y aliso.
El otro edificio es un pequeño museo en el que se exponen objetos encontrados en las excavaciones del yacimiento. Joyas, muebles, mosaicos y objetos de uso cotidiano en perfecto estado de conservación. En algunos casos son originales; en otros, los originales se encuentran en el Museo Arqueológico de Nápoles.
Qué ver en Herculano: Cardo III
La entrada a las calles que ver en Herculano se realiza por una plataforma sobre la antigua playa de la ciudad. Un acceso directo al Cardo III, a cuyos lados se encuentran las insulas II, III, IV y VII.
Casa de Argos
El primero grupo de casas del Cardo III está a la izquierda. Allí se encuentran, una tras otra, las domus di Aristide, d’Argo y del Genio. La segunda de ellas es las más grande y la que no hay que pasar por alto. Aunque su entrada principal estaba en al Cardo II (no accesible) ahora la entrada para visitantes se encuentra en el Cardo III. Una vez dentro, destaca sobre todo su amplio jardín porticado al que se abrían las principales estancias de la casa. Precisamente en una de esas habitaciones, que debía ser la despensa, se encontraron vasijas, aceitunas, fruta y hasta panes listos para ser horneados.
Tabernas romanas
Hablando de comida, mencionar la primera de las tabernas (thermopolia) que se pueden ver en Herculano está justo en la esquina de la I nsula II con el decumano inferiore (el que cruza el yacimiento por el centro). En estas tabernas todavía se pueden ver las dolias, esos grandes recipientes de barro que contenían la comida a la venta. La razón del gran número de estas tabernas en Herculano es que los romanos tenían la costumbre de hacer el almuerzo fuera de casa, entre las 11 y las 13 horas. ¿Qué comían? Generalmente un tentempié a base de verduras, carne, pan y algo de fruta con vino como bebida.
Casa del Esqueleto
En la Insula III la Casa del Esqueleto es la más interesante, aunque no la más grande. Recibe su nombre de un esqueleto que se encontró en el segundo piso de la vivienda, aunque ya no queda nada de ese nivel de la casa. Lo más destacado de esta vivienda son sus mosaicos. Empiezan en el suelo de la entrada con un diseño de flechas negras (no querían que nadie se les perdiera) y siguen por otras estancias. En las paredes hay un ninfeo y algunas pinturas y mosaicos de temática mitológica, aunque no están en muy buen estado. Los mejores se conservan en el Museo Arqueológico de Nápoles.
Termas Centrales o urbanas
Llegamos a la Insula VI y lo primero que encontramos es el gran complejo de las termas urbanas. En el Cardo III estaba el acceso a la zona de los hombres, mientras que al espacio de las termas dedicado a las mujeres se accedía desde el Cardo IV.
Las termas tenían una gran importancia en el mundo romano. Era un lugar dedicado tanto a la higiene como a la vida social y de ocio. Estas estuvieron en uso desde el siglo I a.C. y se encuentran en un increíble estado de conservación.
Dentro se pueden ver una antigua letrina y después los vestuarios. Se les reconoce por el banco adosado a la pared y una gran estantería sobre el mismo. A continuación llegan el frigidarium el tepidarium y el caldarium. (salas de baño en agua fría, templada y caliente respectivamente). En una de ellas se ve el suelo de mosaico hundido, prueba de la actividad sísmica previa a la erupción de Vesubio.
Qué ver Herculano: Decumano Massimo
Finaliza el Cardo III y si hemos seguido en línea recta llegaremos al límite del yacimiento. Donde termina esta calle de Herculano se levanta una pared sobre la que se puede ver la ciudad moderna. Una pared de metros de altura sobre la que sigue oculta gran parte de la antigua ciudad romana.
Esta avenida fue la principal calle de la ciudad. Era una vía comercial, tal y como lo demuestran las tiendas que hay en ella (una tintorería, una panadería y hasta una bodega que anuncia en la fachada vinos por código de color).
Santuario de los Augustales
En la esquina del Cardo III y el Decumano Massimo se encuentra este santuario sede de los Sacerdotes Augustales que profesaban culto al emperador Augusto, construido cerca del foro. El edificio presenta planta cuadrangular y en el destacan los frescos que representan a Hércules, Minerva, Juno y Júpiter en el Olimpo.
