Hace unos meses viajé por primera vez a Toulouse, en Francia. Fue un viaje en solitario en el que disfruté de esta bella ciudad francesa. Pateé la ciudad de arriba abajo y aunque pude conocer infinidad de lugares, algunos se quedaron en pendientes. Sin embargo y mucho antes de lo que hubiera podido imaginar, he tenido la oportunidad de viajar a Toulouse de nuevo. He regresado a la ciudad rosa francesa para seguir descubriendo todo lo que ofrece al viajero. Esta vez el viaje ha sido un fin de semana de chicas. De esos en los que además de las visitas culturales se suman tardes de confidencias junto a una taza de té o paseos en busca de algún recuerdo especial del lugar visitado.
Si en mi primer viaje a Toulouse recorrí sus calles cubiertas por esas hojas doradas con las que el otoño cubre las ciudades, esta vez el viaje ha sido en primavera. Aunque el gris del cielo parece empeñado en acompañarme en mis viajes a esta ciudad, por fortuna el sol terminó apareciendo y mostrándome una cara mucho más luminosa de la ciudad más grande de Occitania.
He regresado con mi compañera de viaje a algunos de esos lugares que hay que ver en Toulouse y que me ha encantado volver a visitar. Pero también he podido conocer otros lugares que me han parecido dignos de incluir en una lista de imprescindibles de la ciudad rosa.
Viajar con amigas anima a hacer algunas cosas que en solitario pueden no apetecer tanto. Y además, hacerlas en compañía siempre resulta más divertido. O al menos así nos lo ha parecido a nosotras durante nuestro fin de semana tolosano.
Índice del artículo
Viajar a Toulouse: qué hacer en un fin de semana de chicas
En este post os cuento lo que hemos hecho nosotras en nuestra escapada de fin de semana a Toulouse. Cosas que nos han gustado y muchas de las cuales gustaran a todos los viajeros. Ya viajes solo, en pareja, en familia o con amigas, hay mucho que hacer si se decide viajar a Toulouse. La mayoría de las visitas o actividades son “para todos los públicos”. Algunas están más orientadas a las familias. Y otras sin embargo nos atraen más a las féminas. Hay actividades para niños y adultos. Pero también para los jóvenes, algo normal en una de las ciudades universitarias más importantes de Francia.
Buscar la palmera de Toulouse
¿No habéis oído hablar nunca de la palmera tolosana? Si es así os adelanto que no debéis buscarla en ningún parque. Porque esta palmera es de piedra y ladrillo. Se encuentra en el interior de una de las iglesias más singulares y bellas de la ciudad: la del Convento de los Jacobinos. Esta iglesia edificada por los dominicos tiene un exterior sobrio que no prepara al visitante para lo que le espera en el interior.
Tras cruzar la puerta uno se encuentra en un templo nada convencional en el que el altar no está donde uno espera. Las vidrieras tiñen de color las dos naves del templo. Y las altas columnas estilizan aún más el templo. Y allí, al fondo, está la famosa palmera. Sin duda es uno de los lugares que hay que ver en Toulouse.
Curiosear en los mercados
Son muchos y variados los mercados de la ciudad. A nosotras nos llamaba la atención visitar alguno en el que ver comprar los tolosanos. Acudimos a los mercados de Victor Hugo y Carmes. Dos edificios en los que se utilizan las plantas a pie de calle como mercados.
Sobre ellas se han construido aparcamientos para poder paliar el problema de aparcamiento en el centro de la ciudad de quienes acuden a ella para hacer la compra de la semana. En el interior de estos mercados hay atractivos puestos de quesos, vinos, dulces o carne. Y en la calle, las frutas, verduras y flores. Lugares perfectos para hacer fotos y comprobar que cuesta más en Francia llenar la nevera que en España.
Subir en tiovivo
En el centro de la ciudad, en la Place Wilson, hay un tiovivo. Hasta ahí todo normal. Pero seguro que si os digo que muchos de sus caballitos datan del siglo XVIII os parece mucho más interesante. El tiovivo funciona durante todo el día los fines de semana. Si os parece que sois demasiado mayores para subir a él, al menos acercaros a verlo y de paso disfrutad de la plaza. Es una de las más atractivas de la ciudad. Es especial para los tolosanos, pues su forma ovalada es igual a la de los campos de rugby, el deporte rey en esta ciudad.
