Comer en Italia es un obligación. Y no hablo de comprar un trozo de pizza y comerlo mientras se hace turismo. Hablo de sentarse a la mesa de un restaurante y disfrutar de la comida desde el momento en el que se empieza a leer la carta. Pastas, embutidos, quesos, ensaladas, carnes o pescados forman parte de los menús habituales de cualquier trattoria, restaurante o sencilla casa de comidas. Solo hay que estar dispuesto a comer. Y mientras se come, hacer algo que a los italianos se les da genial: hablar de comida y cocina. Así que antes de ir al país de la no olvides aprender algunas frases en italiano para viajar, porque nunca se sabe que vas a necesitar. Sobre todo si vas a comer en Valdera, allí presumen de su cocina y también de su buen italiano.
Ahora, partiendo de que en toda Italia se come bien vamos a quedarnos en una pequeña zona de la Toscana. Un lugar que se encuentra en la provincia de Pisa y cuyo nombre es Valdera. Allí nacieron la Vespa y Andrea Bocelli. Es zona de vinos y de trufas, de castillos y campos surcados por cipreses.
Hay mucho que hacer en Valdera, y una de esas cosas, sin duda es comer. Los que viven allí, en cualquier de sus localidades, como Pontedera, Lari o Palaia presumen de su mesa. De sus materias primas y la variedad de formas de elaborar cada plato. Yo después de pasar allí tres días tengo que decir que se come de maravilla y al ser una zona menos turística los platos son más auténticos, más de la cocina de madres y abuelas que han ido pasando las recetas de madres a hijas y que conservan el sabor hogareño que en muchas ocasiones los platos de restaurantes frecuentados por viajeros terminan perdiendo.
Índice del artículo
Qué comer en Valdera
La gastronomía italiana es muy amplia. Va mucho más allá de los platos de pasta que todos conocemos. Cada región tiene sus especialidades, y la Toscana no podía ser menos. Entre los platos que se pueden comer en Valdera están sin duda los más típicos de Toscana, pero también otros que son especialidades locales y que casi siempre tienen como base los productos de temporada.
- Schiacciata. Se trata de un pan con sal, similar a la focaccia pero típico de la Toscana.
- Peposo. Un plato de carne de ternera guisado con vino y pimienta. Comer en Valdera este plato es habitual.
- Ribollita. Es una sopa de verduras y legumbres típica de Toscana. Su nombre indica como está hecha: recocida.
- Cantuccini. Uno de los dulces más apreciados en la cocina toscana, y por supuesto, en Valdera. Es un bizcocho de almendra que se cuece dos veces, quedando duro como una galleta.
- Pappa al pomodoro. Un plato pobre y sabroso elaborado con pan, aceite, tomate y especias.
- Trufa. Siendo Valdera región rica en trufa o tartuffi, no podía faltar su aroma y sabor en muchos platos. Es un condimento que se encuentra en aceites, salsas, cremas o directamente rallado sobre un plato de pasta.
- Embutidos. En muchos casos elaborados de forma tradicional, el salami, jamón y otros embutidos se presentan en grandes platos de antipasti a la hora de comer en Valdera.
- Caza. El jabalí, la liebre o el corzo se pueden encontrar en las cartas de muchos restaurantes en temporada de caza. Guisados o al horno forman parte de la tradicional cocina de Valdera.
Dónde comer en Valdera
Durante viaje a Valdera pudimos comer (mucho y bien) en distintos restaurantes de varias localidades. Todos eran lugares singulares orientados a satisfacer el paladar italiano y en los que unas turistas extranjeras eran casi un acontecimiento. Pudimos probar en ellos algunos de los platos más típicos que se pueden comer en Valdera, otros típicos de Toscana y algunos tan internacionales como la pizza.
Os dejo los nombres de estos restaurantes, por si en algún momento os animáis a visitar Valdera y conocer sus atractivos, tanto arquitectónicos como naturales y gastronómicos.
La Cantinetta Vini (Pontedera)
Nuestro viaje por Valdera comenzó comiendo en esta trattoria. Uno de esos locales de aspecto tradicional en el que se reúnen familias para la comida del domingo o por el que pasa algún directivo de la cercana fábrica Piaggio. Además de restaurante tienen también una pequeña tienda con vinos, aceite, dulces y embutidos.
Nosotras probamos en La Cantinetta Vini el peposo del que antes os hablaba, no sin antes haber probado ese pan salado toscano (schiacciata) y un par de platos de pasta. Uno de spaghetti vongele (almejas) y otro de paccheri al ragú. Si bien ragú es carne picada, lo especial de este plato era el paccheri, una especie de macarrones gigantes. Todo delicioso y con sabor a cazuela della nonna.
Trattoria Buti (Pontedera)
Esa noche y después de haber disfrutado de un pica-pica con aroma a trufa en Savini Tartufi, un negocio familiar dedicado al mundo de la trufa en la localidad de Palaia, regresamos para cenar en Pontedera. Se trata de un acogedor y luminoso local en la Via Ranieri Gotti. Lo regenta un matrimonio. Él atiende las mesas mientras ella cocina los delicioso platos que llegan a las mesas cubiertas con manteles de cuadros.
Probamos raviolis rellenos de pescado (deliciosos) y yo me atreví con un plato del que no recuerdo el nombre pero que debía ser algo así como tripas envueltas en manteca y luego cocinadas, pero no os lo puedo decir con seguridad porque es algo que con ese aspecto no había visto nunca. Fuera lo que fuera estaba muy rico. Tanto como los postres caseros a los que no pudimos resistirnos a pesar de repetir varias veces lo “llenas” que estábamos.