Una de las curiosidades de este lugar que ver en Herculano es que en él se encontraron el esqueleto y el cerebro del conserje tumbado sobre su cama. Al contrario de lo que ocurrió en Pompeya, en esta otra ciudad a los pies del Vesubio los cuerpos que se han encontrado en el interior de las casas estaban desintegrados. Debido a las altas temperaturas que tuvieron que soportar, la grasa y los tejidos blandos se quemaron de forma instantánea. Curiosamente, en el caso del supuesto conserje de este santuario, el cerebro se vitrificó debido precisamente a las altas temperaturas.
Casa del Bicentenario
En la Insula IV no hay que dejar de entrar en esta casa, considerada una de las más bellas que ver en Herculano. Ha estado cerrada durante 30 años (reabrió sus puertas a los visitantes en 2019) por trabajos de restauración en los que se utilizaron las técnicas más innovadoras para devolver a esta casa de tres pisos y 600 m2 su antiguo esplendor.
El nombre de esta domus viene dado por el año en el que fue descubierta, 1938, justamente 200 años después del inicio de las excavaciones auspiciadas por los Borbones. A fecha de hoy se siguen llevando a cabo labores de recuperación y cuidado de sus frescos mitológicos en un atrio que conserva el suelo de mosaicos y mármol. Los arqueólogos los consideran de los más bellos del yacimiento, pero también de los más afectados por lo que ponen todo el empeño en conseguir que no desaparezcan para siempre.
Qué ver en Herculano: Cardo IV
Desde mi punto de vista es la calle más atractiva que ver en Herculano pues en ella se suceden las casas con fachadas en casi perfectas condiciones, algunas de ellas de dos alturas (en el interior se conservan las escaleras que llevaban al segundo piso). Ahí están las aceras, las puertas y las ventanas. En algunos casos, desde el jardín de alguna vivienda se tiene una vista completa de la calle.
Casa del Salón Negro
Es la primera de las domus que encontramos en el Cardo IV si accedemos a él desde el Decumano Massimo. Esta casa debe su nombre a una sala decorada con pilastras y columnas pintadas en rojo sobre fondo negro. Las estancias de esta antigua y elegante casa romana se pueden ver desde su peristilo, elevado a cierta a altura sobre el cardo, lo que permite tener una perspectiva diferente de esta vía de Herculano.
Casa de Neptuno y Anfítitre
Al otro lado de la calle se puede visitar una de las casas más conocidas entre todas las que ver en Herculano. En este caso la vivienda debe su nombre a un mosaico encontrado en el triclinium, el comedor de la casa. En este espacio de la vivienda de dos plantas y bodega destaca la fuente que era un ninfeo, es decir, un monumento consagrado a las ninfas. Al lado de esa fuente, el famoso mosaico en el que se representa a Neptuno y a Anfítrite, una de las cincuenta nereidas (ninfas marinas) hijas de Nereo y Doris.
Casa Tramezzo di Legno
Dejando a la derecha la Casa Sannitica, la Casa del Telaio y la Casa dei Mobilio Carbonizzato se llega al Decumano Inferiore. Hay que continuar por el Cardo IV para encontrar, en la esquina de la derecha, una casa a la que un tabique de madera da nombre. Se trata de un tabique que separaba el atrio de la sala, y que a pesar de estar carbonizado, es uno de los elementos decorativos que ha llegado en bastante buen estado hasta nuestros días.
Antes de entrar en esta casa hay que prestar a su exterior perfectamente conservado que llega hasta el segundo piso y en el que se conservan las ventanas y otras aperturas ideadas para dar luz al interior de la vivienda. Una vez en el interior hay un doble atrio, lo que hace pensar que pudieron ser dos viviendas unidas posteriormente.
Casa dell’Atrio a Mosaico
Antes de finalizar el paseo por el Cardo IV tendremos a la izquierda una de las casas más grandes de Herculano. Cuando nosotros visitamos el yacimiento el acceso al interior estaba cerrado, pero desde fuera pudimos ver parte del mosaico ajedrezado en blanco y negro del atrio. Al igual que los del resto de la casa, el paso del tiempo y la naturaleza los han deformado.
Qué ver en Herculano: los fornici y el área sacra
Es el momento de descender a la parte de la antigua playa, zona sobre la que encontramos una serie de construcciones a tener también en cuenta. Todo ello se pueden ver perfectamente desde el mirador que os mencionaba al comienzo del post.
Por un lado está lo que fue la zona sagrada de Herculano. Hay un templo dedicado a Vulcano, Neptuno, Mercurio y Minerva, cuatro dioses que aparecen representados en bajorrelieves de mármol.
Hacia el otro lado encontramos el Ara de Marco Nonio Balbo. Una amplia terraza en cuyo centro se encuentra el monumento funerario que rendía homenaje al que fue uno de los ciudadanos más ilustres de Herculano.