Visitar la Capilla Sixtina de Toulouse
La Capilla de los Carmelitas de Toulouse ha sido uno de los lugares que he descubierto en este viaje. Es todo lo que queda del antiguo convento de esta orden. Aunque su exterior es extremadamente sencillo el interior nos dejó con la boca abierta. Se conoce como “la Capilla Sixtina” debido a las pinturas que decoran su interior. Tanto sus paredes como su bóveda están profusamente decoradas con pinturas relacionadas con los carmelitas. Desde la encarnación de Cristo al profeta Elías o Santa Teresa. Junto a las ventanas, figuras alegóricas que representan las Virtudes. El lugar está considerado como la obra maestra de la pintura tolosana del siglo XVIII. Un lugar a incluir en la lugares a visitar al viajar a Toulouse.
Comprar violetas
Uno de los símbolos de Toulouse es la violeta. Esta flor se cultiva en la ciudad desde mediados del siglo XIX y florece solo en invierno. Si se quieren adquirir el mejor momento para hacerlo es en el mes de febrero. Fuera de esa fecha uno se tiene que conformar con comprar alguno de los muchos productos a la venta en la ciudad que tienen el aroma y el color de esta delicada flor.
Se pueden comprar velas, caramelos, flores de tela, perfumes e incluso té con aroma a violeta. En todas las tiendas de recuerdos de la ciudad se pueden encontrar estos productos. Pero merece la pena ir a La Maison de la Violette. Una preciosa tienda ubicada en el interior de una barcaza en el Canal du Midi en la que se pueden probar violetas cristalizadas.
Escuchar misa en San Sernín
Confieso que no soy creyente. Pero eso no impide que me guste entrar en los templos de cualquier religión cuando tienen lugar sus ceremonias. Aunque habíamos visitado su interior el día anterior, cuando pasamos el domingo por delante de San Sernín, la iglesia románica más grande de Europa, escuchamos el sonido del órgano. No pudimos resistir la tentación y entramos.
Nos quedamos discretamente en la nave lateral mientras la música del órgano y el canto de una soprano llenaban con su sonido las altas naves del templo. No sé si todas las misas en esta iglesia serán cantadas, pero desde luego merece la pena acudir a una de ellas. El marco sin duda es único.
Disfrutar de una copa de vino
A los franceses les gusta reunirse para charlar y toma una copa de los vinos del país. Algo evidente a la vista de las cartas de vinos de los restaurantes. Si hay un local perfecto en Toulouse para beber diferentes vinos a un precio asequible mientras se disfruta de una cena a base de originales tapas, ese es Nº5 Wine Bar. En una zona llena de restaurantes, bares y cafés, está claro que este local destaca por su filosofía: el mejor vino servido por los que más saben.
Y es que los camareros de este local saben de lo que hablan y no dudan en compartir su conocimiento sobre cada vino con los clientes. El menú es a base de pequeñas tapas (un poco escasas para mi gusto) muy originales. Desde sorbete de espárragos a pequeñas ensaladas o gambas. A tener en cuenta: si no te gusta el vino no esperes beber otra cosa que no sea agua.
Bailar al ritmo del carnaval
Quiso la casualidad y el mal clima que la celebración del carnaval de Toulouse se retrasara una semana sobre la fecha prevista. Gracias a ello pudimos disfrutar de esta fiesta popular que llenó las calles del centro de la ciudad de color y música desde las siete de la tarde hasta entrada la noche. Barcos piratas, pingüinos decapitados y gente envuelta en globos de colores fueron solo algunos de los grupos de desfilaron por Toulouse animando a todo el que se cruzaba en su camino a bailar al ritmo de la música que les acompañaba.
Vivir el hanami
Hanami es la tradición japonesa de contemplar las flores. Algo que también se puede hacer en Toulouse al más puro estilo japonés. Y es que al oeste de la ciudad, muy cerca del Canal du Midi, hay un parque. Y en su interior un verdadero jardín japonés. Allí esperan al visitante un estanque con carpas cruzado por un brillante puente rojo, un pabellón que bien podría estar en cualquier jardín de Kioto y un montón de árboles que llenan de color el jardín en primavera.