La Botegga di Canfreo (Lari)
Este pequeño restaurante está regentado por cuatro mujeres apasionadas de la cocina y de la historia de Lari. Cuentan con solo unas pocas mesas en su local y se recomienda reservar para evitar quedarse sin probar sus deliciosos platos. Presumen de que todos los productos que llegan a la mesa de los comensales son de kilómetro cero. Es decir, se abastecen de productos locales mejorando la economía de la comunidad y sabiendo que sus productos tienen la calidad y el origen deseado.
A nosotras nos sirvieron unos platos de antipasti grandes y variados. Parecía imposible acabarlos, pero todo estaba tan bueno que no dejamos ni un trozo de queso en las bandejas. A continuación pasta. Receta de la abuela pero cocinada con equipos modernos.
Además de restaurante, La Botegga di Canfreo es tienda de productos gourmet. Allí puedes encontrar los mejores embutidos, quesos y vinos.
Ristorante Ci Ritorno (Pontedera)
Por la noche no podemos decir que tuviéramos hambre, pero algo había que cenar. ¿Qué tal pizza? Aún no la habíamos probado y estando en Italia es casi un delito no comer su plato más internacional. Para ello fuimos a un enorme restaurante de Pontedera, Ci Ritorno. Nos pareció tan grande que resultaba casi imposible que se llenara. Pero lo hizo. Y el resultado fue estar en el centro de un local ruidoso en el que todos hablan y ríen más alto que los que les rodean. Algo muy italiano, imposible estar en silencio cuando se está delante de un plato de comida o con una copa de vino toscano en la mano.
Decidimos compartir pizza porque parecían tan grandes que nos resultaba imposible pensar en comer una cada una. Menos mal que lo hicimos, porque fue la única forma de no dejar nada en el plato de las sabrosas pizzas que llegaron a nuestra mesa.
Cantina Zeiro (Capannoli)
Poder comer en este restaurante de Capannoli fue un lujo. Pertenece a Gianluca e Irene Zeiro, la cuarta generación de la familia que regenta el negocio que fundó Umberto Zeiro a principios del siglo XX. Hoy el negocio familiar se centra en los viñedos y olivares y el restaurante es una forma muy especial de acercar los mejor que se puede comer a Valdera a sus comensales.
Ubicado en un edificio en el que durmió Napoleón, hay varios salones privados listos para acoger a diferente número de clientes. Algunos de gran tamaño y sorprendente decoración son perfectos para grandes eventos. Otros, como en el que nosotras comimos, más pequeños pero decorados con chimeneas y diferentes obras de arte.
Otro arte es el que llega a la mesa en la Cantina Zeiro. Deliciosos antipasti, sabrosas pastas, legumbres y carnes. Todo regado con los mejores vinos de la casa. ¿Alguien da más?
Locanda del Boccio (Bientina)
La última cena de nuestro viaje de amigas a Italia la hicimos en Bientina. En un restaurante diferente a los que habíamos visitado los días anteriores. Este local iluminado con velas era perfecto para despedir el viaje. Los platos con una presentación muy cuidada y sabores muy logrados fueron el broche de oro a nuestra ruta descubriendo que comer en Valdera.
En este caso algunas nos decantamos por otro de los platos estrella de las gastronomía italiana: los risottos. Y para terminar deliciosos dulces que daba pena terminar sabiendo que quedaba tan poco para regresar a España.
Hasta aquí nuestro recorrido gastronómico por Toscana, por la atractiva y desconocida comarca de Valdera. ¿Qué te han parecido los platos y los locales que conocimos?
Desde aquí dar las gracias a Marco, María, Simona, Chiara y Giulia por descubrirnos tantos lugares y sabores de su tierra. También a Mar, Cristina y Carmen. Gracias a que compartimos platos no regresamos a casa con cinco kilos más cada una.
6 comentarios
Mamma Mia! Con lo que me gusta la gastronomía italiana, ha sido leer tu post, y se me ha hecho la boca agua con tantas delicias culinarias. Por lo que veo Valdera no es sólo un excelente destino turístico por si mismo, sino que además, acompañado de tan buena gastronomía lo es todavía más. Nos guardaremos el post para cuando viajemos a la zona para seguir todas tus recomendaciones.
Estoy segura de que comer en Valdera será algo de lo que disfrutéis. Eso sí, no sigas todas mis recomendaciones o volveréis a casa como nosotras, con varios kilos de más 🙂
Este tipo de posts vienen muy bien, porque como no tengan carta en español o inglés, a veces no tienes ni idea de lo que hay para comer. Aunque el italiano se medio entiende, hay platos típicos que te puedes perder porque vas a lo seguro, a lo que conocemos. No he estado en la Toscana y estoy deseando ir.
Pues si te llevas este post, además de disfrutar de Toscana visualmente, lo harás con otros sentidos (gusto y olfato). Un saludo y buen fin de semana.
Qué maravilla de post. Adoramos Italia, nos encanta volver y conocemos mucha de su geografía y gastronomía. Nos ha sorprendido leer sobre Valdera, ya que no la conocíamos pero, después de leer tu post creo que no vamos a tardar en volver… Menuda pinta tienen todos los platos. No me extraña nada lo de los kilos de más, ¡yo tampoco hubiera perdonado! ¡Apuntamos!
Bueno, esos kilos luego se quitan con tres días a plan, y es que no hay quien se resista a tanta delicia 🙂