Narbona es una de las ciudades con más historia de la región francesa de Occitania. A tan solo 100 kilómetro de la frontera con España, está ciudad del sur de Francia fue fundada por los romanos. Por ella pasaba la Vía Domita que continuaba hacia España para convertirse en al Vía Augusta. Fue ciudad arzobispal y su catedral, a pesar de no haber sido acabada, es uno de los templos más altos de país vecino. Hay mucho que ver en Narbona. Un día allí es suficiente para conocer a fondo esta ciudad. En este post os dejo información práctica para que el día que decidáis viajar a Narbona, la antigua Narbo Martius romana.
Índice del artículo
Información práctica para viajar a Narbona
Comer, dormir, transporte… Todo lo que necesitas para viajar a Narbona y que no te quede nada en el tintero.
Cómo llegar a Narbona
Tal y como ya lo fue en tiempos de los romanos, hoy Narbona sigue siendo un importante cruce de caminos. Se puede llegar a ella en distintos medios de transporte. Dependiendo de si vamos a viajar a Narbona para una escapada de fin de semana o si será parte de un viaje más largo, nos puede interesar llegar hasta ella de un modo u otro.
Tren: Renfe-SNCF en Cooperación
Para los que gusten de los viajes en tren, viajar a Narbona desde Madrid, Zaragoza o Barcelona en ese medio de transporte es posible. Las redes de trenes de alta velocidad de España y Francia se han unido haciendo posible llegar de Madrid a Narbona en 5 horas y desde Barcelona en menos de dos.
Viajar en tren es una forma de disfrutar del viaje desde el minuto 1. No hay que llegar a la estación con horas de antelación ni pesar la maleta antes de salir de casa por si pesa medio kilo más de lo permitido. El tren tiene muchas ventajas. Y entre ellas está el poder disfrutar del paisaje que va cambiando ante tus ojos mientras disfrutas de un buen libro o de un café en el bar del tren. Me encanta viajar en tren, y gracias a Renfe-SNCF en Cooperación, viajar a Narbona ha sido un placer.
El viaje con ellos no tiene que acabar en la ciudad que ha sido mi destino. La amplia red de Renfe y SNCF facilita numerosas conexiones permitiendo continuar viaje a Nimes, Avignon o Marsella o conectar con trenes que viajan a Lyon o París. ¿Alguien da más?
Por si fuera poco, una vez en Narbona la estación de tren está a tan solo 15 minutos del centro de la ciudad.
Avión a Toulouse
El aeropuerto más cercano para viajar a Narbona es el de Toulouse. La ciudad rosa de Francia está a tan solo hora y media de Narbona. Desde Madrid hay vuelos diarios con distintos horarios a precios muy competitivos. El vuelo dura tan solo una hora. Desde Toulouse se puede posteriormente llegar a Narbona en tren o coche. En ambos medios de transporte el tiempo del viaje será de aproximadamente hora y media.
En coche desde España
Aquellos que quieran hacer un viaje largo por tierras francesa en su propio coche e incluir Narbona en su itinerario lo tendrán fácil. El punto por el que se debe cruzar la frontera es La Junquera. En el camino a la antigua colonia romana se pasa por Perpiñan y se cruza el Parque Natural de la región de Narbona. Una hora y 100 kilómetros separan España de Narbona.
Una vez en la ciudad hay que tener en cuenta el tema del aparcamiento. El centro tiene zonas restringidas al tráfico y calles tan estrechas que es imposible aparcar en ellas. Por ello es mejor asegurarse, si se va a dormir en la ciudad, de que el hotel cuenta con aparcamiento propio. Si no fuera así, junto al Teatro hay un aparcamiento gratuito.
La ciudad es buena base para conocer otros puntos de Occitania, por lo que contar con un coche siempre será buena idea si se va a disponer de tiempo para disfrutar de esta región francesa.
Transporte en Narbona
La mejor forma de recorrer Narbona es caminando. Es una ciudad llana, con zonas peatonales y poco tráfico en su casco antiguo. Todo ello hace que pasear por ella sea muy agradable, e ir de un lugar de interés a otro, sencillo. Las distancias son pequeñas, por lo que si uno no tiene intención de ir más allá del centro histórico y el barrio del Bourg no necesitará de ningún tipo de transporte.