El fin de semana de nuestra estancia además hacían visitas guiadas explicando este hanami tolosano. Si llegado el momento de viajar a Toulouse es primavera, no hay que dejar de pasar por este bonito lugar.
Encontrar el arte urbano de Toulouse
Parece que desde hace unos años no hay ciudad que se precie que no presuma de su arte urbano. Y Toulouse no iba a ser menos. Aunque en su centro histórico hay poco que ver, basta cruzar el río para encontrar algunas de las obras que se pintaron en la ciudad con motivo del festival de street art que tuvo lugar en 2016. Una de esas obras se puede ver en el barrio de Carmes, en la Rue du Pont du Tounis.
El hotel Villa du Taur, justo al lado de San Sernín, puede presumir de tener decoradas sus habitaciones con obras de los mejores artistas de arte urbano de la ciudad. Se puede entrar en su recepción, allí hay dos pinturas de esos artistas, una de las cuales fue pintada hace unos meses con motivo de la inauguración del hotel.
Aunque menos llamativo, a nosotras nos gustó ir buscando una especie de marcianitos de teselas que hay repartidos por las paredes de la ciudad. Encontramos solo tres, pero seguro que alguno nos pasó desapercibido.
Sentirse como un astronauta
Una amiga me recomendó que no dejara de visitar la Ciudad del Espacio. Y como me fío mucho de su criterio, al viajar a Toulouse por segunda vez la incluí entre las cosas que hacer. Es un lugar para grandes y pequeños en el que conocer mucho más del universo del que formamos parte, disfrutar con las películas que se emiten en su planetario o curiosear en el interior de una auténtica estación MIR.
Pero de entre todo lo que hicimos en este lugar no hay duda de que los más divertido fue sentirse como un astronauta al caminar por la luna. Con una máquina que te cuelgan a la espalda consiguen que pases a tener la sensación de pesar tan poco que saltas como si nada llamado gravedad te atase al suelo.
Disfrutar de la hora del té
Si hay algo que no falta en Toulouse son cafeterías. Repartidas por toda la ciudad, la mayoría ofrecen desde comidas ligeras a deliciosas tartas y dulces. Nosotras no pudimos resistirnos a ese momento de media tarde perfecto para una parada. Elegimos para ello una preciosa cafetería en el corazón de la ciudad: Flower’s café.
Aunque tienen terraza en la Place Roger Salengro, nosotras preferimos su salón de té en la planta alta del local con ventanas a esa misma plaza. Nos pareció un local muy acogedor con una fabulosa carta de tés que sirven en teteras antiguas. Decidir que tarta íbamos a merendar resultó complicado. Todas tenían una aspecto delicioso. Si sois muy golosos os recomiendo la de chocolate y caramelo. Sin embargo si preferís algo más ligero, la de mousse de limón es deliciosa.
Pasear junto al río Garonna
Cuando vayáis a Toulouse recordad que su río es femenino. Referiros siempre a él como la Garonna. Y es que la ciudad rosa no podía estar bañada por un río que no fuera tan femenino como ella. Un paseo por sus quais regala al viajero alguna de las mejores imágenes de la ciudad.
Los puentes, algunas de sus iglesias y el atardecer más bello de Toulouse se pueden contemplar desde la orilla del río. Es justo al caer el sol cuando el Parque de la Daurade y las escaleras de la Place Saint-Pierre se convierten en punto de encuentro. A esos lugares acuden turistas y grupos de amigos. Basta con sentarse a la orilla del río, sacar la merienda y las cervezas frescas y esperar a que el sol desaparezca tiñendo de dorado a la ciudad y el río.
Cenar en locales de moda
La oferta gastronómica de Toulouse es amplia. Desde restaurantes de cadenas internacionales a pequeños bistrós en los que cenar a la luz de la velas. Y también, como en la ciudad moderna y joven que es, no pueden faltar locales a los que todo el mundo parece querer ir. Uno de ellos es Cosmopolitain. Un local cerca de la Place du Capitole en el que se puede cenar, tomar una copa o bailar. La clientela es lo más heterogénea que uno puede imaginar.
