Comer en España es siempre un placer. La gastronomía de nuestro país es excelente y en cada región podemos probar platos únicos elaborados con productos de la zona. Así es en Burgos, una ciudad con un rico patrimonio, con una de las más bellas catedrales de Europa y con un montón de buenos restaurantes. En este post te voy a hablar de estos últimos y también de esos platos que no hay que dejar de comer en Burgos.
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Comer en Burgos: platos imprescindibles
Embutidos, asados, dulces y muchos más platos se cuentan entre los más tradicionales para comer en Burgos. De entre todos ellos os dejo aquí una pequeña selección con los que para mí son más representativos de la cocina burgalesa.
Morcilla de Burgos
Uno de los platos más conocidos entre los que podemos comer en Burgos es la morcilla. Sangre de cerdo y arroz son los ingredientes principales. A ellos se añaden sal, especias, pimentón, manteca y cebolla. El resultado es un embutido jugoso perfecto para tomar como tapa, ración o incluso en bocadillo.
Cojonudos, la tapa típica para comer en Burgos
Se trata de una de las tapas más típicas de Burgos. pan, chorizo picante, pimentón y un huevo frito de codorniz. Ideal para para acompañar a un vino de la tierra. También existe la versión femenina, cojonuda. Aquí el chorizo se cambia por morcilla.
Sopa castellana
Esta sopa es un plato típico de tierras castellanas. Es perfecta para tomar en invierno, cuando los días son extremadamente fríos. A mí personalmente no me gusta, pero es una sopa que tiene mucho fans. Sus ingredientes son ajos machacados, pan del día anterior, pimentón, aceite de oliva, agua y huevos. Un plato perfecto para entrar en calor.
Olla podrida
No puedes volver a casa sin comer en Burgos la olla podrida. Otro de esos platos contundentes que se preparan en invierno. Su base son las alubias rojas que se cocinan en una olla de barro. Se añaden productos del cerdo, desde panceta a morro o chorizo. Al igual que ocurre con el cocido madrileño, las alubias se sirven separadas de la carne.
Lechazo asado, lo más típico para comer en Burgos
En toda Castilla-León hay una plato muy típico que el cordero asado en horno de leña. Comerlo es una de las cosas que hay que hacer en Medina del Campo, un interesante pueblo de la región. Y por supuesto, también en Burgos. Aunque los asados de cabrito y cochinillo también están presentes en la cocina burgalesa, sin duda es el lechazo el rey de la provincia. La receta es sencilla, pero para darle es punto para que resulte tierno y rico nada como elaborar el plato en un horno de leña.
Postres típicos
Para terminar de comer en Burgos, para acompañar un café a media tarde o para disfrutar en el desayuno. Los dulces que se elaboran en esta provincia harán sin duda las delicias de los más golosos. Apuntad las yemas de Burgos, las perrunillas y la leche frita. Sin olvidar las almendras garrapiñadas (frente a la Catedral de Burgos hay una tienda en la que las elaboran durante todo el día) y el postre del abuelo (requesón con miel, membrillo y nueces).
Comer en Burgos: restaurantes recomendados
Son muchas las opciones para comer en Burgos. Desde sencillos locales a bares para tapear o asadores de los de toda la vida. Yo no os puedo hablar de los restaurantes que conozco y en los que se puede disfrutar de la buena gastronomía de la ciudad, ya sea a base de platos típicos o más innovadores.
Maricastaña (Paseo del Espolón, 10)
Ubicado en el peatonal Paseo del Espolón, uno de los lugares que ver en Burgos, en este local podemos decir que destacan tanto el contenido como el continente. El local está decorado de forma muy especial, con muebles de estilo industrial que se mezclan con la piedra de las paredes y originales objetos que completan la decoración.