Si se llega en tren a la ciudad y no se quiere caminar hasta el hotel, en la puerta de la estación hay taxis. Si estando en la ciudad o para volver a la estación se necesita de nuevo del servicio de uno de ellos, habrá que llamar para que vayan a recogerte. Os dejo unos teléfonos por si necesitáis de un taxi o servicio privado:
- Taxi Narbona: 06 11 54 06 06
- Servicio privado: 077 800 1000
Por el casco antiguo de Narbona circula un pequeño autobús: la citadine. Es gratuito y la forma perfecta de llegar al centro si se ha estacionado el coche en alguno de los aparcamientos gratuitos en los alrededores del centro. Pasa cada 10 minutos de lunes a sábado siendo su horario de 7:40 a 19:20. Tiene 9 paradas en un recorrido circular que pasa por la Catedral, el Teatro o Les Halles por citar alguna de ellas.
Dónde comer en Narbona
Cuando se viaja a Francia comer se convierte en un ritual. En el país vecino no se come con prisa y la comida llega a la mesa para satisfacer no solo el sentido del gusto. También el del olfato y el de la vista. En Narbona no podía ser diferente. Sin ser una ciudad con una gran oferta en restaurantes cuenta con un puñado de ellos convertidos en los favoritos de más de uno. Yo os recomiendo dos opciones. De una seguro que habéis oído hablar pues es casi de visitar obligada al viajar a Narbona.
Le France
Nos lo recomendaron en un hotel de la ciudad. Y fue todo un acierto. Ubicado en Cours de la République, muy cerca del Canal de la Robine, esta brasserie tiene una decoración sencilla pero muy francesa. Pequeñas mesas de mármol, flores, velas y originales lámparas hechas a base de copas. Cuanta con una terraza exterior y un amplio salón cerrado con grandes ventanas que se abren al paseo peatonal.
Es un local animado y lleno de clientes de la ciudad que disfrutan de una tranquila sobremesa tras la cena. Se puede comer a la carta o decantarse por un menú con platos de temporada. Nuestra opción fue la segunda. Por 17,90 euros comimos una entrada, un principal y el postre. La bebida va aparte, pero no puedes no pedir nada ya que como en todos los restaurantes de Francia, el agua llega a la mesa fresca y de forma gratuita.
Todo lo que cenamos estaba delicioso, en platos generosos y bien presentados. Desde la ensalada de lentejas a los mejillones gratinados recomendaría sin duda cualquiera de aquellos platos.
Les Grands Buffets
Para muchos Narbona entro en el mapa de ciudades francesas gracias al programa Master Chef que rodó allí en 2016. Y es que este restaurante se ha convertido en un icono de Narbona. Está considerado uno de los buffets más importantes de Europa y para los que penséis que ese tipo de restaurantes no os gustan deciros que Les Grands Buffets poco tiene que ver con la idea que tenemos de los buffets.
Este restaurante tiene el estilo de un local elegante. Con manteles y servilletas de algodón blanco sobre las mesas en las que no faltan copas, velas o cubiertos para cada tipo de comida. Cuentas con un camarero que será el encargado de traer la bebida y atender cualquier petición especial que puedas tener. Además del gran salón cerrado decorado con maderas y lámparas de cristal, hay un jardín perfecto para los días cálidos o las noches de verano.
En cuanto a la comida, que es lo que importa, por donde empezar… Quizá por la mesa de quesos. Mi locura. Encontré allí 45 tipos de ellos y no podía parar de probar. Hay patés, embutidos, marisco o ensaladas. La variedad es enorme, pero hay que controlarse porque luego vienen los principales. Verduras de guarnición, carnes o pescados. Y para quien prefiera un plato recién hecho está el asador. Allí puedes pedir una carne, un pescado o un plato de cuchara como el famoso cassoulet.
Nosotros conseguimos dejar un hueco en el estómago para pasar por el buffet de postres. Allí la reina es una fuente de chocolate. Fruta, pasteles y tartas tientan a los golosos en esa mesa llena de color.
Teniendo en cuenta la variedad y la calidad de lo que ofrecen en Les Grands Buffets te das cuenta de que le precio merece la pena: 35,90 € los adultos y 17,90 € los niños mayores de 5 años. Los pequeños no pagan y puede llevar uno de esa edad cada adulto. Las bebidas no entran en el precio, pero el agua es gratis y fresca.
Dónde dormir en Narbone
No hay muchos lugares para dormir en Narbona. Si te gustan los hoteles con encanto como a mi, la cosa se puede complicar. Aún así no hay que desesperar. Lo importante sobre todo es encontrar un alojamiento en el centro. Algo que esté cerca de todo lo que hay que ver en Narbona. Y si además está a poca distancia de la estación de tren, mucho mejor.