Parejas, grupos de amigas, compañeros de trabajo, familias… Nosotras disfrutamos de una cena a base de raciones y terminamos con un delicioso coulant y unos cosmopolitan. Todo sin cambiar de local y escuchando la mejor música.
Recorrer Toulouse por la noche
Al caer la noche, Toulouse cambia de aspecto. Adiós al rosa de sus fachadas. Al azul de sus puertas y ventanas. La ciudad se vuelve dorada cuando oscurece. Y toda la actividad que hay en sus calles durante el día, desaparece. O mejor dicho, se concreta en las plazas de la ciudad o en las calles con bares y restaurantes.
Esos lugares son punto de encuentro de grupos de amigos y estudiantes. Solo hay que alejarse un poco de esos lugares para sentir que la ciudad es solo para ti. O para ver cosas tan curiosas como gente jugando a la petanca o incluso (aún no me creo lo que vi) practicando con los palos de golf y lanzando bolas al fondo de una calle sin salida.
Cómo llegar a Toulouse
Viviendo en Madrid no hay duda de que la forma más sencilla y cómoda de viajar a Toulouse es en avión. Todos los días hay vuelos directos entre la capital española y la ciudad rosa francesa. El trayecto dura tan solo una hora.
Nosotras viajamos con Iberia Express. También volé con ellos en mi anterior viaje a Toulouse y no dudé en volver a elegir esta compañía para mi nuevo viaje. Puede presumir y con razón de ser la compañía low cost más puntual del mundo. En ninguno de mis trayectos hemos aterrizado más tarde de la hora prevista. Son muy eficaces durante el embarque, y a pesar de tratarse de una compañía de bajo coste no tienes la sensación de viajar encajonado.
Para que el viaje no se te haga aburrido puedes conectarte con cualquier dispositivo electrónico al Club Express Onboard y disfrutar de películas, series o diferentes revistas y periódicos. Y por si fuera poco, con cada vuelo acumulas Avios para seguir viajando.
Traslado al centro de la ciudad
Si llegas a Toulouse en avión, la forma más rápida y económica de ir del Aeropuerto de Toulouse al centro de la ciudad es en transporte público. A pocos metros de la salida el aeropuerto está la parada del tranvía. Antes de subir debes comprar el billete en las máquinas que hay junto al andén. Recuerda “picarlo” una vez a bordo.
El tranvía tiene parada en Arénes y Palais de Justice. En cualquier de ellas se puede dejar el tranvía y cambiar al metro para continuar hasta el lugar más cercano al destino. Además, todo sin comprar otro billete, pues los tickets permiten efectuar tres correspondencias en tres líneas diferentes de la red autobús, metro, tranvía. Y todo por 1,60 euros.
¿Cuánto tardarás en llegar al centro de Toulouse? Calcula entre media hora y 40 minutos.
Dónde dormir en Toulouse
La oferta hotelera en Toulouse es amplia. Hay establecimientos para todos los bolsillos y repartidos por toda la ciudad. En esta ocasión nos hemos alojado en el Hotel Mercure Wilson. Se trata de un establecimiento de cuatro estrellas situado con una ubicación fantástica: junto al Place Wilson, a pocos metros de la estación de metro Jean Jaurés y a un corto paseo de la Place du Capitole.
En la decoración domina el color morado, el mismo que el de esa violetas símbolo de Toulouse. En la recepción casi siempre hay alguien que habla español y todo el personal es muy amable.
Nuestra habitación estaba en el segundo piso. Estaba decorada con estilo, y a pesar de ser un poco pequeña, resultaba acogedora con esa gran foto de Toulouse haciendo las veces de cabecero. Teníamos caja fuerte, mini bar y una gran TV de pantalla plana que no llegamos a encender.
Me gustó mucho el aislamiento tanto acústico como lumínico. Y también a su favor la iluminación artificial en la habitación. El único pero se lo pondría a la falta de espacio para dejar las maletas y el reducido tamaño del armario.