Al fondo de la terraza están las Termas Suburbanas. Una de las mejor conservadas del Imperio Romano y por lo que dicen, uno de los lugares más fascinantes que ver en Herculano. Nosotros no pudimos ver el interior, pues el edificio estaba cerrado por trabajos de restauración y mantenimiento. Así que nos perdimos sus piscinas, frisos y bajorrelieves.
Se puede descender aún más hasta el nivel de la antigua playa. Ese fue el lugar en el que se encontraron 300 esqueletos. Los de aquellos que intentaron huir de la ciudad por mar y murieron asfixiadas o quemadas mientras esperaban una barca para dejar atrás Herculano. Los restos de esas personas se pueden ver desde una pasarela en el interior de los fornici, los antiguos almacenes del puerto en el que se guardaban las barcas y los aperos de pesca.
Qué ver en Herculano: Cardo V
Desde la terraza en la que se encuentra el monumento funerario de Marco Nonio Balbo podemos subir directamente hasta el Cardo V. En esta vía se encuentran dos de las villas más atractivas que ver en Herculano. En el segundo tramo de esta calle hay viviendas a la izquierda, mientras que a la derecha se pueden ver tiendas y tabernas. Una de las más grandes está en la esquina de la calle que da paso a la palestra y en ella se conserva el mostrador de mármol.
Casa dei Cervi
Esta gran villa es el perfecto ejemplo de la casa de un noble en Herculano. De grandes dimensiones, contaba con dos pisos y estaba ubicada en primera línea, frente al mar. Todo en ella gira en torno a un amplio patio central. Las paredes están decoradas con murales y bodegones.
Si la vivienda es espectacular por su tamaño y estado de conservación, el jardín de esta villa romana es un verdadero lujo. Decorado con mesas de mármol, son dos estatuas de ese mismo material que representan a dos ciervos atacados por perros las que dan nombre a la casa. Hay otra pequeña escultura que tiene su gracia y que llama la atención de todos los visitantes. En ella aparece Hércules borracho haciendo pis a la vista de todos los visitantes.
Casa del Rilievo di Télefo
Frente a la anterior villa está esta otra casa, una de las más grandes que ver en Herculano y de las más singulares. Seguro que cuando la veáis no la confundís con ninguna otra. Debe su nombre a un relieve que representa el mito Télefo, personaje ligado a la conquista de Troya por Aquiles.
Además de ese relieve, en esta casa que tuvo tres alturas destaca el atrio. Tiene columnas en tres de sus lados, rodeando un estanque. Como elemento diferenciador, el atrio conserva parte de su pintura original y está decorado con máscaras de mármol (réplicas de las originales) en los espacios entre las columnas acanaladas.
Otra de las singularidades de esta villa que contaba con decenas de estancias es que las piezas de su techo de madera permanecieron casi intactas bajo el material volcánico durante siglos. Tras las excavaciones realizadas en esta parte del yacimiento, se recuperaron y se ha conseguido por primera vez reconstruir por completo el techo de una vivienda romana.
Qué ver en Herculano: la Palestra
Nada más pasar la Casa del Rilievo di Télefo hay una calle a la derecha que da acceso a la palestra, el espacio en Herculano destinado a las actividades deportivas. Fue construida en la época del emperador Augusto y se calcula que al menos el 60 por ciento de este espacio público sigue oculto bajo 20 metros de restos volcánicos solidificados.
En la parte descubierta se puede ver el pórtico con columnas en un espacio que se organizaba en dos terrazas. No es accesible a los visitantes, pero no hace falta entrar para imaginar como puedo ser este gimnasio en el que no faltaba un estanque en forma de cruz. Es curioso ver en lo alto del yacimiento los modernos edificios de viviendas desde cuyas ventanas y terrazas tiene unas vistas completas de la antigua Herculano.
No hay que dejar de acceder por un hueco abierto en los restos solidificados de barro y lava a otra parte de la palestra. Esa que sigue bajo tierra. En ese espacio se pueden túneles utilizados durante las excavaciones, algún mosaico y una copia de la Hidra de Lerna (un monstruo acuático) cuyo original decoraba el estanque de la palestra.
Qué ver en Herculano: plano de yacimiento
Aquí os dejo las imágenes del plano que hay en la entrada al yacimiento de Herculano, el que nosotros utilizamos para recorrer la antigua ciudad romana. En él podréis ubicar sin problema cada uno de los lugares que he mencionado en el post y ubicar cada uno de los cardos y decumanos que dividen la ciudad en insulas.