Al viajar a Narbona, nosotros nos alojamos en dos hoteles diferentes. La primera noche la pasamos en el Zenitude Hôtel, frente al Palacio de Justicia. Un aparthotel funcional a diez minutos del centro con una habitación sencilla pero suficiente para pasar una noche. Teníamos una pequeña cocina independiente en la que no faltaba ni un pequeño lavavajillas. El desayuno bastante completo y con un café delicioso. El personal habla español y es extremadamente amable.
La segunda de nuestras noches en Narbona dormimos en el Hôtel La Résidence. Muy cerca de la catedral y a diez minutos de la estación de tren, este es uno de esos hoteles boutique que tanto me gustan. Cada habitación está decorada de forma individual con detalles que la hacen especial. Sin embargo resultan algo pequeñas, al menos las standard. También ofrecen desayuno, aunque correcto, nos pareció algo caro (12,50 €) y con menos variedad que en el del hotel anterior.
Oficina de Turismo de Narbona
Si vais a viajar a Narbona, apuntad la dirección de su Oficina de Turismo: 31 Rue Jean Jaurès. Ubicada junto al Canal de la Robine, la oficina ofrece buena y valiosa información sobre la ciudad. Hay visitas guiadas determinados días a la semana, algunas de ellas en español.
También en esta oficina se puede comprar el Abono Monumentos y Museos. Es válido durante 15 días. Con él se pueden visitar todos los museos de la ciudad, el Tesoro de la Catedral de Narbona, la casa natal de Charles Trenet y subir a la Torre Gilles Aycelin.
Horario de apertura de la Oficina de Turismo de Narbona:
- Del 15 de septiembre al 31 de marzo de 10:00 a 12:30 horas y de 13:30 a 18:00 horas de lunes a sábado. Cerrado los domingos excepto durante eventos y eventos importantes.
- Del 1 de abril al 14 de septiembre de 9 a 19 horas todos los días.
- Cerrado el 25 de diciembre, 1 de enero y 1 de mayo.
Se puede solicitar información a través de su web.
8 comentarios
¡Hola Kris!
Confieso que, hasta hace poco, no conocía esta ciudad, pero llevo unos cuantos meses viendo fotos y artículos sobre Narbona, ¡y será por algo!
Que se pueda llegar en tren tan fácilmente es un punto a favor. Yo soy de ese grupo que tiene que volar por narices, pero que aborrece las colas infinitas y los controles de los aeropuertos, así que tener la posibilidad de viajar en tren siempre hace que un lugar suba puntos. ¡No esperaba que se tardaran solo 5 horas desde Madrid! ¿Es tren directo?
Pero si algo me ha vuelto loca de tu post es el precio de Les Grands Buffets. No me extraña que sea un sitio tan popular. La comida se ve de calidad y variada, y el precio es más que razonable.
A ver si a la vuelta podemos escaparnos! Muak!
Si Paula, tren directo Madrid-Narbonne… y si te animas puedes continuar viaje sin cambiar de tren hasta Marsella. ¿A q es genial? 🙂
Un abrazo
Qué bonita es Narbona, Cris. Yo la descubrí justo hace un año también con tren directo desde Madrid y me sorprendió mucho, no la esperaba tan bonita 🙂 el mercado es una pasada con todos los productos locales y qué decir de Les Grands Buffets, estoy deseando repetir
Es una ciudad perfecta para una escapada. Se pueden dar agradables paseos, contemplar importantes monumentos y comer muy pero que muy bien 🙂
Íbamos a ir a Narbona en Semana Santa pero al final , se torció el tema y no la visitamos.. y después de leer tu post me da una pena enorme!! Lo que no sabía es que había un tren directo desde Madrid.. ummm eso es muy interesante.
Seguro que tienes oportunidad en breve y conoces esta atractiva ciudad.
He visitado Narbona en 2 ocasiones en el último año y la verdad es que me ha encantado. Cierto que no es tan monumental como otras ciudades de Francia, pero tiene mucho encanto.
La verdad es que la conexión con tren facilita mucho la visita, pero es la segunda ocasión llegamos en coche y merece la pena aprovechar para visitar Sigean o acercarse luego a Carcasona.
En las 2 ocasiones comimos en Grand Buffetes. La última reservado solo con 30 minutos de anticipación. Y la verdad es que nos encanta, aunque a Isa y a Marc les cunda menos esto del buffet libre. Y mes umo a la recomendación que te hacen por ahí: merece la pena comer ambién en el mercado.
Nosotros si le sacamos partido a Les Grands Buffets. Sobre todo a la sección de queso ¡¡¡me volví loca, y es que me encantan!!!