En cuanto al desayuno muy completo. Embutidos, quesos, zumos, huevos y deliciosa bollería. Todo presentado en un espacio que te hacía sentir en la cocina de casa. Si decidís viajar a Toulouse, tened en cuenta este hotel porque es una buen opción.
¿Qué os parecen todas las cosas que se pueden hacer al viajar a Toulouse un fin de semana? Sin duda hay mucha más que ver en esta ciudad. Un lugar perfecto para pasar un agradable fin de semana con amigas. En pareja. O con la persona que a más te apetezca. Yo solo os dejo las ideas. El resto corre de vuestra cuenta.
14 comentarios
Es una ciudad encantadora, me encantó y eso que la vi de paso. Por cierto fue durante un tiempo capital de la República Española en el exilio. De todos los monumentos me quedo con Los Jacobinos, ¡impresionante!
Saludos viajeros Cristina,
LoBo BoBo
Vimos algunos carteles que recordaban el paso de los españoles en el exilio… Y coincido contigo: los Jacobinos es un lugar único.
Me encanto sobretodo el jardín japones y la tradición de contemplar las flores. Algo que pondremos en practica si tenemos la posibilidad de visitar Toulouse. ¡Saludos!
Toulouse tiene mucho encanto… y ese jardín es un remanso de paz. Un saludo y ojalá podáis visitar esta atractiva ciudad.
El año pasado tuvimos que cancelar en el último minuto el viaje a Toulouse que teníamos reservado. Cuando decidamos volver a planear una escapada, acudiremos a tu blog, porque sin duda te estás convirtiendo en toda una experta en Toulouse… Una ciudad que, por lo que cuentas, ofrece planes atractivos para viajeros solitarios, parejas y grupos de amigos. Chapeau! 👏🏻👏🏻👏🏻
Bueno, experta igual es mucho decir. Voy descubriendo la ciudad poco a poco y para mi no hay duda de que es un destino con muchos atractivos situado en una interesante zona de Francia. 🙂
Qué completo y bien aprovechado ese fin de semana. Yo me hubiera apuntado a todas las actividades y a todos los lugares a los que fueron. Me imagino que al haber estado recientemente, ayudó a ahorrar tiempo en muchas cosas y a disfrutar más otros aspectos de la ciudad. Y además uno no se queda con la espinita de todo lo que se quedó por fuera en la primera visita. Qué bonitas las fotos, qué rico el pastel y qué bien ese bar para disfrutar de una copa de vino. Un abrazo!!
Ay Mauxi, a la próxima te vienes conmigo jejejeje.
Toulouse es una ciudad que me gustó mucho la primera vez que la visitamos. Próximamente vamos a ir a conocer los pueblos de midi-pirineos y vamos a visitar nuevamente la ciudad, así que tomo nota de todo lo que nos cuentas. Saludos
Disfruta a tope de esa zona de Francia, es una joya y la tenemos bien cerca.
¡Cuántas cosas que hacer en Toulouse! Me ha encantado todo. La palmera tolosana te la había visto en instragram, y es una pasada. La Capilla Sixtina también. Lo de la violeta me ha recordado a los típicos caramelos violetas madrileños, ¿son iguales?
Me quedo con dos dudas: ¿te subiste al tiovivo? Porque si no lo hiciste, tienes que hacer un tercer viaje jeje. ¿Y cómo te ha gustado más la ciudad, con los colores del otoño o primaverales?
Un abrazo!
¡¡Qué de preguntas!! Pues mira, no montamos en el tiovivo, los caramelos de violeta los hay iguales pero también otras muchas variedades y me quedo con la ciudad en primavera 🙂
Mira que yo la he visitado dos veces también y me falta por conocer alguna cosa como el jardín japonés. Un lugar que visitamos y que nos gustó fue el Museo de Ciencias Naturales, que tiene también un jardín precioso, con una cascada y puentes. Una parte de él es un jardín botánico muy agradable para pasear. Puedes apuntarlo para una tercera visita.
Un abrazo.
Pues la verdad es que también lo visitamos, nos gustó mucho sobre todo la pared de esqueletos, aunque el jardín botánico lo encontramos poco atractivo. Un abrazo.