Maricastaña se divido en dos zonas. Una pensada más para el tapeo y otra para disfrutar, sentado cómodamente, de sus originales platos que tienen como base los productos típicos y de temporada. Todo lo que comimos en este restaurante nos encanto. Pero sin duda os recomiendo la morcilla (la tienen vegana), el rulo de careta y oreja a la plancha y los tacos bacalao con alga y mahonesa cítrica. Comer en Burgos en este local es sin duda disfrutar de una comida tradicional reinventada.
El Huerto de Roque (Calle Santa Águeda, 10)
Este local muy cerca de la Plaza de Santa María y de la fachada de la catedral es uno de esos locales en los que disfrutar del placer de comer en Burgos. Pero también de beber. Porque El Huerto de Roque tiene tres zonas, una de ellas un gastrobar en el que picar algo mientras se toma una copa o un vino.
El restaurante es muy acogedor, con detalles originales que se suman a la originalidad de la carta. Esta última cambia según la temporada. En nuestro caso estuvimos en noviembre y el menú de temporada estaba compuesto por una crema de boletus con huevo, lasaña rellena de vieras y txangurro y un segundo a elegir entre carne, calamar osmotizado (fue mi elección y lo recomiendo) y chuleta de ciervo. De postre compartimos helado de galleta María y crema de mascarpone con chocolate. Todo delicioso y bien presentado. Sin olvidar la fantástica atención del personal.
Restaurante Don Nuño (Calle Nuño Rasura, 3)
Su privilegiada ubicación a pocos pasos de la catedral lo convierten en un típico local para comer en Burgos. Su cocina es mucho más tradicional que la del resto restaurantes de los que os hablo. Pero aquellos que quieran disfrutar de una comilona a base de morcilla, torreznos y lechazo, acertarán al elegir este restaurante.
Nosotros cometimos el error de ir a cenar a Don Nuño. Y su comida es muy contundente, más apropiada para el mediodía. Aún así, reconozco que su carne es excelente, su morcilla muy rica y las croquetas deliciosas. No hay que dejar de pedir para terminar la comida uno de sus postres caseros.
La Favorita (Calle Avellanos, 8)
En la zona más típica para tapear en Burgos se encuentra La Favorita. Una amplia taberna que ocupa la parte inferior de un bello edificio rehabilitado utilizando elementos tradicionales como la madera, la piedra o el ladrillo. El local cuenta con una gran zona de bar en la que tomar un vino o una cerveza con algunas tapas. Al fondo, junto a la completa bodega de La Favorita, está el comedor, con paredes de ladrillo y bonitas pinturas en las que se representa la ciudad y su gastronomía.
Nosotros cenamos en esta última zona y nos decidimos por compartir varias raciones. Jamón, croquetas y fritura de verduras fueron algunos de los platos que pedimos. También comimos las mollejas a la brasa. Es un plato que a mí me gusta bastante, aunque es cierto que no es del agrado de todo el mundo.
Restaurante Abadengo (Calle Alfonso VIII, 39)
El último de los restaurantes para comer en Burgos que os recomiendo está algo alejado del centro de la ciudad. Pero no importa, porque se encuentra junto a uno de los edificios más impresionantes que visitar en la Burgos: el Monasterio de las Huelgas. Así que tomad nota para comer en este local antes o después de vuestra visita al monasterio.
Es otro de esos restaurantes con una cocina innovadora, una decoración ecléctica y un personal profesional. Conviene reservar si quieres disfrutar de sus raciones o de los platos de su carta. Es cierto que todo lo que comimos en el Restaurante Abadengo estaba buenísimo, pero si os tengo que recomendar algo, sería el revuelto de morcilla con pimientos, la ensalada de ahumados y el coulant de chocolate, perfecto para cerrar la comida.
¿Qué te han parecido estas ideas? ¿Conoces ya la gastronomía de Burgos? ¿Cuál es tu plato preferido? Si tienes algún restaurante que quieras recomendar, no olvides dejar un comentario. ¡Será bienvenido!